Este documento resume las características clínicas, factores de riesgo, diagnóstico y manejo de la hemorragia intracerebral. Describe los diferentes tipos de hemorragia intracerebral según su ubicación y síntomas asociados. La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo. El tratamiento incluye control de la presión arterial, reversión de la anticoagulación y manejo de complicaciones como la hidrocefalia. El pronóstico depende del volumen de sangrado y la gravedad inicial.
2. Corresponde 10-15% de todos los accidentes cerebrovasculares
Signos neurológicos focales:
Inicio abrupto pero no instantáneos
Evolución suele ser de unos minutos
Dolor de cabeza, nauseas o vomitos
En muchos casos nivel de conciencia deprimido
3. Nivel de conciencia disminuido--> compresion de nucleos y vias de excitacion del
tronco encefalico superior
Hemorragia intraventricular con hidrocefalia --> estupor
Hemorragia en ganglios basales --> hemiplejía contralateral
preferencia mirada hacia el lado del
sangrado
Hemorragia talámica --> hemiplejía junto con signos oculares peculiares ( desviacion
hacia abajo y hacia adentro, pupilas mioticas. "ojos en direccion equivocada"
4. Déficits neurológicos focales con hemorragia intracerebral en hemisferios cerebrales (
hemorragia lobar) incluyen:
Hemiparesia
Pérdida hemisensorial
Preferencia de la mirada
Pueden simular EVC isquiemico
5. Hemorragia del tronco encefalico:
Localiza protuberancia
Nivel conciencia alterado
Paralisis de nervios craneales
Pupilas puntiformes pero reactivas
Mirada horizontal ausente o alterada
Balanceo ocular
Debilidad Facial
Disartria
6. Hemorragia intracerebelosa
Origina en region nucleo dentado
Vertigo
Vomitos
Ataxia extremidades (dismetría y en particular ataxia de la marcha)
7.
8. Incidencia anual en los estados
unidos se ha duplicado a
aproximadamente 80,000 por año
Muerte por hemorragia
intracerebral --> 30-40% de los
casos.
9. Principales desencadenantes:
Hipertension
Angiopatia amiloide cerebral
Anticoagulacion
Edad avanzada se asocia mayor frecuencia
de hemorragia intracerebral (edad
avanzada- angiopatia amiloide cerebral –
FA-tx anticoagulante)
10. La hipertension factor riesgo atribuible mas fuerte para hemorragia intracerebral en
la mayoria de las poblaciones que de han estudiado.
Ensayo PROGRESS y SPS3 mostró una menor incidencia de hemorragia
intracerebral entre los pacientes que tenian objetivos de tension arterial baja para la
reduccion del riesgo cardiovascular general Vs los pacientes cuyo objetivo de tension
arterial era mas alto.
11. Hemorragia intracerebral espontanea típica
ocurre en estructuras cerebrales profundas como consecuencia del daño a
las paredes de los pequeños vasos cerebrales que atraviesan estas regiones
Ramas de grandes vasos del poligono willis que irrigan los ganglios basales, talamo,
protuberancia y porciones profundas del cerebelo
Vasculopatia cerebral hipertensiva y angiopatia amiloide cerebral afectan
preferentemente a vasos de este tamaño
12. Hallazgos en especimenes patologicos han
sugerido mecanismos fisiopatologicos por el
cual la hipertension arterial casua
hemorragia putaminal y talamica es lo que
Charles Miller Fisher denominó " cambio
lipohialinótico"
Combinacion hialinizacion y depositos de
lipidos en la pared del vaso.
13. Localiza: sustancia blanca del lóbulo frontal, parietal, temporal y occipital
Hipertensión arterial crónica factor de riesgo hemorragia lobar que para hemorragia
profunda.
Anticoagulación y la rotura de malformaciones arteriovenosas explican una mayor
proporción de hemorragias lobulares que de ganglios basales.
Angiopatia amiloide cerebral asocia predominantemente hemorragia intracerebral lobar
o en el cerebelo
14. Edad >60 años + presencia Apolipoproteína ApoE2 Y
ApoE4 asocian al depósito vascular de ẞ-amiloide.
alelos ApoE2 y
ApoE4 confieren un riesgo de hemorragia intracerebral
que es de tres a cinco veces mayor que en personas
con el genotipo ApoE3 más común.
