Este cuento de Oscar Wilde narra la historia de un gigante egoísta que prohíbe a los niños jugar en su hermoso jardín. Como resultado, la primavera no llega al jardín, que queda sumido en el invierno. Un día, el gigante oye el canto de un pajarito y cree que ha llegado la primavera, pero en realidad los niños han entrado al jardín, haciendo que los árboles florezcan nuevamente.
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
La metamorfosis de Dafne
1. tr'LU* A
i'É La narrativa
Justifica por qué eltexto de la lectura pertenece al género narrativo.
La narrativa es el género literario en el que un narrador cuenta los lr€
chos sucedidos a unos personaies. Vamos a analizar sus caracl€
rísticas a partir de la lectura de este texto.
Perggnajes Segú¡ lq mitglggla griega, Apolo, dios de la poesía, la be-
¡ezg y él a¡te, oui9o,.co-mp.etir..9on Cupido en el arte
de
lanzar flechas.
lntroducción Tje-mPo _U*ndí3 Cupido, enfurecido y lleno de cólera por el com-
p,ortámlq¡Io Q e .Apo!o.., 9e,aQ e,¡ rt¡Q 9n. 9l ..bg-s-q"ue y t ram Ó
un plan para vengarse de é1. El plan consistía en lo si-
Espacio guiente: lanzaría a Apolo una flecha de oro, que causa un
enamoramiento inmed¡ato a quien hiere, y otra flecha de plo-
mo, que causa rechazo y repulsiÓn, a la bella ninfa Dafne.
Decidido, Cupido ejecutó el maléfico plan hiriendo a am-
bos con sus flechas. Apolo, tras ser herido por la flecha
de amor, vio a Dafne y sintiéndose locamente enamorado
Nudo salió en persecusión de la ninfa. Por el contrario, Dafne, que
estaba herida con la flecha del rechazo, saliÓ huyendo del
dlos. Cuando ya las fuerzas se le agotaban a la joven ninfa
de tanto huir suplicó ayuda a su madre, la cual decidió
salvarla transformando a su bella hija en un laurel.
Cuando Apolo alcanzó a su amada, Dafne ya se encon-
traba en plena metamorfosis. Le salieron hojas, corlezay raí-
ces hasta que no quedó nada de su figura original. Fue
entonces cuando Apolo abrazÓ fuertemente el árbol y llo-
Desenlace ró amargamente mientras decía: "Puesto que no puedes ser
mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre
verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de vic-
toriau.
ffiffi
lú!
*;i*
;t1
38 LJniCaC I ?rwr. J'nr¡lA ü ; u*6o¡tn - Toion¿ €sl*ÑaL' 4"'3s A-ntos
" LÍñé¿A Y ti'ren*+rw(A 2u., (ott*Qo <perÉ.
2. Analicemos los elementos narrativos del texto anterior:
Personajes. Según el grado de importancia que adquieran en la his-
- toria, pueden ser:
. Principales. Son imprescindibles para que la acción avance;como
Apolo y Dafne.
. Secundarios. Tienen menor importancia para el desarrollo de
los hechos. En el texto anterior podría ser la madre de Dafne.
'le-
Narrador. Se encarga de explicar la historia, presentar a los persona-
;te- - jes y describir los lugares. Puede hacerlo en 1.a o en 3.a persona.
. El narrador en tercera persona no participa en la historia del re-
lato, sino que narra lo que ve u observa. Asísucede en el texto
anterior: Un día Cupido se adentró en el bosque y tramó un plan...
. El narrador en primera persona coincide con uno de los persona-
jes y, por lo tanto, participa en la historia. Por ejemplo: Un día me
adentré en el bosque y tramé un plan...
Estructura. Es el orden elegido para explicar los hechos de forma
- lógica. Consta de las siguientes partes:
INTRODUCCIÓN : NUDO ; DESENLACE
i-, t-. -.
is , Es la parte central de
el ¡n¡c¡o oe a narrácion. , Es el final de la
Por lo gereral. se presen- , la narración. Se plan- , narración y en él se
I
)
tan el tiempo y el lugar , tea un conflicto y se i soluciona el conflic-
)
donde transcur"en los re- r desarrollan los acon- ; to planteado en el
¡
chos, y los personajes , tecimientos. : nudo.
