Este documento trata sobre las políticas sociales y el envejecimiento. Explica que el envejecimiento de la población es un fenómeno que está avanzando rápidamente en todo el mundo. A pesar de que Venezuela aún se considera un país joven, también está experimentando el envejecimiento demográfico. El documento analiza las definiciones de políticas públicas y políticas sociales, y explica que las políticas sociales son acciones diseñadas por el Estado para satisfacer las necesidades sociales de la población como salud, educación y seguridad social.
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Políticas sociales para ancianos en Venezuela
1. UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“FRANCISCO DE MIRANDA”
ÁREA CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE GERONTOLOGÍA
POLÍTICAS SOCIALES Y VEJEZ
(Guía instruccional)
Realizada por:
Prof. LILA REYES VALLES
Coro, Enero 2008
2. INTRODUCCIÓN
El fenómeno del envejecimiento de la población, iniciado en los países
desarrollados hace varias décadas, avanza con extraordinaria rapidez en el
mundo en desarrollo. Este hecho, motivo de reflexión, ha impulsado a las
organizaciones internacionales, a los gobiernos, asociaciones científicas y
gremiales, principalmente, a analizar y plantearse planes, acciones y
estrategias que puedan dar respuestas oportunas, adecuadas y
económicamente factibles a los efectos que ocasiona el envejecimiento.
América Latina presenta una marcada tendencia hacia el
envejecimiento de la población, que se estima será mucho más pronunciada
en las próximas décadas, por el incremento de la esperanza de vida y el
descenso de la tasa de natalidad. Sin embargo, aun cuando esta situación
trae como consecuencia diversos problemas sociales (impacto de la
jubilación, deterioro del ingreso, repercusión sobre la calidad de vida del
anciano, el papel de los viejos como población económicamente pasiva), que
deben ser abordados no sólo por el individuo que envejece, sino también por
la familia, la comunidad y el Estado, sólo algunos países han implementado
políticas claras y coherentes. Al respecto, podría mencionarse a Francia,
Japón y Cuba. En estos países se han establecido sistemas de seguridad
social, cuya acción va dirigida a la protección social y de salud para la vejez,
políticas de vivienda para ancianos, programas recreativos, educativos, de
capacitación y de segunda ocupación para ancianos, respectivamente.
A pesar de que Venezuela es un país catalogado como joven, puesto
que su población mayor de 60 años no llega al 10% (Según la Organización
Panamericana de la Salud, indicador necesario para ser considerado
demográficamente viejo); también refleja el fenómeno del envejecimiento
demográfico. Los avances médicos, las mejores condiciones de vida y la
aparición y extensión de la seguridad social y asistencia social que se dieron
en Venezuela a partir de su transformación en una nación de economía
petrolera, han incrementado la población anciana en términos absolutos,
mientras la baja continua de la natalidad y la fecundidad la aumentan en
términos relativos. De hecho, los grupos de edades jóvenes tienden a bajar
y los de 30 y más años se incrementan. Esta juventud demográfica de
Venezuela influye para que las diversas políticas y programas sociales se
destinen mayoritariamente a los sectores jóvenes, relegando a la población
longeva, de escaso peso demográfico.
Se estima que, para el próximo milenio, en Venezuela la tercera edad
superará el 10% del total de los habitantes (OCEI, 1998). Por lo tanto, de
cumplirse esta proyección, el país aceleraría su proceso de envejecimiento
3. demográfico, constituyéndose la vejez en un problema social que los entes
gubernamentales o no deben considerar para iniciar el diseño de políticas
sanitarias y sociales dirigidas a solucionar los problemas del anciano
venezolano, grupo que actualmente carece de servicios de seguridad y
asistencia social que le garanticen una vejez sana y una mejor calidad de
vida (Reyes, 1997).
Frente a esta realidad, se hace necesario que el futuro profesional de
la gerontología se aboque a la planificación y ejecución de políticas,
programas y proyectos tendentes a lograr una mejor calidad de vida del
adulto mayor venezolano. Es entonces, objetivo de este curso conocer las
políticas sociales que en el ámbito internacional y nacional se han
instrumentado para la población anciana.
POLÍTICAS SOCIALES
Definición:
Tal como plantea Ramírez (1999), en esta sociedad, el proceso de
formulación de políticas sociales se convierte en un proceso complejo y un
tanto difícil de desarrollar, principalmente por la variedad de actores y fuerzas
sociales y políticas involucradas en ello. De hecho, el término política está
referido a procesos tanto sociales, políticos como económicos, que conducen
a la toma y ejecución de decisiones que son realizadas por quien o quienes
tienen la autoridad política para ello.
