Pena inadmisible. El juez se ha dado tiempo hasta noviembre para examinar los indicios que apuntan a que la condena a muerte que le fue impuesta al joven de origen guipuzcoano pudo sostenerse en indicios insostenibles. 23 agosto 2011 Diario Vasco
1. ZULET
P
ues es una pena que no estén dos
grandes como Rafael Azcona y
Luis Berlanga porque con la can-
tidad de corruptos caídos en los
últimos meses podrían hacer un peliculón.
En ausencia de tan ilustres cineastas, y para
potenciar el mercado del ladrillo que tan de
capa caída anda, se me ocurre que podría-
mos acotar un terreno en España para reci-
bir a estos satrapillas que se acaban de que-
dar sin palacio. Desde Ben Alí a Mubarack
pasando por Gadafi.
La idea es reservar una gran parcela al es-
tilo de los parques nacionales de Estados
Unidos, pongamos por caso Yellowstone
que la gente situará por la figura mítica del
oso Yogui. Aquello se rodea de vallas altas
como en la película de Spielberg con las cria-
turas monstruosas (a fin de cuentas no deja
de ser un ‘Parque Jurásico IV’).A continua-
ción se construyen unas viviendas que los
líderes en el exilio podrán comprar con IVA
reducido gracias a la rebaja del Gobierno y,
finalmente, se organizan excursiones en
autobús para que los turistas puedan ver a
estos delincuentes en su salsa. Sería curio-
so ver cómo juegan al parchís en el jardín:
Gadafi y Ben Alí, o cómo un banquero de
estos que nos ha arruinado con notable éxi-
to, pasa la cortacésped mientras desde el au-
tobús un grupo hace fotos. Por inquilinos
no será, tenemos desde el golfo de Madoff
a los directivos de las agencias de califica-
ción que hacen negocio con nuestra ruina
pasando por algunos ministros de finanzas
de la zona del mediterráneo.
En cuánto a la integridad de los turistas
pueden estar tranquilos porque queda com-
pletamente asegurada. Estos tipejos una
vez apartados del poder son molestos pero
no peligrosos. Se les tiene ahí a la espera de
que una corte internacional los juzgue (es
decir, que pueden esperar unos cuantos años
porque la velocidad de la justicia universal
es similar a la un juzgado de lo civil en cual-
quier punto de España).
A nadie se le escapa que a medida que va-
yan cayendo sátrapas y banqueros nuestro
‘Parque Jurásico IV’ se puede convertir en
una ciudad que elija a su propio alcalde, en
la que se celebren conciertos de música y
se creen puestos de trabajo en el sector ser-
vicios. Esta gente son corruptos hasta la úl-
tima muela, pero por sí mismos sostienen
el PIB de Suiza y de algunos paraísos fisca-
les situados en islas remotas. Se trataría de
hacer un Disney, una «ciudad de vacacio-
nes», pero de mequetrefes y de tiranos in-
ternacionales en su calidad de «tiranosau-
rios», seres poco evolucionados en la crea-
ción, pero muy listos para sus negocios.
Berlanga yAzcona le habrían sacado mu-
cho partido. Estos golfos tienen suficientes
recursos como para pagar su estancia. La
única precaución es elevar la valla y no de-
jarles salir bajo ningún concepto.
Parque Jurásico
RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Trabajo recompensado. Desentrañar
lascircunstanciasdeuncrimenhastadar
con el o los culpables enfrenta a los po-
licías a un desafío profesional tan apa-
sionante como comprometido, exigen-
te y potencialmente desgastante en el te-
rrenopersonal.Traslaentregayposteriorcon-
fesión del presunto asesino deAmaiaAzkue
se esconden muchas horas de trabajo discre-
toycallado,sometidoademásalapresióndel
escrutinio público y a la del paso del tiempo
hasta que la investigación da sus frutos.
JOSÉ ANTONIO
VARELA
JEFE DE LA ERTZAINTZA
Penainadmisible. Eljuezsehadadotiem-
pohastanoviembreparaexaminarlosin-
dicios que apuntan a que la condena a
muerte que le fue impuesta al joven de
origen guipuzcoano pudo sostenerse en
indicios insostenibles. La defensa confía
por ello en que el juicio sea anulado. Pero eso
no debe hacernos olvidar la persistencia de la
pena de muerte, un castigo ilegítimo, opues-
to a todos los códigos de derechos humanos e
inexplicablehoyencualquierpaísqueseten-
ga por civilizado.
