3. INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS EN LOS NIÑOS:
ASPECTO GENERAL
Las infecciones del aparato respiratorio se
describen de muchas formas diferentes,
según las áreas afectadas.
Las vías respiratorias superiores
principales son la nariz y la faringe.
Las inferiores son los bronquios y
bronquiolos ( que constituyen su parte
reactiva, debido asu contenido de
musculo liso y a su capacidad de
contraerse ) y los alveolos.
4. EVALUCION DIAGNOSTICA
El diagnostico de la mayoría de las infecciones respiratorias se basa en sus manifestaciones
clínicas y en el examen físico. El paciente puede presentar uno o todos los signos y síntomas
del recuadro inferior. Con frecuencia se usan las radiografías para evaluar las complicaciones
del tracto inferior y los cultivos de laboratorio para identificar a los organismos concretos.
CONSIDERACIONES DE
ENFERMERÍA
Los lactantes y los niños pequeños reaccionan con mayor gravedad a las infecciones de las vías respiratorias
superiores(IVRS) que los niños mayores y parecen mucho más enfermos de lo que sugieren sus manifestaciones
locales, sobre todo entre los 6 meses y los 3 años de edad. Además, presentan una serie de signos y síntomas
generales, así como manifestaciones lo cales, diferentes de las observadas en los niños mayores y los adultos
5.
6. INFECCIONES AGUDAS DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS SUPERIORES (IVRS)
Son los procesos infecciosos que afectan a alguna de las estructuras
de las vías respiratorias superiores. La mayoría se debe a virus y son
autolimitadas.
La nasofaringitis y la faringitis (incluida la tonsilitis) son muy comunes
en los grupos de edad pediátrica, Los trastornos pueden ser sólo una
parte de la Vias Respiratoria Superiores o el aspecto dominante de la
misma.
La infección secundaria o la extensión de las IVRS pueden producir
efectos graves y prolongados, sobre todo en los lactantes y en los
niños muy pequeños. Un lugar importante de su extensión
es el oído medio
7. NASOFARINGITIS
La nasofaringitis, es
una infección vírica
(principalmente de
rinovirus) de la nariz
y la garganta, es la
más común. Es el
equivalente del
catarro común en los
adultos y se llama
también rinitis
agudas o coriza
La garganta (incluidas las
amígdalas) es el lugar
anatómico característico de
la faringitis
(dolor de garganta).
Aunque rara en los niños
menores de 1 año, la
enfermedad es corriente en
la infancia, con un máximo
de incidencia entre los 4 y 7
años de edad. Los agentes
etiológicos son
virus o estreptococos ẞ-he
moliticos del grupo A.
FARINGITIS
Las faríngeas, conocidas como adenoides, se sitúan
en la pared posterior de la nasofaringe, frente a los
orificios nasales, Su proximidad a ellos y a las
trompas de Eustaquio contribuye a la obstrucción
de esas vías durante la inflamación. Las linguales se
sitúan en la base de la lengua. Las tubáricas se
encuentran cerca de la abertura nasofaríngea
posterior de las trompas de Eustaquio.
La función filtrante de las amígdalas protege a los
tractos respiratorio y digestivo frente a la
invasión de organismos patógenos Esta diferencia
constituye un mecanismo protector en un
momento que los niños pequeños son
especialmente sensibles.
TONSILITIS
8. En el tratamiento se prescribe un antibiótico a dosis
suficiente para controlar las manifestaciones agudas locales y
mantener un nivel adecuado durante un mínimo de 10 días,
con el fin de eliminar cualquier organismo que pudiera
quedar y generar una fiebre reumática.
El tratamiento quirúrgico de la tonsilitis crónica es discutible.
La tonsilectomía, es decir, la extracción de las amígdalas
palatinas, ha sido la intervención quirúrgica pediátrica más
frecuente, una vez superado el período posnatal, pero
muchos expertos la consideran innecesaria.
Tratamiento
9. La adenoidectomía, es decir, la extracción de las adenoides, se
recomienda en los casos de otitis media recurrente, para evitar la
pérdida de audición, y en los de adenoides hipertrofiadas que
obstruyan la respiración nasal. La extracción puede estar justificada
en niños menores de 3 años y se debe realizar sin tonsilectomía. Tras
la adenoidectomía, el seguimiento debe incluir una valoración de la
audición, el olfato y el gusto, para ver si mejoran como se esperaba..
