2. TONO MUSCULAR
• El tono muscular es la energía potencial de un músculo. Incluso
cuando están relajados, los músculos presentan una ligera
contracción que limita su elasticidad y ofrece cierta resistencia
al movimiento pasivo.
• El tono muscular está íntimamente relacionado con la movilidad
voluntaria y la postura. De la integridad de las estructuras
nerviosas y musculares depende un tono balanceado que
permita posturas y movimientos precisos y armoniosos.
3. • Existen diferentes factores que condicionan el tono muscular de los niños.
El momento del día, la edad o el ejercicio realizado son algunos de ellos.
Por ejemplo, el recién nacido tiene una postura natural de ‘ranita’ o
encogido debido a que predomina el tono aumentado de los músculos
flexores sobre los extensores.
• Con el paso de los meses, el tono de músculos flexores y extensores se
iguala. También maduran las estructuras cerebrales, medulares y
nerviosas que intervienen en la motricidad, lo que permite al bebé adquirir
control sobre la postura y el movimiento de una forma gradual.
4. • Si alguna anomalía interfiere en el neurodesarrollo infantil, se producirá
un trastorno motor y una alteración del tono muscular, como son:
Hipotonía: se refiere a un bajo tono muscular que se traduce en que el
niño es más ‘blandito’. La elasticidad del músculo es excesiva y su
consistencia es blanda, las articulaciones no se encuentran bien fijadas,
aún con el músculo contraído, por lo que al moverlas apreciamos flacidez
y un movimiento muy amplio.
5. • Hipertonía: es un exceso de tono muscular que produce
articulaciones fijadas a menudo en posturas anómalas.
Es común que si intentamos moverlas se note una
resistencia.
6. • En ambas condiciones la causa puede ser muscular o en las estructuras
nerviosas que controlan el tono. Por ello, en los controles de Salud
el pediatra hará el seguimiento del desarrollo del niño desde su
nacimiento, y si observara alguna alteración valorará si es necesario
remitir pediatras especializados en neurología pediátrica.
• La gran mayoría de hipotonías en bebés son benignas y se resuelven
espontáneamente. Pueden ser congénitas (de nacimiento) o adquiridas;
transitorias o constantes.
7. CAUSAS DE LA HIPOTONÍA
• Las causas de la hipotonía son múltiples: lesiones que afectan al sistema
nervioso central, a los nervios o a los músculos. También puede ser
consecuencia de la prematuridad, parálisis cerebral, malnutrición,
infecciones, consumo de alcohol o drogas en el embarazo… aunque en
ocasiones no se detecta la causa. Hay que destacar que el 80% de las
hipotonías son benignas y evolucionan de forma favorable durante la
infancia.
8. SÍNTOMAS DE LA HIPOTONÍA
• Los principales síntomas que pueden alertar de una hipotonía en
bebés, a medida que van creciendo, son:
Dificultades de succión, de enganche al pecho, al tragar o masticar.
Les cuesta más de lo habitual sostener la cabeza.
Les cuesta voltearse cuando están boca abajo.
Dificultades para mantenerse sentados sin ayuda.
Adquieren los hitos de desarrollo algo más tarde que el resto de los
niños: gatear, caminar.
9. TRATAMIENTO PARA LOS NIÑOS CON
HIPOTONÍA
• El tratamiento suele ser multidisciplinar. En función del grado de afectación pueden
intervenir, además del pediatra, el neurólogo y los profesionales de Atención temprana. El
fisioterapeuta trabajará para perfeccionar el tono muscular, prevenir contracciones,
mejorar la postura, y la coordinación; con el objetivo de mejorar la estabilidad y apoyo del
niño.
• Es muy importante que los padres se impliquen y trabajen con los niños en casa, ya que
el éxito y la rapidez de la mejoría depende de que se realice terapia diaria, repetitiva y
constante. Existen muchos ejercicios que se pueden realizar en casa con los niños, que
serán indicados por el profesional que corresponda para reforzar el trabajo que se realice
en las sesiones.