La vida ejemplar de Guiseppe Moscati, tiene mucho que enseñarnos como agentes de Pastoral de la Salud, sobre todo la predilección por los pobres y enfermos.
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Giuseppe Moscati
1. Giuseppe Moscati: “El Santo Doctor de los pobres”.<br />Una vida ejemplar.<br />Nació el 25 de julio de 1880 en Benevento, Italia. Hijo de un juez, y una aristócrata, Rosa De Luca dei Marchesi di Roseto, y fue el séptimo de nueve hijos. <br />Fue bautizado el 31 de julio de 1880.<br />Es posible que en la decisión de elegir la profesión médica haya sido influenciado, por el hecho de que Giuseppe estaba en la adolescencia en contacto directo y personal con el drama del sufrimiento humano.<br />Ya que en 1893, su hermano Alberto, fue llevado a casa a causa de sufrir un trauma incurable después de una caída de un caballo. Durante años, su hermano José lo cuidó con mucha atención, así que tuvo que experimentar la impotencia relativa de los recursos humanos, y la eficacia de consuelo espiritual, la única que puede darnos la verdadera paz y serenidad.<br />Sin embargo, es un hecho que, desde una edad muy joven, Giusepp Moscati demostró una aguda sensibilidad para el sufrimiento físico de los demás, pero su mirada buscaba profundizar en los recovecos últimos del corazón humano.<br />Quiso curar o aliviar las heridas del cuerpo, pero al mismo tiempo, profundamente convencido de que cuerpo y alma son una sola cosa y deseaba que sus hermanos que sufren sintieran la obra salvífica del Médico divino.<br />El 4 de agosto de 1903 se graduó con honores con una tesis sobre “Urogénesis de Hígado”, los trabajos que se incluyeron en las columnas de la prensa y, después de unos meses se presentó a los concursos para auxiliares en la extraordinaria “Ospedali Riuniti de Incurabili”, pasando ambas pruebas.<br />Se hizo cargo de los pacientes “Incurabilis”, incurables, del hospital, donde permaneció por más de 25 años, sus días fueron siempre muy intensos, levantándose temprano en la mañana y quedando libre para ir a visitar a los necesitados de los barrios españoles, antes de ir a operar en el hospital durante su trabajo diario, y visitar a los enfermos por la tarde en su estudio privado.<br />Sumado a la dedicación a los enfermos no dejó de lado el tiempo el estudio para la investigación médica; persiguiendo la aplicación de un equilibrio entre la ciencia y la fe.<br />Moscati fue un científico de talla mundial, pero para él no había conflicto entre la fe y la ciencia, ya que como investigador al servicio de la verdad creía que la verdad nunca está en contradicción consigo misma.<br />Moscati ve en sus pacientes el sufrimiento de Cristo, a quien quiso amar y servir en ellos. Este es el impulso de amor de donación que le inspiró a luchar sin cesar por los que sufren, no esperar a que el enfermo vaya a él sino a buscar en los barrios más pobres y abandonados de la ciudad, para tratar de forma gratuita, e incluso para ayudarles con sus ingresos.<br />Además de su actividad médica, amplía sus horas de oración para vivir progresivamente sus encuentros con Jesús en el Santísimo Sacramento.<br />El 12 de abril de 1927, Moscati murió de repente, con sólo 46 años. La noticia de su muerte fue anunciada y difundida por el boca a boca con las palabras: “Murió el santo doctor”. Estas palabras, que resumen toda la vida de Moscati, reciben el sello oficial de la Iglesia al ser beatificado por S.S. Pablo VI el 16 de noviembre de 1975, y canonizado el 25 de octubre de 1987, por el Papa Juan Pablo II.<br />A ejemplo de este santo doctor que nos lleva a entender el verdadero amor en el dar y darse a los demás para sanar no sólo el cuerpo sino también el alma. Nos invita a reflexionar en el servicio a los enfermos ayudando en cada momento de nuestra vida y a enseñar a otros lo hermoso que es vivir cumpliendo la voluntad de Dios.<br />