Interesa entonces, definir lo que son las políticas públicas o estatales y
de ellas, específicamente, las políticas sociales.
Políticas Públicas:
Al respecto, Maingon (1993) establece que:
Por políticas públicas o estatales vamos a entender aquel
proceso a través del cual una política es formulada e
instrumentada por el Estado y cuyo impacto está dirigido a un
segmento mayoritario de la población. En un sentido racional,
el término público en una política se refiere al interés de una
población afectada. Se concibe la política pública o estatal
4. como un conjunto de acciones y omisiones que manifiestan
una determinada modalidad de intervención del Estado en
relación con una cuestión que sea de interés para otros actores
de la sociedad civil (p. 82).
Las políticas públicas, son políticas contempladas dentro de los planes
de la nación, diseñados y ejecutados por los organismos del gobierno y que,
van dirigidas a todos los habitantes del país y, muy especialmente, a la
población de bajos recursos.
Políticas Sociales:
Abordando conceptualmente lo que se entiende por política social, se
tiene, entonces, que una política pública o de gobierno tiene acción o
impacto directo sobre el bienestar de los ciudadanos, proveyéndolos en
última instancia, de servicios o ingresos.
La política social forma parte de los mecanismos que regulan,
construyen y mantienen el bienestar social de la población. En término
generales es una política pública, pero su especificidad está dada, por un
lado, por los objetivos y significados de su acción, y por el otro, por la
direccionalidad de los mismos.
Maingon (1993), al definir la política social, lo hace desde dos óptica,
una macro y otra, micro, tal como lo expresa:
Una definición macro de política social, la identificaría con el
conjunto de todos los medios utilizados para alcanzar los
objetivos considerados como sociales. Aquí la política
económica sería parte de la política social. Una definición micro,
la reduciría al conjunto de medidas tomadas en los sectores
sociales, con un criterio institucional y que intentan responder a
las demandas de determinadas poblaciones objetivos. En este
caso, las políticas sociales serían subsidiarias de las políticas
económicas (p. 84).
Esto implica que, si bien existen diferencias entre la política económica
y la social, ambas están relacionadas, y la política social debe apoyarse en la
económica para poder cumplir con su objetivo. Sin embargo, las políticas
sociales a diferencia de las económicas, se refieren con más claridad a un
determinado proyecto de sociedad; pues están referidas específicamente a
5. diversos sectores que normalmente se identifican con salud, educación,
vivienda y seguridad social.
Según Lima (1977), la estructuración de las políticas sociales no ha
seguido un camino único, siempre han respondido y son producto de la
situación social, económica y política de las sociedades y épocas de las
cuales son parte. En cada momento habrá demandas y problemas a los
cuales hay que dar respuestas, y estas políticas vienen a constituir un
conjunto de directrices y estrategias que se formulan aludiendo al bienestar
humano en general, usualmente diseñadas a partir del Estado.
En este mismo orden de ideas, Méndez (1992), define a la política
social desde un enfoque integral, al considerar que:
La política social concebida globalmente concretiza un ideal de
hombre y un proyecto de sociedad. La concepción de una
estrategia de desarrollo nacional es, en sí, la más clara y
terminante definición de la Política Social. Sin embargo, no es
ésta la noción con que ella se nos presenta en el ámbito de
situaciones concretas, como es el caso de la acción
gubernamental en Venezuela (p. 139).
Dentro de este mismo enfoque, Martínez (1975) considera que la
política social en una dimensión de proyección humanística, establece el
compromiso, la obligación y la responsabilidad que tiene el Estado en
garantizar el bienestar de la población. Este bienestar está dado por la
existencia de condiciones económicas, políticas y socioculturales capaces
de crear y garantizar a la población, la satisfacción integral de sus
necesidades.
Y esta política social, donde el Estado tiene un rol protagónico, varía de
acuerdo a la situación política, económica y social del país. Así, se tiene que
en Venezuela, al igual que otros países de Latinoamérica, las políticas
sociales han venido sufriendo transformaciones que van desde unas políticas
universalistas hasta una políticas focalizadas, en función de los recursos y de
la población objetivo hacia donde se dirigen dichas políticas.