I
que van a intervenir.
i
)
:Actividades ,e,
,,
*r,
E t"e este texto y deduce a qué parte de la estruc- E Justifica si el narrador de este texto emplea la pri-
tura narrativa pertenece. Justifica tu respuesta. mera o la tercera persona verbal.
r De todas formas, seguro, seguro, no era nada, por- Se despertó Gorraiz, y salió de lachoza; tomó el sen-
f
que Seve y yo no vimos ni el burro ni la piedra, asíque dero que corría por el borde mismo del precipicio y
vete a ver si no fueron imaginaciones de los otros, bajó a un descampado del monte, en donde iba a
preparar un horno de carbón.
Lo único que sentí es que la tartana daba vueltas y
más vueltas, y que el fondo del barranco iba su- Empezó por recoger ios troncos de leña más grue-
biendo, subiendo, hasta que, ¡zasl, chocó contra mi sos que había en el suelo formando montones, y los
cara. Me parece que oí gritar, y a lo mejor eran mis colocó circularmente, dejando un vacío en el centro;
amigos, que también se habían caído del carro, luego fue poniendo otros más delgados sobre aqué-
I
rt pero tampoco estoy seguro. llos, y sobre éstos, otros, y asícontinuó su obra, silban-
H do un principio de canción que nunca conclua, sin sen-
HJ Al fin quedé tumbado en el suelo, y ei cielo empezó
tir la soledad y el silencio que dominaban el monte.
ftl a alejarse, y yo me dormi tan a gusto,
Pío Baroja, Cuentas.
Después de mucho rato, sentí que alguien me movÍa;
* Reescribe el texto cambiando la persona
-er
ñ
pero, como cre'a que estaba soñando, no hice ni caso. - narrativa.
s Después me colocaron una mano en el lado dere-
cho delpecho, y oílavoz de Rodríguez que gritaba:
ffi Te proponemos que leas un relato del escritor Os-
mueftol
ffi -¡Está car Wilde, titulado El gigante egoísta. Puedes en-
ffir Lucía Baquedano, Fantasmas de día. contrarlo en esta página web:
#
ffi Completa la narración con las dos partes de la
W
ff
{ó
- estructura que faltan. Analiza en tu cuaderno sus elementos narrativos.
$-'
¡.!4;,
Completa tu análisis con ejemplos deltexto.
?rwt. T,'H€NA Vi L:ABoNA 'n' Eslnfrou- 44' lños
3. Cuento Apolo y Cupido
VOCABULARIO
r Mitología: 1. f. Conjunto de mitos de rur pueblo o de una cultur4 especialmente de la
griega y romaria. 2. f. Esfudio de los mitos. Mito: Narración maravillosa situada fuera
del tiempo histórico y protagonizadapor personajes de carácter divino o heroico. Con
frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.
r Cólera: f. Ir4 enojo, enfado.
o AdenÍar: 1. prnl. Penefar en lo interior de algo.
o Tra:nar: 2. tr. Disponer o preparar con astucia o dolo un enredo, engaño o fraición.
r Maléfico: maléfico, ca. (Del lat. maleficus). adj. Que perjudica y hace daño a alguiur
con maleficios. adj. Que ocasiona o es capaz de ocasionar daño.
e Ninfa: ninfa. f. Mir. Cada una de las fabulosas deidades de las aguas, bosques, selvas,
etc., llamadas con varios nombres, como dríad4 nereid4 etc. f. coloq. Joven hermosa.
o Metamorfosis: 1. f. Transformación de aigo en otra cosa.
r Predilecto: 1. adj. Preferido por amü o afecto especial.
El gigante egoísta
[Cuento. Texto completo]
Oscar Wilde
Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Ggante. Era un jardín amplio y
hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave, Por aquí y por allá, entre la hierba, se
abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se cubrían
con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el Otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los
pájaros se demoraban en el ramaje de los arboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de
jugar para escuchar sus trinos.
-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.
Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado
con é1 durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo 1o que se tenían que
decir, pues su conversación era limitada" y el Ggante sintié el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo
primero que vio fue a los niños jugando en el jardin.
-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.
Los niños escaparon coniendo en desbandada.
-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo e1 mundo debe entender eso y no dejaré que
nadie se meta a jugar aquí.
E*a¿ao 193-rl?¿r-l"S
4. I de inmediato, alz6 una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía:
ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA
BAJO LAS PENAS CONSIGTJIENTES
Era un Gigante egoista...
Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero
estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro
que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás.
-¡Qué dichosos éramos allíl -se decían unos a otros.
Cuando la Primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del
Ggante Egoísta permanecía el Inviemo todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban, y los
árboles se olvidaron de florecer. Sólo una vezuna lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio
el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida.
