Meta de la presentación:
Entender el plan original de Dios para la Creación, las actuales amenazas a la vida humana y la obligación como creyentes de protegerla y defenderla.
1. Preparado por: Rafael Figueredo
LA DIGNIDAD Y SANTIDAD DE LA VIDA
HUMANA
Tema de la Guia de Estudio para la formación en la fe.
Dominicus Press.
Foto: «La vita e bella» (1997)
2. ORACION
¡Oh Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo!
¡Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman!
Bendícenos Señor,
AMEN
Oración que enseñó el Angel de Portugal a los pastorcitos de Fátima
3. • Entender el plan original de
Dios para la Creación, las
actuales amenazas a la vida
humana y la obligación como
creyentes de protegerla y
defenderla.
META DE LA PRESENTACION
4. OBJETIVOS DE LA PRESENTACION
I. Entender el plan original de Dios para con el hombre de acuerdo a Gn 1:26-
31 y Gn 2;7
II. El primer asesinato y su lección para los creyentes de acuerdo al Gn 4:3-16
III. La vocación del hombre y su deseo de felicidad.
IV. La moralidad y la conciencia moral del hombre.
V. Entender como la sociedad es indispensable para la realización de la
vocación humana.
VI. Generalidades de nuestra Fe en relación a: Eutanasia y Suicidio
5. INTRODUCCION
“¿Qué cosa, o quién, te ruego, fue el
motivo de que establecieras al hombre
en semejante dignidad?
Ciertamente, nada que no fuera el
amor inextinguible con el que
contemplaste a tu criatura en ti mismo
y te dejaste cautivar de amor por ella.
Por amor lo creaste, por amor le diste
un ser capaz de gustar tu Bien eterno”
(S. Catalina de Siena, Diálogo 4,13).
6. PALABRAS CLAVES
Creador: El que hace todas las cosas, visibles e invisibles, de la nada.
(Profesión de Fe, Iglesia Católica).
Ser Humano: La única criatura visible capaz de conocer y amar a su Creador,
hecho a la imagen y semejanza de Dios, con intelecto y libre albedrio. (ref CIC
357)
Alma: En el hombre, es la parte espiritual creada por Dios para ser inmortal.
Solo el alma es capaz de conocer un orden aparte de lo físico o material.
(Guía Nuestra Fe Católica).
Libertad: La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de
obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo
acciones deliberadas. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y
de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección
cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza. (CIC 1731)
7. ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2;7
OBJETIVO I
8. ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
Génesis, 1:26-31:
"Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad
sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las
fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.» Y creó Dios al hombre a su
imagen. A imagen de Dios lo creó. Hombre y mujer los creó. Dios los bendijo,
diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan
autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que
se mueve sobre la tierra.» Dijo Dios: «Hoy les entrego para que se alimenten toda clase
de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales. A los
animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven
sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.» Y así fue. Dios vio que todo
cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto”.
Génesis, 2:7:
“Entonces Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un
aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida”
Santa Biblia version Latino Americana - online
9. ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…”
Todas las criaturas poseen una cierta semejanza con
Dios, muy especialmente el hombre creado a imagen y
semejanza de Dios. Las múltiples perfecciones de las
criaturas (su verdad, su bondad, su belleza) reflejan,
por tanto, la perfección infinita de Dios. CIC 41
Creado a imagen de Dios, llamado a conocer y amar a
Dios, el hombre que busca a Dios descubre ciertas
"vías" para acceder al conocimiento de Dios. CIC 31
Dios transciende toda criatura. Es preciso, pues,
purificar sin cesar nuestro conocimiento, para no
confundir al Dios "inefable, incomprensible, invisible,
inalcanzable" (S. Juan Crisóstomo) con nuestras
representaciones humanas.
10. ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza…”
Creer en Dios, el Único, y amarlo con todo el
ser tiene consecuencias inmensas para toda
nuestra vida. Es reconocer la unidad y la
verdadera dignidad de todos los hombres:
Todos han sido hechos “a imagen y semejanza
de Dios”. (CIC 222-225)
Toda persona humana, creada a imagen de
Dios, tiene el derecho natural de ser
reconocida como un ser libre y responsable.