Hemorragia por angiopatia amiloide –RMN multiples
hemorragias asintomaticas, espacios perivasculares
dilatados y siderosis superficial de la corteza.
15. Volumen coagulo al momento ingreso hospitalario predictor del
resultado funcional a los 3 meses
El aumento del volumen entre la primera TC despues del evento y
una segunda TC (6-24 hrs posteriores) ocurre aproximadamente 25%
casos espontaneos
30-40% de los casos asociados a la anticoagulacion
16. Lesión cerebral secundaria inicia inmediatamente después de la lesión mecánica
primaria del tejido cerebral causado por el coagulo y edema perihematomal
Formación de edema perihematomal --> deterioro neurológico temprano (puede
evolucionar en dias)
Cada mililitro adicional del volumen del edema puede duplicar probabilidades de un
mal resultado funcional
17.
18. TC y RNM son sensibles y específicas para el diagnóstico de hemorragia intracerebral
aguda y establecen la ubicación y el volumen del coágulo.
angiografía por TC puede detectar un aneurisma o malformación vascular
que subyace a una hemorragia intracerebral.
Las guias AHA con respecto a la hemorragia intracerebral sugieren que la angio TC se
realice en:
-<70 años con hemorragia intracerebral lobular
-<45 años con hemorragia intracerebral de fosa posterior o profunda
- 45-70 años sin antecedentes hipertensión
21. La AHA recomienda la
evaluación temprana de la
gravedad de la hemorragia
intracerebral
•Intracerebral Hemorrhage (ICH) Score
22.
23. Destrucción del tejido superior a la provocada por el coagulo inicial
No siempre está presente
Generalmente ocurre en las primeras 6 horas despues del inicio de sintomas
Ensayo Factor Siete para el Accidente Cerebrovascular Hemorrágico Agudo
(FAST) 25 pacientes asignados al azar recibir Factor VIIa recombinante o placebo
dentro de las 4 hrs posteriores al inicio de los sintomas de hemorragia
intracerebral
24. Hemorragia inrtacerebral asociada a anticoagulantes- riesgo de expansion
hemorragia, deterioro neurológico y mal pronóstico de 3 a 6 veces mas que en
pacientes con hemorragia intracerebral sin anticoagulación.
Las guías recomiendan vitamina K intravenosa y concentrado de complejo de protro
mbina sobre plasma fresco congelado si el INR está elevado debido al uso de antagoni
stas de la vitamina K
agentes de reversión idarucizumab y andexanet alfa están disponibles para su uso en
el tratamiento de pacientes con hemorragia intracerebral asociada con anticoagulant
es orales directos en forma de inhibidores directos de la trombina y el factor Xa
25. En el ensayo Antihipertensive Treatment of Acute Cerebral Hemorrhage II
(ATACH-2), 1000 pacientes con hemorragia intracerebral supratentorial fueron
asignados al azar para recibir nicardipina parenteral para mantener un rango
objetivo de presión arterial sistólica de 110 a 139 mm Hg (tratamiento intensivo) o
para un rango objetivo de 140 a 180 mm Hg (tratamiento estándar) durante 24
horas
Resultados: similares a los dos grupos en 90 dias
26. Ensayo 2 "Reducción Intensiva de la Presión Arterial en Hemorragia Cerebral
Aguda" (INTERACT2)
2783 pacientes fueron asignados aleatoriamente a los mismos rangos objetivo de
presión arterial que los pacientes del ensayo ATACH-2. los investigadores de
INTERACT2 extendieron la intervención durante 7 días y dejó la selección de la
medicación antihipertensiva a los médicos tratantes.
Hallazgos fueron neutrales con respecto al punto final primaro de muerte o
dispacidad grave a los 90 dias
27. Ocurre 30-50% pacientes con hemorragaia intracerebral
Hidrocefalia resultante por adicion volumen al espacio ventricular, obstruccion del
flujo de LCR y la secrecion estimulada por la inflamacion de LCR -->
disminucion nivel de excitación y mal resultado.
Colocacion de drenaje ventricular externo para desviar el LCR y reducir presion
intracraneal.
Los pacientes que sobreviven a una hemorragia intraventricular típicamente tiene
n una discapacidad sustancial a los 6 meses.
28. La consecuencia más grave --> hernia transtentorial
Extracción quirúrgica coagulo – resultados inconsistentes o negativos
La hemorragia cerebelosa suele causar obstrucción del cuarto ventrículo que conduce a
la hidrocefalia, que requiere la colocación de un drenaje ventricular externo.
