Este documento resume un taller de lectoescritura que enfatiza la importancia de la lectura como base para la escritura. Explica que en el mundo moderno no es posible escribir sin leer primero, y que la lectura permite liberar la creatividad a través de la cultura del libro. Luego presenta varios poemas y extractos literarios como ejemplos para que los asistentes se inspiren y produzcan sus propios textos basados en las lecturas. El objetivo final es fomentar la creación literaria a partir de referentes leídos.
1. “EN EL MUNDO ACTUAL NO PUEDE HABER ESCRITURA
SIN LECTURA”
AL ENCUENTRO DE LA POESÍA
MARTES 26 DE OCTUBRE DE 2021
TALLER DE LECTOESCRITURA
POR LUIS RAMON LÓPEZ MORA
2. El Poema entendido como una creación corta o extensa, haciendo
uso de la palabra o idioma en el que hablamos, en este caso del
castellano al español y del español al mundo, alrededor de
cuatrocientos millones de hispanoparlantes.
En el mundo moderno o en el mundo actual en el que vivimos no
es posible que exista escritura sin lectura, la lectura es la base de
toda escritura, la lectura es un acto sencillo pero ameno, posible
de enfocar la vista sobre un texto, leer por gusto personal,
apostarle a la liberación a través de la cultura del libro, de la
lectura.
Nos ubicaremos en el tiempo, en una era donde no existía radio,
televisión, celular, internet: únicamente la palabra, la
omnipotencia de la palabra, escritor que no crea en el poder de la
palabra no está en nada, en ese entonces la palabra oral, la
tradición oral, en el caso que nos ocupa los cuentos de viejas, en
torno a la tulpa de la casa campesina, entorno al agua de la panela
con quesillo, los cuentos de miedo, los cuentos de personajes de
pueblo y sus hazañas, es por eso que este conversatorio y taller
el personaje central es el poema, la narración corta para de allí
tener un referente para alimentar una idea o sentimiento y ser
nosotros al final de esta conversación los autores de nuestro
propio texto, artículo o narración.
Como escritor la literatura, el poema, el cuento, la novela son
esencialmente sentimiento, emoción, pasión del ser humano es
por eso que nos gusta la vida, la libertad, el amor y una indagación
de la muerte, la muerte como paradigma de la vida, la única capaz
de darle sentido a la vida.
Hoy en día estamos invadidos por la información, cine, video,
televisión, celular, internet, aquí no nos vamos a ocupar de hacer
una extensa crítica del uso de los medios de comunicación,
sencillo, en lugar de prohibir el uso desmedido; propendemos
por el uso del celular inteligente, ejemplo: el profesor James
Cárdenas tiene una Fundación llamada Rumi Kilka, al citarla por
internet hace uso del celular inteligente, porque habla del origen
primitivo de los habitantes de Putisnán, Ospina Pérez, Las
Cuevas Contadero, Nariño.
3. ESTABA EL SEÑOR DON GATO
Estaba el señor don Gato
En silla de oro sentado,
Luciendo medias de seda
Y zapatico dorado,
Cuando llegó la noticia
de que pronto seria casado
con una gata romana
que conoció el mes pasado.
El gato, con la alegría,
subió a bailar al tejado;
más con un palo le dieron
y rodando vino abajo.
Se rompió 7 costillas
Y la puntica del rabo.
Llamen pronto al sangrador,
Al médico, al cirujano;
Pero mejor que llamen
al gran doctor don Adriano.
Llegó don Adriano y dijo
que le dieran buenos caldos.
A la mañana siguiente
amaneció muerto el gato.
Los ratones de la alegría
se visten de colorado,
las gastas capota negra
y vestido aderezado;
y los gaticos chiquitos
dicen: miau, miau, miau.
4. Ya lo llevan a enterrar…
Los ratones de la alegría
se visten de colorado,
las gatas capota negra
y vestido aderezado.
Ya lo llevan a enterrar…
Por la calle del pescado.
Al olor de las sardinas
El gato ha resucitado…
Los ratones corren, corren…
Detrás de ellos corre el gato.
La literatura como en caso de la poesía trata del sentimiento,
emoción, pasión del ser humano. Cuando se habla de la
educación sentimental en los años tempranos a nuestra
existencia, niñez, adolescencia, se refiere a la educación
emocional que nos produjeron nuestras primeras lecturas
literarias. Es por eso que tomé la anterior fábula, La Montaigne,
dijo alguna vez; “me valgo de animales para instruir a los
hombres”, personalmente más que el mero recuerdo.
