1. Disfrazando a las criaturas
Fecha del de sencilla ejecución, en principio. Después de
animado debate previo -hay quien apunta, muy
sainete: junio. serio, que los piratas son individuos de ética
Lugar: escuela discutible y no transmiten valores-, los padres y
infantil con madres del alumnado y la alumnada deciden
refugiarse en lo clásico. Los niños irán de piratas,
cabroncetes de y punto. Sombreros de cartón, parches en el ojo
3 a 6 años. de materiales reciclables, calaveras y tibias de
papel ecológico. Entonces alguien formula la
Personajes: miembros de la antes APA pregunta crucial: «¿Y las armas?». Y se hace un
(Asociación de Padres de Alumnos) y ahora silencio.
AMPAA (Asociación de Madres y Padres de
Alumnas y Alumnos). País -lo han adivinado-: La discusión que sigue tras el silencio -ha
España. Motivo: fiesta de fin de curso de los durado cinco segundos de reloj- es estupenda.
malditos enanos. Para crear ambiente, precisemos Tengo la transcripción literal, pero la soslayo por
que un estudio del psicopedagogo del centro larga. Resumiré consignando que una madre
determinó retirar la prohibición a los alumnos sugiere comprar espaditas de plástico en el chino
-alumnos y alumnas, puntualizaba-, común a la de la esquina, pero otras se oponen. «No, que
mayor parte de los colegios españoles, de utilizar luego se pegan con ellas», dice una.
el teléfono móvil en los pasillos y el patio del «Hagámoslas entonces de cartón -responde otra-,
recreo. «La imposibilidad de utilizar el móvil - en plan atrezzo». Pero surgen discrepancias. «Me
decía el delicioso texto pericial- genera una niego a que los niños vayan armados», dice
ansiedad en el alumnado que disminuye su alguien. Un padre allí presente propone recortar
atención y pistolas de cartulina y
rendimiento que las lleven en la
en clase y faja, pero otro se
puede dar manifiesta en contra
lugar a de cualquier arma de
disfunciones fuego, real o figurada.
psicológicas». «De todas formas
Con lo cual -interviene una
imagínense el madre-, un pirata sin
recreo. Los espada no es un
pasillos. El pirata». Otro silencio
cuadro, o sea. perplejo. Al fin, un
El colegio padre sugiere que en
entero parece vez de espadas los
un locutorio telefónico. Eso sí: ni una sola niños lleven catalejos. Podrían hacerse con tubos
disfunción a la vista. de papel higiénico, propone. «Entonces los niños
irán disfrazados de marinos, no de piratas»,
Pero volvamos al asunto. Una vez situados en la apunta alguien. «O de astrónomos», tercia otro
clase de colegio de que se trata -lo llamaremos padre, guasón, al que dos o tres miran mal y
CEIP Buenaventura Durruti para no forzar la alguien llama fascista por lo bajini. Sigue la murga.
imaginación-, lo siguiente será fácil de «Por definición, un pirata debe llevar un arma»,
comprender. Los papis y mamis, reunidos para razona una madre. «Es que son piratas buenos»,
tratar el asunto de la fiesta de fin de curso, opone otra. Eso suscita un vivo debate ético sobre
debaten el tema. Por supuesto, el centro aconseja la piratería. «Si son buenos, no pueden ser
elaborar los disfraces infantiles con materiales piratas», dice alguien. «Un pirata siempre es
respetuosos hacia el medio ambiente: reciclaje, malo», añade otro. «Igual lo de piratas buenos con
reutilización de objetos, etcétera. Y este año, tras los niños no cuela», opina un tercero. «Hay peores
considerar varias posibilidades, alguien propone el formas de hacer el mal -expone después una
tema Piratas, siempre atractivo para los niños y madre-. Dejemos de aplicar clichés maniqueos y
2. asociar la figura del pirata con la violencia». «Pues Vendiendo relojes y gafas de sol», propone el que
ya me dirás cómo hacen entonces los abordajes», antes fue llamado fascista. Alguien da unos golpes
le responden. Otra madre comenta que es posible en la mesa y dice: «¿Os dais cuenta de en qué
que algún alumno tenga parientes faenando en el jardín nos estamos metiendo?».
Índico y sepa lo que son piratas de verdad, con lo
que el trauma psicopedagógico puede ser fuerte. Lo del jardín alumbra una idea brillante. Los
Mejor no remover eso, opina. «Pero es que hay enanos, se aprueba al fin por unanimidad, irán
piratas y piratas, y los del Índico son somalíes disfrazados de bucólico paisaje campestre: las
hambrientos», justifica una tercera mamá. niñas de árboles y los niños de flores, con pétalos
«Entonces, disfracemos a los niños de negros, recortados de papel de colores y un hueco en el
pero sin armas», sugiere un padre que ha llegado centro para asomar la cara. Todos pacíficos,
tarde y no se entera bien de qué va la discusión. solidarios, ecológicos, reciclables, sostenibles
«Africano de color, quiero decir», añade cuando
todos lo miran con el ceño fruncido. «Sí, claro. Arturo PÉREZ –REVERTE
XL-SEMANAL 19/08/2012