De hecho, por mucho tiempo la acción del Estado venezolano se
centró en la extensión de los servicios de salud, educación, vivienda y
seguridad social a la población en general. Posteriormente, como
consecuencia de la crisis económica de la década de los ochenta, la política
social universalista del Estado se orientó a focalizar la atención hacia la
6. población más vulnerable; se diseñaron entonces, programas para ser
aplicados a determinados sectores de la población y por lapsos de tiempo
determinado.
Fue así como grandes programas sociales comenzaron a desarrollarse
en todo el país para compensar el deterioro acelerado de la calidad de vida
del venezolano y, frente a la pobreza crítica que alcanzó al 80% población,
el gobierno se vio en la necesidad de apelar a medidas que sirviesen como
paliativos, “remedios de emergencia” ante la crisis. No obstante, la
orientación de las políticas sociales de emergencia y los cuantiosos recursos
que se utilizaron como paliativo de “contrapeso” a la crisis, no guardan
correspondencia y por tanto, no han permitido combatir la pobreza, ni mucho
menos erradicarla (Ramírez, 1999).
De allí, que se pueda concluir que las políticas sociales son todas
aquellas estrategias y acciones planificadas por el Estado mediante
programas y proyectos, dirigidas a satisfacer necesidades específicas de la
población, bajo la categoría de “sociales” (vivienda, salud, educación,
seguridad social…), con la finalidad de lograr el desarrollo humano, con
equidad, para la lograr un adecuado nivel de vida de la población en general.
Las políticas sociales son diseñadas por el Estado, dentro de los
planes de la nación, para ser ejecutadas por los organismos
gubernamentales (ministerios, institutos, organizaciones…) y no
gubernamentales ( asociaciones, fundaciones…).
Políticas Sociales. Clasificación:
Se conocen diversas clasificaciones según objetivos, contenido,
extensión y metas específicas que resultan de gran importancia conocer y
explicar para establecer las características esenciales que asume los
Programas o Proyectos a través de los cuales se explicitan las políticas
sociales en diversos niveles territoriales de gobierno a nivel nacional,
regional-estadal y municipal-local.
1. De acuerdo con sectores o áreas de la realidad social que
intervienen, encontramos:
Políticas de educación y cultura: aquellas que articulan y organizan
los mecanismos de transmisión del conocimiento, la información, el
aprendizaje y la educación, formación y capacitación del recurso humano
7. Políticas de salud: aquellas que gerencian la organización técnico-
administrativa, la promoción, la reglamentación, la infraestructura y los
servicios que proveen y garantizan la salud de la población, tanto a nivel
público como privado.
Políticas de vivienda: aquellas que permiten la gerencia y
organización de la construcción, equipamiento, distribución, acceso, costo y
legislación jurídica de la vivienda.
Políticas del ambiente: aquellas que gerencian la organización y
cuidado del medio ambiente.
Políticas de recreación: aquellas que gerencian la organización
técnico-administrativa, la reglamentación jurídica, la infraestructura y los
servicios que garantizan y proveen la recreación y ocio de la población.
Políticas de servicios públicos: aquellas que gerencian y organizan
la provisión, reglamentación y regulación de los servicios llamados “públicos”
tendentes a garantizar y proveer bienestar social a la colectividad.
Políticas de seguridad personal o ciudadana: aquellas que
permiten la organización técnico-administrativa, la reglamentación jurídica y
los servicios que garanticen la seguridad ciudadana, el orden público y la
seguridad personal de los habitantes.
Políticas de Seguridad Social: Son todas aquellas acciones y
beneficios que la población inserta en la economía formal activa
(trabajadores), gubernamental y privada, recibe del Estado en forma de
seguros y subsidios. Esto beneficios se extienden hasta la familia del
trabajador e igualmente, los sigue disfrutando una vez jubilado.
En Venezuela, la seguridad social es ejercida a través del Instituto
Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), que es un cuerpo consolidado de
los sistemas de seguridad social. Los trabajadores reciben beneficios en
materia de salud, incapacidad, pensiones de vejez en otros, y para ello,
tanto el trabajador y el patrono (oficial o privado), mediante cotizaciones
aporta al instituto un porcentaje de su salario.
