El cuento narra la historia de un niño que creía verse reflejado en el mar como una sirena. El niño comenzó a alejarse de su familia y amigos debido a que se sentía diferente. Durante una tormenta, los aldeanos deciden sacrificar al niño al mar para calmarlo. Días después, unos pescadores encuentran el cuerpo del niño entre sus redes, con un rostro que parecía el de una sirena.