Osmoterapia- deterioro neurologico agudo secundario al efecto de masa o edema
asociado a la hemorragia
29.
30. Pacientes con un nivel de conciencia deprimido despues de una hemorragia
intracerebral la electroencefalografia continua detecta convulsiones inaparentes
que requieren del inicio de farmacos anticonvulsivos .
Atención en UCI: protección vias respiratorias, vigilar intercambio de gases
pulmonares
Evaluar deglucion, normotermia, niveles glucemia y profilaxis TVP reducen
morbilidad
31. La presión arterial mal controlada se asocia con eventos adversos como evc
recurrentes y muerte.
Mayor riesgo eventos tromboticos tanto en cerebro como en el sistema
cardiovascular.
Restart or Stop Antithrombotics (RESTART)--> aumento modesto tasa de
hemorragia intracerebral recurrente
32. Pacientes con hemorragia intracerebral y fibrilación auricular, sigue sin estar
clara la seguridad de iniciar o reanudar la anticoagulación.
Ensayo de fase 2 Apixabán después de hemorragia intracerebral asociada a
la anticoagulación en pacientes con fibrilación auricular (APACHE-AF), un
porcetaje ligeramente mayor de pacientes asignados para recibir apixaban
sufieron un evc no fatal o muerte vascular que los pacientes asignados para evitar
la antociagulacion (26 % vs. 24%).
Notas del editor
Corresponde aproximadamente al 10-15 % de todos los accidentes cerebrovasculares
Otros trastornos que provocan hemorragia son hemorragia traumatica, ruptura de aneurisma o malformaciones y transofrmacion hemorragia de un evc isquemico no se analizaran en esta revision.
Los pacientes con hemorragia intracerebral van a presentar signos neurológicos focales que son de inicio abrupto pero no instantáneos, como ocurre con el accidente cerebrovascular isquémico embólico.
Otros factores que diferencian el accidente cerebrovascular hemorrágico del isquémico son el dolor de cabeza, las náuseas o los vómitos y, en muchos casos, un nivel de conciencia deprimido. sin embargo la distincion entre el EVC hemorragico y del isquemico se hace definitivamente mediante imagenes
Un nivel reducido de conciencia generalmente indica compresión de los núcleos y vías de excitación del tronco encefálico superior; como alternativa, la hemorragia intraventricular con hidrocefalia puede causar estupor.
La hemorragia en los ganglios basales causa hemiplejía contralateral y preferencia de la mirada hacia el lado del sangrado debido a la sección de la cápsula interna adyacente.
La hemorragia talámica causa hemiplejía por la misma razón, junto con signos oculares peculiares, que incluyen desviación hacia abajo y hacia adentro, pupilas mióticas y, en ocasiones, "ojos en la dirección equivocada", en los que la mirada se dirige hacia el lado de la lesión; en pacientes despiertos, se puede detectar pérdida hemisensorial.
Los déficits neurológicos focales con hemorragia intracerebral en los hemisferios cerebrales (hemorragia lobar) corresponden a la ubicación de la hemorragia y su sección de los tractos de sustancia blanca; estos déficits incluyen hemiparesia, pérdida hemisensorial y preferencia de la mirada y pueden simular un accidente cerebrovascular isquémico.
La hemorragia en el tronco del encéfalo generalmente se localiza en la protuberancia y causa un nivel de conciencia alterado, parálisis de los nervios craneales, pupilas puntiformes (pero reactivas), mirada horizontal ausente o alterada, balanceo ocular (un signo en el que los ojos se desvían rápida y conjugadamente hacia abajo y luego lentamente hacia arriba hasta la posicion media) y debilidad facial .
La disartria puede estar presente en pacientes despiertos, pero la interrupción del sistema de activación reticular en el mesencéfalo y la parte superior de la protuberancia lleva al coma, lo que evita la detección de este signo.
La hemorragia intracerebelosa cerebelosa generalmente se origina en la región de un núcleo dentado en lo profundo del hemisferio cerebeloso. Los síntomas incluyen vértigo, vómitos y ataxia de las extremidades (dismetría y, en particular, ataxia de la marcha), que pueden ser el único signo y se pasan por alto a menos que se levante al paciente de la cama o la camilla y se le pida que camine.
La obstrucción del cuarto ventrículo por la sangre que sale del tronco encefálico durante una hemorragia cerebelosa puede provocar hidrocefalia y estupor o coma.
