Sistemas sociales desde la teoría de Parsons para el entendimiento de la criminalidad y bases de una política criminal
1. PSICAGOGÍA
CRIMINOLÓGICA
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Agosto de 2016 .
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El Acoso Escolar y el Bullying.
Sistemas sociales desde la teoría de Par-
sons.
Principios básicos de perfilación criminal
Fundamento científico para la gestación
de la Psicagogía Criminológica.
La implementación del Sistema Penal
Acusatorio en México.
Lugar de investigación en la Criminalísti-
ca.
Cadena Perpetua. Las trampas de la com-
parativa penológica y criminológica in-
ternacional.
EVENTOS Y NOVEDADES
REVISTADIGITALDE
CRIMINOLOGÍAYSEGURIDAD
Año V
Nro. 38
ISSN 2314-1166
2. 2 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
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Revista TEMA’S AñoV—Número 38 - Agosto de 2016
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4. 4 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
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6 Acoso escolar y el bullying. La plaga de las aulas.
16 Sistemas sociales desde la teoría de Parsons para
el entendimiento de la criminalidad y base de una
Política Criminal.
36 Principios básicos de perfilación criminal.
48 Fundamento científico para la gestación de la Psi-
cagogía Criminológica.
84 La implementación de Sistema Penal Acusatorio en
México. Análisis de las bases legales para una co-
rrecta actuación de los operadores jurídicos.
104 Cadena Perpetua. Las trampas de la comparativa
penológica y criminológica internacional
98 Lugar de investigación en la Criminalística. Dife-
renciación respecto del concepto “Lugar de Inter-
vención”
44 Eventos y Novedades.
Criminalistica
Criminología
Secciones
SUMARIO
AÑO V
NRO. 38
C R I M I N O L O G Í A Y S E G U R I D A D
Derecho
AGOSTO 2016
6. 6 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
R E V I S T A D I G I T A L D E
Daniel Romano Oscáriz
(España)
Máster en criminología y asociado fundador de la
Asociación de Profesionales y Estudiantes de la Crimino-
logía del País Vasco (APECPV/EHKPIE)
7. 7
C R I M I N O L O G Í A Y S E G U R I D A D
EL ACOSO ESCOLAREL ACOSO ESCOLAREL ACOSO ESCOLAREL ACOSO ESCOLAR
Y EL BULLYINGY EL BULLYINGY EL BULLYINGY EL BULLYING
LA PLAGA DE LAS AULAS
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Mucho se ha escuchado en estos últimos años la preocupa-
ción, en muy diversos ámbitos de erradicar, o al menos reducir, el acoso es-
colar y el abuso en los centros educativos, pero la pregunta es, ¿conocemos
realmente qué son estos fenómenos que muy a menudo escuchamos en los
medios o incluso en nuestros círculos más cercanos? La respuesta a esa pre-
gunta es que, desgraciadamente, conocemos la generalidad del problema, pe-
ro realmente no sabemos cuál es su alcance real, sus factores de prevención
o las consecuencias que este abuso desencadena en los menores víctimas. Pa-
ra poder ordenar la pequeña parcela de conocimiento que en este artículo se
busca comprender, primero debemos comprender qué es la violencia, qué es
el bullying, y qué no es.
8. 8 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
En primer lugar, como contexto en
el que englobaríamos a los otros dos
conceptos, encontramos la violencia, si
bien la RAE la define como cualidad de
lo violento, o el uso de la fuerza para
conseguir un fin, especialmente para
dominar a alguien o imponer algo. Co-
mo podemos ver es una definición muy
amplia que puede albergar tanto las
conductas puntuales proactivas y reac-
tivas de perjuicio físico entre descono-
cidos, como una pelea en plena calle,
como un maltrato continuo en el
hogar, como puede pasar en la violen-
cia doméstica o de género. Incluso la
permisividad de los testigos de un acto
violento, al no prestar ayuda a la vícti-
ma, o ignorar voluntariamente la agre-
sión inminente, puede ser considerado
como violencia, pero no tiene porqué
ser maltrato o bullying.
Dentro de la violencia encontramos
el Bullying, término acuñado por D.
Olweus en
1983, significa, en sus propias pala-
bras, la conducta de persecución física
y/o psicológica que realiza el alumno o
alumna contra otro, al que elige como
víctima de repetidos ataques. (Olweus,
D. (1983). Como podemos ver la domi-
nación y la reiteración son dos de sus
características claves, de las que se de-
riva la percepción del alumno de en-
contrarse en una situación de las que
es imposible escapar.
TEMA’S
¿Qué es la violencia o el bullying? y ¿qué las diferencia?