Me gusta la recapitulación: volver a vivir, volver a soñar, porque
esas primeras lecturas nos produjeron un sentimiento de
inocencia, de belleza, de sublimación, por eso a pesar de mis
años cuando leo esta fábula, soy humilde y vuelvo a ser un niño,
una sensación de bienestar recorre mi cuerpo, recupero mi
inocencia perdida.
KUNDERSON SE BAÑA
Kunderson camina por las riberas del río Guáitara, llega hasta una
cascada de unos cien metros de alto, busca una pequeña caída
de agua para bañarse. El día dora la piel de Kunderson que la
frota con aceite de coco, de la mochila rueda una mandarina. Se
oye la voz de la cascada al bajar vertiginosa por las rocas, a lo
lejos un ave silba repetidamente, sobre una gran piedra olvidadas
están las gruesas botas, un blue jeans, una camisa roja y otras
5. leves cosas. Mariposas blancas se dispersan, una lagartija huye
por entre los matorrales, el agua cae sobre su cuerpo atlético, una
fragancia de moras se filtra por la nariz de Kunderson: él habita
allí como en otras épocas sobre verdes montañas entre bosques
de árboles gigantes habitaron dantas y venados.
Poema tomado del libro en prosa
“Desde las Lomas Ipialeñas” del poeta Ramón López.
Este poema nace a partir de la carretera panamericana, en el
Juncal, la josefina, dos kilómetros hacia arriba, por un camino de
piedra, se hace una cascada que baja del cerro de Iscuazán,
donde hay una caída de agua fresca para bañarse, donde el poeta
que venía de Ipiales se refrescaba para ir a visitar a su novia que
es originaria de la vereda las Cuevas. No hay que olvidar que
después de las guerras del petróleo vendrán las luchas por las
posición del agua, quienes somos de por aquí tendremos recurso
líquido, los gringos se la llevarán por acueductos. Hay que darnos
cuenta que somos pueblos ricos en recursos naturales.
Es la hora, del reconocimiento del otro, de lo nuestro, en este caso
del suelo que pisamos, personas envidiosas decían que los
terrenos que heredamos en la vereda las Cuevas. Contadero, era
una finca de piedras, total es que esa finca de piedras era una
reserva arqueológica, donde habitó una etnia indígena
perteneciente a la zona de Putisnán, las piedras eran una
biblioteca pétrea con petroglifos gravados que dan cuenta del
churo cósmico, el manantial como mama agua pura y cristalina.
PUENTE NUEVO UN PASO A LAS ORILLAS DEL
ESPARCIMIENTO
Entre niños y grandes nos íbamos en gallada, amigos o vecinos
nos uníamos a las tardes de natación en el puente nuevo. Solía
hacerlo con mis primos, parecía una impresionante comitiva, entre
algarabía y barbullos íbamos armados de sogas al cinto,
neumáticos inflados, o un trozo de madera balsa; esa liviana
6. madera que te cargas a tu espalda y te hace flotar en el agua,
bajábamos por los caminos polvorientos bajo el sol de la tarde que
nos iluminaba y acaloraba. El río bajaba brillante como rociado de
perlas, las humildes lavanderas a las orillas sentían nuestra
presencia y los traviesos tirábamos al río a nuestros perros que
jamás se ahogaban. Los grandes, algunos ya lectores de
“Kalimán” o “Arandú” hacían gala de osadas clavadas, desde la
peña que se erguía y se contemplaba en la pileta del puente
nuevo, bastaba tener un peso para comprar cincuenta centavos
de alfeñique y cincuenta centavos de quesillo, hablo de esos
sencillos gozos que los hijos humildes de los pueblos solemos
inventar para jamás morirnos de aburrimiento, los vagos de
barriada nos encontrábamos luciendo pantalonetas de colores,
desteñidos atuendos de baño, en esas épocas no era delito ser
vagos, a fin de cuentas éramos hijos de Ipiales y gozábamos del
derecho de ser ipialeños sin que nadie nos tomara por
sospechosos. Regresábamos con el ocaso, bañados el cuerpo
con jabón de baño y la cabeza con jabón negro, en cierta forma
jugábamos en la libre ingenuidad de la provincia.
Poema tomado del libro en prosa
“Desde las Lomas Ipialeñas” del poeta Ramón López.
