4.
¿QUÉ QUIERE DECIR SER UN BUEN PROFESIONAL DE LA EDUCACIÓN PARA EL SIGLO XXI?
I. GENERALIDADES
Posiblemente, es poco arriesgado asegurar que, a
día de hoy, el profesorado continua siendo clave
en cualquier sistema educativo. De hecho, es
sencillo darse cuenta de su papel crítico, si
tenemos presente que en sus manos recae, en
última instancia, la responsabilidad de
acompañar a los niños y jóvenes en el proceso de
aprendizaje de las competencias que les serán
imprescindibles para poder convertirse en
ciudadanos activos, participativos y, en último
término, comprometidos con el progreso social.
No obstante, el ejercicio de la función docente se
ha convertido progresivamente en complejo.
En un mundo globalizado como el nuestro, las funciones educadoras se reformulan para poder
atender los retos de una sociedad fundamentada en la economía del conocimiento. El acceso a la
enseñanza obligatoria ha alcanzado a sectores sociales cada vez más amplios, que exigen
respuestas docentes flexibles, ajustadas a necesidades educativas diversas.
Pero esta complejidad a la que deben enfrentarse maestros y profesores no ha encontrado una
correspondencia clara, ni en los escenarios que les deberían facilitar la innovación, ni en
modelos de formación inicial y desarrollo profesional que podrían proporcionarles herramientas
e incentivos para afrontar con garantías su actividad cuotidiana y hacer atractiva la profesión.
En último término, el grado de responsabilidad que la sociedad ha conferido a estos
profesionales no parece haber encontrado su reverso en un conocimiento social equivalente de
la profesión docente, capaz de poner en marcha los mecanismos capaces de atraer y retener a
más profesores de calidad en los centros educativos. Así, la interpretación adecuada de qué
significa ser un buen profesional de la educación en el siglo XXI parece que todavía plantea una
cuestión no resuelta y, en cualquier caso, decisiva para la provisión de una educación de calidad
como servicio público.
Pagina >1 Melissa Gil
Rodríguez
5.
II. OPINAN LOS DOCENTES
2.1 JOHN MACBEATH Profesor emérito, Universidad de Cambridge “La enseñanza es una actividad
subversiva en diversos aspectos...”
2.1.1 Las 3 Cosas Que He Aprendido Según John Macbeath
2.1.1.1 Aprender a aprender en un mundo cambiante
➢ La retórica dominante de los “resultados” sugiere un punto final del aprendizaje al finalizar la
etapa escolar, pero los retos del auténtico aprendizaje a menudo sólo hacen que comenzar en
este momento.
➢ Tenemos por delante, por lo tanto, una gran tarea de desaprender por hacer. La capacidad de
aprender de manera autónoma y duradera, y de mantener una constante actitud curiosa y
escéptica requerirá cada vez más la habilidad de construir puentes entre el aprendizaje en la
escuela y fuera de la escuela, más allá de los límites del aula.
➢ Y ello significa capacitar a los jóvenes para una sociedad en la que el trabajo está asumiendo
nuevas e impredecibles formas, cada vez más dependientes del trabajo en equipo, de la
iniciativa y del espíritu de grupo.
2.1.1.2 Volar por debajo del radar político
1. La enseñanza es una actividad subversiva en diversos aspectos: como crítica
intelectual y emocional de ideas inertes, resistencia al dictado de las autoridades o
firme defensa de lo que es correcto y en interés de los jóvenes; como proceso en el
que aprendemos a medir lo que valoramos en lugar de valorar lo que podemos medir
fácilmente.
2. Todo ello implica la voluntad y la capacidad de identificar y compartir los criterios para
construir ambientes de alta calidad que favorezcan el aprendizaje escolar, profesional y
organizacional en un mundo inmerso en un proceso de cambio constante.
2.1.1.3 Los buenos líderes son aprendices activos y ejemplares
Pagina >1 Melissa Gil
Rodríguez
6.
2.2 MARIA MASIP UTSET Catedrática de Educación Secundaria. ICE, UAB. “Convertir el
potencial individual del profesorado en potencial colectivo es un reto de futuro”
2.2.1 Las 3 Cosas Que He Aprendido Maria Masip Utset
2.2.1.1 Fomentar la inteligencia colectiva
● He aprendido que en el sistema educativo hay excelentes profesionales, pero pocas
oportunidades de mejora colectiva.
○ El reto es cambiar el funcionamiento burocrático de los centros y convertirlos en
motores de inteligencia compartida.
● El profesorado tiene que poder construir su identidad profesional en contextos ricos que
permitan el aprendizaje y el crecimiento personal. Esto conlleva romper muros y rutinas
individuales y dar valor a la comunicación y a la capacidad de construir pensamiento conjunto.
● Requiere tiempo para crear una nueva cultura y poner en valor otras maneras de hacer:
promover la capacidad de analizar y de escuchar, permitir la duda, potenciar la investigación
colectiva de respuestas, tolerar el error y la ambigüedad…
2.2.1.2 El sentido de pertenencia
He aprendido que las personas no destacan ni aprenden porque se les impone un
aprendizaje, sino porque desean conseguirlo. Que el sentido de pertenencia no
depende tanto de lo que el colectivo ofrece a los individuos que lo integran, como de
la capacidad de hacerles sentir útiles para alcanzar sus finalidades. He comprobado
que los centros más cohesionados son los que favorecen altos niveles de implicación
del profesorado. Hay que ofrecer estímulos y reconocimiento a los proyectos
compartidos e incentivar la carrera docente en el marco de proyectos colectivos.
2.2.1.3 El mapa no es el territorio
He aprendido que fomentar y hacer crecer el sentimiento de pertenencia y el deseo
de aprender de los colectivos docentes para que se conviertan en entidades vivas
no depende de la aplicación de fórmulas simplificadas, ni tecnocráticas. Crear
centros inteligentes es un objetivo ambicioso y complejo para el que no hay atajos
sencillos. No valen retos ni modelos a emular en el corto plazo, sino una política
global que fomente en el profesorado una nueva cultura profesional.
III. BIBLIOGRAFÍA
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Rodríguez