1. La vía percutánea es una de las vías mas importantes en la transmisión
de la hepatitis B
Gran parte de las hepatitis transmitidas por transfusión sanguínea no son causadas por
el HBV.
En los pacientes con hepatitis aguda de tipo B no hay antecedentes de ninguna
exposición percutánea identificable.
Se ha detectado HBsAg en casi todos los líquidos corporales de las personas infectadas y
al menos algunos de estos líquidos corporales (en especial semen y saliva)
2. Entre las vías no percutáneas de
transmisión del HBV se ha
demostrado que la oral es una ruta de
contagio potencial pero ineficaz
Las dos vías no percutáneas cuyo
impacto se considera mas importante
son el contagio intimo y la
transmisión perinatal
La transmisión perinatal ocurre en
niños nacidos de madres portadoras
de HBsAG o de madres que padecen
hepatitis B aguda durante el tercer
trimestre del embarazo o en el
puerperio inmediato
3. La transmisión perinatal pueden ser adquiridas intrauterinas, datos epidemiológicos surgen
que las infecciones se presentan en el parto y no guarda relación con la lactancia
La probabilidad de transmisión perinatal del HBV depende de la presencia de HBeAg: 90%
de las madres positivas para HBeAg transmite la infección a sus hijos, a diferencia de sólo 10
a 15% de las madres anti-HBe-positivas.
La infección aguda en el recién nacido es asintomática, pero es muy probable que el niño
conserve la infección crónica.
4. Hay >350 a 400 millones de portadores de HBsAg en el mundo, que
constituyen el principal reservorio de hepatitis B en la especie
humana.
La presencia de HBsAg es poco frecuente (0.1 a 0.5) en las
poblaciones de EEUU y Europa occidental, en el Lejano Oriente y
en algunos países tropicales se observo una prevalencia de 5 a
20%.
Grupos con tasas altas de infección por le HBV son cónyuges de
personas promiscuas, profesionales dedicados a la atención de la
salud, personas que trabajan o residen en centros para pacientes
con deficiencia del desarrollo, presidiarios y familiares de los
pacientes con infección crónica.
5. En donadores altruistas de sangre, la prevalencia de antí-
HBs, que refleja la infección previa por HBV oscila entre el
5 y 10%.
Esta tasa es mas alta en personas de nivel
socioeconómico bajo, en ancianos y en personas que
están expuestas a sangre y sus derivados.
La detección sistémica del virus e la sangre de donadores
es sensible y el riesgo de adquirir infección por HBV a
través de una transfusión sanguínea es uno de 23000.
6. En el Lejano Oriente y en África, la hepatitis B es una enfermedad de recién nacidos y niños
pequeños que se perpetúa por medio de un ciclo de transmisión materno-neonatal.
En Estados Unidos y en Europa occidental, la hepatitis B es, en esencia, una enfermedad de la
adolescencia y de las primeras etapas de la vida adulta, periodos de la vida en que suelen ser más
frecuentes los contactos sexuales y la exposición percutánea recreacional o laboral.
La introducción de la vacuna contra hepatitis B a principios de la década de 1980 y la adopción de
políticas de vacunación universal en la infancia en muchos países ha propiciado un descenso
drástico cercano al 90% en la incidencia de nuevas infecciones por HBV
7.
8. En los países mediterráneos, la infección
por HDV es endémica en sujetos con
hepatitis B y se transmite por rutas no
percutáneas (contacto intimo)
En zonas no endémicas, como EEUU y
norte de Europa, la infección por el HDV
está restringida a personas con exposición
frecuente de sangre y hemoderivados en
particular drogadictos y hemofílicos
9. Los movimientos
migratorios y las
conductas humanas
que facilitan el
contacto percutáneo
intervienen de modo
importante en la
propagación de la
infección por le HDV
A escala mundial se
observa un
decremento en la
frecuencia de
infección por HDV al
final de la década de
1990
La frecuencia de
infección por HDV en
la primera década
del siglo XX no ha
descendido por
debajo de los niveles
alcanzados durante
la década de 1990
10. La búsqueda sistemática de HBsAg en donadores de sangre y la eliminación de las donaciones
retribuidas de sangre a principios de la década de 1970 redujo la frecuencia de las hepatitis
secundarias a transfusiones, pero no las elimino.
11. La probabilidad para
adquirir hepatitis tras
recibir sangre procedente
de donadores altruistas
analizada para identificar
HBsAg era casi del 10%
El 90 a 95% de estos casos
se clasificaban como
hepatitis no A, no B.
En pacientes que
necesitaban transfusiones
de derivados obtenidos de
múltiples donaciones, el
riesgo era mayor.
12. Estos logros se complementaron con la aplicación de pruebas de PCR automatizadas en sangre donada para
determinar RNA de HCV lo que consigo una disminución en el riesgo de la infección con HCV por transfusiones
a uno en 2.3 millones de transfusiones.
Un análisis prospectivo de la hepatitis secundaria a transfusiones realizado entre 1986 y 1990 puso de
manifiesto que la incidencia de hepatitis asociada a transfusión había descendido desde una tasa inicial de
3.8% por paciente hasta 1.5% por paciente
La introducción de los análisis anti-HCV de segunda generación redujo la frecuencia de
hepatitis C relacionada con transfusiones a niveles casi imperceptibles, uno en 100 000
A finales de la década de 1980 y comienzo de 1990, la aplicación de marcadores indirectos de la hepatitis no A
y no B y anti-HBc, identificaba l sangre con mayor probabilidad de transmitir la hepatitis no A no B.
