La tecnología es una de las herramientas más influyentes para agilizar las actividades y optimizar los procesos de las organizaciones, permitiéndoles realizar sus actividades de manera efectiva y ser competitivas en el mercado. Sin tecnología, los procesos administrativos y de manufactura de una empresa se retrasarían, pero con su uso en la administración se pueden tomar decisiones para optimizar procesos, minimizar costos y maximizar ganancias de manera más productiva.