Mapa Conceptual relacionado con la Gerencia Industrial, su ámbito de aplicaci...
La cantata de Santa María de Iquique
1. Colegio Ascensión Nicol Departamento de Letras
Hnas. Misioneras Dominicas del Rosario Lengua Castellana y Comunicación
Prof. Pamela Meza Varas NM2
Santa María de Iquique: La cantata
Pregón También verán el pago que les daban.
(Luis Advis) Dinero no veían, sólo fichas;
Señoras y Señores una por cada día trabajado,
venimos a contar y aquélla era cambiada por comida.
aquello que la historia
no quiere recordar. ¡Cuidado con comprar en otras partes!
Pasó en el Norte Grande, De ninguna manera se podía
fue Iquique la ciudad. aunque las cosas fuesen más baratas.
Mil novecientos siete Lo había prohibido la Oficina.
marcó fatalidad.
Allí al pampino pobre El poder comprador de aquella ficha
mataron por matar. había ido bajando con el tiempo
pero el mismo jornal seguían pagando.
Seremos los hablantes Ni por nada del mundo un aumento.
diremos la verdad.
Verdad que es muerte amarga Si contemplan la pampa y sus rincones
de obreros del Salar. verán las sequedades del silencio.
Recuerden nuestra historia Y si observan la pampa cómo fuera
de duelo sin perdón. sentirán, destrozados, los lamentos.
Por más que el tiempo pase
no hay nunca que olvidar. Canción II (o Vamos mujer)
Ahora les pedimos (Luis Advis)
que pongan atención. Vamos mujer,
partamos a la ciudad.
Relato I Todo será distinto,
(Luis Advis) no hay que dudar.
Si contemplan la pampa y sus rincones No hay que dudar,
verán las sequedades del silencio, confía, ya vas a ver,
el suelo sin milagro y Oficinas vacías, porque en Iquique
como el último desierto. todos van a entender.
Y si observan la pampa y la imaginan Toma mujer mi manta,
en tiempos de la Industria del Salitre te abrigará.
verán a la mujer y al fogón mustio, Ponte al niñito en brazos,
al obrero sin cara, al niño triste. no llorará.
No llorará, confía,
También verán la choza mortecina, va a sonreír.
la vela que alumbraba su carencia, Le cantarás un canto,
algunas calaminas por paredes se va a dormir.
y por lecho, los sacos y la tierra.
¿Qué es lo que pasa?,
También verán castigos humillantes, dime, no calles más.
un cepo en que fijaban al obrero
por días y por días contra el sol; Largo camino tienes
no importa si al final se iba muriendo. que recorrer
atravesando cerros,
La culpa del obrero, muchas veces, vamos mujer.
era el dolor altivo que mostraba. Vamos mujer, confía,
Rebelión impotente, ¡una insolencia! que hay que llegar
La ley del patrón rico es ley sagrada. en la ciudad
podremos ver todo el mar.
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2. Dicen que Iquique es grande Los Señores de Iquique
como un Salar, tenían miedo;
que hay muchas casas lindas, era mucho pedir
te gustarán. ver tanto obrero.
Te gustarán, confía, El pampino no era
como que hay Dios, hombre cabal,
allá en el puerto todo podía ser ladrón
va a ser mejor. o asesinar.
Mientras tanto las casas
¿Qué es lo que pasa?, eran cerradas,
dime, no calles más. miraban solamente
tras las ventanas.
Vamos mujer, El Comercio cerró
partamos a la ciudad. también sus puertas,
Todo será distinto, había que cuidarse
no hay que dudar. de tanta bestia.
No hay que dudar, confía, Mejor que los juntaran
ya, vas a ver, en algún sitio,
porque en Iquique si andaban por las calles
todos van a entender. era un peligro.
Relato III Relato IV
(Luis Advis) (Luis Advis)
Del quince al veintiuno, El sitio al que los llevaban
mes de diciembre, era una escuela vacía
se hizo el largo viaje y la escuela se llamaba
por las pendientes. Santa María.
Veintiséis mil bajaron
o tal vez más Dejaron a los obreros,
con silencios gastados los dejaron con sonrisas.
en el Salar. Que esperaran les dijeron
Iban bajando ansiosos, sólo unos días.
iban llegando
los miles de la pampa, Los hombres se confiaron,
los postergados. no les faltaba paciencia
No mendigaban nada, ya que habían esperado
sólo querían la vida entera.
respuesta a lo pedido,
respuesta limpia. Siete días esperaron,
pero qué infierno se vuelven
Algunos en Iquique cuando el pan se está jugando
los comprendieron con la muerte.
y se unieron a ellos,
eran los Gremios. Obrero siempre es peligro.
