Este documento resume dos corrientes de la bioética cerrada al trascendente: 1) La bioética de mínimos y máximos, que propone establecer puntos de consenso mínimos basados en los derechos humanos para sociedades pluralistas, ignorando posturas religiosas. 2) El utilitarismo de Peter Singer, que evalúa la vida en términos de capacidad racional y beneficios versus costos, justificando el aborto de fetos con discapacidades por razones económicas. El documento critica estas corrientes por no recon
Edema agudo de pulmón. fisiopatología, clínica, diagnóstico,
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1. Corrientes de la Bioética cerrada al trascedente (1)
Dr. José Luis Alvarado Jácome
Arquidiócesis de Xalapa
De acuerdo a la concepción que se tenga del mundo y de la antropología, provendrá
en la misma línea, la concepción bioética que se practique mediante reglas y conclusiones
de lo que debería ser (en cierta perspectiva) la práctica sanitaria, y por ende, la repercusión
en la población.
La bioética se presente como un método de análisis que a partir de unos ciertos
principios establecidos previamente (o que se van descubriendo al paso de la práctica)
ayuda a establecer bases, popularmente se diría: “las reglas del juego” ante los casos y las
tomas de decisiones en la investigación, en la clínica y en la deontología médica. Sugiere
que se deban tomar consensos que están en contra de posturas dogmáticas establecidas por
una autoridad (el Magisterio de la Iglesia). Algunas de las corrientes que surgen son:
a) La bioética de mínimos y la bioética de máximos. La primera se refiere al mínimo
común denominador moral en una sociedad pluralista, al mínimo que se puede exigir. La
segunda se refiere al máximo ético opcional, es decir, a los particulares ideales de la
perfección moral. En otras palabras, alguien puede tener en primer lugar de su escala de
valores la religión, pero esa concepción no la comparten unos más que están colaborando
en el mismo ambiente, entonces habría que debatir para que tuvieran un punto neutral
donde todos pudieran converger pacíficamente sin violentar los derechos del otro. ¿Cuál
podría ser ese mínimo? Los Derechos humanos que se antojan como neutros y válidos para
todos.
Hay varios problemas que surgen. El claro ejemplo es Hugo Tristam Engelhardt quien
defiende esta postura de mínimos diciendo que la bioética pública tiene que ser minimalista
y permisiva puesto que no habría un común acuerdo general que se tomara como
referencia. La Iglesia puede prohibir actos como el aborto, eutanasia, etc, pero ya no en la
sociedad en general puesto que ésta no comparte esas posturas al no compartir un mismo
punto medular. Cada quien que actúe en su ámbito siguiendo lo máximo para sí, y en el
diálogo que se ponga lo mínimo sin entrar en discusiones o defensas estériles.
Adela Cortina se basa en la racionalidad del ámbito práctico (eso es lo que caracteriza a la
especia humana), eso nos lleva a escuchar argumentos y exponer los propios, con la
consecuente actuación en libertad. La bioética en cuanto tal no podría prescribir la acción,
no se trata de un moralismo sino de encontrar el bien personal. También apoya el hecho de
que la razón crítica no puede aceptar dogmatismos porque tendría que dar su confianza
como acto de fe (eso es menospreciar lo propio y racionalmente habría que desconfiar en lo
que se me impone). Al final ve al Dios revelado como un competidor de mi razón. Lo que
para unos grupos es lo máximo, no para el resto. Así, sus libros interesantes pueden generar
confusión entre los creyentes que desconocen el verdadero papel Magisterial eclesial.
b) El utilitarismo y funcionalismo de Peter Singer. Sostiene que es bueno aquello que
produce el mayor bienestar y beneficio para el mayor número de personas. Existirán
diferentes tratamientos de acuerdo a los intereses personales. Será más importante si se
2. mantiene mayor interés y viceversa. De ahí emerge la postura sobre la diferenciación entre
vida humana o miembro de la especie humana y persona. El segundo es el que actúa de
acuerdo a la razón (esencia de la persona), manifestada en la relacionalidad y en la
capacidad de exigir o buscar, mientras que los que solamente pertenecen a la especie
humana carecen de esa propiedad esencial (tal como los fetos, embriones, incapacitados
mentales o en estado de coma). Así, los problemas bioéticas son calculados en base al
cálculo utilitario de una preferencia sobre otra, por ejemplo: el de la madre ante el feto que
quiere abortar, el de los familiares ante el paciente en estado de coma que desean que se
desconecte.
Lo que está de base es la fenomenología, es decir, aquello que se me presenta. En el caso de
las personas netamente es el cuerpo y sus funciones y la relación entre el costo económico
de alguna toma de postura y el beneficio que pueda traer: es mejor abortar a un feto con
síndrome de Down porque se ahorrará dinero, tiempo y esfuerzos para su educación.
Estas dos primeras corrientes dan una idea más clara del por qué clasificarlas dentro
de las cerradas al trascendente, es decir, de algo que está más allá de los límites corporales.