En las ultimas dos decadas la incidencia anual de hemorragia intracerebral en los estados unidos se ha duplicado a aproximadamente 80 000 por año y se estima que la muerte por hemorragia intracerebral ocurre en 30 a 40% de los casos. Debido a que la mayoría de los pacientes que sobreviven a una hemorragia intracerebral tienen discapacidades y corren riesgo de accidente cerebrovascular recurrente, deterioro cognitivo y trastornos vasculares sistémicos, este trastorno adquiere una importancia particular entre las afecciones neurológicas.
principales causas desencadenantes de hemorragia intracerebral en adultos son la hipertensión, la angiopatía amiloide cerebral y la anticoagulación.
La edad avanzada se asocia con una mayor frecuencia de hemorragia intracerebral, debido en parte a la asociación de la edad avanzada con la angiopatía amiloide cerebral y con condiciones como la fibrilación auricular que resultan en la exposición a la terapia anticoagulante.
Durante las últimas décadas, el uso de anticoagulantes orales directos ha reducido, pero no eliminado, el riesgo de hemorragia intracerebral en comparación con el uso de inhibidores de la vitamina K.
Un metanálisis de estudios que se realizó en 21 países entre 1983 y 2006 mostró una incidencia general de hemorragia intracerebral de 24,6 por 100 000 años-persona.
Las estimaciones de riesgo aumentaron con la edad y fueron aproximadamente el doble en las poblaciones asiáticas que en las poblaciones blancas. En los Estados Unidos, el riesgo de hemorragia intracerebral es aproximadamente 1,6 veces mayor entre las personas de raza negra e hispana que entre las personas de raza blanca
La hipertensión fue el factor de riesgo atribuible más fuerte para la hemorragia intracerebral en la mayoría de las poblaciones que se han estudiado, y los análisis de subgrupos de ensayos aleatorios de terapias para controlar la presión arterial han demostrado que la reducción de la presión arterial disminuye la incidencia de hemorragia intracerebral. El ensayo Perindopril Protection Against Recurrent Stroke Study (PROGRESS) y Secondary Prevention of Small Subcortical Strokes (SPS3) mostró una menor incidencia de hemorragia intracerebral entre los pacientes que tenían un objetivo de presión arterial baja para la reducción del riesgo cardiovascular general que entre los pacientes cuyo objetivo de presión arterial era más alto.
FISIOPATOLOGÍA Y LOCALIZACIÓN DE LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAl
La hemorragia intracerebral espontánea típica ocurre en las estructuras cerebrales profundas como consecuencia del daño a las paredes de los pequeños vasos sanguíneos cerebrales que atraviesan estas regiones.
Estas pequeñas arterias y arteriolas son en la mayoría de los casos ramas de grandes vasos del polígono de Willis que irrigan los ganglios basales, el tálamo, la protuberancia y las porciones profundas del cerebelo. La vasculopatía cerebral hipertensiva y la angiopatía amiloide cerebral afectan preferentemente a vasos de este tamaño.
La hemorragia intracerebral se ha atribuido durante mucho tiempo a la rotura de microaneurismas en vasos pequeños y profundos. Los hallazgos en especímenes patológicos han sugerido que el mecanismo fisiopatológico por el cual la hipertensión causa hemorragia putaminal y talámica es lo que C.M Fisher denominó "cambio lipohialinótico", una combinación de hialinización y depósito de lípidos en la pared del vaso.
Determinó de que estos son sitios de ruptura de vasos y no microaneurismas que también resultan de hipertensión crónica, solo fue evidente después de un minucioso examen de cientos de secciones microscópicas en serie.
La hemorragia intracerebral lobar, en la que el hematoma se localiza en la sustancia blanca del lóbulo frontal, parietal, temporal u occipital, es más frecuente en series recientes que la hemorragia intracerebral profunda. La hipertensión crónica también es un factor de riesgo para la hemorragia lobar, aunque en menor grado que para la hemorragia profunda; la anticoagulación y la rotura de malformaciones arteriovenosas explican una mayor proporción de hemorragias lobulares que de ganglios basales.
La angiopatía amiloide cerebral se asocia predominantemente con hemorragia intracerebral lobar o hemorragia en el cerebelo y es el resultado del depósito de β-amiloide en arteriolas y capilares que emanan de las leptomeninges y los vasos corticales.
