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Moral bíblica: mandamientos y amor
1. MORAL BÍBLICA
ANTIGUO TESTAMENTO
Yahvé tiene derecho sobre este pueblo y ha demostrado con hechos históricos su
amor a este pueblo; por otra parte se trata de un pueblo que ha aceptado
libremente una alianza con Yahvé por medio de Moisés y está consciente de la
fuerza liberadora de Yahvé. El Decálogo (los Mandamientos) es la expresión de esta
alianza pactada.
A. UNIDAD ENTRE FE Y MORAL (ENTRE CREER EN YAHVÉ Y OBRAR EN
CONSECUENCIA).
El DECÁLOGO sólo se entiende a partir de la ALIANZA de Yahvé con el pueblo de
Israel (ver Dt. 5, 1-22).
Yahvé se presenta como el promulgador de una alianza hecho con un pueblo
presente en la historia ("no con nuestros padres (..) sino con nosotros, con nosotros
que estamos hoy aquí, todos vivos" v. 3) y como el libertador de la esclavitud bajo
los egipcios ("que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre", v. 6).
2. MORAL BÍBLICA
ANTIGUO TESTAMENTO
B. La TORAH (ley mosaica) se entiende a partir del BERITH (la voluntad de
Yahvé expresada por medio de la alianza). La ley mosaica acusa mucha
influencia de las leyes de aquellos tiempos, pero su fuerza reside en Yahvé.
C. Un fuerte acento comunitario ya que el individuo se considera en primer lugar
como miembro de la comunidad del pueblo escogido. La solidaridad se subraya de
tal manera que existe una insistencia notable sobre la obligación de proteger al
desamparado, especialmente la viuda y el huérfano (ver Ex. 22, 22; Ps. 68, 5; ls.
1,17; Zac. 7, 10; etc.).
3. MORAL BÍBLICA
ANTIGUO TESTAMENTO
D. La llamada de LOS PROFETAS hacia la conversión auténtica del corazón
en contraposición a una moral exclusivamente "cúltica". "No confíen en
palabras mentirosas como éstas:
Templo de Yahvé, templo de Yahvé, templo de Yahvé es
este. Pero si mejoran su proceder y sus obras, si hacen
justicia entre unos y otros, si no oprimen al extranjero, al
huérfano y a la viuda, si no derraman sangre inocente en
este lugar, si no van en pos de otros dioses, para
desgracia de ustedes, entonces yo los mantendré en este
lugar, en el país que di a sus padres desde hace tiempo y
para siempre" (Jeremías 7, 4-7; ver todo el capítulo 7 que
versa sobre este punto).
4. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
La moral evangélica se podría resumir en las palabras: "Subió al monte y
llamó a los que él quiso; y vinieron donde El. Instituyó Doce, para que
estuvieran con El, y para enviarlos a predicar" (Me. 3,13-14). El discípulo es
llamado por Jesús simplemente por amor, y aquel es invitado a estar-con y
obrar- según Jesús.
La moral se plantea a nivel relacional
(llamada-respuesta) y como una misión en Su
nombre: participar en, y prolongar en el
tiempo, el proyecto liberador de Jesús. Es un
indicativo (llamada de amor) que exige un
Imperativo (respuesta comprometedora).
5. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
El discípulo está llamado a convertirse y desde su conversión proclama con
palabras y gestos, tal como Jesús hizo, la liberación de toda clase de
opresión deshumanizante.
¿DE QUÉ TRATA LA PREDICACIÓN?
"Después que Juan fue preso, marchó Jesús a Galilea; y
proclamó la Buena Nueva de Dios: ¡El tiempo se ha
cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y
crean en la Buena Nueva!" (Me. 1, 14-15).
¿CUÁL ES LA BUENA NUEVA?
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a
anunciara los pobres la Buena Nueva, a proclamar la liberación a los cautivos y
la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de
gracia del Señor" (Le. 4,18-19).
6. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
El contenido de la Buena Nueva se considera en
nuestros días como subversivo y "político" Siempre
me ha impactado la facilidad con la cual se
entienden estas palabras en situaciones de
represión y opresión, y con que fe la aceptan los
pobres. Después de todo el comienzo de la
predicación de Jesús coincide con el inicio de su
persecución. "Oyendo estas cosas, todos los de la
sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le
arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una
altura escarpada del monte sobre el cual estaba
edificada su ciudad, para despeñarle" (Lc. 4, 28-29).
7. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
Con este trasfondo, como perspectiva básica, se
pueden señalar los siguientes elementos:
a) Unidad entre Fe y Moral. Creer en Jesús
significa convertirse a la Buena Nueva y
participar en su proyecto liberador. Es preciso
no distinguir tajantemente entre Jesús y su
proyecto en el sentido de que la conversión
implica a la vez una aceptación radical de
Jesús y su praxis, ya que la misma
participación en el proyecto de Jesús implica
un conocerle más a El.
8. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
b) El mandamiento del amor como criterio supremo de la
moral cristiana (ver Mt. 12, 28-31; Mt. 22, 36-40; Lc. 10,
25-28), con una preferencia y preocupación especial por el
débil y el pobre (ver Mt. 25, 31-46). La novedad de este
criterio supremo del amor reside en que Jesús y su praxis
constituyen ahora la medida de este amor. El "amarás a tu
prójimo como a ti mismo" el Antiguo Testamento (Lev. 19,
18) se transforma en "les doy un mandamiento nuevo:
que se amen los unos a los otros. Qué, como yo les he
amado, así ámense también ustedes los unos a los otros"
de Jesús (Jn. 13, 34). Por "medida" no entiendo un modelo
sociológico impersonal sino una vivencia profunda y
amorosa que permite actuar como lo hizo El.
9. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
c) Una vivencia crítica en el mundo. El Sermón
de la Montaña, y todo el capítulo cinco de
Mateo, señala y destaca con mucha fuerza
que los criterios de Dios no coinciden con los
criterios de éxito propuestos por el mundo. El
camino de la Cruz es "locura" y "necedad"
(ver 1 Cor. 1, 17-25) porque es un grito que
anuncia la liberación y denuncia que "no todo
está permitido". La predicación de Jesús era
más bien profética (juzgando el presente) que
apocalíptica (ignorando el presente en pos de
un futuro lejano) (5).
10. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
d) Una toma de postura, una opción que
marca todo una pauta de intereses y
comportamiento. Jesús ve la humanidad a
partir del pecador, del pobre, del enfermo, del
marginado, del débil y por eso proclama la
liberación. Es la gran masa que sigue a Jesús,
porque era una multitud sin pastor (Me. 6,
34), cargando con la envidia y el odio de las
autoridades (Me. 14, 1-2: 26, 3-5: Le. 22, 2: y
Jn. 11, 45-50).
11. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
e) Una invitación universal (a todos pero de
distinta manera) en contra de las tendencias
fuertemente nacionalistas y clasistas de los
fariseos, los saduceos, los esenios y los
zelotas.
12. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
f) Una crítica feroz al legalismo justificador y opresor.
La libertad profunda de Jesús consistía en asumir,
matizar o rechazar la ley en cuanto permitía la
realización de la humanidad, según los planes del
Padre. No se trata de un rechazo unilateral y
adolescente de la ley mosaica (ver Mt. 5,17-48). Esto
queda visualizado en la parábola del fariseo y del
publicano que entra a rezar en el Templo (Le. 18, 9-14).
En una palabra, que la ley está hecha para el hombre y
no el hombre para la ley (Me. 2, 27-28).
13. MORAL BÍBLICA
NUEVO TESTAMENTO
g) Por último, encontramos tres motivaciones
básicas: el premio y el castigo (Mt. 11, 20-24;
16, 27: Me. 10, 28-30); el Reinado de Dios
como la causa de Jesús (Mt. 5, 2-10) y el
Seguimiento de Cristo (Mt. 3,13-15:10, 44-45:
Le. 5, 27-28).
14. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS
La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios
que se revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo, como
nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha
dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe
transmitirla a otro. Nuestro amor a Jesús y a los hombres nos impulsa a
hablar a otros de nuestra fe. Cada creyente es como un eslabón en la gran
cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los
otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros.
N° 166
15. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
"Creo" (Símbolo de los Apóstoles): Es la fe de la Iglesia profesada
personalmente por cada creyente, principalmente en su bautismo. "Creemos"
(Símbolo de Nicea-Constantinopla, en el original griego): Es la fe de la Iglesia
confesada por los obispos reunidos en Concilio o, más generalmente, por la
asamblea litúrgica de los creyentes. "Creo", es también la Iglesia, nuestra
Madre, que responde a Dios por su fe y que nos enseña a decir: "creo",
"creemos".
N° 167
16. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
La Iglesia es la primera que cree, y así conduce, alimenta y sostiene mi fe. La
Iglesia es la primera que, en todas partes, confiesa al Señor (Te per orbem
terrarum sancta confitetur Ecclesia, —A Ti te confiesa la Santa Iglesia por
toda la tierra— cantamos en el himno Te Deum), y con ella y en ella somos
impulsados y llevados a confesar también : "creo", "creemos". Por medio de
la Iglesia recibimos la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo. En el Ritual
Romano, el ministro del bautismo pregunta al catecúmeno: "¿Qué pides a la
Iglesia de Dios?" Y la respuesta es: "La fe". "¿Qué te da la fe?" "La vida
eterna".
N° 168
17. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
La salvación viene solo de Dios; pero puesto que recibimos la vida de la fe a
través de la Iglesia, ésta es nuestra madre: "Creemos en la Iglesia como la
madre de nuestro nuevo nacimiento, y no en la Iglesia como si ella fuese el
autor de nuestra salvación" (Fausto de Riez, De Spiritu Sancto, 1,2: CSEL 21,
104). Porque es nuestra madre, es también la educadora de nuestra fe.
N° 169
18. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
No creemos en las fórmulas, sino en las realidades que estas expresan y que
la fe nos permite "tocar". "El acto [de fe] del creyente no se detiene en el
enunciado, sino en la realidad [enunciada]" (Santo Tomás de Aquino, S.Th., 2-
2, q.1, a. 2, ad 2). Sin embargo, nos acercamos a estas realidades con la
ayuda de las formulaciones de la fe. Estas permiten expresar y transmitir la
fe, celebrarla en comunidad, asimilarla y vivir de ella cada vez más.
N° 170
EL LENGUAJE DE LA FE.
19. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
La Iglesia, que es "columna y fundamento de la verdad" (1 Tm 3,15), guarda
fielmente "la fe transmitida a los santos de una vez para siempre" (cf. Judas
3). Ella es la que guarda la memoria de las palabras de Cristo, la que
transmite de generación en generación la confesión de fe de los apóstoles.
Como una madre que enseña a sus hijos a hablar y con ello a comprender y a
comunicar, la Iglesia, nuestra Madre, nos enseña el lenguaje de la fe para
introducirnos en la inteligencia y la vida de la fe.
N° 171
20. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y naciones, la
Iglesia no cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor, transmitida
por un solo bautismo, enraizada en la convicción de que todos los hombres no
tienen más que un solo Dios y Padre (cf. Ef 4,4-6). San Ireneo de Lyon, testigo
de esta fe, declara:
N° 172
21. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
"La Iglesia, diseminada por el mundo entero hasta los confines de la tierra,
recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe [...] guarda diligentemente la
predicación [...] y la fe recibida, habitando como en una única casa; y su fe es
igual en todas partes, como si tuviera una sola alma y un solo corazón, y
cuanto predica, enseña y transmite, lo hace al unísono, como si tuviera una
sola boca" (Adversus haereses, 1, 10,1-2).