Políticas de Asistencia Social: Es el conjunto de actividades
gubernamentales o no que tienen por finalidad prestar ayuda a individuos o
grupos necesitados social o económicamente, carentes de protección social
(seguridad social). Estas políticas son diseñadas por el Estado y deben ser
ejecutadas por todos los organismos, instituciones o asociaciones,
8. independientemente, que estén adscritos o no al gobierno nacional. Ej. El
programa de centros de atención diaria para la atención de ancianos de
bajos recursos económicos, que pueden ser realizados por el INAGER o por
organizaciones no gubernamentales (ONG).
Políticas de Asistencia Pública: Es toda ayuda, a través de
programas, proyectos o acciones, las organizaciones dependientes del
gobierno nacional, proporciona a un individuo o grupo, necesitados social o
económicamente. Ej. Pensiones de vejez otorgadas por el INAGER,
gobernaciones, alcaldías.
Políticas de Autogestión comunitaria: Está referida al conjunto de
actividades adoptadas por la propia comunidad, para lograr una mejor
calidad de vida de sus habitantes o de un grupo específico de la comunidad.
Por ejemplo, el club de ancianos de Mene de Mauroa, organizado y dirigido
por la propia comunidad para atender a los ancianos solos o de bajas
condiciones socio-económicas del municipio.
De acuerdo con la población objetivo: son políticas a través de
programas sectoriales dirigidas a cubrir necesidades en grupos sociales
diferenciados. Dirigidas a población objetiva como:
Marginados del aparato productivo, como consecuencia de sus
características personales o de privación: niños, mujeres, ancianos,
discapacitados…
Vulnerables por la debilidad de sus ingresos: población en extrema
pobreza, trabajadores desempleados e informales, población indígena…
De acuerdo con la cobertura:
Universalistas: de dos tipos:
Universalistas estatales, aquellas que permiten que toda la
población, independientemente de su grado de necesidad o ingreso disfrute
de las prestaciones u oferta de un servicio social público brindado por el
Estado.
Universalistas societales, aquellas políticas de servicios sociales o
públicos que satisfacen el bienestar colectivo, bajo pagos diferenciados. Son
servicios garantizados y vigilados por el Estado pero provistos o producidos
por el saector privado-mercado o el sector público.
9. Focalizadas o selectivas aquellas dirigidas a satisfacer necesidades
de los grupos vulnerables o excluidos.
De acuerdo al prestador o diseñador de la política social: según quien
sea el actor oferente de las prestaciones o servicios o quien diseña o formula
las políticas a nivel nacional, regional y municipal-local; pueden ser:
Públicas o estatales: diseñadas, implantadas, controladas o
evaluadas y financiadas por organismos o instituciones del sector público
nacional, regional o municipal-local, con cobertura universalista o focalizada.
Privadas: dentro de éstas se distinguen las privadas con fines de
lucro y privadas sin fines de lucro. Las primeras son aquellas diseñadas,
ejecutadas y financiadas por instituciones privadas bajo los lineamientos del
mercado de pago por sus servicios o prestaciones. Las segundas, aquellas
políticas diseñadas, ejecutadas y financiadas bajo responsabilidad
comunitaria por ONGs, fundaciones, asociaciones, etc. Bajo pagos
diferenciados, gratuitos o solidarios.
Políticas Sociales y Vejez:
Demográficamente, en Latinoamérica se ha venido observando un
aumento progresivo de la población de 60 años y más: Los Ancianos. En
este sentido, se estima que para año 2000 será de 42, 5 millones (7,9%) y
para el año 2025, de 96,9 millones (12,8%) y la esperanza de vida al nacer
en América Latina, para el período 2020/25, será de 71,8 años lo que
significa un incremento de 20,6 años en un de 75 años (Organización
Panamericana de la Salud, 1992).
Las cifras revelan la urgente tarea que debe afrontar América Latina
en un futuro inmediato sobre la formulación, aplicación y evaluación de
políticas sociales dirigidas a la tercera edad, que tiendan a resolver la
problemática que ya empiezan a confrontar los diferentes gobiernos con el
crecimiento de la población envejeciente.