Los únicos que ahí se sentian a gusto eran la Nieve y la Escarcha.
-La Primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos aquí todo el resto del año.
La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los árboles. Y en seguida
invitaron a su triste amigo el Viento del Norte para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el
Viento del Norte. Venía enwelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día,
desganchando las plantas y derribando las chimeneas.
-¡Qué lugar más agradable! -dijo-. Tenemos que decirle al C¡ranizo que venga a estar con nosotros también.
Y vino e1 Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando en los tejados de la mansión,
hasta que rompió la mayor parte de las tejas. Después se ponía a da¡ vueltas alrededor, coriendo 1o más
rápido que podía. Se vestía de gris y su aliento era como el hielo.
-No entiendo por qué la Primavera se demora tanto en llegar aquí -decía el Ggante Egoísta cuando se
asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo.
Pero la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El Otoño dio frutos dorados en todos los jardines,
pero al jardín del Ggante no le dio ninguno.
-Es un gigante demasiado egoísta -decían los frutales.
De esta manera, el jardín de1 Gigante quedó para siempre sumido en el Invierno, y el Vento del Norte y el
Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente entre los a¡boles.
Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde
afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí.
En realidad, era sólo unjilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el
Ggante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del
mundo. Entonces el Granizo detuvo su danza, y el 4ento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso
penetró por entre las persianas abiertas.
-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera -dijo el Gigante, y saltó de la cama para correr a la
ventana.
¿Y qué es 1o que vio?
Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del muro habían entrado los niños,
y se habían trepado a los árboles. En cada árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos
nuevamente con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus ramas sobre sus
cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era
realmente un espectáculo muy bello. Só1o en un rincón el Invierno reinaba. Era el rincón más apartado del
jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba alcanzar a las ramas del arbol,
y el niño daba vueltas alrededor del viejo tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía
completamente cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre é1, sacudiéndole
las ramas que parecian a punto de quebrarse.
-¡Sube a mí, niñito! -decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía. Pero el niño era demasiado
pequeño.
El Gigante sintió que el corazónse le deretía.
-¡Cuán egoísta he sido! -exclamó-. Ahora sé por qué la Primavera no quería venir hasta aquí. Subiré a ese
pobre niñito al árbol y después voy a botar el muro. Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de
juegos para los niños.
Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho.
Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa, y entró en eljardín. Pero en cuanto 1o
5. vieron los niños se atenorizaron, salieron a escape y el jardín quedó en Invierno olra vez. Sólo aquel
pequeñín de1 rincón más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no vio venir al
Ggante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó gentilmente entre sus manos, y lo subió al
árbol. Y el arbol floreció de repente, y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazl el cuello
del Ggante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era malo, volvieron corriendo
alegremente. Con ellos la Primavera regresó al jardín.
-Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante, y tomando un hacha enorme, echó
abajo el muro.
A1 mediodía, cuando 1a gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al Ggante jugando con los niños
en el jardín más hermoso que habían visto jamás.
Estuvieron alli jugando todo el dia, y al llegar la noche los niños fueron a despedirse del Gigante.
-Pero, ¿dónde está el más pequeñito? -preguntó el Gigante-, ¿ese niño que subí al árbol del rincón?
El Ggante 1o quería más que a los o1ros, porque el pequeño lebabía dado un beso.
-No lo sabemos -respondieron los niños-, se ma¡chó solito.
-Díganle que welva mañana -dijo el Gigante.
Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca 1o habían visto antes. Y el Ggante se
quedó muy triste.
Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante. Pero al más chiquito, a ese que
el Gigante más quería, no lo volvieron a ver nunca más. El Gigante era muy bueno con tbdos los niños
pero echaba de menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de é1.
-¡Cómo me gustaría volverlo a ver! -repetía.
Fueron pasando los años, y el Ggante se puso viejo y sus fi¡erzas se debilitaron. Ya no podia jugar; pero,
sentado en un enorme sillón, miraba jugar a los niños y admiraba su jardín.
-Tengo muchas flores hermosas -se decía-, pero los niños son las flores más hermosas de todas.
Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabia que el
Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando.
Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró...
Era realmente maravilloso 1o que estaba viendo. En el rincón más lejano del jardín había un árbol cubierto
por completo de flores blancas, Todas sus ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo
del árbol estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos.
Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo 1as escaleras y entró en el jardín. Pero cuando llegó junto al
niño su rostro enrojeció de ira, y dijo;
-¿Quién se ha atrevido a hacerte daño?