N° 173
22. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
"Porque, aunque las lenguas difieren a través del mundo, el contenido de la
Tradición es uno e idéntico. Y ni las Iglesias establecidas en Germania tienen
otro fe u otra Tradición, ni las que están entre los iberos, ni las que están
entre los celtas, ni las de Oriente, de Egipto, de Libia, ni las que están
establecidas en el centro el mundo..." (Ibíd.). "El mensaje de la Iglesia es,
pues, verídico y sólido, ya que en ella aparece un solo camino de salvación a
través del mundo entero" (Ibíd. 5,20,1).
N° 174
23. EL MEDIO DE LA TEOLOGÍA,
LA FE DE LA IGLESIA.
"Esta fe que hemos recibido de la Iglesia, la guardamos con cuidado, porque
sin cesar, bajo la acción del Espíritu de Dios, como un contenido de gran valor
encerrado en un vaso excelente, rejuvenece y hace rejuvenecer el vaso mismo
que la contiene"
N° 175
24. La revelación de este misterio tiene como punto de
partida el amor redentor de Dios. La santidad de Dios
ha exigido la muerte expiatoria de Cristo en la cruz.
La Escritura usa frecuentemente el
término pecado para designar el mal
moral, la desobediencia de la
criatura libre a Dios. También
emplea otros términos que expresan
diversos aspectos de su maldad, por
ejemplo: desobediencia, ofensa o
desprecio a Dios, injusticia,
iniquidad, ingratitud con Dios,
impiedad, culpa, rechazo de Dios
(NT y escritos apostólicos).
La Escritura también utiliza el
término o, en general, la noción
misma de pecado, en varios
sentidos: (a) para designar el
efecto del pecado en el alma;
(b) para denominar el sacrificio
que se ofrece en expiación por
las culpas del pueblo; (c) para
aludir a la pena debida al
pecado; (d) para designar el
acto de la ofensa a Dios.
LA REVELACIÓN DEL MISTERIO DEL PECADO
CONVERSIÓN Y SEGUIMIENTO.
25. LA REVELACIÓN DEL MISTERIO DEL PECADO
AWÔN: apartarse del camino recto, lo cual
muestra la situación de pecado como un estar
alejado de Dios. Se alude aquí también al
aspecto interno del pecado
La realidad del pecado es
enseñanza revelada. En el AT
no hay un término que
signifique “pecado”, pero hay
tres expresiones utilizadas
para señalar el mal que se
hace a los ojos de Dios: hata’,
pèsa’ y awôn. Términos que
los LXX traducen por amartía.
HATA’: significa fallar en el blanco, no
conseguir el fin; hay un fin del cual nos
apartamos. Señala esta palabra el aspecto
externo del acto malo cometido.
PÈSA’: designa rebeldía, lo cual indica que el
acto implica una acción voluntaria. Se alude al
aspecto interno del acto.
26. LA REVELACIÓN DEL MISTERIO DEL PECADO
Definición de Santo Tomás:
El pecado es aversio a Deo et
conversio ad creaturas (el rechazo
o apartamiento de Dios y la
conversión al bien creado, que se
quiere desordenadamente). Estos
son los dos elementos que se dan
en todo pecado.
NOCIÓN DE PECADO
Definición clásica de San Agustín:
“El pecado es todo dicho, hecho o
deseo contra la ley eterna de Dios”.
El pecado no es simplemente la desobediencia a
un mandato positivo de Dios, sino que es el
prescindir o apartarse voluntariamente de lo
que uno es y de la meta final de nuestro obrar.
Por tanto, no hace falta ley positiva para que
haya pecado.
Doble constitutivo del pecado:
El constitutivo material, que es la conversión al bien temporal que se quiere
desordenadamente, y el constitutivo formal, que es el rechazo de Dios.
27. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
El pecado constituye la respuesta negativa a la
invitación divina para participar en su plan de
liberación integral: este plan humanizador que
es capaz de transformar la historia humana en
una historia de salvación liberadora.
