La revolución tecnológica ha alterado la forma en que se genera y procesa el conocimiento e información. Internet ha permitido una comunicación global, horizontal y no controlable que subvierte los aparatos de poder tradicionales. Además, internet amplía el intercambio cultural y artístico al permitir nuevas plataformas para la expresión de la sociedad civil que rompen con los marcos institucionales oficiales. El aprendizaje ya no se limita a las instituciones formales sino que ocurre en cualquier lugar, borrando los límites entre