1. UNIVERSIDAD YACAMBU
FACULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA DE PSICOLOGIA
FISIOLOGIA Y CONDUCTA
AUTOR:
SUSANA A. GUILLEN R.
EXPEDIENTE: HPS-171-00086V
PROF. XIOMARA RODRIGUEZ
SEPTIEMBRE, 2017
2. Un instinto es una especie de fuerza interior que nos impulsa a actuar de una determinada manera para
satisfacerlo, por lo tanto, el instinto sexual es una fuerza interior, algo así como una acumulación de energía, que nos
impulsa a liberarla a través de una práctica sexual. mientras que en el resto de las especies animales esto funciona
exactamente así, en las personas varía un poco, porque el instinto está mezclado con otras cosas que influyen sobre
él.
Así, entre los animales, el instinto está presente como garantía da procreación y, en consecuencia, de la
conservación de la especie, y no parece tener otra finalidad conocida. su activación es biológica, mediada sobre todo
por el aumento de una serie de hormonas específicas, y cuando ésta se produce, con carácter cíclico, da lugar al
llamado período de celo, que se traduce en la búsqueda no deliberada de pareja sexual y la copulación, que tiene
lugar en repetidas ocasiones hasta que cesa la activación (el celo).
Entre las personas, la activación del instinto sexual también tiene un componente biológico, mediado
por la presencia de hormonas específicas pero, sobre todo, por algunos otros factores, como una imagen, un
pensamiento, un olor, o un ligero roce, un sueño… y esto es así, porque entre las personas la finalidad de la
sexualidad no es únicamente la procreación, si no también el de obtener placer, que se produce a través de
la liberación de la energía de la que hablábamos antes.
3. Las disfunciones sexuales pueden tener múltiples causas, pero suelen clasificarse en:
– Factores psicógenos: factores de índole psicológico como estrés, ansiedad, incomodidad, estado de ánimo
bajo, preocupaciones, etc.
– Factores orgánicos: es muy poco común, pero hay algunas situaciones concretas que pueden asociarse
con alguna condición orgánica.
– Combinados o asociados: se han definido características asociadas como el estado de salud, la cultura,
factores que tienen que ver con la relación (poca comunicación, discrepancias entre los gustos sexuales),
vulnerabilidad individual (baja autoestima, mala imagen corporal, haber sufrido abuso emocional o sexual),
presentar otros trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad), estar pasando por situaciones estresantes como
un duelo, factores religiosos, educativos o, los relacionados con condiciones médicas que pueden empeorar la
disfunción existente.
4. Según la complejidad y desarrollo intelectual del ser humano, podemos clasificar los instintos de la
siguiente manera:
INSTINTOS VITALES: Son los más primarios y comunes entre seres humanos y animales. Tienen por finalidad la
conservación de la existencia del sujeto, de su familia o de su especie. Son los llamados instintos de supervivencia, que
velan por el sustento y mantenimiento de la vida, al igual que evitan la destrucción o la muerte. Entre ellos destacan:
- instinto de nutrición que determina una serie de pautas de comportamiento dirigidas a la obtención de alimento y agua.
Se pone en marcha por el estímulo interno del hambre o la sed, y en función de las necesidades corporales. Según el
desarrollo en la escala evolutiva del animal, la conducta nutritiva será proporcionalmente más compleja: desde un simple
acercamiento a la comida (como ocurre con el gusano) a la más compleja técnica de caza de una manada de lobos.
- Instinto sexual, que está encaminado a la conservación de la especie. Impulsa, por la atracción erótica, el acoplamiento
entre ambos géneros, con fines procreativos.
- Instinto de lucha y huida, dirigidos a la protección de la integridad física frente a la agresión externa.
- Instinto de guarida y búsqueda de calor, cuyo fin es protegerse de las inclemencias climáticas. Clara manifestación de
este instinto son las migraciones de las aves.
INSTINTOS DE PLACER: Son un poco más complejos y selectivos que los anteriores. Son ya más típicos del ser
humano, aunque algunos animales, los más evolucionados, pueden poseerlos también en sus patrones de conducta.
Tienen como finalidad el proporcionar placer y aumentar el bienestar individual. Generalmente, consisten en una
selección y refinamiento de los instintos vitales. Así, en la nutrición, el ser humano elige determinados alimentos
buscando más el placer que satisfacer su apetito. Igualmente, al beber, incluye los néctares como complemento del
agua para aliviar la sed.
No se conforma con un refugio, sino que busca comodidades en su hogar. La sexualidad llega a desligarse de los fines
procreativos para encaminarse hacia la relación placentera. E incluso añade consumos superfluos e innecesarios, como
el tabaco, el alcohol y las drogas, con el único fin de estimular sus sentidos.
INSTINTOS SOCIALES: Incitan al individuo a la formación de colectividades y a situarse dentro de las mismas con un
cierto rango. Entre los instintos sociales destacan: la necesidad de compañía, de prestigio, de poder y de propiedad.
INSTINTOS CULTURALES: Más propios del ser humano culto y civilizado. Entre ellos destacamos la «ambición» de
saber, las inclinaciones artísticas, la investigación, las tendencias filosóficas y religiosas, etc. Así, si en los animales los
instintos constituyen el motor de su vida, en el ser humano éstos pasan a un segundo plano, situándose tras los actos
voluntarios y conscientes.
5. En términos sencillos, el sexo es todo aquello que está involucrado con los genitales y
está muy relacionado con la reproducción humana. Una gran mayoría suelen confundir sexo-genital
con sexualidad. La genitalidad es un aspecto orgánico del sexo, se trata de la condición humana
que nos distingue como hombres y mujeres, desde el punto de vista heterogaméticos, es decir el
conjunto de órganos sexuales masculinos o femeninos.
La sexualidad se relaciona con el desarrollo psicobiosocial del individuo. Se trata de
un elemento básico de la personalidad, un modo de ser, de manifestarnos y comunicarnos con los
otros. Se incluye nuestra anatomía sexual y reproductiva pero también otros factores como:
- Sí incluye la anatomía sexual o genital (caracteres femeninos o masculinos), pero también:
- Sexo biológico: masculino, femenino o intersexual.
- Género: niño, niña, hombre, mujer, transgénero, etc.
- Orientación sexual: Heterosexual u homosexual.
- Identidad sexual: como nos sentimos respecto a nuestro género u orientación sexual.
- Imagen corporal: Cómo nos sentimos con respecto a nuestro cuerpo.
- Deseos: pensamientos y fantasías.
- Filias eróticas: fetichismo, gusto por la pornografía, comportamiento sadomasoquista, etc.
- Vida emocional y familiar.
- Cultura y educación.
6. La cultura regula el uso de la agresión en las relaciones interpersonales y sociales. También contribuye a la
presencia de la agresión.
La dignidad e identidad de las personas, es otro producto de la vida cultural, cuya amenaza, muchas veces promueve
respuestas agresivas por parte de los individuos o grupos afectados.
El nacionalismo extremo, los conflictos religiosos o la influencia de los medios de comunicación, serían impensables sin la
existencia de la cultura.
Existen diferencias culturales en el grado de aceptación de la conducta agresiva.
Aunque ninguna cultura fomenta directamente el comportamiento agresivo, el hecho de tolerarlo o justificarlo hace que
deje de actuar como freno a la tendencia natural del ser humano a la agresión.