El documento discute cómo la Biblia condena la embriaguez y el consumo excesivo de alcohol. Señala que el alcohol afecta negativamente la mente y el cuerpo, y que los siervos de Dios no deben estar dominados por sustancias como el vino. El documento también contrasta las prácticas paganas antiguas relacionadas con el vino con la forma sobria y piadosa en que Dios llama a los cristianos a vivir, separados de las costumbres mundanas.
2. El Siervo de Dios – Lección VIII: No dado al vino
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LECCIÓN VIII: NO DADO AL VINO
(I Timoteo 3:3; Tito 1:7)
INTRODUCCION: La Biblia condena la embriaguez. Efesios 5:18ª dice: “No os embriaguéis
con vino, en lo cual hay disolución;”. El alcohol (peor aún, las drogas es un descontrolador
de nuestra mente, que afecta nocivamente nuestro organismo, merma la voluntad y
esclaviza al espíritu y nuestras acciones. Bajo sus efectos podemos realizar cosas que ni
siquiera recordamos, por tanto, no conviene que tales sustancias perjudiquen al hombre
de Dios y su cuerpo que es templo del Espíritu Santo (I Corintios 6:19-20)
El siervo de Dios no puede, ni debe andar en las concupiscencias de su vida anterior
(Efesios 4:17-19). Los paganos son dominados por lascivias, orgías, disipaciones, idolatrías
y embriagueces.
Gálatas 5:19-21
Los antiguos griegos y romanos daban culto a los dioses del vino, Dionisio y Baco,
respectivamente, y el éxtasis de dichos cultos consistía en llegar a ser presa del estímulo
frenético y emocional que produce el vino. Tras la embriaguez venían los demás desórdenes
sexuales, orgías, inmoralidades y lógicamente se acompañaban los cultos música, danzas y
banquetes. Tal realidad sensual no ha cambiado en nuestros tiempos y, se ha incrementado
por el uso de sustancias tóxicas mucho más fuertes y enajenantes que el alcohol.
Romanos 1:24-32
I. La Biblia, define muy bien lo cuidadoso y prudente que debe ser el hombre de Dios con
relación al peligro del vino. Vea el cuadro lastimero y de ¡ay! Para aquel que se detiene en
el consumo de alcohol.
Proverbios 23:29-35
A. El ejemplo de Noé nos demuestra, en su lado negativo, que aún un hombre justo y
temeroso delante de Dios es fácil presa de los efectos del vino, al punto que no
palpaba su propia desnudez. En la vida habrá mucha gente como Cam, hijo de Noé,
que no cubrió la desnudez de su padre alcoholizado, sino que quiso ridiculizarlo ante
sus demás hermanos.
Génesis 9:20-23 (compare esta cita bíblica con Habacuc 2:15, en donde claramente se
dice que la ebriedad descubre nuestra desnudez).
B. Analice la condición ebria en que se encontraba el rey Ela (Rey sobre Israel), el cual
tuvo un breve período de dos años de gobierno, cuando fue asesinado.
I Reyes 16:8-10
II. Es una carencia de dominio propio quedar esclavo o dominado por el alcohol. El Espíritu
Santo nos da la templanza para no dejarnos dominar de nada y el gozo del carácter para
sentirnos satisfechos con la vida que Dios nos dio, sin necesidad de afectar nuestros
sentidos con sustancias químicas.
3. El Siervo de Dios – Lección VIII: No dado al vino
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I Corintios 6:12; Gálatas 5:22-23; Efesios 5:18
Observe como mira Dios las borracheras y la aflicción que ese pecado produce en el
pueblo o sociedad que la practica en Isaías 5:11-13. Vea su similitud con los tiempos
actuales de parrandas y bacanales colectivos.
III. Es necesario que andemos en una norma mucho más alta que la corriente de ese mundo.
(I Juan 2:15-18)
A. Hay advertencia de nuestro Señor Jesucristo de que no nos dejemos contaminar de la
glotonería y embriaguez del mundo que no tiene temor de Dios
Lucas 21:34
B. En lugar de estar ebrio y desenfrenado como el mundo se encuentra, Dios nos llama a
vivir sobria, justa y piadosamente, todo lo contrario a la forma del mundo.
Tito 2:12
(Enfoque su atención en la mundanalidad de la gente días antes del diluvio. Como
vivían de espaldas a Dios hasta que ya era demasiado tarde. Mateo 24:38)
Creemos a veces que haciendo lo que la gente hace y creyendo que porque lo hacen
muchos no está mal, hace que nuestra carne acepte el asunto como “normal”, y lo que
estamos haciendo es siendo participes del pecado, cayendo en un mal testimonio
delante de los incrédulos (Éxodo 23:2). Nuestra norma de vida debe ser separada del
mundo. Mire la contaminación que sufrió Israel al asumir las costumbre de las
naciones vecinas (II Reyes 17:15). No siga la costumbre de los fariseos que decían lo
que no hacían (Mateo 23:3)
COMENTARIO FINAL: El licor se encuentra presente en todo evento social y para el mundo
perdido, es indispensable para crear un ambiente de falsa alegría y rompimiento de
inhibiciones. Aparte de la desintegración moral, espiritual y física que traer aparejado el
alcohol, el siervo de Dios debe siempre asegurarse que su vida esté bajo el control del Espíritu
Santo y que el fruto de ese Espíritu en él, produce la satisfacción plena de experimentar el
amor, el gozo, la paz, la paciencia, la templanza, la mansedumbre, la bondad y las otras
virtudes de Cristo, que ningún químico puede causar. En realidad, el siervo de Dios no
necesitará nunca un mecanismo de escape de la realidad en que vive. No necesita de
sustancias para experimentar una felicidad artificial, con dolencias posteriores. ¡Gracias a Dios
que en Cristo somos libres, aún del flagelo del alcohol!
Gálatas 5:22-23; Juan 8:32
4. El Siervo de Dios – Lección VIII: No dado al vino
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NO DADO AL VINO
Lección # VIII
PREGUNTAS BASICAS
1. ¿Cómo condena la Biblia la embriaguez?
2. ¿Qué función tenía el vino dentro de los antiguos ritos paganos griegos y romanos?
¿Ha cambiado esta realidad en nuestros días?
3. ¿Qué produce el vino en nuestra mente y actitudes?
4. ¿Cuáles son las consecuencias, según la Biblia, de un hombre esclavo del alcohol?
5. ¿Puede darnos el Espíritu Santo la templanza para no dejarnos dominar por nada?