En pacientes que han recibido terapia anticoagulante, especialmente en aquellos con hemorragia intracerebral lobular atribuible a angiopatía amiloide cerebral, la seguridad de la anticoagulación contínua no está clara.
Con respecto a la hemorragia intracerebral tanto lobar como no lobar, los ensayos clínicos en curso (Anticoagulación en
Sobrevivientes de ICH para la Prevención y Recuperación de Accidentes Cerebrovasculares) evaluará si el uso de nuevos anticoagulantes orales resultaran en menos accidentes cerebrovasculares recurrentes y con bajas tasas de hemorragia cerebral en comparacion con la aspirina en el primer ensayo y ningun tratamiento en el segundo ensayo en pacientes con fibrilacion auricular que han tenido antecedentes de hemorragias
La edad mayor de 60 años y la presencia de apolipoproteína (Apo) E2 y ApoE4 se asocian al depósito vascular de ẞ-amiloide.
Los alelos ApoE2 y ApoE4 confieren un riesgo de hemorragia intracerebral que es de tres a cinco veces mayor que en personas con el genotipo ApoE3 más común.
En casos de hemorragia cerebral por angiopatía amiloide, la resonancia magnética nuclear (RMN) del cerebro a menudo revela múltiples (a veces cientos de) pequeñas hemorragias asintomáticas , espacios perivasculares dilatados y siderosis superficial de la corteza debido a la deposición. de productos de descomposición de la sangre de episodios anteriores de sangrado,
En pacientes con hemorragia intracerebral, el volumen del coágulo en el momento del ingreso hospitalario es un predictor del resultado funcional a los 3 meses.
Un aumento de volumen entre la primera tomografía computarizada (TC) del cerebro después de la presentación y una segunda TC (generalmente realizada dentro de las 6 a 24 horas después de la primera TC) ocurre en aproximadamente el 25% de los casos espontáneos y en el 30 al 40% de los casos asociados a la anticoagulación y también es predictivo del resultado, como se analiza a continuación. La expansión del hematoma que provoca un empeoramiento de los signos clínicos se asocia particularmente con un resultado funcional deficiente a los 3 meses
La lesión cerebral secundaria comienza inmediatamente después de la lesión mecánica primaria del tejido cerebral causada por el coágulo y por el edema perihematomal el cual es visible en las imágenes pocas horas después de la hemorragia intracerebral.
La formación de edema perihematomal contribuye al deterioro neurológico temprano más allá del causado por la masa del coágulo, y estos cambios pueden evolucionar durante días.
El volumen del edema perihematomal varía, pero el volumen final del edema puede ser tan grande como el hematoma inicial. Cada mililitro adicional de volumen de edema puede duplicar las probabilidades de un mal resultado funcional.
TC y RNM son sensibles y específicas para el diagnóstico de hemorragia intracerebral aguda y establecen la ubicación y el volumen del coágulo.
Como parte de la evaluación inicial por imágenes, una angiografía por TC puede detectar un aneurisma o malformación vascular que subyace a una hemorragia intracerebral, información que puede facilitar el manejo del tratamiento, sin embargo, estos hallazgos no son comunes si el coágulo está contenido completamente dentro de la sustancia cerebral.
Las pautas de la American Heart Association con respecto a la hemorragia intracerebral sugieren que la angiografía por TC se realice en pacientes menores de 70 años y con hemorragia intracerebral lobular, en aquellos menores de 45 años y con hemorragia intracerebral de fosa posterior o profunda, y en aquellos que tienen entre 45 y 70 años de edad y no tienen antecedentes de hipertensión
La American Heart Association recomienda la evaluación temprana de la gravedad de la hemorragia intracerebral con el uso de una de varias escalas validadas.
Una escala que se usa comúnmente, la puntuación de Hemorragia Intracerebral (ICH), incorpora la puntuación de la Escala de Coma de Glasgow, la edad del paciente, la presencia de hemorragia infratentorial o hemorragia intraventricular y el volumen del coágulo.23 La puntuación ICH inicial estima el riesgo de muerte temprana y muerte a los 12 meses, así como el resultado funcional, pero La herramienta es para mejorar la calidad y para que la utilicen los proveedores en debates sobre la gravedad clínica.
El enfoque para el tratamiento de pacientes después de una hemorragia intracerebral es la prevención del daño cerebral secundario. Los elementos del daño secundario que son susceptibles altratamiento son: el agrandamiento del coágulo, el edema cerebral secundario y la hemorragia intraventricular.
