LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS CONFORMAN UN RESUMEN BÁSICO DEL CONTENIDO DE LA METODOLOGÍA FLEDO, CREADA PARA PROMOVER LA APLICACIÓN DE LA LÚDICA AL DESARROLLO HUMANO, A TRAVÉS DE ACCIONES EDUCATIVAS PARA LA OBTENCIÓN DEL PLACER MEDIANTE EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD.
1) lúdica estilo de aprendizaje creador de experiencias significativas
1. LÚDICA: ESTILO DE APRENDIZAJE CREADOR DE EXPERIENCIAS
SIGNIFICATIVAS
Autor: Pedro Fulleda Bandera
A lo largo de la historia de la educación ha existido una gran variedad de modelos
didácticos. Los tradicionales estaban centrados en los profesores y en los currículos,
quedando el alumnado y el ambiente escolar en segundo plano. A partir de la teoría
constructivista de la educación se han promovido metodologías y recursos didácticos
basados en el desarrollo de experiencias significativas, aquellas vivencias de gozo y
exploración que responden a necesidades de aprendizaje claves en una etapa evolutiva,
para potenciar habilidades y destrezas con miras a las etapas siguientes.
Una experiencia significativa puede ser vivida durante semanas o meses, y los
aprendizajes que ofrece serán asimilados de manera paulatina, produciendo huellas
perennes en la estructura cognitiva y afectiva del escolar. Lograr un aprendizaje significativo
implica utilizar conocimientos previos para relacionarlos con una nueva información. Como
procedimiento didáctico, el nuevo conocimiento se da al vincular dicha información a
conocimientos anteriores, con aspectos de la vida cotidiana o con situaciones ficticias.
El aprendizaje significativo, como forma de comunicación del individuo con su
entorno, se deriva de una concepción constructivista del proceso de adquisición de
conocimientos, según la cual aprender conlleva la construcción de contenidos por parte del
estudiante, que pasa por el descubrimiento, la selección, la organización, y la correlación de
la información que recibe, en sus esquemas mentales, pasando por tres etapas:
Una inicial es la recepción de nuevos contenidos, cuando se produce en los
esquemas mentales del individuo una interacción entre los conceptos que recibe por primera
vez y los que ya posee. Una intermedia, cuando una vez establecida tal interacción, en la
mente del estudiante se desarrolla la formación de estructuras cognitivas novedosas, que
integran a ambos componentes y le permiten alcanzar una comprensión abarcadora de la
temática abordada, de forma que pueda serle útil y realmente importante. Y una final, donde
en los procesos psíquicos de aprendizaje ocurre un resultado de automatización respecto a
la valoración de la información, cuyos contenidos y aplicaciones surgen sin control
consciente, por lo que se constituyen en dominio de los conocimientos así adquiridos.
2. La capacidad para aprender a aprender es el objetivo más ambicioso de la educación
escolar, y equivale a poder realizar aprendizajes significativos por uno mismo en una amplia
gama de circunstancias. Este objetivo recuerda la importancia que ha de darse en el
aprendizaje escolar a la adquisición de estructuras cognitivas de exploración,
descubrimiento, elaboración y organización de la información, así como al proceso interno
de planificación, regulación y evaluación de la propia actividad.
La estructura cognitiva del alumno puede concebirse como un sistema de esquemas
de conocimientos, que incluyen tanto los aprendizajes como las reglas para utilizarlos. El
rasgo más característico de la psiquis humana está dado por la racionalidad, la capacidad
del individuo para evaluar mentalmente las circunstancias que inciden sobre él y tomar las
decisiones que determinen sus tipos de actuación en respuesta a estímulos externos o
internos. Con el razonamiento se pone en acción una de las características básicas de la
actividad mental humana: la inteligencia, que se alimenta con su acción de comunicación
con el entorno. Una definición elemental de estos procesos es asumirlos como “la capacidad
para comprender y resolver problemas”, y se la relaciona con otras funciones mentales como
la percepción -capacidad para recibir información- y la memoria -capacidad para almacenarla
en el cerebro-. El empeño por comprender tales esquemas de conocimiento ha ocupado a
infinidad de investigadores en torno a diversos estilos de aprendizaje.
Se define como estilo de aprendizaje a los métodos o estrategias concretas que cada
individuo aplica en su empeño por adquirir conocimientos, siendo irrefutable que todas las
personas no aprenden de igual modo. Desde el punto de vista docente, la detección de
diversos estilos de aprendizaje permite aplicar métodos didácticos diferenciados, a fin de
lograr con cada alumno resultados para los que este estaría psicológicamente predispuesto.
Así, modelos y teorías –como la de inteligencias múltiples- brindan el marco conceptual
necesario para que los educadores comprendan a sus alumnos y actúen en consecuencia.
Los estilos de aprendizaje se constituyen por el conjunto de estrategias y métodos
concretamente concebidos según lo que se quiera enseñar o aprender, proceso que ocurre
mediante la comunicación entre un transmisor (docente) y un receptor (estudiante),
siguiendo lo que se conoce como canales de aprendizaje, o vías mediante las cuales la
información fluye y es captada por los sentidos. Se reconocen los siguientes canales: visual:
ayuda a establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos, también promueve la
capacidad de abstracción relacionada con visualizar y planificar (al utilizarlo las personas
3. prefieren ver que escuchar); auditivo: permite recordar utilizando el sistema de
representación auditiva, de manera secuencial y ordenada (quienes lo emplean necesitan
escuchar su grabación mental paso a paso, y muestran habilidad musical y para el
aprendizaje de idiomas); cinestésico: con él se procesa la información asociándola a
sensaciones y movimientos corporales (para los niños es el recurso de aprender jugando, lo
cual requiere de más tiempo, pero el aprendizaje resulta más concreto, profundo y duradero).
El diseño de estilos de aprendizaje basados en la teoría de las inteligencias múltiples
condiciona una metodología que puede ser aplicada en todos los niveles y formas de
enseñanza, pero que resulta sumamente valiosa en etapas iniciales de la educación formal,
así como dentro de la educación no formal. Cuando se aborda el tema de los estilos y
canales de aprendizaje es inevitable la valoración de la metodología lúdica en la educación,
tanto en sus vías formales como no formales. Aun cuando la verdadera interpretación de la
Lúdica es más abarcadora que lo comúnmente aceptado, en general se la define como la
categoría que estudia al juego en particular.
Es incuestionable que las experiencias lúdicas son muy significativas para los
pequeños, por incorporar a sus mapas mentales estados de ánimo e informaciones
perdurables y estimulantes. De modo que una didáctica basada en prácticas lúdicas será
muy valiosa como metodología del conocimiento para los estudiantes en el entorno escolar.
El juego es el acto lúdico por excelencia, lo cual es así no sólo porque es el más
generalizado, constante y permanente en el comportamiento de la especie humana, sino
porque en su ejecución concurren todas las otras manifestaciones de lo lúdico (la broma, el
arte, el deporte, la representación simbólica de la realidad…). Para las estrategias
educativas resulta una herramienta indispensable, ya que permite convertir en significativa
toda experiencia vivida por parte de los estudiantes, sobre todo cuando aún las inteligencias
múltiples están en franco proceso de desarrollo.
Más información sobre el tema con estos enlaces:
https://www.wattpad.com/1134173045-%C2%A1el-poder-soy-yo-introducci%C3%B3n-a-la-
ludolog%C3%ADa
https://drive.google.com/file/d/1kaxq-vOdz-cCZbIDYZlm-uw9LaLjH8zV/view?usp=sharing
https://pedrofulleda.blogspot.com/