Homenaje a Pepe Delgado, pionero de la educación al aire libre
1. A PEPE DELGADO, PIRATA DE LA SIERRA
Hoy, igual que ayer, marcharemos entre montes y valles, todos
juntos,buscando riveras, en busca de libertad, como cantaba nuestro
himno pirata, ¡cuánto nos gusta tu nombre, Libertad!
Porque tú, Pepe, nos enseñaste a ver la cara al viento; porque, ade-
lantado a tu tiempo,nos hablabas de ciudadanos delmundo en época
opaca y gris; de gitanos y quinquis, del Pozo del Tío Raimundo, del
Padre Llanos, del jesuita Díez Alegrías, de la ciudad de los mucha-
chos… siempre ideas de humanismo cristiano.
Leímos de tu escritura precisa, y escribimos con márgenes y
subrayado redacciones con fondo crítico. Cuando revelabas nuestras
fotografías, en aquellos grupos siempre aparecían niños risueños,
niños felices que, ajenos al furor solar, con infantiles dedos tocaban
peces sorprendidos en sus madrigueras o entre cabezas erguidas de
gaitanas y galápagos, o caras de temor al negro profundo de El
Hacha,o agarrados a la soga tendida del charco Bonito descubriendo
las primeras brazadas.
A ti preguntábamos lo "impreguntable", lo que la Casa y la Escuela
desviaban.Nos leías historias de bucaneros, de El Principito, de reyes
vanidosos, de versos humanos leídos con tu poética palabra.
Aprendimos de tus renuncias, de tu queja física casi dolorida. Nos
hablabas de resistencia al Régimen, de chorros de aguas tintelada…
mientras en el Colegio tintineaba la palabra aceitosa de Pemán.
Aprendimos a valorar lo íntimo, lo sencillo, la Naturaleza, la concor-
dia, la ayuda mutua, a organizarnos en intendentes, exploradores y
sanitarios.
Hoy, igual que ayer, otro tropelde niños con bandera blanca y ósea
calavera pirata saldrá de tu chalet y bajará la cuesta de Acebuches,
beberá en la fuente de la aldea, cruzará la vía y redescubrirá el charco
Navajas, y de fondo el silbido atunelado del tren nos evocará mil
imágenes:de niños intranquilos, de misas de alba, de cañas de pescar,
de macutos, de caras risueñas… de niños felices.
Mayo 2007