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Psicología evolutiva: complejos familiares en la niñez
1. PSICOLOGIA EVOLUTIVA: “NIÑEZ”.
GUIAS DE LECTURA DE LA BIBLIOGRAFIA OBLIGATORIA. UNIDAD
TEMATICA 1. El “niño” como concepto.
Texto: “La Familia”. Jacques Lacan. Edit. Homo Sapiens. (Artículo encargado a Lacan por
Henri Wallon, y publicado en la Endyclopédie Française en 1938. Introducción, y Primera parte
hasta “El Complejo de Edipo”.
No existe la presunta promiscuidad primitiva. Tampoco una familia elemental, principio, ideal y
modelo de cualquier otra. La familia conyugal es sólo un tipo de agrupamiento familiar.
La familia pone en acción en sus miembros complejos que están condicionados por factores
culturales, a expensas de factores naturales. El ser humano carece de instintos, al contraponer el
complejo al instinto, no se niega todo fundamento biológico al complejo.
La familia produce complejos e imagos
El complejo une en una forma fija un conjunto de reacciones. Es el conjunto organizado de
representaciones y recuerdos dotados de gran valor afectivo. Es parcial o totalmente
inconsciente, se forma a partir de las relaciones interpersonales, de la historia infantil, y
estructura: emociones, actitudes y conductas. Los complejos son efectos del impacto de la
cultura en el humano.
Imago: Representación producto de causas múltiples, fundamentalmente inconsciente, lo cual no
excluye que los sujetos tengan conciencia de algunos elementos. No sólo es la imagen sino
además las sensaciones asociadas. Es el elemento fundamental del complejo y siempre existe a
partir de una pérdida.
La agrupación familiar tomada como objeto de análisis: entramado de complejos, imagos,
sentimientos y creencias.
El complejo del destete está moldeado por factores culturales. Deja una huella permanente de
esa relación primordial, y de su interrupción. El rechazo del destete, es captable en experiencias
ulteriores.
El complejo del destete adquiere su importancia fundante para el sujeto por la prematuración de
la cría humana, y no por sus accidentes circunstanciales.
El rechazo del destete instaura lo positivo del complejo que es la imago de la relación nutricia
que tiende a restablecer. Esta pérdida permite la instauración de la imago del pecho materno,
imago de toda relación nutricia, de la fusión con el Otro.
El complejo de intrusión, los celos por la intrusión del semejante-rival.
Supone el pasaje por el estadio del espejo, requiere de esta identificación
No se fundamenta en una “necesaria” lucha por la vida, sino en el complejo del destete y en la
imago del seno materno. La agresividad se debe a la vivencia de un “desalojo”, el intruso
(colmado por el pecho) está en el lugar que antes ocupaba el sujeto que ahora está sometido al
destete. Génesis de la sociabilidad.
El complejo de intrusión produce la imago del semejante
El pasaje por el estadio del espejo inaugura el mundo. Inicialmente el sujeto no se distingue de la
imagen misma.
El chimpancé, a diferencia de la cría humana, se desinteresa en la experiencia del espejo. En el
1
2. bebé se observa: Intuición iluminativa. Derroche jubiloso. Esto permite afirmar el estatuto
libidinal de dicha experiencia.
En este tiempo el prójimo aparece como reflejo idéntico o como intruso (cada vez que no se le
presenta como idéntico) la diferencia no se tolera. Transitivismo infantil: en este tiempo no hay
clara diferencia con el semejante.
Un objeto tercero, con el que podría haber al mismo tiempo rivalidad y acuerdo, no será
alcanzado sino mucho después (aprox. tres años).
El reflejo y el intruso (bi-partición absoluta) no se pueden llamar todavía amor y odio.
“Está-no está”: los juegos típicos del “complejo del destete” (Fort-Da).
Texto: La Interpretación de los Sueños, Tomo V, cap. 7 apartado “C” (pág. 556 “Hasta
ahora hemos estudiado …” hasta pág. 559 “…satisfacer nuestras necesidades frente al mundo
exterior”) y apartado “E” (pág. 591 al inicio, hasta pág. 592 …”expuesto a falsearse debido a la
injerencia del principio de displacer”). Sigmund Freud, Obras Completas, Amorrortu editores.
Freud en 1901 en La interpretación de los sueños, se pregunta sobre la naturaleza psíquica del
desear y describe el funcionamiento del aparato psíquico en su etapa más temprana.
Por el principio de constancia, el aparato intenta descargar por vías motrices cualquier
excitación sensible que llega desde afuera, pero de lo que no puede escapar es de la excitación
impuesta por la necesidad interior que busca una salida en el movimiento. Esto hará que el niño
que tiene hambre llore o patalee.
Esta situación se va a mantener inmutable porque esta fuerza actúa continuadamente. Sólo
puede aparecer algún cambio cuando por el cuidado ajeno se hace la experiencia de la vivencia
de satisfacción que cancela el estímulo interno. Lo esencial de esta vivencia es la aparición de
una percepción cuya imagen mnémica queda asociada a la huella que dejó en la memoria la
excitación producida por la necesidad.
Cada vez que la necesidad vuelva a aparecer se buscará restablecer esa situación de satisfacción
primera intentando una identidad de percepción repitiendo aquella percepción enlazada a la
satisfacción de la necesidad. Este desear termina en un alucinar ya que solamente con la
reaparición de la percepción se cumple el deseo.
Pero una amarga experiencia vital (la inadecuación, la espera, la frustración, el desencuentro
estructural necesario) dado que la satisfacción no sobreviene y la necesidad perdura, lleva al
aparato a funcionar de otro modo y aprende a dar un rodeo y buscar objetos sustitutos que
calman la excitación que surge de la necesidad.