"Por todas nuestras faltas y limitaciones, pedimos perdón, también nosotros pastores,
a Dios y a nuestros hermanos en la fe y en la humanidad. Queremos no solamente
ayudara los demás en su conversión, sino también convertirnos juntamente con ellos,
de tal modo que nuestras diócesis, parroquias, instituciones, comunidades,
congregaciones religiosas, lejos de ser obstáculo sean un incentivo para vivir el
Evangelio" (Documento de Puebla, Mensaje, N° 2).
Nosotros los cristianos no somos los "puros" rodeados por un mundo y una historia
de pecadores, sino que también nos sabemos pecadores y nos asociamos con
nuestros obispos latinoamericanos para afirmar con humildad y sencillez:
28. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
PECADO Y CULPABILIDAD
La culpabilidad es un fenómeno psicológico que puede
conducir al fenómeno religioso de sentirse pecador pero el
paso de culpabilidad a "pecador" no es automático ya que
éste supone una referencia explícita a Dios. Así es preciso
plantear un interrogante previo:
Muchas veces se da una confusión entre pecado y
culpabilidad, sin darse cuenta de que existe un
abismo entre ambos ya que el sentirse pecador
supone la gracia de Dios dentro de un ambiente
religioso.
29. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
¿QUÉ ES LA CULPABILIDAD?
Se podría distinguir distintas formas de
culpabilidad que existen en la persona
humana en mayor o menor grado:
Fenómeno de un sentido de malestar acompañado por un sentido de responsabilidad,
causante del malestar.
1. LA CULPABILIDAD TABÚ.
Algo o alguien (idea, sexo, palabra, etc.) que conlleva consigo el matiz de lo misterioso.
Un tabú se suele detectar porque se usan metáforas como "sucio", "feo" o "asco". Se
suele atribuir al "objeto-tabú" una fuerza que al tocarlo se desencadena sin control
posible. El sentimiento de "vergüenza" acompaña una transgresión tabuística. Esta
culpabilidad tabú aparece temprano en el niño ya que es educado a relacionar el
"placer" con la "vergüenza", y la vergüenza conlleva un sentido de culpabilidad, por lo
cual desde una edad temprana puede darse una relación automática entre "placer" y
"culpabilidad". Así, por ejemplo, encontramos muchas veces que la dimensión sexual de
la persona, especialmente en ambientes religiosos, está sujeta a ese tipo de culpabilidad
tabú. Es decir, la culpabilidad no brota a causa de un daño hecho a uno mismo o a otro,
sino surge como resultado de haber transgredido un tabú.
30. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
¿QUÉ ES LA CULPABILIDAD?
Se podría distinguir distintas formas de
culpabilidad que existen en la persona
humana en mayor o menor grado:
Fenómeno de un sentido de malestar acompañado por un sentido de responsabilidad,
causante del malestar.
2. LA CULPABILIDAD NARCISISTA.
Hace referencia al mito de Narciso quien se enamoró de sí mismo al mirar su reflejo en el
agua. El sentimiento de culpa consiste en una pérdida de autoestima. La persona, para
realizarse, suele recurrir a un ideal del yo al cual puede referirse constantemente para
poder ubicarse en un contexto definido. El ideal del yo es una asimilación de los distintos
modelos que el individuo trata de traducir en una personalidad concreta. Ahora bien, al
constatar la diferencia entre su yo y su yo ideal, el sujeto se siente en conflicto consigo
mismo y se deprime. La persona piensa que al no comportarse según su ideal del yo,
entonces la sociedad y sus amigos lo van a criticar y descartar, por lo cual llega a odiarse a
sí mismo, considerándose no digno de cariño. Se trata de un círculo cerrado ya que el
sujeto busca la reconciliación en términos de una paz consigo mismo, de recobrar el auto-
respeto básico que le es imprescindible para sentirse alguien digno de cariño.
31. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
¿QUÉ ES LA CULPABILIDAD?
Se podría distinguir distintas formas de
culpabilidad que existen en la persona
humana en mayor o menor grado:
Fenómeno de un sentido de malestar acompañado por un sentido de responsabilidad,
causante del malestar.