La expansión de un hematoma provoca una destrucción del tejido superior a la provocada por el coágulo inicial. Este
tipo de daño, no siempre está presente, es visible en imágenes de serie como se mencionó, y generalmente ocurre en las primeras 6 horas después del inicio de síntomas
Varios tratamientos hemostáticos se han probado para limitar el sangrado continuo. En el ensayo Factor Siete para el Accidente Cerebrovascular Hemorrágico Agudo (FAST) , 25 pacientes fueron asignados al azar para recibir uno de dos niveles de dosis de factor VIIa recombinante o placebo dentro de las 4 horas posteriores al inicio de síntomas de hemorragia intracerebral. El aumento del tamaño del coágulo a las 24 horas fue 15 puntos porcentuales menor en el grupo que recibió la mayor
dosis de factor VIIa; sin embargo, no hubo diferencia entre los grupos de pacientes en la incidencia de invalidez severa o muerte. El recién iniciado ensayo FASTEST (NCT03496883) está probando el tratamiento con factor VIIa para limitar la expansión de un hematoma cuando se administra dentro de las 2 horas posteriores a la inicio de los síntomas.
Los pacientes con hemorragia intracerebral que se asocia con el uso de anticoagulantes tienen un riesgo de expansión de la hemorragia, deterioro neurológico y malos resultados de tres a seis veces más alto que en pacientes con hemorragia intracerebral en ausencia de anticoagulación.
En un ensayo de pacientes con hemorragia intracerebral que habían recibido antagonistas de la vitamina K y que tenían un índice internacional normalizado (INR) superior a 1,9, se encontró que el concentrado de complejo de protrombina de cuatro factores era superior al plasma fresco congelado para normalizar el INR y reducia la incidencia de expansión del hematoma". Las guías recomiendan vitamina K intravenosa y concentrado de complejo de protrombina sobre plasma fresco congelado si el INR está elevado debido al uso de antagonistas de la vitamina K". Los agentes de reversión idarucizumab y andexanet alfa están disponibles para su uso en el tratamiento de pacientes con hemorragia intracerebral asociada con anticoagulantes orales directos en forma de inhibidores directos de la trombina y el factor Xa; sin embargo, se necesitan ensayos clínicos para determinar su efecto, y se ha sugerido que el concentrado de complejo de protrombina puede sustituirse si no se dispone de agentes de reversión
dos ensayos probaron la hipótesis de que la reducción de la presión arterial mejoraría los resultados clínicos en pacientes con hemorragia intracerebral.
En el ensayo Antihipertensive Treatment of Acute Cerebral Hemorrhage II (ATACH-2), 1000 pacientes con hemorragia intracerebral supratentorial fueron asignados al azar para recibir nicardipina parenteral para mantener un rango objetivo de presión arterial sistólica de 110 a 139 mm Hg (tratamiento intensivo) o para un rango objetivo de 140 a 180 mm Hg (tratamiento estándar) durante 24 horas. Los resultados clínicos fueron similares en los dos grupos a los 90 días.
En el Ensayo 2 de Reducción Intensiva de la Presión Arterial en Hemorragia Cerebral Aguda (INTERACT2), 2783 pacientes fueron asignados aleatoriamente a los mismos rangos objetivo de presión arterial que los pacientes del ensayo ATACH-2, pero los investigadores de INTERACT2 extendieron la intervención durante 7 días y dejó la selección de la medicación antihipertensiva a los médicos tratantes. Los hallazgos del ensayo INTERACT2 fueron neutrales con respecto al punto final primario de muerte o discapacidad grave a los 90 días.
Algunos pacientes del grupo de tratamiento intensivo del ensayo ATACH-2 sufrieron lesión renal aguda. Después de estos ensayos, quedó la incertidumbre sobre el objetivo ideal de presión arterial, la elección del medicamento y el modo de administración, y la duración del tratamiento. Sin embargo, puede ser razonable apuntar a una estrategia intensiva de reducción de la presión arterial sistólica del paciente a 130 a 150 mm Hg, particularmente si la presión arterial sistólica supera los 220 mm Hg dentro de las 2 horas posteriores a la hemorragia intracerebral.