Todo hombre debe prestar a cada cual el
respeto al que éste tiene derecho.
11. “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…”
El hombre tiene la capacidad de conocer a Dios como
principio y fin de todas las cosas porque ha sido creado
"a imagen de Dios"
El hombre, “creado a imagen de Dios”, expresa también
la verdad de su relación con Dios Creador mediante la
belleza de sus obras artísticas. CIC 2501
Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano
tiene la dignidad de persona; no es solamente algo,
sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de
darse libremente y entrar en comunión con otras
personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con
su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor
que ningún otro ser puede dar en su lugar. CIC 357
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
12. “Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza…”
La persona humana, creada a imagen de Dios,
es un ser a la vez corporal y espiritual. CIC 362
El relato bíblico expresa esta realidad con un
lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios
formó al hombre con polvo del suelo e insufló en
sus narices aliento de vida y resultó el hombre
un ser viviente" (Gn 2,7).
Por tanto, el hombre en su totalidad es querido
por Dios. CIC 362
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
13. “…hombre y mujer los creó”
El hombre y la mujer son creados, es decir, son
queridos por Dios: por una parte, en una
perfecta igualdad en tanto que personas
humanas, y por otra, en su ser respectivo de
hombre y de mujer. CIC 369
"Ser hombre", "ser mujer" es una realidad buena
y querida por Dios: el hombre y la mujer tienen
una dignidad que nunca se pierde, que viene
inmediatamente de Dios su creador. CIC 369
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
14. “…hombre y mujer los creó”
Dios no es, en modo alguno, a imagen del hombre.
No es ni hombre ni mujer. Dios es espíritu puro, en
el cual no hay lugar para la diferencia de sexos.
Pero las "perfecciones“ del hombre y de la mujer
reflejan algo de la infinita perfección de Dios: las de
una madre (Is 49,14-15; 66,13; Sal 131,2-3) y las
de un padre y esposo.
Creados a la vez, el hombre y la mujer son
queridos por Dios el uno para el otro. La Palabra de
Dios nos lo hace entender mediante diversos
acentos del texto sagrado. "No es bueno que el
hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada" (Gn 2,18).
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
15. “…hombre y mujer los creó”
Ninguno de los animales es "ayuda adecuada" para el
hombre (Gn 2,19-20). La mujer, que Dios "forma" de la
costilla del hombre y presenta a éste, despierta en él un
grito de admiración, una exclamación de amor y de
comunión: "Esta vez sí que es hueso de mis huesos y
carne de mi carne" (Gn 2,23). El hombre descubre en la
mujer como un otro "yo", de la misma humanidad. CIC
371
El hombre y la mujer están hechos "el uno para el otro":
no que Dios los haya hecho "a medias" e "incompletos";
los ha creado para una comunión de personas, en la que
cada uno puede ser "ayuda" para el otro porque son a la
vez iguales en cuanto personas y complementarios en
cuanto masculino y femenino. CIC 372
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
16. “Sed fecundos y multiplicaos y llenad la
tierra…”
En el matrimonio, Dios los une de manera
que, formando "una sola carne" (Gn 2,24),
puedan transmitir la vida humana. CIC 372
Al trasmitir a sus descendientes la vida
humana, el hombre y la mujer, como
esposos y padres, cooperan de una manera
única en la obra del Creador. CIC 372
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
17. “…someted la tierra.”
En el plan de Dios, el hombre y la mujer están
llamados a "someter" la tierra (Gn 1,28) como
"administradores" de Dios. CIC 373
Esta soberanía no debe ser un dominio
arbitrario y destructor.
A imagen del Creador, "que ama todo lo que
existe" (Sb 11,24), el hombre y la mujer son
llamados a participar en la Providencia divina
respecto a las otras cosas creadas. De ahí su
responsabilidad frente al mundo que Dios les
ha confiado. CIC 373
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
18. CONCLUSIONES:
1. “A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para
que, sirviéndote sólo a ti, su Creador, dominara todo lo creado”. (Plegaria
eucarística IV, 118)
2. Dios no creó al hombre solo: en efecto, desde el principio los creó hombre y
mujer (Gn 1,27). Esta asociación constituye la primera forma de comunión entre
personas
3. El hombre es "una unidad de cuerpo y alma” (aliento y vida). La doctrina de la fe
afirma que el alma espiritual e inmortal es creada de forma inmediata por Dios.
