Este documento expresa la creencia del autor en la misericordia. En más de 20 oraciones, el autor describe su fe en la misericordia que existe en lo humano, en Jesús como ejemplo de misericordia, en Dios como misericordioso, y en la capacidad de la misericordia para fortalecer a la comunidad y llevar una vida más plena.
1. Texto: Fidel Aizpurua.Texto: Fidel Aizpurua.
Presentación: M. Asun Gutiérrez.Presentación: M. Asun Gutiérrez.
Música: Gure Aita. Orfeón Donostiarra.Música: Gure Aita. Orfeón Donostiarra.
2. Creo en la misericordia que anida en el subsuelo
de lo humano y nunca desaparece,
aunque la maldad aflore.
3. Creo en la misericordia
que se hermana con la fragilidad
y que es casa de amparo
para quien llora en la noche
4. Creo en Jesús que impactaba por su misericordia.
Para él nada hay más acá ni más allá de ella
y desde ella se define a Dios y a la persona.
5. Creo en el Dios misericordioso
que Jesús nos mostró con su vida,
alejándome de otras imágenes de Dios
y abriéndome al hermoso abrazo
de su amor.
6. Creo en la misericordia
y no en el juicio,
creo en el amor
y no en el temor,
creo en la felicidad
y no en el pecado.
7. Creo que Dios es Madre
de entrañas buenas,
que se acuerda del bien
de sus hijos y que
disfruta con sus logros
y éxitos.
8. Creo en una comunidad sostenida por la misericordia,
anclada en ella, buena de corazón y de vida simple.
9. Creo que la misericordia hace al seguidor de Jesús
creíble en la vida. Creo que la misericordia puede ser
motor de humanidad y fuente del verdadero amor.
10. Creo que la vida comunitaria puede ser vivida como un oasis
de misericordia en el que se puede ser uno mismo ante el otro
y donde las fragilidades se convierten en impulsos de vida.
11. Creo en el testimonio de la misericordia, testimonio de
corazón entregado de pasión por la vida y por aquello
que ni los ojos ven ni los oídos oyen.
Ignacio Ellacuría
12. Creo en la misericordia como bálsamo de heridas,
como sosiego de inquietudes, como alegría inenarrable.
13. Creo en la fuerza política de la misericordia, en su
capacidad para regenerar la vida social, en su fuerza
para sanear situaciones que se dan por desahuciadas.
14. Creo que, creyendo en la misericordia,
podré llevar una vida más misericordiosa.
15. Creo en la misericordia que anida en el subsuelo
de lo humano y nunca desaparece,
aunque la maldad aflore
Creo en la misericordia que se hermana
con la fragilidad y que es casa de amparo
para quien llora en la noche
Creo en Jesús que impactaba por su misericordia.
Para él nada hay más acá ni más allá de ella
y desde ella se define a Dios y a la persona.
Creo en el Dios misericordioso
que Jesús nos mostró con su vida,
alejándome de otras imágenes de Dios
y abriéndome al hermoso abrazo de su amor.
Creo en la misericordia y no en el juicio,
creo en el amor y no en el temor,
creo en la felicidad y no en el pecado.
Creo que Dios es Madre de entrañas buenas,
que se acuerda del bien de sus hijos
y que disfruta con sus logros y éxitos.
16. Creo en una comunidad sostenida por la misericordia,
anclada en ella, buena de corazón y de vida simple.
Creo que la misericordia hace al seguidor de Jesús
creíble en la vida.
Creo que la misericordia puede ser motor de humanidad
y fuente del verdadero amor.
Creo que la vida comunitaria puede ser vivida
como un oasis de misericordia en el que se puede ser uno
mismo ante el otro y donde las fragilidades
se convierten en impulsos de vida.
Creo en el testimonio de la misericordia,
testimonio de corazón entregado de pasión por la vida
y por aquello que ni los ojos ven ni los oídos oyen.
Creo en la misericordia como bálsamo de heridas,
como sosiego de inquietudes, como alegría inenarrable.
Creo en la fuerza política de la misericordia,
en su capacidad para regenerar la vida social,
en su fuerza para sanear situaciones
que se dan por desahuciadas.
Creo que, creyendo en la misericordia,
podré llevar una vida más misericordiosa.
Fidel Aizpurua