Este documento describe cómo trabajar en albergues con niños desnutridos, sucios y analfabetos saca lo mejor de uno y su lado pedagógico. Al ver la necesidad de estas personas, uno siente coraje, tristeza e impotencia, pero también aprende a valorar lo que tiene y a ser más compasivo. Trabajar directamente con los necesitados ayuda a desarrollar la empatía y humanidad en ambas partes.