La hemorragia intraventricular ocurre en 30 a 50% de pacientes con hemorragia intracerebral, y la hidrocefalia resultante debido a la adición volumen al espacio ventricular, obstrucción de flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR) y la secreción estimulada por la inflamación de LCR conduce a una disminución nivel de excitación y mal resultado.
La hidrocefalia que provoca disminución de la vigilia suele tratarse con la colocación de un drenaje ventricular externo para desviar el LCR y reducir la presión intracraneal. En el ensayo Clot Lysis Evaluation of Accelerated Resolution of Intraventricular Hemorrhage (CLEAR III), que evaluó 500 pacientes con hidrocefalia después de intracerebral hemorragia, se utilizó la administración intraventricular de alteplasa para disolver el coágulo ventricular. Aunque la comparación general entre los grupos no mostró diferencias en los resultados funcionales, la trombólisis podría haberse asociado con una mejor supervivencia. Los pacientes que sobreviven a una hemorragia intraventricular típicamente tienen una discapacidad sustancial a los 6 meses.
La consecuencia más grave del efecto de masa de un coágulo intracerebral y el edema circundante es la hernia transtentorial. Los estudios han demostrado que la extracción quirúrgica del coágulo, realizada en un intento de aliviar la hernia transtentorial, ha tenido resultados inconsistentes o generalmente negativos. Estos hallazgos han dado lugar a variaciones en la práctica con respecto a la realización de craneotomía para la eliminación de coágulos.
No se dispone de ensayos aleatorios para evaluar el efecto de Tratamiento quirúrgico de la hemorragia intracerebral cerebelosa. Sin embargo, sobre la base de amplios estudios observacionales, la práctica general ha sido extraer el coágulo si hay signos clínicos o de imagen de compresión del tronco encefálico o si el volumen del coágulo es superior a 15 ml.
La hemorragia cerebelosa suele causar obstrucción del cuarto ventrículo que conduce a la hidrocefalia, que requiere la colocación de un drenaje ventricular externo.
La osmoterapia se usa típicamente para tratar el deterioro neurológico agudo que es secundario al efecto de masa o al edema asociado con la hemorragia intracerebral, pero los resultados han sido inciertos. La presión intracraneal elevada generalmente se trata con manitol o un bolo de solución salina hipertónica
No está claro si la monitorización intensiva mejora el resultado clínico en la hemorragia intracerebral
Pueden ocurrir convulsiones después de una hemorragia intracerebral, aunque el papel de los fármacos anticonvulsivos profilácticos no está claro.
En pacientes con un nivel de conciencia deprimido después de una hemorragia intracerebral, la electroencefalografía continua puede detectar convulsiones inaparentes que requieren el inicio de fármacos anticonvulsivos. La atención de rutina en la unidad de cuidados intensivos incluye la protección de las vías respiratorias y el intercambio adecuado de gases pulmonares para mitigar la lesión cerebral secundaria por hipoxemia. La evaluación de la deglución, el mantenimiento de la normotermia y los niveles normales de glucosa, y la profilaxis de la trombosis venosa profunda (una terapia que se considera segura a pesar de la presencia de hemorragia intracerebral) reducen la morbilidad adicional
Menos de la mitad de los pacientes que sobreviven a una hemorragia intracerebral tienen un control adecuado de la presión arterial después del alta.
La presión arterial mal controlada se asocia con eventos adversos, como accidentes cerebrovasculares recurrentes y muerte, y es más común entre las personas negras que entre las personas no negras.
Además de la hemorragia intracerebral recurrente, los sobrevivientes corren el riesgo de eventos trombóticos tanto en el cerebro como en el sistema cardiovascular.
El ensayo aleatorio Restart or Stop Antithrombotics (RESTART) mostró que la reanudación de los agentes antiplaquetarios que se consideraban necesarios (p. ej., en pacientes con stents coronarios) después de una hemorragia intracerebral condujo a un aumento modesto en la tasa de hemorragia intracerebral recurrente.
Entre los pacientes con hemorragia intracerebral y fibrilación auricular, sigue sin estar clara la seguridad de iniciar o reanudar la anticoagulación.
En el ensayo de fase 2 Apixabán después de hemorragia intracerebral asociada a la anticoagulación en pacientes con fibrilación auricular (APACHE-AF), un porcentaje ligeramente mayor de pacientes asignados para recibir apixabán sufrieron un accidente cerebrovascular no fatal o muerte vascular que los pacientes asignados para evitar la anticoagulación (26 % vs. 24%).