PABLO IBAR
CONDENADO A MUERTE
EN ESTADOS UNIDOS
Adiós del Arrate. La imposibilidad de
conseguir el aval económico exigido para
proseguir una temporada más en la má-
xima categoría del balonmano cerró ayer
la trayectoria del Arrate de la manera
más dolorosa.Aunque el máximo respon-
sable de la LigaAsobal animó alArrate a con-
tinuar con su dedicación deportiva, tan re-
levante para los aficionados más jóvenes, el
club se enfrenta a una situación límite –la
liquidación– si no encuentra candidato para
dirigirlo.
JAVIER
ZURRIARAIN
PRESIDENTE
DE LA LIGA ASOBAL
EN PRIMER PLANO
N
o ha empezado la Liga y Mourinho ya está el prime-
ro en la tabla chunga. Y sin la gracia de Bilardo («al
enemigo, pisarlo»). Días después de «al enemigo, el
dedo en el ojo», el lío sigue. En el fútbol, como en la
vida, lo superficial es más importante que lo esencial. Ahí está
el protagonismo de Mou y la casi invisibilidad de las sangran-
tes causas de la huelga. Su asesor de prensa dice que no se arre-
piente, que defiende al Madrid (quizá igual que lo defendía Mi-
chel cuando tocaba los ‘eggs’ aValderrama). Mou tiene propios
para que le representen. Karanka, en las ruedas de prensa; el
asesor, negando arrepentimiento. Pero todo lo puede hacer él:
hablar, agitar, entrenar, meter dedos... Es un poco como Picasso,
cuya madre le escribió: «Me cuentan que escribes.Viniendo de
ti, todo me parece posible. Si un día me contaran que has dicho
misa, eso también me lo creería». Viniendo de Mourinho todo
nos parece posible. Todo menos decir misa.
EN DIAGONAL
ROSA BELMONTE Todo es posible
MAQUINACIONES
MIGUEL CHAVARRÍA
Ni España entera ni
cada una de las Expañas
por separado están en
condiciones de
constituirse en fuentes
originarias de poder
E
l mundo de hoy funciona bajo el
impulso de los megapoderes, entre
los cuales la Unión Europea es solo
un proyecto, Rusia un prudente
veterano yTurquía un paciente meritorio
que lucha por encontrar su lugar como ta-
pón del MediterráneoOriental. Bajo el lide-
rato informal pero efectivo de EE UU y del
Reino Unido, el MegapoderAnglo se extien-
de sobre las antiguas colonias blancas de In-
glaterra: Canadá,Australia, Nueva Zelanda,
que forman el núcleo de confianza.A su lado
subsiste un aliado por vía de los intereses en
juego como es la República Sudafricana. En
la ribera opuesta del Pacífico, configurando
ahora el núcleo más activo de transforma-
ción de toda la zona, se sitúa el Megapoder
Chino que, abandonado el campo de la sub-
versión, concentra todo su esfuerzo en im-
pulsar su propia expansión comercial y de-
mográfica, batel de doble bancada con el que
se abre paso en las aguas que antaño fueron
el límite de su secular aislamiento.
El Megapoder Islámico, en sus inicios un
club de beduinos con soberanía –en reali-
dad señores espirituales y temporales de
sus respectivos pueblos–, es ahora un con-
junto de plutócratas que sacan provecho lo
mismo del precio de los hidrocarburos que
de la Banca, la emigración activa o los prés-
tamos personales y confidenciales a los je-
fes de Estado. Su dualidad religiosa y tem-
poral le permite tener actuaciones contra-
dictorias y plantear tanto de forma mani-
fiesta como solapada exigencias para las
que no ofrece contrapartida alguna. Al Me-
gapoder Islámico le ha surgido un rival en
Al-Qaida, que con sus prácticas de terror en
realidad solo ha servido para despertar en
Occidente a los perros dormidos.
Con las megapotencias nada valen los
sucedáneos. Reduciéndonos adrede a las di-
mensiones de la Piel de Toro, ni la conocida
política de casas regionales subvencionadas
en el extranjero, ni la ayuda solapada de los
nuevos grupos ‘antigringo’ de América del
Sur pueden sustituir el apoyo de cualquiera
o de varios de esos megapoderes, a la hora
de emprender, por ejemplo, la tarea de par-
tir a España por las líneas perforadas de las
autonomías. Me baso –esto es obvio– en un
planteamiento de escala según el cual ni
España entera ni cada una de las Expañas
por separado están en condiciones de cons-
tituirse en fuentes originarias de poder,
cuanto más que la Península Ibérica ocupa
desde el punto de vista geopolítico un
puesto en sí mismo más comprometedor
de lo que cabría imaginarse al observar la
actitud desprevenida de sus habitantes y la
incuria, improvisación y parasitismo de
una parte de la partitocracia gobernante.
Megapoderes
*www.maquinaciones.info
21Martes 23.08.11
EL DIARIO VASCO OPINIÓN