10. Consideraciones de enfermería
La atención de enfermería del niño con tonsilitis, faringitis o con ambas se centra
principalmente en el bienestar del enfermo. Con frecuencia se prefieren las dietas
blandas o
líquidas. Un vaporizador de niebla fresca ayuda a mantener húmedas las mucosas,
mientras el
pequeño respire por la boca. También alivian las gárgaras con suero salino templado, las
pastillas para la garganta y los fármacos antipiréticos/analgésicos, como el paracetamol.
Si se
prescriben antibióticos, se debe aconsejar a los padres acerca de su administración
correcta y
de la necesidad de completar el período de tratamiento
11. GRIPE
La enfermedad se propaga de una persona a otra por
contacto directo o a través de artículos recién
contaminados por secreciones nasofaríngeas. No hay
grupos específicos de edad de riesgo, pero ataca en
mayor proporción a los niños pequeños que no han
tenido contactos previos con una cepa. Durante las
epidemias, se cree que las infecciones entre escolares
son una fuente principal de transmisión. La gripe es más
común en invierno.
La OMA se debe casi siempre a Streptococcus
pneumoniae, Haemophilus influenzae y
Staphylococcus aureus.
12. Tratamiento
El diagnóstico de la gripe se basa en las manifestaciones clínicas. Cuando
no presenta complicaciones, requiere sólo un tratamiento sintomático y los síntomas duran de
4 a 5 días. El clorhidrato de amantadina, eficaz para reducir los síntomas asociados a la
enfermedad de tipo A, se administra en las 24 a 48 horas siguientes a la presentación de la mis
ma. Es ineficaz frente a la gripe de tipo B C u otra enfermedad vírica y no se debe administrar
a niños menores de 1 año de edad. La ribavirina, un antiviral, se ha utilizado con éxito en el
tratamiento de pacientes con gripe aguda, cuando se administra en forma de aerosol.
Pueden aparecer complicaciones que incluyen la neumonía viral grave y la encefalitis, e
infecciones bacterianas graves, como la otitis media, la sinusitis o la neumonía. El síndrome de
Reye es una posible complicación grave del tipo A y del B; por tanto, los niños con gripe no
deben tomar aspirina.
Prevención. Existen vacunas víricas contra la gripe y se recomiendan para los niños que padecen dolencias
crónicas o agudas, que les hagan vulnerables a las complicaciones graves de
la enfermedad
13. PRECAUCIONES DE ENFERMERÍA
La fiebre prolongada o su aparición al comienzo de la convalecencia es un signo de
infección bacteriana secundaria y se debe comunicar al médico para instaurar el
tratamiento antibiótico adecuado.
La OM infección del oído medio es una de las enfermedades dominantes en la primera
infancia. Su incidencia es máxima en los niños de 6 meses a 2 años y luego disminuye de
forma gradual con la edad, excepto un pequeño aumento a los 5 o 6 años, en el
momento del ingreso en la escuela. Es rara en niños de más de 7 años. La incidencia de
la OM es máxima en
los meses de invierno y la probabilidad de padecerla es mayor para los niños que viven
con muchas personas (especialmente si son fumadoras). La terminología estándar
establecida para describir la OM se describe en el recuadro inferior.
14. Dado que la OM es una consecuencia común de las IVRS, el personal de enfermería debe
permanecer siempre atento a esta posibilidad, cuando atienda a niños con tales infecciones.
Valoración
El examen del conducto auditivo externo es parte integral de la valoración física
El personal de enfermería debe vigilar con especial atención a todos los niños que se estén
recuperando de una IVRS y presenten evidencia de dificultades auditivas.
Planificación
Los objetivos de enfermería para la atención de niños con OM aguda incluyen:
1. Alivio del dolor.
2. Facilitar el drenaje, cuando sea posible.
3. Evitar complicaciones
4. Instruir a la familia en la atención al niño.
5. Proporcionar apoyo emocional al niño y su familia.
Consideraciones de enfermería
17. EPIGLOTITIS AGUDA
La epiglotitis aguda o supraglotitis aguda es un proceso inflamatorio obstructivo, grave, que se da sobre todo en los
niños de entre 3 y 7 años de edad, pero puede suceder desde la infancia a la edad adulta. El trastorno requiere atención
inmediata. La obstrucción es supraglótica, al
contrario que la subglótica de la laringitis. El organismo responsable suele ser H. influenzae; la LTB y la epiglotitis no se
dan juntas.