Fuente: www.enciclopediacatolica.com
ENTENDER EL PLAN ORIGINAL DE DIOS PARA CON EL HOMBRE DE
ACUERDO A GN 1:26-31 Y GN 2:7
19. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
OBJETIVO II
20. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
Pasado algún tiempo, Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel le hizo
una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa. A Yavé le agradó
Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su
rostro se descompuso.
Yavé le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista.
Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera,
pero tú debes dominarlo.» Caín dijo después a su hermano Abel: «Vamos al campo.» Y como estaban
en el campo, Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató. Yavé preguntó a Caín: «¿Dónde está tu
hermano?» Respondió: «No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?»
Entonces Yavé le dijo: «¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la
tierra. En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la
sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado. Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás
errante y fugitivo sobre la tierra.»
Caín dijo a Yavé: «Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar. Tú me arrojas hoy de esta
tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra,
cualquiera que me encuentre me matará.» Yavé le dijo: «No será así: me vengaré siete veces de quien
mate a Caín.» Y Yavé puso una marca a Caín para que no lo matara el que lo encontrara. Caín se fue
de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén.
Gn 4:3-16
21. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
La tradición catequética recuerda que existen
“pecados que claman al cielo”. CIC 1867
Claman al cielo: la sangre de Abel,(Gn 4, 10); el
pecado de los sodomitas (Gn 18,20; 19, 13); el
clamor del pueblo oprimido en Egipto (Ex 3, 7-10);
el lamento del extranjero, de la viuda y el
huérfano (Ex 22, 20-22); la injusticia para con el
asalariado (Dt 24, 14-15; Jc 5, 4).
La Escritura, en el relato de la muerte de Abel a
manos de su hermano Caín (Gn 4,8-12), revela,
desde los comienzos de la historia humana, la
presencia en el hombre de la ira y la codicia,
consecuencias del pecado original. CIC 2250
22. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
El hombre se convirtió en el enemigo de sus
semejantes. Dios manifiesta la maldad de
este fratricidio: “¿Qué has hecho? Se oye la
sangre de tu hermano clamar a mí desde el
suelo”.
Pues bien: “maldito seas, lejos de este suelo
que abrió su boca para recibir de tu mano la
sangre de tu hermano” (Gn 4, 10-11).
La alianza de Dios y de la humanidad está
tejida de llamamientos a reconocer la vida
humana como don divino y de la existencia
de una violencia fratricida en el corazón del
hombre.
23. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
La Escritura precisa lo que el quinto
mandamiento prohíbe: “No quites la vida del
inocente y justo” (Ex 23, 7). El homicidio
voluntario de un inocente es gravemente
contrario a la dignidad del ser humano, a la
regla de oro y a la santidad del Creador. CIC
2261
En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda
el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21), y añade el
rechazo absoluto de la ira, del odio y de la
venganza.
Más aún, Cristo exige a sus discípulos
presentar la otra mejilla (Mt 5, 22-39), amar a
los enemigos (Mt 5, 44).
24. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
El quinto mandamiento condena como
gravemente pecaminoso el homicidio directo y
voluntario. El que mata y los que cooperan
voluntariamente con él cometen un pecado que
clama venganza al cielo.
El infanticidio (Cf. GS 51, 3), el fratricidio, el
parricidio, el homicidio del cónyuge son crímenes
especialmente graves a causa de los vínculos
naturales que destruyen.
Preocupaciones de eugenesia o de salud pública
no pueden justificar ningún homicidio, aunque
fuera ordenado por las propias autoridades.
25. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
Todo acto directamente querido es imputable a su
autor:
Así el Señor pregunta a Adán tras el pecado en el
paraíso: “¿Qué has hecho?” (Gn 3,13).
Igualmente a Caín (Cf. Gn 4, 10). Así también el
profeta Natán al rey David, tras el adulterio con la
mujer de Urías y la muerte de éste (Cf. 2 S 12, 7-
15).
Una acción puede ser indirectamente voluntaria
cuando resulta de una negligencia respecto a lo
que se habría debido conocer o hacer, por
ejemplo, un accidente provocado por la ignorancia
del código de la circulación.
26. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
Un efecto puede ser tolerado sin ser querido por
el que actúa, por ejemplo, el agotamiento de una
madre a la cabecera de su hijo enfermo.
El efecto malo no es imputable si no ha sido
querido ni como fin ni como medio de la acción,
como la muerte acontecida al auxiliar a una
persona en peligro.
Para que el efecto malo sea imputable, es preciso
que sea previsible y que el que actúa tenga la
posibilidad de evitarlo, por ejemplo, en el caso de
un homicidio cometido por un conductor en
estado de embriaguez.
27. EL PRIMER ASESINATO Y SU LECCIÓN PARA LOS CREYENTES DE
ACUERDO AL GN 4:3-16
CONCLUSIONES
1. Dios ha querido “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14). Para
que pueda adherirse libremente a su Creador y llegar así a la bienaventurada
perfección. CIC 1743
2. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Hace al ser humano
responsable de los actos de que es autor voluntario.
3. El derecho al ejercicio de la libertad, es una exigencia inseparable de la dignidad
del hombre. Pero el ejercicio de la libertad no implica el derecho de decir o de
hacer cualquier cosa.
4. Toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte, es
sagrada. Causar la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad
de la persona y a la santidad del Creador.
28. LA VOCACIÓN DEL HOMBRE Y SU DESEO DE FELICIDAD.
OBJETIVO III
29. Las bienaventuranzas están
en el centro de la
predicación de Jesús. Con
ellas Jesús recoge las
promesas hechas al pueblo
elegido desde Abraham;
pero las perfecciona
ordenándolas no sólo a la
posesión de una tierra, sino
al Reino de los cielos (CIC
1716)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el
Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia
la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque
de ellos es el Reino de los cielos.
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE Y SU DESEO DE FELICIDAD
Fuente: Catholic.net
30. LA VOCACIÓN DEL HOMBRE Y SU DESEO DE FELICIDAD
Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo
y describen su caridad; expresan la vocación de los
fieles …iluminan las acciones y las actitudes
características de la vida cristiana. (CIC 1717)
Las bienaventuranzas responden al deseo natural de
felicidad. Este deseo es de origen divino: Dios lo ha
puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo
hacia Él, el único que lo puede satisfacer.
“¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al
buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te
busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive
de mi alma y mi alma vive de ti”. (S. Agustín, conf. 10,
20.29).
31. LA VOCACIÓN DEL HOMBRE Y SU DESEO DE FELICIDAD
CONCLUSIONES
1. Las bienaventuranzas responden al deseo de felicidad que Dios ha puesto en el
corazón del hombre. (CIC 1725)
2. La bienaventuranza de la vida eterna es un don gratuito de Dios; es sobrenatural
como también lo es la gracia que conduce a ella.
3. Las bienaventuranzas nos colocan ante opciones decisivas con respecto a los
bienes terrenos; purifican nuestro corazón para enseñarnos a amar a Dios sobre
todas las cosas.
32. LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
OBJETIVO IV
33. LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando
actúa de manera deliberada, el hombre es, por así
decirlo, el padre de sus actos. CIC 1749
Los actos humanos, es decir, libremente realizados
tras un juicio de conciencia, son calificables
moralmente: son buenos o malos. CIC 1749
Una intención buena (por ejemplo: ayudar al prójimo)
no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí
mismo desordenado (como la mentira y la
maledicencia). El fin no justifica los medios. CIC 1753
Así, no se puede justificar la condena de un inocente
como un medio legítimo para salvar al pueblo. Por el
contrario, una intención mala sobreañadida (como la
vanagloria) convierte en malo un acto que, de suyo,
puede ser bueno (como la limosna). CIC 1753
34. Las circunstancias, comprendidas en ellas las
consecuencias, son los elementos
secundarios de un acto moral. Contribuyen a
agravar o a disminuir la bondad o la malicia
moral de los actos humanos (por ejemplo, la
cantidad de dinero robado).
Pueden también atenuar o aumentar la
responsabilidad del que obra (como actuar por
miedo a la muerte). Las circunstancias no
pueden de suyo modificar la calidad moral de
los actos; no pueden hacer ni buena ni justa
una acción que de suyo es mala.
LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
35. El acto moralmente bueno supone a la vez la
bondad del objeto, del fin y de las circunstancias.
Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su
objeto sea bueno (como orar y ayunar “para ser
visto por los hombres”).
El objeto de la elección puede por sí solo viciar el
conjunto de todo el acto. Hay comportamientos
concretos -como la fornicación- que siempre es un
error elegirlos, porque su elección comporta un
desorden de la voluntad, es decir, un mal moral.
LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
36. Hay actos que, por sí y en sí mismos,
independientemente de las circunstancias y de las
intenciones, son siempre gravemente ilícitos por
razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el
perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido
hacer el mal para obtener un bien.
En lo más profundo de su conciencia el hombre
descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a
la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es
necesario, en los oídos de su corazón, llamándole
siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal.
El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su
corazón. La conciencia es el núcleo más secreto y el
sagrario del hombre, en el que está solo con Dios,
cuya voz resuena en lo más íntimo de ella.
LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
37. Presente en el corazón de la persona, la
conciencia moral (Cf. Rm 2, 14-16) le ordena, en el
momento oportuno, practicar el bien y evitar el
mal. Juzga también las opciones concretas
aprobando las que son buenas y denunciando las
que son malas (Cf. Rm 1, 32).
Atestigua la autoridad de la verdad con referencia
al Bien supremo por el cual la persona humana se
siente atraída y cuyos mandamientos acoge. El
hombre prudente, cuando escucha la conciencia
moral, puede oír a Dios que le habla. CIC 1777
La conciencia moral es un juicio de la razón por el
que la persona humana reconoce la cualidad
moral de un acto concreto que piensa hacer, está
haciendo o ha hecho. CIC 1778
LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
38. CONCLUSIONES
1. El objeto, la intención y las circunstancias constituyen las tres “fuentes” de la
moralidad de los actos humanos. CIC 1757
2. “No se puede justificar una acción mala por el hecho de que la intención sea buena”
(S. Tomás de A., dec. praec. 6). El fin no justifica los medios.
3. El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las
circunstancias. No está permitido hacer un mal para obtener un bien. CIC 1761
LA MORALIDAD Y LA CONCIENCIA MORAL DEL HOMBRE.
39. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
OBJETIVO V
40. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
La persona humana necesita la vida social. Esta
no constituye para ella algo sobreañadido sino una
exigencia de su naturaleza. Por el intercambio con
otros, la reciprocidad de servicios y el diálogo con
sus hermanos, el hombre desarrolla sus
capacidades; así responde a su vocación CIC
1879
Una sociedad es un conjunto de personas ligadas
de manera orgánica por un principio de unidad que
supera a cada una de ellas. CIC 1880
Cada comunidad se define por su fin y obedece en
consecuencia a reglas específicas, pero “el
principio, el sujeto y el fin de todas las
instituciones sociales es y debe ser la persona
humana” CIC 1881
41. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
Los fieles han de "aprender a distinguir
cuidadosamente entre los derechos y
deberes que tienen como miembros de la
Iglesia y los que les corresponden como
miembros de la sociedad humana.
Deben esforzarse en integrarlos en buena
armonía, recordando que en cualquier
cuestión temporal han de guiarse por la
conciencia cristiana. CIC 912
En efecto, ninguna actividad humana, ni
siquiera en los asuntos temporales, puede
sustraerse a la soberanía de Dios" (LG
36).
42. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
“La socialización presenta también peligros.
Una intervención demasiado fuerte del Estado
puede amenazar la libertad y la iniciativa
personales.
La doctrina de la Iglesia ha elaborado el principio
llamado de subsidiariedad.
Según éste, “una estructura social de orden
superior no debe interferir en la vida interna de
un grupo social de orden inferior, privándole de
sus competencias, sino que más bien debe
sostenerle en caso de necesidad y ayudarle a
coordinar su acción con la de los demás
componentes sociales, con miras al bien común”
43. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
Dios no ha querido retener para El solo
el ejercicio de todos los poderes.