Cuando se descubrió el HCV de los inmunoanálisis de primera generación para anti-HCV,
redujo la frecuencia de hepatitis asociada a transfusiones
13. La hepatitis C puede
transmitirse por medio de otras vías percutáneas
Como el uso de
drogas
por vía intravenosa.
Exposición laboral a la
sangre y la
probabilidad de
resultar infectado
aumenta en las
unidades de
hemodiálisis
14. Los datos serológicos de infección por HCV se
presentan en 90% de los pacientes con un antecedente
de hepatitis relacionada con transfusiones en los
hemofílicos y otros pacientes tratados con factores de
la coagulación.
Los usuarios de drogas intravenosas; en 60 a 70% de
los pacientes con hepatitis “no A, no B” esporádicas
que carecen de factores de riesgo identificables
0.5% de los donadores de sangre voluntarios; y según
la encuesta más reciente realizada en Estados Unidos
entre 1999 y 2000, en 1.6% de la población general en
Estados Unidos, lo que se traduce en 4.1 millones de
personas (3.2 millones con viremia).
15. La hepatitis C comprende
40% de las hepatopatías
crónicas, es la indicación
más frecuente para
trasplante de hígado y se
estima que es la causa de 8
000 a 10 000 fallecimientos
al año en Estados Unidos.
Entre 1988 y 1994, los
varones adultos de 30 a 40
años de edad tenían la mayor
prevalencia de infección por
HCV, pero en una encuesta
realizada entre 1999 y 2000,
el intervalo de edad con
incidencia máxima se había
modificado a los de 40 a 49
años La distribución de los
genotipos de HCV varía en
las diferentes partes
del mundo. En todo el
mundo, el genotipo 1 es el
más común
16. En todo el mundo, el
genotipo 1 es el más
común
El genotipo 1 contribuye con
70% de las infecciones por HCV,
en tanto que los genotipos 2 y
3 contribuyen al 30% restante;
entre los estadounidenses de
raza negra, la frecuencia del
genotipo 1 es aún más alta, es
decir, de 90%.
El genotipo 4 predomina en
Egipto; el genotipo 5 está ubicado
en Sudáfrica y el genotipo 6 en
Hong Kong.
17. La mayoría de los donadores
asintomáticos de sangre que
resultan tener anticuerpos
contra HCV
Cerca del 20 al 30% de los
casos notificados de
hepatitis C aguda no
corresponden a algún grupo
reconocido de riesgo
18. El HCV se
puede
transmitir
también
por vía
sexual y
perinatal
El 10 a 15% de los pacientes con hepatitis C aguda refieren un
posible contagio sexual, la mayor parte de los estudios no han
podido demostrar la transmisión sexual de este microorganismo.
La posibilidad de transmisión sexual y perinatal se ha estimado
en cerca del 5%, tasas muy por debajo de las que se observan en
las infecciones por VIH y HBV.
La transmisión sexual parece estar limitada a subgrupos como las
personas con múltiples parejas sexuales y con enfermedades de
transmisión sexual; la transmisión de la infección por el HCV es
rara entre las parejas sexuales estables y monógamas.
19. La lactancia materna no incrementa el riesgo de infección por
el HCV entre una madre infectada y su hijo.
Los trabajadores tienen más probabilidades de adquirir la
infección a través de punciones accidentales con agujas; la
eficacia de esta vía es alrededor del 3%.
La infección de los contactos domésticos del paciente también
es rara.
20. Otros grupos que presentan frecuencia creciente de infección por HCV son
los pacientes en hemodiálisis y los receptores de trasplantes de órganos, así
como los que necesitan transfusiones a causa de la quimioterapia para el
tratamiento del cáncer.
En individuos inmunodeprimidos los valores de anti- HCV pueden ser
indetectables y para establecer el diagnóstico sea necesario recurrir a
la determinación del RNA del HCV
21. Este tipo de hepatitis, identificada en India, Asia, África, Oriente Medio y Centroamérica
se parece a la hepatitis A en su mecanismo de diseminación enteral.
Los casos que se detectan en forma habitual se producen por contaminación del suministro de agua, como
ocurre tras las lluvias monzónicas, pero también ocurren casos esporádicos aislados
22. Un dato epidemiológico que diferencia al HEV de otros microorganismos de transmisión entérica es
la baja frecuencia de la transmisión interpersonal desde los sujetos infectados a los que están en
contacto cercano con ellos.
• Las infecciones surgen en poblaciones inmunes al HAV y muestran predilección por los adultos
jóvenes
En zonas endémicas, la prevalencia de anticuerpos para HEV es ≤40%.
• En zonas no endémicas del mundo, como en Estados Unidos, la hepatitis E aguda clínicamente
manifiesta es muy rara; sin embargo, la prevalencia de anticuerpos a HEV puede alcanzar cifras
de hasta 20% en estas regiones.
23. En zonas no endémicas, el HEV no contribuye a alguno de los casos
esporádicos de hepatitis “no A, no B”; sin embargo, en Estados Unidos
se han observado casos importados de zonas endêmicas.