3. LA CULPABILIDAD LEGALISTA
El punto de referencia se reduce a una serie de disposiciones promulgadas en vistas a
la formación de una sociedad humana. La adhesión de la persona a la sociedad se
expresa por medio de un respeto hacia las leyes, y al transgredir una ley se siente
culpable no por el daño hecho sino por haber ido en contra de alguna disposición
legal. La observación estricta de la ley es su medida de sentirse un buen ciudadano y
una persona humana digna de confianza y responsable. El cambio de una ley implica
en la persona un cambio de postura paralela al cambio jurídico. En el campo
religioso- moral se encuentra subyacente una vivencia basada sobre el concepto de
un Dios legislador e impersonal (el ojo gigante dentro de un triángulo) quien castiga
y premia según la obediencia o la desobediencia a las leyes positivas.
32. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
¿QUÉ ES LA CULPABILIDAD?
Se podría distinguir distintas formas de
culpabilidad que existen en la persona
humana en mayor o menor grado:
Fenómeno de un sentido de malestar acompañado por un sentido de responsabilidad,
causante del malestar.
4. LA CULPABILIDAD ÉTICA
La persona humana se guía por una serie de
principios éticos como expresión de unas
orientaciones básicas que favorecen y
permiten la realización de la persona humana
en un mundo humanizante. Su coherencia
práctica con estos principios e ideales son la
base de su autoestima que se construye a
partir de su sentirse consecuente.
33. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
¿QUÉ ES LA CULPABILIDAD?
Se podría distinguir distintas formas de
culpabilidad que existen en la persona
humana en mayor o menor grado:
Fenómeno de un sentido de malestar acompañado por un sentido de responsabilidad,
causante del malestar.
5. LA CULPABILIDAD RELIGIOSA
La culpabilidad religiosa supone una autoaceptación profunda de uno
mismo, de la responsabilidad por el daño infringido, pero dentro de un
contexto de sentirse inmensamente querido por un Dios que se presenta
como Amor Liberador y fuente de perdón inagotable. No se trata de un
perdón "barato" que da pie a una vida caprichosa ("total, me va a
perdonar"), sino de un perdón liberador que cambia la vida de uno por qué
se siente querido "a pesar dé". Así, Pedro se convirtió de un traidor a un
apóstol fiel y cabeza de la comunidad primitiva.
34. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
DE LA CULPABILIDAD ESCLAVIZANTE
AL ARREPENTIMIENTO LIBERADOR
Pablo, escribiendo a los Corintios, les dice que "en efecto, la tristeza según Dios
produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la
muerte" (2 Cor. 7,10).
Arrepentimiento religioso significa un desplazar el centro de
gravedad desde uno mismo (egocentrismo) hacia Dios y los
demás en un intento de realizar la historia de salvación
liberadora hecha realidad y promesa en la persona de Jesús el
Cristo (cristocentrismo).
Mientras que la culpabilidad es cruel y paralizante
porque el individuo queda cerrado en una pieza consigo
mismo, luchando consigo mismo, basando su
autoestima sobre su propio esfuerzo.
35. PECADO Y CONVERSION: LA LUCHA LIBERADORA
DE LA CULPABILIDAD ESCLAVIZANTE
AL ARREPENTIMIENTO LIBERADOR
Pablo, escribiendo a los Corintios, les dice que "en efecto, la tristeza según Dios
produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la
muerte" (2 Cor. 7,10).
Arrepentimiento religioso significa un desplazar el centro de
gravedad desde uno mismo (egocentrismo) hacia Dios y los
demás en un intento de realizar la historia de salvación
liberadora hecha realidad y promesa en la persona de Jesús el
Cristo (cristocentrismo).
Mientras que la culpabilidad es cruel y paralizante
porque el individuo queda cerrado en una pieza consigo
mismo, luchando consigo mismo, basando su
autoestima sobre su propio esfuerzo.