1. La sociedad de la información y el conocimiento
José Alfocea García / 14 octubre, 2013
A día de hoy nadie duda de que vivimos en la llamada “sociedad de la información y el
conocimiento”, unos conceptos presentes en nuestro día a día y que, a fuerza de escuchar o leer
se han integrado plenamente en nuestro lenguaje. Esta “sociedad de la información” hace
referencia a un mundo globalizado en el que las fronteras se han desdibujado de nuestro
imaginario y la circulación de información es casi instantánea, “multigeográfica” y enormemente
abundante. Sin embargo, tales consideraciones, hechas casi siempre desde el mundo occidental
desarrollado, requieren severas matizaciones pues si bien constituyen una realidad en avance, lo
cierto es que cuenta, principalmente, con límites socio-económicos así como religiosos y/o
políticos. El siguiente gráfico, tomado de la sección estadística de la UIT (Unión Internacional de
Telecomunicaciones), ilustra a la perfección y sin que sean necesarios mayores comentarios, como
el mayor grado de penetración y uso de internet se corresponde con las áreas desarrolladas del
planeta:
Aun así este gráfico precisa de enormes matizaciones pues América incluye a países tan dispares
como Estados Unidos y Ecuador (por citar sólo algún ejemplo), y Asia y el Pacífico incluye a países
con un índice de desarrollo humano tan dispar como Japón frente al hermético Corea del Norte,
donde el régimen totalitario actual mantiene, aún a día de hoy, vetado internet para sus
habitantes, tal y como ocurre en al menos una docena de países en el mundo, señalados por
Reporteros sin Fronteras como “enemigos de Internet”. ¿Deberíamos entonces hablar de un
“occidente globalizado”, entendiendo por occidente a la parte del mundo desarrollado y siempre
dentro del ámbito de la información y la comunicación, en lugar de la tan extendida expresión
“sociedad de la información”?
2. Lo cierto, y ciñéndonos ya a aspectos estrictamente tecnológicos y periodísticos, es que el
avance de internet y por tanto, de esa sociedad de la información, es continuo e imparable. En
1962 el filósofo canadiense Marshal McLuhan acuñó por vez primera el término “Aldea Global”
para referirse al cambio producido principalmente por la radio, el cine, y la televisión, medios de
comunicación audiovisual que difunden imágenes y sonidos de cualquier lugar y momento y
ocupaban un espacio cada vez más importante en el hogar y la vida cotidiana. Ésta quizás sea la
primera definición que podemos encontrar de “sociedad de la información” pues cuenta con unos
conceptos-clave que definen la situación en que nos hallamos ahora: “medios de comunicación
audiovisual que difunden imágenes y sonidos de cualquier lugar y momento”. Como veremos más
adelante, la ruptura de las barreras geográficas y temporales constituyen características esenciales
del nuevo periodismo digital en particular, y de la sociedad de la información en general.
Raúl Trejo Delarbre, en su artículo Vivir en la Sociedad de la Información. Orden global y
dimensiones locales en el universo digital (2001), señala los diez rasgos que, a su juicio, definen la
Sociedad de la Información:
1.Exuberancia, debida al enorme volumen de información disponible.
2.Omnipresencia. Los medios de comunicación se han convertido en el espacio de interacción
social por excelencia, lo que facilita el intercambio de ideas, información, experiencias…
3.Irradiación. Distancia ilimitada que alcanza la difusión de los mensajes; es la difuminación de las
barreras geográficas y la relativización de las distancias.
4.Velocidad. Transmisión de los mensajes de forma casi instantánea.
5.Multilateralidad / Centralidad. Posibilidad de recibir la información en prácticamente cualquier
parte, si bien la gran mayoría de ésta se origina en sólo unos “pocos” centros.
6.Interactividad / Unilateralidad. La difusión de los mensajes es bidireccional; hemos pasado de
consumidores pasivos de información a sujetos también activos generadores de información.
7.Desigualdad. Cito literalmente: “Internet, igual que cualquier otro instrumento para la
propagación y el intercambio de información, no resuelve por sí sola los problemas del mundo. De
hecho, ha sido casi inevitable que reproduzca algunas de las desigualdades más notables que hay
en nuestros países. Mientras las naciones más industrializadas extienden el acceso a la red de
redes entre porcentajes cada vez más altos de sus ciudadanos, la Internet sigue siendo ajena a casi
la totalidad de la gente en los países más pobres o incluso en zonas o entre segmentos de la
población marginados aún en los países más desarrollados.”
8.Heterogeneidad. Internet es el reflejo de las actitudes sociales; se ha convertido en un gran foro
donde aparecen manifestaciones de toda índole, tanto positivas como negativas.
3. 9.Desorientación. El exceso de información disponible genera aturdimiento; “se necesitan
aprendizajes específicos para elegir entre aquello que nos resulta útil, y lo mucho de lo que
podemos prescindir”.