Políticas sociales internacionales:
En la Conferencia Internacional sobre Envejecimiento, realizada del 15
al 16 de octubre de 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y,
10. posteriormente, en el Pronunciamiento de Consenso sobre Políticas de
Atención a los Ancianos en América Latina, hecho por la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro Latinoamericano de
Demografía (CELADE) en Santiago de Chile, del 02 al 06 de noviembre del
mismo año, se promulgaron los derechos de los ancianos y se exhortó a los
gobiernos del mundo, especialmente a los de los países en desarrollo, a la
aplicación del Plan Internacional sobre el Envejecimiento, el cual fue
aprobado y firmado por 124 países (entre ellos, Venezuela) asistentes a la
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Viena del 26 de
julio al 06 de agosto de 1982, donde se decidió que:
Individual y colectivamente, formularán y aplicarán políticas a los
niveles internacional, regional y nacional para realzar la vida de
las personas de edad como individuos, a fin de que, espiritual y
físicamente, disfruten plena y libremente de sus años avanzados
en paz, salud y seguridad (ONU, 1982, p.9).
De hecho, países como España, Cuba y Colombia han decidido
cumplir con las disposiciones de la ONU. Así, en España se llevan a cabo
programas de base comunitaria y de fomento de la salud a través de clubes
diurnos, hogares de residencia para ancianos, voluntariado con y para la
tercera edad y autocuidado, entre otros.
Cuba, desde el año 1970 viene aplicando políticas y programas de
seguridad y asistencia social, tales como pensiones de vejez por concepto de
jubilación, invalidez, viudez, asistencia social; sistemas de atención al
anciano en materia de salud, atención geriátrica hospitalaria, hospitales de
día, atención primaria de salud en ancianos y, en materia social, a través de
los círculos del abuelo, comedores, viviendas, ayuda domiciliaria y hogares
de ancianos, buscan ampliar la inserción e interacción social de este grupo
de edad de su comunidad.
Y, en Colombia, se desarrollan programas de voluntariado con y para
ancianos, fomento y promoción de la segunda ocupación en ancianos, a
través de las panaderías “Pan-Vida”, lavanderías “Lava-Vida” y los
almacenes “Canitas”, donde los ancianos son los dueños y administradores.
Políticas sociales nacionales:
En Venezuela se presenta la misma situación que se viene
observando en el mundo y, específicamente, en América Latina, donde
demográficamente la población nacional ha evidenciado variaciones
11. significativas. Según la Oficina Central de Estadística e Informática, para el
año 1995, Venezuela contaba con 21.844.496 habitantes, de los cuales
1.339.787 eran ancianos, que representaban el 6,12% de la población total;
para el año 2000, la población venezolana se ha estimado en 24.169.744,
con un total de 1.593.585 personas de 60 años y más, o sea, el 6,6%. Más
aún, para el año 2025 se proyecta en 37.999.168 habitantes, de los cuales
4.355.092 serán ancianos, es decir, el 11% de la población (OCEI, 1998). Se
podrá, entonces, inferir, tal como lo especifica la Organización Panamericana
de la Salud (OPS), que Venezuela deja de ser el país joven que hoy día se
pregona para convertirse en uno viejo.
Cabe señalar que las variaciones demográficas descritas son producto
de los siguientes factores: disminución de la tasa de natalidad y de la
mortalidad infantil, incremento paulatino de los servicios de salud e
incorporación de mejoras científico-técnicas en el ámbito nacional, los cuales
han influido favorablemente en la esperanza de vida al nacer del venezolano.
Estos aspectos inciden en los indicadores de esa esperanza de vida, la cual,
para el quinquenio de 1990/95, estaba en 71,77 años para ambos sexos
(68,95 para el hombre y 75,74 para la mujer); ya que las proyecciones
determinan que para el quinquenio 2000/05, la esperanza de vida al nacer se
ubicaría en 73,74 años para ambos sexos (70,92 para el hombre y 76,7 para
la mujer) y cerrarían con una prospección demográfica, para el lapso
2020/25, de 77,02 años (74,18 para el hombre y 80,1 para la mujer) (OCEI,
1995, p.33).
Frente a este aumento progresivo de la población anciana venezolana,
en Venezuela, en materia de políticas sociales dirigidas a este grupo es
poco lo que se ha planificado, a pesar de que hay un organismo planificador,
ejecutor y rector de las políticas (económicas, culturales y de protección y
asistencia social) que se destinan a la vejez, como es el Instituto Nacional de
Geriatría y Gerontología (INAGER), creado en el año 1949 para atender a
toda la población anciana del país, y la Ley del Instituto Nacional de
Geriatría y Gerontología, la cual establece la asistencia y protección a los
ancianos desasistidos y, a su vez, prestar atención integral a éstos, ya sea
por falta de recursos económicos y/o abandono familiar (INAGER, 1978).