El ejercicio emocional, sentimental de este escrito, de esta prosa
poética es precisamente, la poesía como vivencia: como habitar
el mundo sino poéticamente, la poética del afuera, de la
naturaleza como belleza y acogimiento. Del ocio creativo, la
camaradería y la amistad, la inocencia juvenil y la libertad, que da
la posibilidad de vivir en el Contadero – Nariño, la conciencia del
yo que aún tiene la oportunidad de vivir en un planeta, de ser
terrícola, de los dones de la Madre Tierra para la felicidad del ser
humano, de los hombre y mujeres, los niños y las niñas, la
oportunidad de vivir la montaña, el cerro de Iscuazán, la
producción de ojo de agua, el bosque, la orilla, el búho, el gavilán
pollero, la quebrada, la cascada, el horizonte, el sol de los Pastos,
el día como paisaje, la habita, la papa, el maíz, el perro faldero,
elementos para construir un breve poema.
7. RAPSODIA DE SAULO
TRABAJAR era bueno en el sur, cortar los árboles,
hacer canoas de los troncos.
Ir por los ríos en el sur, decir canciones,
era bueno. Trabajar entre ricas maderas.
(Un hombre de la riba, unas manos hábiles,
un hombre de ágiles remos por el río opulento,
me habló de las maderas balsámicas, de sus efluvios….
Un hombre viejo en el sur, contando historias!)
Trabajar era bueno. Sobre troncos
la vida, sobre la espuma, cantando las crecientes.
Trabajar un pretexto para no irse del río,
para ser también el río, el rumor de la orilla?
Juan Gálves, José Narváez, Olinto Sierra,
como robles entre robles… Era grato,
con vosotros cantar o maldecir, en los bosques
abatir avecillas como hojas del cielo.
Y Pablo Garcés, Julio Balcázar, los Ulloas,
tántos que allí se esforzaban entre los días.
Trajimos sin pensarlo en el habla los valles,
los ríos, su resbalante rumor abriendo noches,
un silencio que picotean los verdes paisajes,
un silencio cruzado por un ave delgada como hoja.
Más los que no volvieron viven más hondamente,
los muertos viven en nuestra canciones.
Trabajar,…. Ese río me baña el corazón.
En el sur. Ví rebaños de nubes y mujeres más leves
que esa brisa que mece la siesta de los árboles.
Pude ver, os lo juro, era en el bello sur.
8. Grata fue la rudeza. Y las blancas aldeas,
tenían tan suaves brisas: pueblecillos de río,
en sus umbrales las muejres sabían sonreir y dar un beso.
Grata fue la rudeza y ese hálito de hombría y de reinas.
Me llena el corazón la luz de un suave rostro
y un nombre que en la ruta cayó como una rosa.
Aldea, paloma de mi hombro, yo que silbé por los caminos,
yo que canté, un hombre rudo, buscaré tus helechos,
acariciaré tu trenza oscura, -un bombre bronco,-
Tus perros lamerán otra vez mis manos toscas.
Yo que canté por los caminos, un hombre de la orilla,
un hombre de ligeras canoas por los ríos salvajes.
Aurelio Arturo
poeta de la Unión, Nariño
1906-1974
Tomé este poema porque aquí en Nariño aún es posible el campo,
aún es posible el paisaje, usted, nosotros, ellos no necesitamos
imaginarnos en paisaje a través de la ventana del auto, o a través
de una postal del paisaje europeo, en todo rincón del
departamento de Nariño está presente la presencia de la
naturaleza viva, la Pacha Mama como le llamaron nuestros
antepasados a la Madre Tierra, es posible aún un panteísmo, es
decir la naturaleza es un Dios poético y el hombre es un Dios en
la naturaleza, a este poeta que escribió el libro de poemas
“Morada al Sur”, vivir en el sur, el sur es el Contadero y sus
alrededores, con esta poesía universal, estos poemas nos dieron
una profunda conciencia del paisaje, aquí todavía es posible tener
una sensación de habitar un plantea, de ser terrícolas en el
paisaje del sur del Contadero.
CONCLUSIÓN
El ejercicio de seguir en este taller de lectoescritura, es que al tener
como referente los textos escritos como lectura sean el Laif – Motiv o el
motivo ritual de una escritura de un breve poema en verso libre, una
narración poética en prosa, una descripción de un paisaje o…