Este resumen describe el documento en 3 oraciones: Cinco hormigas quieren ver el mar y le piden permiso a su reina para emprender un viaje de exploración que les llevará varios días. La reina escucha su propuesta de ir al mar en verano y dice que el consejo estudiará su plan. El documento continúa describiendo el capítulo 1 de la historia de estas hormigas y su comunidad.

1. Esta es la historia de cinco intrépidas
LAS HORMIGAS
hormigas que quieren ver el Mar.
QUIEREN VER La aventura no les será fácil.
En el camino encuentran al terrible Sapo
EL MAR
y a la interesada Cigarra. ¿Volverán sanas
y salvas a su colonia?
Capítulo 1
Las hormigas de este relato viven en una colonia construida bajo el nivel del
terreno junto al lindero de un frondoso bosque, pintado en tonos pardos, verdes y
plateados. Su organización social,1 su aprovechamiento de los recursos y su
capacidad de defensa les ha permitido mantener un gran potencial productivo.
Y para festejar un importante logro, conseguido recientemente, se
reunieron en la plaza mayor de la población.
Subida en un podio, la Reina les dirigió un breve discurso:
— ¡Escuchadme con atención! Una vez que hemos acabado con disciplina,
coraje y habilidad esta superestructura interna de cavidades suficientes para todas
nosotras, obtendremos los beneficios prometidos: buen clima de trabajo y
optimización de todos los puestos laborales. Y no olvidaré, por supuesto, las
excelentes condiciones de este nuevo hábitat para vivir. Con esta obra tan
faraónica de tan estudiado diseño y exigente ingeniería hemos asegurado el futuro
de nuestra colonia. Ahora, tenemos laboratorios, centros de enseñanza y naves
exclusivas en donde controlaremos con más eficacia los medios de producción.
Llamaremos a esta superestructura, según lo habéis decidido en la consulta
realizada, Centro de Desarrollo Integral. —Y a partir de entonces, este es el
nombre que se lee en una placa situada sobre la puerta de entrada, en letras
rojas.
Aquel discurso provocó una ronda general de aplausos que fueron
atronadores y cuantiosos, provenientes de las hormigas recolectoras,
exploradoras, nodrizas, masticadoras de alimentos y obreras de otros quehaceres.
Todas viven codo con codo en la afortunada colonia. Agotados ya los ánimos por el
momento, se hizo un mutis y la Reina, dotada de linda esbeltez y porte elegante,
volvió a hablar:
— Este éxito es de todas. Hemos trabajado como una sola por un futuro
mejor. Ha sido un claro ejemplo del valor de equipo.
Volvieron a sonar nuevos aplausos.
— Una vez que he concluido mi alocución por el momento, quiero
escucharos, quiero conocer vuestros deseos e inquietudes para el próximo futuro.
¿Alguien quiere hablar?
— Amada Reina —se oyó una voz que provenía del fondo de la sala —como
una más de esta hazaña, estoy muy contenta de lo que hemos conseguido y lo
hemos conseguido con una fantástico clima de compañerismo y entendimiento.
Hemos trabajado juntas en esta obra por el bien de la colonia. —Se aclaró la
1
Reina. Hembra fértil de las hormigas que pone huevos y tiene descendencia.
Obrera. Hembra estéril. Según su tamaño, son denominadas obreras menores, medias y mayores.
Soldado. Obrera de gran envergadura y potentes mandíbulas que suele ocuparse de la defensa de la colonia.

2. garganta—. A continuación, quisiera, mejor dicho, quisiéramos cuatro compañeras
y yo transmitirte un deseo: Queremos ver el Mar. Desde hace mucho tiempo,
hemos estado elaborando en nuestros ratos de asueto las líneas básicas y los
detalles menores de este plan, y pulido, a su vez, sus defectos.
Se armó un gran barullo de voces, comentarios y jaleos.
— ¡Silencio! —reclamó la Reina—. ¿Tú quién eres?
— Yo soy, amada Reina, Aen, y a mi lado permanecen mi compañera Or y
las otras componentes de este proyecto. Todas estamos enchufadas a la misma
canción.
De nuevo, surgió un alboroto atronador.
— Si no dejáis de montar esta algarabía no me voy a enterar de nada.
— Amada Reina, una cosa le queremos decir: el tamaño del espíritu es lo
que cuenta en los momentos atrevidos. Y el nuestro, es muy grande. Por eso, el
éxito de nuestra iniciativa está más que asegurado, aunque nos va a exigir mucha
disciplina y osadía. Claro, que no hay aventura sin una parte de riesgo. —
Carraspeó—. Estamos muy seguras que las enseñanzas que saquemos serán muy
beneficiosas, y las podremos aplicar a nuestro trabajo diario.
— ¿Y cuándo habías pensado partir?
Aen se había acercado a su presencia.
— Así que el verano se huela con los primeros soles estivales. Para
entonces, la tierra estará seca de las lluvias de la primavera, y el Mar, según los
escritos de la primera exploradora de esta colonia, se presenta bello y reluciente.
— ¿Y a qué distancia se encuentra el Mar?
— Según nuestros últimos estudios, se encuentra a trescientos quince
metros desde aquí, lo que supone cinco días de ida y otros cinco de vuelta.
Considerando ciertos imprevistos…, el intento nos supondrá, como máximo, entre
doce y catorce días.
— El consejo estudiará vuestra propuesta.
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