En la actualidad apenas se atiende un mínimo porcentaje de ancianos de
escasos recursos económicos, sin que hasta ahora se haya desarrollado ni
fortalecido una estructura gerencial que le permita al INAGER prestar un
mejor servicio y asistencia social a su población objetiva: los ancianos.
En nuestro país, la realidad está impregnada de limitaciones en
cuanto a la atención del anciano, puesto que no existe una política social
definida y estructurada dirigida a este grupo de edad y son muy débiles las
12. políticas de seguridad y asistencia social para las personas de la tercera
edad. Esto debido, quizá, a que la juventud demográfica del país hace que la
presión para lograr mejoras en la vida del anciano sea débil.
Las políticas que hoy se siguen en el nivel gubernamental son, por un
lado, asistenciales, ejecutadas a través del Instituto Nacional de Geriatría
(INAGER) y dirigidas más que todo al internado del viejo, lo cual contribuye a
que la familia respondiendo a la imagen social estereotipada que asocia a la
vejez con inutilidad, carga social y muerte, entre otras, lo abandonen,
olvidando que éstos necesitan afecto, protección y respeto. Y por el otro
lado, las de Seguridad Social, a través del Instituto Venezolano de Seguro
Social (IVSS), además de las jubilaciones que otorgan contadas empresas.
También existe la política de pensiones otorgadas por el Seguro Social,
INAGER y algunas gobernaciones y alcaldías de los estados. Sin embargo,
son políticas de buena voluntad pero de poca efectividad, ya que las
pensiones otorgadas por el IVSS sólo se dan a aquellos ancianos que han
cotizado a este organismo, siendo siempre inferiores al salario mínimo. En
cuanto al INAGER, las llamadas ayudas económicas que se asignan tienen
restringida cobertura poblacional y montos muy bajos, insuficientes para
satisfacer siquiera las necesidades básicas. Lo mismo ocurre con las ayudas
de gobernaciones y alcaldías, que además tienen procedimientos
administrativos demorados para su asignación y cobro.
Cabe destacar, que ya el sistema de salud, la seguridad social y la
asistencia social para la vejez han colapsado, lo cual amerita una
reestructuración ante las nuevas exigencias del envejecimiento demográfico
en Venezuela, que brinde soluciones a corto y mediano plazo, las cuales
rompan con los esquemas aplicados hasta el momento y permitan cumplir
con las expectativas de bienestar en la vejez.
Tal como lo plantea Reyes (1996), corresponde al Estado, a la
sociedad civil y a la familia responder al justo derecho de la población
envejeciente del país. Se están exigiendo cambios importantes, tanto en la
estructura y funcionamiento familiar, como en la dinámica familiar; que
deben darse en todos los niveles para el logro del bienestar biopsicosocial
del anciano; transformaciones que vayan desde el restablecimiento de su
dignidad como persona, su espacio en el hogar y en la sociedad, la
satisfacción de sus necesidades y proyectos de vida, hasta el derecho de
que se planifiquen y ejecuten verdaderas políticas sociales que le faciliten su
inserción y participación en el proceso de desarrollo integral (económico y
social y político), hacia el cual debe ir encaminado el país actualmente en
crisis y donde los ancianos, también, deben ser actores sociales.
13.
14. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Anzola Pérez, E. (1993). Análisis comparativo del envejecimiento en Brasil,
Colombia, El Salvador y Venezuela. (Cuaderno Técnico Nº 38).
Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud.
Cárdenas, Nersa (2002). Conceptualización. Factores y procesos del
desarrollo social y la política social en América Latina hoy. Maracaibo:
Facultad de Economía. LUZ.
Naciones Unidas (1983). Plan de Acción Internacional de Viena sobre el
Envejcimiento. Nueva York.
Naciones Unidas (1992). Proclamación sobre el Envejecimiento. Reunión
Plenaria Nº 42. Nueva York.
Oficina Central de Estadística e Información (1995). Estimaciones y
proyecciones demográficas hasta el 2010. (actualización al 15 de enero
de 1998). Caracas, Venezuela.
Organización Panamericana de la Salud y Centro Latinoamericano de
Demografía (1992). Pronunciamiento de Consenso sobre Políticas de
Atención a los Ancianos en América Latina. Santiago de Chile.
Reyes, L. (1997). Trabajo Comunitario y Vejez. Trabajo no publicado.
Programa de Gerontología, Universidad Nacional Experimental
Francisco de Miranda. Coro, Falcón.