1. Paula García
Psicóloga
Caso por Caso
Maltrato a menores
Marco X, de 24 años, fue detenido junto a su conviviente Tania Z de 25, en el
sector de la 24 de Mayo, en el centro de la ciudad de Quito, ambos fueron
encontrados en posesión de varias dosis de sustancias estupefacientes
(marihuana y cocaína) escondidos en una caja de cartón en la que dormían dos
bebés, además M.X. se encontraba en poder de un arma blanca (cuchillo de
20 cm); los detenidos estaban bajo los efectos del alcohol. La Policía Nacional
reportó que la pareja había dejado a sus hijos mellizos de aproximadamente
dos meses de edad, metidos en un cartón y cubiertos con una manta sobre la
vereda de la calle, los detenidos manifestaron que la hija mayor de Tania, Z.Z.
de 8 años de edad, los había dejado en el lugar mientras vendía caramelos.
La niña Z.Z. relató a las autoridades que su madre junto a su pareja la dejaban
varios días al cuidado de los bebés en un cuarto que arrendaban en la calle
Guayaquil , que en esos periodos muchas veces no tenían nada que comer,
una vecina en algunas ocasiones se acercó al oír el llanto frecuente de los
niños y los alimentó, pero tenía miedo de que la madre llegue pues se ponía
violenta si encontraba a la mujer en su pieza.
Z.Z. presenta desnutrición, bajo peso y talla, pésima higiene y problemas
dentales, estuvo al cuidado de su abuela hasta los seis años, a partir de esa
edad se fue a vivir con su madre, la abuela la había inscrito en la escuela pero
según dijo la niña, “no pudo comprarle el uniforme” por lo que la madre no la
envió a clases. Generalmente se queda encerrada en el cuarto con sus
hermanos, su madre junto a su pareja “salen a vender”, en ocasiones no llegan
hasta el día siguiente, por lo que ella prefiere salir a vender con ellos.
La Dinapen entregó los menores al hospital B.O., la evaluación médica
correspondiente reveló que los infantes se encontraban en grave estado de
desnutrición, los últimos días habían sido alimentados con agua de anís y
azúcar, además presentaban problemas respiratorios. Una vez estabilizados
los niños fueron direccionados a un hogar de acogida.
2. La noche de la detención, Marco y Tania no pusieron resistencia a que la
Dinapen se lleve a los niños, sin embargo no proporcionaron información
alguna sobre los infantes. Las pericias realizadas señalan que la pareja se
dedicaba al micro tráfico de estupefacientes y que también consumían estas
sustancias, ambos presentaban arrestos anteriores por robo y hurto. Los bebés
aún no habían sido inscritos en el Registro Civil y Z.Z. no iba a la escuela,
ninguno recibía atención médica; a pesar de esto Z.Z. dice que prefería vivir
con su madre, pues su abuela la golpeaba y la bañaba en el tanque de agua
fría si la desobedecía.
Al momento Marco y Tania se encuentran recluidos por haberlos encontrado
culpables del delito de comercialización de sustancias sujetas a fiscalización,
ambos enfrentan penas de hasta ocho años de prisión correccional. La abuela
paterna de los mellizos se presentó ante las autoridades para solicitar la
custodia de los menores, al momento los niños viven con su abuela y una tía,
el MIES facilitó dos cupos para el cuidado diario en un Centro Infantil, al que
asisten de lunes a viernes desde las 08:00 hasta las 16:00, en el que reciben
alimentación y atención médica. También se encuentran señaladas visitas
periódicas de una trabajadora social designada por el Tribunal de Menores.
Z.Z. continúa en el centro de acogida, al momento no ha acudido ningún
familiar para solicitar su custodia, en la institución recibe alimentación, vivienda
y atención psicológica, fue inscrita en la escuela de la comunidad religiosa que
administra el Centro.
Los procedimientos realizados por las instituciones del estado, son los
estipulados en este tipo de casos, sin embargo, dado el alto número de
menores en situación de riesgo, la evaluación y el seguimiento psicológico
pasa a segundo plano cuando los problemas de salud y desnutrición tienen los
niveles del presente caso.
Podemos decir que los mellizos estuvieron en grave riesgo de perder la vida, la
carencia de la lactancia materna y la desnutrición habrá dejado su huella, sin
embargo al momento se encuentran estables, con los cuidados necesarios
para niños de su edad. En los primeros años de vida, los niños presentan una
gran demanda nutricional por su velocidad de crecimiento, requerimientos
nutricionales y requerimientos para defenderse de las enfermedades. La
lactancia es un alimento irremplazable para el sano crecimiento y desarrollo de
los niños. “Por presentar una estructura psíquica en formación, el bebé se
encuentra en un estado de gran fragilidad. Por ello, las experiencias afectivas
con sus cuidadores primarios en los primeros años de vida tienen una enorme
influencia en el desarrollo cognitivo, social y emocional” (UNICEF 2015).
La niña no ha encontrado la estabilidad esperada, si bien es cierto su situación
es más estable y ya no se encuentra expuesta a los peligros de convivir con
drogas y alcohol, la escasez de recursos en los hogares a los que pertenecen
3. los niños y el sufrimiento de múltiples privaciones que los perjudican son
determinantes en el desarrollo de los niños y niñas. La falta de acceso a los
servicios básicos y factores vinculados a la discriminación y a la exclusión que
afectan su desarrollo psicosocial. Las condiciones económicas y las personas
que los rodean, quienes tienen la responsabilidad de cuidarlos, protegerlos y
apoyarlos en el proceso de crecimiento, afecta su desarrollo integral.
Las carencias en la infancia asociadas a la pobreza, como la falta de
estimulación o el stress excesivo, afectan el desarrollo neurológico y, por lo
tanto, las habilidades cognitivas y no cognitivas. Un niño que padece
constantemente hambre y a menudo se enferma no aprende fácilmente,
aunque vaya a la escuela (UNICEF 2015).
La falta de espacio en la vivienda incide negativamente en la salud física,
psíquica y social. El hacinamiento, la relación entre la cantidad de personas en
una vivienda y el espacio o número de cuartos disponibles, es utilizado como
un indicador de proximidad forzada y vulnerabilidad y es una medida de las
carencias materiales de la población. El hacinamiento facilita la transmisión de
enfermedades infecciosas e implica además una pérdida de privacidad que
influye de modo negativo en la convivencia, se asociada a problemas como el
incesto, violencia intrafamiliar y el abuso sexual infantil.
El bajo nivel educativo de los adultos cuidadores, especialmente de la madre,
puede influenciar negativamente las conductas de cuidado para con el niño o la
niña, tales como la búsqueda de atención sanitaria, los hábitos de higiene, la
buena alimentación y otras prácticas de prevención como la vacunación.
En general, el caso que nos ocupa refleja la problemática social del consumo
de sustancias estupefacientes y su relación con el maltrato infantil, los vacíos
legales que llevan a detenciones consecutivas de los infractores y la falta de
acción ante el abandono de los niños.
BIBLIOGRAFIA
Archivo C.N.J. Sala de Familia
Determinantes sociales y ambientales para el desarrollo de los niños y niñas
desde el período del embarazo hasta los 5 años Tomado de:
https://www.unicef.org/argentina/spanish/SALUD_PBPrimeraInfancia_web(1).p
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