dar a conocer sobre los relatos

1. Relato
El virus del pleyadiano
Integrantes:
Emiliano Martínez Peña
José Fernando Ruiz Campos
Ashley Jiménez
Luis Franco
Diego Alejandro Castro García
1-J

2. Hola mi nombre es Ariana vivo en la provincia de ‘‘el futuro cercano’’ y
actualmente tengo 12 años, últimamente en mi provincia hemos visto cosas
muy raras, primero, un día por la mañana, mi madre como de costumbre fue
a dejarme en la escuela, al volver a casa olvido que tenía que comprar los
ingredientes para la comida, ya que unos familiares de la ‘‘futuro del
country’’ nos visitan, total que al comprar carne de conejo gigante, mi madre
noto una extraña forma en la cual estaba en la carne, tenía una forma
circular con un grabado que decía Pleyadiano 1975, al notar esa extraña
anomalía le pregunto al carnicero su significado, el cual el carnicero
ignorándola, se encogió los hombros, se dio media vuelta y entro por la
puerta en donde anteriormente había salido. Mi madre, continuo el camino a
casa, al llegar a la cocina al prepararlo, unas luces comenzaron a salir por
detrás de la ventana, ella, que algún foco se estaba fundiendo, pero esa no
era la razón la cual provoca el destello de esas luces.
-Cielos, el foco de nuevo volvió a estallar
-Dijo dirigiéndose a la puerta. Al llegar el patio, se percató de que había unas
personas que hablaban al mismo tiempo unos hombres vestidos de color
blanco que encandilaban con una luz que le salía por debajo de los ojos.
-¿Quién anda por ahí?- Grito mi madre aterrada por lo que estaba
sucediendo. Por unos segundos esas voces dejaron de escucharse, pero
después se acercaron a ella incrementando sus voces formando un canto
muy confundible. De repente hubo un silencio total y mi madre quedo
inconsciente, al recobrar la memoria, noto que tenía el mismo sello del
conejo en el brazo derecho. Aterrorizada, corrió hacia la escuela sin notar
que yo estaba en la sala esperándola sentada para comer, unos minutos
después llego corriendo a casa.
Buscándome me abrazo fuertemente al verme en la cocina y me pregunto
que si me encontraba bien, ¿yo?, confundida conteste que si, al estar
comiendo me conto todo lo que le había pasado, al inicio pende que era
broma lo que me decía pero cuando me enseño el sello quede impactada, no

3. lo podía creer lo que me estaba pasando, pero eso no es lo último, solo
estaba comenzando nuestra tortura.
Días después de lo que ocurrió mi madre fue a consultar a un especialista de
extraterrestres, al describir cada uno de aquellos detalles de los hombres el
especialista se quedaba con la boca abierta, de inmediato se levantó y le
hablo a un compañero, le dijo lo que sucedía y se llevó las manos a la nuca, y
de inmediato salió corriendo por la puerta, presiono un botón color rojo, que
al presionarlo salió un fuerte sonido por las bocinas que se encontraban
afuera del ayuntamiento de la provincia, en unos segundos se escuchó el
trafico enfurecido y a todas las personas gritaban buscando su hogar o un
refugio.
-¿Qué es lo que pasa?-pregunte muy confundida
-Escucha con cuidado y has exactamente lo que te diga-respondió el
especialista- tal vez en unos minutos escucharas como los extraterrestres se
acercan, escucharas un ruido como zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz (una nave
ascendiendo) después será un silencio total, debes esconderte muy bien,
jamás te les acerques.
-¿Pero qué pasa si me acerco pregunte?- pregunte
-Te capturan inmediatamente res portador de virus – (Pleyadiano), ese virus
te matara de una forma u otra, a ti y a oda la humanidad. NO más preguntas
solo aléjate y protégete.
Inmediatamente yo y mi madre salimos corriendo del edificio, al momento
que corríamos el cielo se tornaba oscuro claro, la adrenalina nos daba fuerzas
y el aliento para que fuéramos lo más rápido posible, tan rápido como el ojo
de un tigre, a la mitad del camino una nave se interpuso al mitad de nuestro
camino, mi madre me tomo de la mano, y comenzó a correr, mientras yo
miraba hacia atrás, toda la ciudad en la cual yo había crecido se estaba
viniendo abajo, en un momento vi que uno de esos hombres venían hacia mí
y me tomo de la mano, mi madre me jalo por la otra mano pero su fuerza no
se comparaba a la del hombre, me resbale de la mano de mi madre, ella

4. seguía corriendo mientras una lagrima tras otra salía de su ojo, voltee a ver la
cara del hombre, esa cara, esa misma cara estuvo en varios sueños míos en
los cuales ellos me tomaban de sorpresa mientras dormía, pero siempre mi
madre me despertaba, pero por esta vez no hubo nadie que me despertara
de aquel sueño horrible que se estaba haciendo realidad, él me dijo una frase
que jamás olvidare:
-Cuando la realidad fantasiosa te llama, no puedes ignorarla. Y me subió a la
nave, cada segundo veía como se alejaba de la Tierra.
-¿Qué es lo que quieres de mí?- pregunte desconcertada.
No hubo NINGUNA respuesta solo siguieron haciendo lo que al principio
hacían, uno de aquello hombres e acercaron a mí y me insertaron un chip
que al colocarlo, en mi brazo, se tatuó aquel signo qué tenía aquel conejo, y
perdí la conciencia, desperté en medio de un bosque, cercas de una
carretera, paso auto solar, y le pedí que me ayudara, solo me hiso un gesto
de que me subiera y en 3 minutos llegamos a casa, note que en vez de ser la
casa colorida y feliz del barrio, se hiso oscura, todo estaba sin vida al entrar a
casa, mi madre estaba tirada en el sofá, pensé que al verme le daría alegría
que nos reencontráramos pero fue todo lo contrario. Torció sus ojos y se
dirigió a su habitación, yo camine hacia la cocina para comer algo, cuando de
inmediato, ella estaba ahí con las orejas del conejo que tenían aquel sello, las
coloco en la entrada de la casa y murió cada persona que pasaba por afuera
de mi casa y veía las orejas, quedaba tirado, todo el mundo murió menos yo y
me quede sola en el mundo, una depresión me hiso pensar varias veces
quitarme la vida pero no lo hice hasta encontrar aquellos hombre aquellos
que me tomaron para descubrir el verdadero mensaje de aquellas palabra,
que me atormentaban cada día y noche, era mi único motivo para vivir hasta
entonces no e encontrado el verdadero significado