3. El arte posee un efecto integrador indudable sobre las personas
con discapacidad; favorece la inclusión porque genera
reconocimiento en una segunda fase, la de exposición, cuando el
artista comparte su obra con otras personas.
4. La pintura, la escultura, la danza, la música o el teatro son manifestaciones
artísticas que desarrollan su imaginación, potencian su autonomía y
permiten exteriorizar su fascinante mundo interior. Es lo que
denominamos arteterapia, cuyos beneficios son indiscutibles, y que se
aplica para mejorar la calidad de vida de estas personas.
5. El arte es un magnífico vehículo de expresión. Permite desarrollar la imaginación,
potencia la autonomía y favorece la integración. Sus beneficios son indiscutibles y,
por ello, se aprovechan para mejorar la calidad de vida de las personas con
discapacidad.
Sabemos que el arte lleva a explorar los sentidos de muchas formas. De igual
manera, la experiencia táctil para los niños con discapacidad visual es, junto con los
otros sentidos, el medio para conocer el mundo, sus formas y texturas.
Esculturas, grabados, arcilla, plastilina… cualquier técnica que tenga relieve o sea
tridimensional hará de esta experiencia algo inolvidable. Desarrollando sus
capacidades creativas y su motricidad fina mediante estas obras, sus beneficios
emocionales son infinitos; por ejemplo, mejoran su seguridad hacia el mundo que les
rodea y a sí mismos, aumenta su autoestima y tienen una forma de expresarse muy
libre.
Para personas discapacitadas