MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Carta abierta de una adolescente contra el sistema educativo
1. Carta abierta de una chica de 13 años: “Nos duele que nadie se proponga
cambiar el sistema educativo”
EL MUNDO.-EDUCACIÓN
Domingo, 23 junio 2019
“Nos duelen muchas cosas. Que la gente al leer esto, piense durante unos minutos
que tenemos razón y después que no ayuden. Porque sí que necesitamos ayuda.
Nosotros solos no podemos hacer nada“.
La reivindicativa carta de una niña sobre el sistema educativo
Esta carta, escrita por una chica de 13 años, llegó hace unos días a la redacción de
EL MUNDO, la semana en la que ha acabado el curso escolar. La menor implora a
los adultos cambios en las dinámicas de aprendizaje:
“Nos duele que el sistema educativo fuera diseñado hace tanto tiempo, en una
sociedad tan distinta a la de ahora, y que casi nadie se proponga cambiarlo. Nos
duele también que los adultos que se acuerdan de lo mucho que sufrieron en su
infancia por las obligaciones impuestas por ese mismo sistema, por los castigos o los
gritos de una autoridad que supuestamente enseña y que todos sabemos que
normalmente sólo obliga a memorizar, no hagan nada. Además nos duele que a los
menores no nos tomen en serio. Que sólo por haber existido en este mundo por
menos tiempo que los adultos, tomen todas nuestras ideas como equivocadas. Nos
duele que por eso mismo no podamos contribuir para conseguir cambiar problemas
que nos afectan a nosotros. Y que la única gente que podría hacer algo, no lo haga,
por haber ya pasado por ese tiempo, porque no les va a pasar a ellos, por haber
sobrevivido ya. Porque no les importa.
Nos duelen muchas cosas. Que la gente al leer esto, piense durante unos minutos
que tenemos razón y después que no ayuden. Porque sí que necesitamos ayuda.
Nosotros solos no podemos hacer nada. Ni siquiera podemos salvarnos
individualmente a nosotros, porque todos los centros innovadores o con
metodologías distintas o están demasiado lejos o son demasiado caros.
Sabemos que posiblemente sonemos muy dramáticos ahora mismo. Sin embargo, es
horrible saber que hay opciones mejores para institutos y colegios, pero no
podamos tener esas opciones. Es terrorífico acordarse de los años que nos quedan
sufriendo para luego tener la carrera universitaria que además de ser un sufrimiento
incluso más extremo, cuesta mucho dinero. Es vergonzoso pensar que vivimos en
una sociedad en la que para “aprender” debemos estar seis horas diarias sentados,
escuchando a un profesor o una profesora leer teoría de un libro para que los
alumnos se lo memoricen y luego lo vomiten todo en un examen. Y que además,
después de esas seis horas, tengamos otras dos de deberes, haciéndonos no poder
descansar, ¡ni en las vacaciones! Pero lo más vergonzoso es que nadie considere ni
por un segundo que haya que cambiar eso.
2. Aún hay muchos problemas más con el sistema y con cómo son excluidos los
menores de la sociedad. Están los exámenes y las notas, hechos para afirmar que
alguien es mejor o peor de lo que debería ser o de lo que son sus compañeros. Cómo
está todo basado en una sola inteligencia, cuando todos conocemos que existen
muchas, que la gente no aprende de una sola manera. La diferencia de poder entre
los alumnos y el profesor o la profesora. Que aprender en centros educativos sea
dado como una obligación, cuando debería ser algo por lo que las personas quieran
pasar y que además se adapte al alumno para que no sea presionado por el tiempo o
por lo que debería saber.
Todos hemos aprendido muchas cosas divirtiéndonos y fuera del colegio o instituto,
y además conocemos muchos modelos de sistemas educativos correctos. Por eso
sabemos que un cambio a mejor sería posible con vuestra ayuda porque como
dijimos antes, no podemos solos. Y necesitamos ese cambio porque otra cosa que
nos duele es soñar con un futuro mejor, pero decepcionarnos al tener a la realidad
sacándonos de ese sueño y recordándonos que ese futuro nunca existirá”.