No se calma la necesidad misma, no se calma el hambre pero sí la excitación en el chupeteo con
el chupete, con la mantita, el pulgar o distintas zonas del cuerpo. Sale de la alucinación y busca
cualquier objeto en lugar de la identidad de percepción.
Esto no ocurre en las psicosis alucinatorias (y en las fantasías de hambre) en donde la operación
psíquica se agota en la retención del objeto deseado y no se busca nada.
La excitación interna que no cesa lleva al aparato a este rodeo para el cumplimiento del deseo
que ya no se cumple en la alucinación sino con un objeto que puede ser el mismo cuerpo. Se
establece desde el mundo exterior la identidad perceptiva deseada.
El deseo: es un movimiento entre dos puntos: entre la necesidad reactivada y la huella
preexistente.
“Tienen que haberse perdido objetos que antaño procuraron…” y debe ser posible
“reproducirlos en la representación”. (Veremos en Winnicott: suficientes oportunidades de
ilusión, adaptación “imperfecta” de la madre, desilusión “gradual”. Spitz: Un niño a cierta edad
llora cuando se le acerca otro que no sea su madre. Coincidencia temporal entre
2
3. “amigo/extraño” para Spitz y la edad en la que se inaugura lo que Lacan llama “el yo”).
Principio del placer-displacer/ Principio de realidad. Proceso primario/ Proceso secundario.
Identidad de percepción/Identidad de pensamiento.
Es decir que la insatisfacción, la no identidad perceptiva, llevan a la búsqueda de objetos
porque, por estructura, no hay objeto que venga a cubrir la necesidad, no hay encuentro
posible con el objeto.
Texto: “La Negación”. Sigmund Freud. Obras Completas, Tomo XIX, Amorrortu
editores.
La negación permite sortear la represión, que una representación irrumpa en la conciencia a
condición de que se deje negar.
La función del juicio tiene, en lo esencial, dos decisiones que adoptar: Atribución y Existencia.
Afirmación, equivalente a la unión. Negación, sucesora de la expulsión.
El no permite expulsar conservando de algún modo lo expulsado, no lo destruye. (Se opone al
negativismo, negarlo todo). En el juego del Fort-Da, se conserva la desagradable ausencia de la
madre. Inicio de la función intelectual, “primer grado de independencia respecto de las
consecuencias de la represión, y de la compulsión del principio del placer”….
Expulsar de la representación todo lo displacentero, versus conservar la representación de lo
displacentero. Conservar la ausencia de la madre: el niño no sufre, sino que juega.
Veremos en la conquista del no, Spitz. Hay algo que queda conservado, y que se deja negar. El
símbolo de la negación.
Texto: Más Allá del Principio del Placer, capítulo 2. Sigmund Freud, 1920. Obras
Completas, Amorrortu editores, tomo XVIII.
Conmociones, accidentes: neurosis traumáticas (en tiempos de paz).
Se instala (pesadillas) la reproducción de una experiencia de terror sin la presencia actual de una
violencia real.
Por el contrario: sucede a veces que una experiencia traumática real (muerte, enfermedad, una
urgencia de la vida) interrumpe la reproducción de complejos penosos que no se podía detener.
Diferencia entre: Miedo. Angustia. Terror. El objeto conocido, el objeto no conocido. Lo que
prepara al sujeto, el sujeto sin preparación.
¿Por qué los sueños traumáticos no ubican al sujeto en un tiempo anterior a dicha experiencia
impresionante, o en un desenlace donde quedaría superada u olvidada, sino en la situación de la
experiencia traumática misma?.
Dichas experiencias parecen tener un poder o un atractivo que nos resulta enigmático (es decir,
esto es un cambio en el marco de la teoría de Freud, de que los sueños tienden a transformar o
eliminar lo displacentero).
Primer juego autocreado. Varoncito de un año y medio.
No lloraba cuando la madre se iba. No es porque hubiera indiferencia (todo lo contrario) entre el
niño y su madre. (Spitz, Winnicott: veremos las reacciones graves en el niño tratado con
“desapego”).
Observación de la actividad del niño por parte de Freud:
Arrojaba lejos sus juguetes. “oooo” Fort! (“se fue”). (Nota de Freud, Interpretación de los
Sueños, Tomo V, pag. 459: “Fort había sido su primera palabra”). Veremos en Spitz, “El primer
3
4. año de vida …”, cap. 9: la edad típica de la “conquista” del NO por parte del niño.
Carretel: tras la baranda de su cunita: “desaparecía ahí adentro” … para “alguien” que estaba
afuera. (¿Quién suele estar afuera y quién adentro, habitualmente?). Saludaba su reaparición.
Da! (“acá está”).
Jugaba a hacerse desaparecer. Ver nota al pié: “El niño había encontrado un medio para hacerse
desaparecer a sí mismo”.
Arrojaba un juguete diciendo “Vete a la guerra”.
¿Quién hace la lectura de la actividad del niño?
El juego: consiste en el espacio creado “entre” Fort y Da. (Un intervalo: “está-no está”).
Relacionar con Winnicott, espacio y objetos transicionales
Freud plantea que se trata de convertir en “activo” lo sufrido “pasivamente” y de apoderarse de
la experiencia, de una venganza. ¿Por qué directamente no lo “ignora”, como haría un niño
autista?.
En el juego no se trata de una mera imitación.
Sublimación: lo que una obra de arte (por ejemplo, una tragedia) no les ahorra a los espectadores.
¿Hay algo “más importante” que ignorar o desechar todo lo doloroso o lo incomprensible?.
En la repetición se trata deel esfuerzo de procesar psíquicamente algo impresionante.
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