Entrega a cada criatura las funciones
que es capaz de ejercer, según las
capacidades de su naturaleza. CIC 1884
Este modo de gobierno debe ser imitado
en la vida social. El comportamiento de
Dios en el gobierno del mundo, que
manifiesta tanto respeto a la libertad
humana, debe inspirar la sabiduría de
los que gobiernan las comunidades
humanas. Estos deben comportarse
como ministros de la providencia divina.
CIC 1884
44. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
La justicia social sólo puede ser conseguida
sobre la base del respeto de la dignidad
trascendente del hombre. La persona representa
el fin último de la sociedad, que está ordenada al
hombre. CIC 1929
El respeto de la persona humana implica el de
los derechos que se derivan de su dignidad de
criatura. Estos derechos son anteriores a la
sociedad y se imponen a ella. CIC 1930
Sin este respeto, una autoridad sólo puede
apoyarse en la fuerza o en la violencia para
obtener la obediencia de sus súbditos.
Corresponde a la Iglesia recordar estos derechos
a los hombres de buena voluntad y distinguirlos
de reivindicaciones abusivas o falsas. CIC 1930
45. ENTENDER COMO LA SOCIEDAD ES INDISPENSABLE PARA
LA REALIZACIÓN DE LA VOCACIÓN HUMANA
CONCLUSIONES
Existe una cierta semejanza entre la unión de las personas divinas y la fraternidad que
los hombres deben instaurar entre sí. CIC 1890
Para desarrollarse en conformidad con su naturaleza, la persona humana necesita la
vida social. CIC 1891
“El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la
persona humana” (GS 25, 1).
La sociedad debe favorecer el ejercicio de las virtudes, no ser obstáculo para ellas.
CIC 1893
Ni el Estado ni ninguna sociedad más amplia deben suplantar la iniciativa y la
responsabilidad de las personas. CIC 1894
47. LA EUTANASIA
Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o
debilitada tienen derecho a un respeto especial.
Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la
eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de
personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es
moralmente inaceptable.
Por tanto, una acción u omisión que provoca la
muerte para suprimir el dolor, constituye un
homicidio gravemente contrario a la dignidad de la
persona humana y al respeto del Dios vivo, su
Creador.
El error de juicio en el que se puede haber caído de
buena fe no cambia la naturaleza de este acto
homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre.
48. LA EUTANASIA
La interrupción de tratamientos médicos onerosos,
peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a
los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos
tratamientos es rechazar el “encarnizamiento
terapéutico”.
Con esto no se pretende provocar la muerte; se
acepta no poder impedirla. Las decisiones deben
ser tomadas por el paciente, si para ello tiene
competencia y capacidad o si no por los que tienen
los derechos legales, respetando siempre la
voluntad razonable y los intereses legítimos del
paciente.
Aunque la muerte se considere inminente, los
cuidados ordinarios debidos a una persona enferma
no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso
de analgésicos para aliviar los sufrimientos del
moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días,
puede ser moralmente conforme a la dignidad
humana.
49. EL SUICIDIO
Cada cual es responsable de su vida delante de
Dios que se la ha dado. Él sigue siendo su
soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a
recibirla con gratitud y a conservarla para su honor
y para la salvación de nuestras almas. Somos
administradores y no propietarios de la vida que
Dios nos ha confiado. No disponemos de ella. CIC
2280.
El suicidio contradice la inclinación natural del ser
humano a conservar y perpetuar su vida. Es
gravemente contrario al justo amor de sí mismo.
Ofende también al amor del prójimo porque rompe
injustamente los lazos de solidaridad con las
sociedades familiar, nacional y humana con las
cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al
amor del Dios vivo. CIC 2281
50. EL SUICIDIO
Si se comete con intención de servir de ejemplo,
especialmente a los jóvenes, el suicidio adquiere
además la gravedad del escándalo. La cooperación
voluntaria al suicidio es contraria a la ley moral. CIC
2281
Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor
grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura,
pueden disminuir la responsabilidad del suicida.
CIC 2282
No se debe desesperar de la salvación eterna de
aquellas personas que se han dado muerte. CIC
2283
Dios puede haberles facilitado por caminos que El
solo conoce la ocasión de un arrepentimiento
salvador. La Iglesia ora por las personas que han
atentado contra su vida. CIC 2283