18. PRECAUCIONES DE ENFERMERÍA
Cuando se sospeche epiglotitis no se debe intentar
visualizar la epiglotis directamente con un depresor
lingual ni tomar una muestra de la garganta para
cultivo; por el contrario, hay que enviar al niño a
evaluación médica de inmediato.
19. LARINGITIS AGUDA
La laringitis infecciosa aguda es una enfermedad común en los niños mayores y en los
adolescentes. Los lactantes y los niños pequeños padecen complicaciones más generalizadas.
Los virus son los agentes causales habituales y la queja principal es la ronquera, que puede ir
acompañada de otros síntomas de las vías respiratorias superiores (p. ej., coriza, dolor de
garganta y congestión nasal) y de manifestaciones sistémicas (p. ej., fiebre, jaqueca, mialgia,
malestar). Las quejas asociadas varían con el virus infectante. Por ejemplo, los adenovirus y
los virus de la gripe son responsables de más complicaciones sistémicas; los parecidos al de
la gripe, los rinovirus y el virus respiratorio sincitial producen enfermedades más benignas.
Tratamiento y consideraciones de enfermería
La enfermedad es casi siempre autolimitante y sin secuelas a largo plazo. El tratamiento es
sintomático, con líquidos y humidificación del aire.
20. LARINGOTRAQUEOBRONQUITIS
AGUDA (LTB)
La LTB (crup viral) es el síndrome de crup más común y afecta principalmente a los niños
menores de 5 años. Los organismos responsable suelen ser virus de la
parainfluenza. La enfermedad a menudo va precedida de una infección de las vías
respiratorias superiores, que poco a poco desciende a las estructuras adyacentes. Se
caracteriza por la aparición gradual de fiebre baja.
La inflamación de la mucosa que recubre la laringe y la tráquea produce un estrechamiento
de las vías respiratorias. Cuando es significativo, el niño lucha por inhalar aire que atraviese la
obstrucción y llegue a los pulmones, lo que produce el estridor inspiratorio característico y
retracciones supraesternales. Cuando el niño no puede inhalar un volumen de aire suficiente,
aparecen los síntomas de hipoxia. La obstrucción, bastante grave como para impedir la
exhalación adecuada de dióxido de carbono, produce acidosis respiratoria y, finalmente, fallo
respiratorio.
21. LARINGITIS ESPASMÓDICA AGUDA
La laringitis espasmódica aguda (crup espasmódico) se caracteriza por crisis paroxísticas
de obstrucción laríngea, que ocurren casi siempre por la noche.. Los signos de
inflamación están ausentes o son benignos y existe una historia frecuente de ataques
previos, que duran de 2 a 5 días, seguidos de una recuperación sin incidentes. Suele
afectar a los niños de 1 a 3 años. Algunos parecen más predispuestos a la enfermedad;
en algunos casos, hay factores psicógenos y alérgicos implicados. El niño se acuesta bien
o con síntomas respiratorios muy le ves, pero se despierta de repente
con tos metálica, perruna y con ronquera, inspiraciones ruidosas y desasosiego; parece
ansioso, asustado y postrado. La disnea se agrava con la excitación; no hay fiebre, el
ataque remite en unas horas y parece que el niño está bien al día siguiente.
22. Los niños con crup espasmódico se tratan en casa. Se recomienda la
nebulización fría en su habitación. A veces es también útil la
nebulización templada, proporcionada por el vapor de agua caliente
corriente en un cuarto de baño cerrado. En ocasiones, el espasmo se
alivia con la exposición repentina al aire frio (p. ej., al sacar al niño por
la noche para ir al médico). Se suele aconsejar a los padres que el niño
duerma en un ambiente con aire húmedo hasta que remita la tos.
Tratamiento y consideraciones de enfermería
23. TRAQUEITIS BACTERIANA
La traqueítis bacteriana, una
infección de la mucosa de la tráquea
superior, es un trastorno diferente,
con aspectos de crup y de epiglotitis.
Se encuentra en niños de 1 mes a 6
años y puede ser una causa grave de
obstrucción respiratoria hasta el
punto de producir paro respiratorio.
24. La traqueítis bacteriana exige un tratamiento
enérgico. Se prescribe oxígeno humidificado,
antipiréticos y antibióticos. La mayoría de los
niños requieren intubación endotraqueal y
frecuentes succiones traqueales, para impedir la
obstrucción respiratoria. Lo más importante en
este trastorno es el reconocimiento precoz, para
impedir la obstrucción respiratoria fatal.