10.Ciudadanía pasiva. De nuevo cito literalmente: “La dispersión y abundancia de mensajes, la
preponderancia de los contenidos de carácter comercial y particularmente propagados por
grandes consorcios mediáticos y la ausencia de capacitación y reflexión suficientes sobre estos
temas, suelen aunarse para que en la Sociedad de la Información el consumo prevalezca sobre la
creatividad y el intercambio mercantil sea más frecuente que el intercambio de conocimientos”.
En 2006, María Jesús Casals Carro, profesora de Periodismo en la Universidad Complutense de
Madrid, señalaba también las características definitorias de la sociedad de la información y el
conocimiento como sigue:
Globalización económica y cultural a la vez que se afianza el arraigo de las identidades territoriales
y de grupos (tribalismo).
Valor creciente de la información.
Continuo avance científico y tecnológico.
Necesidad de formación continua y renovación de la adquisición de conocimientos.
Información sobreabundante.
Existencia del ciberespacio.
Redes de distribución de información de ámbito mundial.
Omnipresencia de los medios de comunicación de masas e Internet.
Reorganización del sistema socioeconómico.
Cambios sociales: diversidad cultural y lingüística.
Incremento de la desigualdad en el acceso y disfrute del conocimiento entre naciones,
comunidades e individuos.
Movilidad de las personas y del dinero.
Deslocalización empresarial.
4. Capacidad de rápida movilización de masas por SMS.
Salvando las evidentes distancias, ambos ejemplos, tomados de entre los muchos existentes,
nos permiten construir una idea de lo que significa vivir en la Sociedad de la Información y el
Conocimiento: un mundo, el desarrollado u occidental, donde las barreras geográficas se han
difuminado, así como las barreras temporales; un mundo donde la información está presente en
cantidades ingentes, dónde el usuario ha pasado de sujeto pasivo a sujeto plenamente activo,
capaz de opinar e incluso generar noticias desde cualquier lugar y en cualquier momento. Pero
también un mundo globalizado donde la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación no ha contribuido a mitigar las desigualdades sociales existentes y que, además,
plantea nuevos retos, tanto para los profesionales del periodismo como para los usuarios, para los
que se requiere una formación específica como, entre otros, la selección de información veraz y
relevante o el mantenimiento de principios éticos y deontológicos en el momento de contribuir a
la información global.
[EXTRACTO DE MI PROYECTO DE FIN DE CARRERA DE PERIODISMO, 2013)
NOTAS:
Unión Internacional de Telecomunicaciones.
“La censura de internet en Corea del Norte“
Reporteros Sin Fronteras: “Web 2.0 versus Control 2.0“
El concepto (Aldea Global) aparece varias veces en sus libros The Gutenberg Galaxy: The Making of
Typographic Man(1962) y Understanding Media (1964). En 1968, McLuhan lo utilizó en el título de
su libro Guerra y paz en la Aldea Global.
Raúl Trejo Delarbre es Doctor en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, Maestro en Estudios Latinoamericanos y Licenciado en Periodismo por la misma
institución. Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Miembro
del Sistema Nacional de Investigadores, SNI. Es autor de doce libros. Los más recientes son:
Chiapas: la comunicación enmascarada (Diana, 1994), La nueva alfombra mágica. Usos y mitos de
Internet (Fundesco, Madrid 1996), Volver a los medios. De la crítica, a la ética (Cal y Arena, 1997),
El secuestro de la UNAM (Cal y Arena, México, 2000) y Mediocracia sin mediaciones (Cal y Arena,
México, 2001). Es coordinador de diez libros colectivos, entre ellos Televisa, el Quinto Poder y Las
Redes de Televisa. Coautor, con textos suyos, en otros cincuenta y siete libros colectivos, la
mayoría con ensayos sobre sindicalismo, medios de comunicación o el sistema político mexicano.
Es autor de la columna política Sociedad y Poder que se publica todos los días en La Crónica de
Hoy y en otros siete diarios mexicanos. Es director de la revista mensual etcétera especializada en
5. medios de comunicación (www.etcetera.com.mx) En 1994 recibió el Premio Nacional de
Periodismo, en la rama de Artículo de Fondo. En 1996 la Fundación Fundesco, de Madrid, le otorgó
el Premio Fundesco de Ensayo.
Algunas noticias ilustrativas de convocatorias vía SMS
http://www.bloggueros.es/2013/01/convocada-una-manifestacion-para-protestar-manana-ante-la-
sede-del-pp-contra-la-corrupcion.html
http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z1527076B-FA8A-A955-
F37C88E79FE15C73/20120719/psoe/anima/via/sms/ir/manifestacion/hoy/recortes
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/guarderia/26697-cacerolada-popular-convocada-sms-contra-
marcha-del-pp.html