Y solidarizaron Precaverse es necesario.
los carpinteros, Así el Estado de Sitio
los de la Maestranza, fue declarado.
los carreteros,
los pintores y sastres, El aire trajo un anuncio,
los jornaleros, se oía tambor ausente.
lancheros y albañiles, Era el día veintiuno
los panaderos, de diciembre.
gasfiteres y abastos,
los cargadores.
Gremios de apoyo justo,
de gente pobre.
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3. Relato V
(Luis Advis) Ya no somos animales,
Nadie diga palabra ya no rebaños,
que llegará levantaremos la mano,
un noble militar, el puño en alto.
un General. Vamos a dar nuevas fuerzas
Él sabrá cómo hablarles, con nuestro ejemplo
con el cuidado Y el futuro lo sabrá,
que trata el caballero se lo prometo.
a sus lacayos. Y si quiere amenazar
El General ya llega aquí estoy yo.
con mucho boato Dispárele a este obrero
y muy bien precavido al corazón».
con sus soldados.
Las ametralladoras El General que lo escucha
están dispuestas no ha vacilado,
y estratégicamente con rabia y gesto altanero
rodean la escuela. le ha disparado,
y el primer disparo es orden
Desde un balcón les habla para matanza
con dignidad. y así comienza el infierno
Esto es lo que les dice con las descargas.
el General
«Que no sirve de nada Canción letanía
tanta comedia. (Luis Advis)
Que dejen de inventar Murieron tres mil seiscientos
tanta miseria. uno tras otro.
Que no entienden deberes Tres mil seiscientos
son ignorantes. mataron uno tras otro.
Que perturban el orden,
que son maleantes. La escuela Santa María
Que están contra el país, vio sangre obrera.
que son traidores. La sangre que conocía
Que roban a la patria, sólo miseria.
que son ladrones.
Que han violado a mujeres, Serían tres mil seiscientos
que son indignos. ensordecidos.
Que han matado a soldados, Y fueron tres mil seiscientos
son asesinos. enmudecidos.
Que es mejor que se vayan
sin protestar La escuela Santa María
Que aunque pidan y pidan fue el exterminio
nada obtendrán. de vida que se moría,
Vayan saliendo entonces sólo alarido.
de ese lugar,
que si no acatan órdenes Tres mil seiscientas miradas
lo sentirán». que se apagaron.
Tres mil seiscientos obreros
Desde la escuela, «El Rucio», asesinados.
obrero ardiente,
responde sin vacilar Un niño juega en la escuela
con voz valiente, Santa María.
«Usted, señor General Si juega a buscar tesoros
no nos entiende. ¿qué encontraría?
Seguiremos esperando,
así nos cueste.
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4. Canción IV
(Luis Advis) Quizás mañana o pasado
A los hombres de la pampa o bien, en un tiempo más,
que quisieron protestar la historia que han escuchado
los mataron como perros de nuevo sucederá.
porque había que matar. Es Chile un país tan largo,
mil cosas pueden pasar
No hay que ser pobre, amigo, si es que no nos preparamos
es peligroso. resueltos para luchar.
No hay ni que hablar, amigo, Tenemos razones puras,
es peligroso. tenemos por qué pelear.
Tenemos las manos duras,
Las mujeres de la Pampa tenemos con qué ganar.
se pusieron a llorar
y también las matarían Unámonos como hermanos
porque había que matar. que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
No hay que ser pobre, amiga, jamás lo podrán lograr.
es peligroso. La tierra será de todos
No hay que llorar, amiga, también será nuestro el mar.
es peligroso. Justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Y a los niños de la Pampa Luchemos por los derechos
que miraban, nada más, que todos deben tener.
también a ellos los mataron Luchemos por lo que es nuestro,
porque había que matar. de nadie más ha de ser.
No hay que ser pobre, hijito,
es peligroso.
No hay que nacer, hijito,
es peligroso.
¿Dónde están los asesinos
que mataron por matar?
Lo juramos por la tierra,
los tendremos que encontrar.
Lo juramos por la vida,
lo tendremos que encontrar.
Lo juramos por la muerte,
los tendremos que encontrar.
Lo juramos compañeros,
ese día llegará.
Canción final
(Luis Advis) Música
Ustedes que ya escucharon http://www.cantatarock.cl/home.html
la historia que se contó
no sigan allí sentados
Letras
pensando que ya pasó.
http://www.cancioneros.com/nd.php?NM=31&CN=5
No basta sólo el recuerdo,
el canto no bastará.
No basta sólo el lamento,
miremos la realidad.
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