Tratamiento y consideraciones de
enfermería
25.
26. La parte reactiva del tracto respiratorio inferior en los niños incluye a
los bronquios y los bronquiolos; el soporte cartilaginoso de las vías
amplias no se desarrolla por completo hasta la adolescencia. En
consecuencia, el músculo liso de estas estructuras representa un
factor importante en la constricción de las vías respiratorias, sobre
todo en los bronquiolos, la porción que va desde los bronquios a los
alveolos.
27. BRONQUITIS
Es una inflamación de la tráquea y de los bronquios, casi siempre asociada a una
infección de vías respiratorias superiores. Los agentes virales son la causa principal de la
enfermedad, aunque Mycoplasma pneumoniae es común en los niños mayores de 6
años. La enfermedad se caracteriza por tos seca no productiva, que empeora de noche y
se vuelve productiva en 2 a 3 días.
La bronquitis es una enfermedad autolimitante, que sólo necesita tratamiento
sintomático, con analgésicos, antipiréticos y humedad. Los supresores de la tos a veces
son útiles para permitir el descanso, pero pueden interferir en el aclaramiento de las
secreciones. La mayoría de los pacientes se recuperan sin problemas en 5 a 10 días.
28. BRONQUIOLITIS
La bronquiolitis es una infección vírica aguda, con efecto máximo a nivel
bronquiolar. Ocurre sobre todo en invierno y en primavera y es rara en los
niños mayores de 2 años. Aunque pocos casos precisan hospitalización,
puede ser una enfermedad grave.
29. TRATAMIENTO
La bronquiolitis se trata de forma sintomática, con humedad elevada, ingesta adecuada de
líquidos y reposo. La mayoría de los casos se pueden tratar en casa; no obstante, se suele
recomendar la hospitalización los niños padecen enfermedades complicadas, como una
cardiaca o pulmonar subyacentes, asociadas a estados debilitados, o están en manos de un
cuidador dudosamente adecuado.
También deben ser ingresados los niños con taquipnea, retracciones marcadas, que parezcan
apáticos o tengan una historia de poca ingestión de líquidos. El tratamiento con
nebulizaciones se suele combinar con la campana o tienda de oxigeno, en concentraciones
suficientes para aliviar la disnea y la hipoxia, después de lo cual se continúa con la niebla sólo
para la disnea leve. La ingestión de líquidos por vía oral a veces está contraindicada, debido a
la taquipnea, la debilidad y el cansancio; por tanto, es preferible la infusión de los mismos
por vía intravenosa, hasta que haya pasado la crisis de la enfermedad.
30. NEUMONIAS
Es inflamación pulmonar, es común durante la infancia,
pero se da con más frecuencia en la lactancia y al
comienzo de la niñez. Desde el punto de vista clínico,
puede tratarse de una enfermedad primaria o de una
complicación de alguna otra enfermedad.
Morfológicamente, las neumonías se reconocen como:
31. Neumonía lobar: con complicaciones de todo o una gran parte de
uno o más lóbulos pulmonares. Cuando están afectados ambos
pulmones se denomina neumonía bilateral o «doble».
Bronconeumonía: empieza en los bronquiolos terminales, que se
obstruyen con exudado mucopurulento y forman parches con-
solidados en los lóbulos cercanos; también se llama neumonía
lobular.
Neumonía intersticial: el proceso inflamatorio es más o menos
limitado dentro de las paredes alveolares (intersticio) y los tejidos
peribronquiales e interlobulares.
32. La neumonitis es un proceso inflamatorio pulmonar agudo, localizado, sin la
toxemia asociada a la neumonía lobar. Las neumonías se clasifican más a
menudo, según el agente etiológico, en: víricas, atipicas (micoplasma),
bacterianas o por aspiración de sustancias extrañas
El agente causal se identifica en su mayor parte por la historia clínica, la
edad del niño, la historia sanitaria general, el examen físico, las radiografías y
los exámenes de laboratorio, incluidos los cultivos de esputos o de la
descarga nasal.
LA NEUMONITIS
33. NEUMONIA VIRICA
Las neumonías víricas son más frecuentes que las
bacterianas y se dan en niños de todos los grupos
de edad.
