Una escuela efectiva debe reunir condiciones que permitan a sus estudiantes, además de conseguir logros académicos, crecer como personas. Eso lo podemos lograr usando metodologías que hagan del aula de clase un ambiente agradable.
4.
Hay que ver la
diversidad como
abundancia
o
riqueza.
Hacer del día a día en
el aula un lugar y
momento atractivo y
con innovaciones más
no algo rutinario o
menos aún “aburrido”.
5. Una escuela efectiva debe reunir condiciones
que permitan a sus estudiantes, además de
conseguir logros académicos, crecer como
personas.
Algunas de estas condiciones son:
Valorar la diversidad como un elemento
enriquecedor del aprendizaje.
Contar con proyectos educativos que
atiendan debidamente a las diferencias,
entre otras cosas, mediante un currículo
flexible.
Usar metodologías y estrategias de
acorde a la necesidad y ritmo de
aprendizaje, motivaciones e intereses de
los estudiantes en cada aula.
6. “Cada niño tiene características,
intereses,
capacidades
y
necesidades que le son propias: si
el derecho a la educación significa
algo, se deben diseñar los sistemas
educativos y desarrollar los
programas de modo que tengan en
cuenta toda la gama de esas
características y necesidades.”
Conferencia Mundial sobre NEE de Salamanca
(UNESCO, 2004)
7. Cabe resaltar que la diversidad no solo se
manifiesta en los estudiantes sino también
en los maestros, padres, en el vecindario,
en la comunidad en general, por tal
motivo es muy necesario que los maestros
diseñen materiales y actividades que
puedan satisfacer las necesidades de
todos los estudiantes.
8. Hoy en día en varios
países mas desarrollados
en materia de inclusión y
equidad
se
está
poniendo énfasis en la
llamada
“Instrucción
Diferenciada” . Que es
considerada el modelo
que
ayudará
a
los
educadores a cambiar la
rutinaria forma en que
enseñan.
9. Las actuales formas de enseñanza-aprendizaje
dan espacio a grupos de discusión, a
pequeños grupos de trabajo colaborativo,
proyectos de equipos tecnológicos, de arte y
ciencia, etc., estas son modalidades que
suponen desafíos para todos los alumnos y
entregan
incentivos
para
trabajar
motivadamente, dándoles la oportunidad de
comprometerse en las actividades de la clase,
procurando así hacer de ellos personas más
solidarias y menos competitivas.
12. Algo muy importante que no
debemos olvidar es que a los
estudiantes hay que darles la
oportunidad de elegir cómo
involucrarse en las actividades
de la clase para que puedan
tener éxito.
Como
enfatizaban
los
propulsores de la psicología
humanista hace décadas, el
aprendizaje se facilita cuando el alumno participa
responsablemente en el proceso. Demostraban que
el aprendizaje auto-iniciado y en el que está
implicada la persona totalmente, sentimientos y
aptitudes, es más penetrante y duradero.
13. Según Bermeosolo, J, se ha podido
comprobar cómo maestros con experiencia
hacen aprender matemática a sus alumnos
de manera lúdica, motivándolos con
desafíos ingeniosos que estimulan el
pensamiento lógico matemático, variando
las tareas y estrategias didácticas.
14. En conclusión se puede decir
que no son incompatibles las
clases “centradas en el
estudiante”, con una buena
orientación por parte del
maestro,
sacando
mejor
partido y provecho de la gran
cantidad de horas que los
alumnos están en la sala .
Centrarse en el estudiante es
una forma magnífica de
enseñanza ya que cuanto
más nos centramos en el
estudiante mayor será su
aprendizaje y así se alcanzará
los objetivos propuestos como
maestros.