La alta frecuencia tiene como objetivo generar calor en la piel para mejorar la irrigación sanguínea y oxigenación de los tejidos, lo que produce efectos desinfectantes, descongestivos y antiinflamatorios útiles para el tratamiento de afecciones como el acné, la rosácea y la alopecia. Se aplica de forma segura en la piel limpia y seca varias veces por semana usando electrodos como la cuchara para el rostro, el puntual para el acné y los capilares, y el peine para la alopecia.