El pronóstico suele ser bueno, aunque las
infecciones víricas del respiratorio vuelven a los
niños más vulnerables a la invasión bacteriana
secundaria, en especial cuando la mucosa bronquial
está desprotegida. El tratamiento suele ser
sintomático, aunque algunos médicos recomiendan
el tratamiento antimicrobiano, en la esperanza de
reducir o evitar la infección bacteriana secundaria;
no obstante, dicho tratamiento se suele reservar
para los casos en que los cultivos demuestren la
presencia de tal infección.
34. Aunque menos comunes que las descritas hasta ahora, hay varias
enfermedades infecciosas capaces de producir trastornos
importantes, sobre todo en los lactantes y en los niños muy
pequeños.
OTRAS INFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO
TOS FERINA (PERTUSSIS)
La tos ferina es una infección respiratoria aguda, causada por Bordetella pertussis, que se
da sobre todo en niños menores de 4 años que no han sido inmunizados. Es muy
contagiosa y especialmente amenazadora para los lactantes pequeños, población que
presenta los indices mayores de morbilidad y mortalidad
La incidencia es máxima en los meses de primavera y verano y un simple ataque confiere
in- munidad para toda la vida. La vacuna resulta eficaz, aunque es la única que ha
generado mucha controversia acerca de sus se- cuelas neurológicas
35. La TB es una enfermedad antigua que, aunque controlada en la
mayoria de los países desarrollados, continua constituyendo un
riesgo sanitario y una causa importante de muerte en muchas
partes del mundo. El causante de la TB es Mycobacterium
tuberculosis. Los niños son vulnerables a los organismos
humano.
TUBERCULOSIS PULMONAR (TB)
36. La puerta de entrada en los seres humanos suele ser el pulmón; el
organismo penetra, a menudo, por ingestión.
los pulmones, una proliferación de células epiteliales rodea y encapsula a
los bacilos que se multiplican, para intentar aislarlos, y forman el
tubérculo característico.
La extensión de la lesión primaria desde el punto original produce la
destrucción progresiva de los tejidos; cuando se extiende dentro del
pulmón, descarga material de los focos a otras áreas pulmonares (p. ej.,
los bronquios o la pleura), o neumonia.
La erosión de los vasos sanguineos por la lesión primaria puede producir
una amplia diseminación del bacilo tuberculoso hacia lugares próximos y
distantes (tuberculosis miliar). Las áreas afectadas con frecuencia
incluyen los ganglios linfáticos, las meninges y los huesos.
37. Extremadamente variable.
Puede ser asintomática o producir una amplia gama de sintomas:
Fiebre. Malestar.
Anorexia.
Pérdida de peso.
Puede presentarse tos o no (progresa lentamente durante semanas o meses).
Dolor y opresión torácica.
Con progresión:
Aumenta la frecuencia respiratoria. Poca expansión pulmonar en el lado Afectado.
Disminuyen los ruidos y estertores respiratorios.
Persiste la fiebre.
Síntomas generales manifiestos.
Desarrollo de palidez, anemia, debilidad y pérdida de peso.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR
Tratamiento
El tratamiento médico pediátrico de las lesiones tuberculosas consiste en nutrición
adecuada, quimioterapia, medidas generales de apoyo, evitación de la exposición
innecesaria a otras infecciones que comprometan aún más las defensas del organismo,
prevención de la reinfección y, a veces, operaciones quirúrgicas. La necesidad de
hospitalización varía. para obtener material de cultivo, averiguar la tolerancia y
adaptabilidad a la medicación, investigar los contactos domésticos a los que ha estado
expuesto, identificar e iniciar el tratamiento para el caso concreto y eliminar las fuentes
activas del ambiente antes de que el niño vuelva a casa. La hospitalización brinda también
una oportunidad excelente para educar a la familia respecto a la importancia de la
medicación y de la atención de seguimiento.
38. CONSIDERACIONES DE ENFERMERÍA
La mayoría de los niños con TB pulmonar casi siempre padecen la
enfermedad no infecciosa; por tanto, es raro que tengan que ser
aislados. Hay pocos bacilos en los esputos, la cantidad de éstos es
reducida y, además, los tragan en lugar de expectorar. La
hospitalización es necesaria en pocas ocasiones, excepto para las
pruebas diagnósticas; la mayoría de los niños son tratados
satisfactoriamente en casa. Por tanto, la principal atención de
enfermería en estos casos corresponde al personal de
ambulatorios, escuelas y servicios de salud pública.