El documento presenta seis consideraciones clave sobre las sociedades del conocimiento según el informe de la UNESCO: 1) el conocimiento no puede ser objeto de propiedad intelectual exclusiva, solo su expresión; 2) es impensable una sociedad del conocimiento sin libre circulación de conocimientos entre el Norte y el Sur; 3) el ideal de un dominio público del conocimiento no se ha logrado definitivamente; 4) la información solo dejará de ser datos indiferenciados cuando todos tengan igualdad de oportunidades educativas; 5) la sociedad mundial de la inform
1. Algunas consideraciones desde la comunicación en el informe mundial de la
UNESCO sobre las sociedades del conocimiento incluyen entre otras
Primera, el conocimiento propiamente dicho no puede ser objeto de una
propiedad intelectual exclusiva y lo que puede entrar en el ámbito del régimen
de la propiedad intelectual es la expresión de una idea o una invención, pero
nunca las ideas o los hechos originarios que constituyen dicha expresión.
Segunda, es impensable una sociedad del conocimiento que no esté
basada en la libre circulación de los conocimientos – comprendida la
circulación entre el Norte y el Sur, sean cuales fueren los obstáculos
existentes.
Tercera, el ideal de conseguir un ámbito público del conocimiento, que es un
elemento fundamental de la UNESCO y su Constitución, no se puede
considerar como un logro definitivo.
Cuarta, la información sólo seguirá siendo una masa de datos indiferenciados
hasta que todos los habitantes del mundo no gocen de una igualdad de
oportunidades en el ámbito de la educación.
Quinta, la sociedad mundial de la información en gestación sólo cobrará su
verdadero sentido si se convierte en un medio al servicio de un fin más elevado
y deseable: la construcción a nivel mundial de sociedades del conocimiento
que sean fuentes de desarrollo para todos.
Sexta, las sociedades del aprendizaje tienen que afrontar forzosamente en el
siglo XXI un desafío de envergadura: armonizar la cultura de la innovación con
una visión a largo plazo.
Las dimensiones del profesor y la dimensión institucional se consideran de primer orden, por la
consideración del papel del profesor y de las condiciones institucionales para la incorporación de TIC
en la enseñanza.
Ahora bien, la vieja creencia de que la simple incorporación de la tecnología en el aula soluciona los
“problemas” de enseñanza y aprendizaje, aunque ingenua está aún vigente. Un cambio de actitud
requiere capacitación del docente, lo que lleva a otra problemáticas, así se señala que:
• Aunque en la actualidad una diversidad de enfoques teóricos y cognitivos guían el diseño de
situaciones de aprendizaje o incluso de software educativo tutorial, las características
grupales que influyen en la efectividad de las actividades propuestas no siempre son
contempladas por las teorías.
• Falta material (guías, instrucciones para profesores y alumnos, instrumentos de evaluación
por actividad antes, después y durante la experimentación, etc.) para una adecuada
instrumentación didáctica.
• Las condiciones institucionales limitan la aplicación de las TIC.
Emergen otros interrogantes complejos, ¿Las nuevas generaciones requieren desarrollar nuevas
competencias? ¿Requieren incorporar los nuevos avances tecnológicos para integrarse a la
sociedad de la información?
2. La educación a lo largo de la vida
La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer,
aprender a vivir juntos, aprender a ser.
Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de
profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender
a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
Aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una cualificación profesional sino, más generalmente, una
competencia que capacite al individuo para hacer frente a un gran número de situaciones y a trabajar
en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de
trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a causa del contexto
social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de
interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los
valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con
creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no
menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria,
razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar...
Jaques Delors. La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional sobre la educación para el siglo XXI. Santillana Ediciones/UNESCO.