3. Los mitos no se refieren a las historias relacionadas con las religiones
extintas, según Barthes el mito es el habla, es un sistema de comunicación,
un mensaje sujeto a condiciones lingüísticas.
Barthes nos dice que cualquier objeto, concepto o idea se convierte en
un mito.
Los mitos no son naturales, sino que el ser humano crea la historia con una
intención concreta, para transmitir un determinado mensaje.
4. Los sistemas míticos son generalmente más complejos que los
alegóricos, la semiología es una ciencia de las formas, pues
estudia las significaciones independientemente de su contenido.
Este es un punto clave del sistema semiológico de los mitos,
Barthes postula que los mitos son un sistema semiológico
segundo.
5. Cuando hablamos del mito como un sistema semiológico
segundo nos referimos a un sistema que procede de otro sistema
anterior, que generalmente se puede analizar como signo
lingüístico.
El mito es una especie de sistema parásito, que se adhiere a otro
vaciándolo, alimentándose de su fuerza (su contenido) y
teniendo entidad a partir de él.
7. El signo del primer sistema, se vuelve simple significante en el
sistema del mito.
El signo se vaciaría de su contenido de una manera algo particular para
albergar otro significado diferente y constituir un nuevo signo, el signo
mítico.
Esto es importante, se debe tener claro que el mito no oculta nada:
Su función es la de deformar, no la de hacer desaparecer.
9. El mito puede verse de dos maneras:
Como término final del sistema lingüístico o como término inicial del
sistema mítico.
Como término final del sistema lingüístico lo llamaremos sentido, y como
término inicial del sistema mítico, lo llamaremos forma.
Al significado del segundo sistema (el mítico), lo llamaremos concepto, y
al tercer término, el signo del segundo sistema en el que confluyen forma y
concepto, lo llamaremos significación.