Porque en la palma de las manos del niño habia huellas de clavos, y también había huellas de clavos en sus
pies.
-¿Pero, quién se atrevió a herirte? -gritó el Ggante-. Dímelo, para tomar la espada y matarlo.
-¡No! -respondió el niño-. Estas son las heridas del Amor.
-¿Quién eres fú, mi pequeño niñito? -preguntó el Gigante, y un extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas
ante el pequeño.
Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo:
-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín mío, que es el paraiso.
Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Ggante muerto debajo del arbol. parecía dormir, y
estaba entero cubierto de flores blancas.
Oscar Wilde
(Dublín, 1854 - Paris, 1900) Escritor britanico. Hijo del cirujano William Wills-Wilde y
de la escritora Joana Elgee, Oscar Wilde tuvo una infancia tranquila y sin sobresaltos. Esfudió
en la Portora Royal School de Euniskillen, en el Trinity College de Dublín y, posteriormente, sn
el Magdalen College de Oxford, centro en el que permaneció entre 1874 y 1878 y en el cual
recibió el Premio Newdigate de poesía, que gozaba de gran prestigio en la época.
6. Oscar Wilde combinó sus esfudios universitarios con viajes (en 1877 visitó Italia y
Grecia), al tiempo que publicaba en varios periódicos y revistas sus primeros poemaq que
fueron reunidos en 1881 en Poemas. Al año siguiente emprendió un viaje a Estados Unidos,
donde ofreció una serie de conferencias sobre su teoria acerca de la filosofia estética, que
defendia la idea del <arte por el arte> y en la cual sentaba las bases de lo que posteriormente dio
en llamarse dandisml.
A su vuelt4 Osca¡ Wilde hizo 1o propio en universidades y centros culturales brit¿ánicos,
donde fue excepcionalmente bien recibido. También lo fue en Franci4 país que visitó en 1883 y
en el cual entabló amistad con verlaine y otros escritores de la época.
En 1884 contrajo mafimonio con Constance Lloyd, que le dio dos hijos, quienes
rechazaron el apellido paterno tras los acontecimientos de 1895. Entre 1887 y 1889 editó una
revista femenin4 Woman's World, y en 1888 publicó un libro de cuentos, Et príncipefeliz, cuya
buena acogida motivó la publicación, en 1891, de varias de sus obras, entre ellas El crimen de
IordArthur Saville.
El éxito de Wilde se basaba en el ingenio punzarite y epigramático que derrochaba en
sus obras, dedicadas casi siempre a fustigar las hipocresías de sus contemporáneos. Así mismo,
se reeditó en libro rura novela publicada anteriormente en forma de fascículo s, El retrato de
Dotian Gray,la única novela de Wilde, cuya autoría le reportó feroces críticas desde sectores
puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto.
No disminuyó, sin embmgo, su popularidad como dramaturgo, que se acrecentó con
obras como Salomé (1891), escrita en francés, o La importancia de llamarse Ernesto (1895),
obras de dialogos vivos y cargados de ironía. Su éxito, sin embargo, se vio truncado en 1895
cuando el marqués de Queenberry inició una campaña de difamación en periódicos y revistas
acusiándolo de homosexual. Wilde, por su parte, intentó deGnderse con un proceso difamatorio
confta Queenberq', aunque sin éxito, pues las pruebas presentadas por este último daban
evidencia de hechos que podían ser juzgados alaluz de la Criminal Amendement Act.
El27 de mayo de 1895 Oscar Wilde fue condenado a dos años de prisión y trabajcs
forzados. Las numerosas presiones y peticiones de clemencia efectuadas desde sectores
progresistas y desde varios de los más importantes círculos literarios errropeos no fueron
escuchadas y el escritor se vio obligado a cumplir por entero la pena. Enviado a Wandsworth y
Reading, donde redactó la posteriormente aclamada Balada de la cárcel de Reading,la
sentencia supuso la pérdida de todo aquello que había conseguido durante sus años de gloria.
Recobrada la libertad, cambió de nombre y apellido (adoptó los de Sebastian Melmoth)
y emigró a París, donde permaneció hasta su muerte. Sus últimos años de vida se caractenzaron
por la fragilidad económica, sus quebrantos de salud, los problemas derivados de su
afición a la
bebida y un acerc¿lmiento de última hora al catolicismo. Sólo póstumamente sus obras volvieron
a representarse y a editarse. En 1906, Richard Strauss puso música a su drama Salamé,y con el
paso de los años se fadujo a varias lenguas laprácticatotalidad de su producción literaria.