9. 9Una publicación de WATSON CONSULTORES
Para poder hacer una definición más
exacta de este fenómeno, una posibili-
dad es definirla dependiendo de la edad
de la persona que la perpetra o la sufre
(Ortega, R. 2010)
• Desde el punto de vista de los escola-
res más jóvenes, se trata de agresio-
nes reiteradas predominantemente
físicas, aunque también psicológicas
y verbales. Como podemos ver, si
bien es un inicio bastante general, se
empiezan a atisbar especificidades
con respecto a la violencia anterior.
• Para los escolares de enseñanza se-
cundaria, la visión del bullying es
más compleja, se identifica con situa-
ciones más concretas, si bien el fenó-
meno de la amenaza física se mantie-
ne como uno de los principales casos.
A estas edades se empieza a diferen-
ciar un posible conflicto entre dos
compañeros por un caso concreto, en
equidad de condiciones (aunque me-
die la violencia), de lo que realmente
es una situación de maltrato reitera-
do y con abuso de poder.
De hecho, se ha constatado en diver-
sos estudios la tendencia de una cuarta
parte de los niños que cursan enseñan-
za primaria han sido víctimas de hostili-
dad sistémica y constante por parte de
un grupo de iguales que continuamente
convirtieron su vida en un infierno
(Thornton, S., 2007) Y no solo es una
cuestión que ocurra en centros extran-
jeros, sino que según diversos estudios
nacional (Ortega R, y Del Rey R., 2003)
la prevalencia del maltrato entre igua-
les ronda el 10%
Como podemos ver, empiezan a aña-
dirse factores específicos que se han de
cumplir para que la violencia sea bull-
ying, como son la reiteración de una si-
tuación de agresión física, psicológica
o verbal, la aceptación por parte de la
víctima del rol impuesto en esa lucha de
poder, las consecuencias psicológicas
que son consecuencia de este maltrato
y el posible deterioro de las relaciones
sociales en el entorno inmediato.
Uno de los problemas añadidos a es-
te tipo de violencia, relacionados con el
aspecto anterior, es que se llega a con-
vertir en una infernal rutina tanto para
la víctima como para el grupo social
que puede constituir la clase, llegando a
instaurarse y ampliando su influencia
en cada uno de los integrantes, polari-
CRIMINOLOGÍA
10. 10 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
zando la situación de agresores o agredi-
dos. Este proceso no es algo que devenga de
la noche a la mañana, sino que se va cons-
truyendo lenta e inexorablemente, si no se
toman las medidas necesarias por parte de
los profesores, de los padres o incluso de
los propios alumnos, llegando a crear episo-
dios repentinos de agresividad cruel, muy
violenta e inexplicable (Bisquerra, R. Et All,
2014).
EL BULLLYINGY SU CONTEXTO
El bullying es social por naturaleza y tie-
ne lugar en grupos relativamente estables,
en los cuales la víctima tiene pocas posibili-
dades de evitar a sus acosadores y el agre-
sor a menudo obtiene el soporte de otros
miembros del grupo (Bjorkqvist, K., Ekman,
K. Y Lagerspetz, K. M. J., 1982)valiéndose
para ello de redes sociales de participación,
que se definen como el entramado de rela-
ciones personales en que cada uno se invo-
lucra cuando participa en actividades so-
ciales, tanto deportivas, como de otro
estilo, siempre que requieran de relaciones
bidireccionales con otros sujetos de igual
grado (Ortega R, Y Del Rey R., 2003)
Para poder situar las definiciones con las
que hemos podido describir el acoso esco-
lar, el maltrato o el bullying, debemos rela-
cionarlo siempre con un contexto, con una
serie de factores que se interrelacionan en
una serie de micro/macrosistemas, dando
lugar a que el niño interactúe, influya y
sea influido en una serie de círculos fa-
miliares, sociales, religiosos… donde desa-
rrolla su personalidad y modela su forma
de pensar, comunicarse y crecer. En el
ámbito escolar, siguiendo esta línea de pen-
samiento nos podemos encontrar con tres
subsistemas (Ortega, R. Y Mora-Mercham,
A., 1996)
• Subsistema de los adultos compuesto
por los profesores, directores, trabajado-
res… del centro educativo, que se relacio-
nan entre ellos de una forma distinta a
TEMA’S
11. 11www.watsonconsutores.com
como se relacionan con otros subsiste-
mas. Con relación al acoso escolar, este
puede ser una preocupación candente,
por lo que se intentará buscar una solu-
ción, o bien, debido a la rutina diaria y al
posible abotargamiento por años de ser-
vicio en un mismo puesto, el acoso puede
ser un tema poco preocupante para algu-
nos, por ser “otra carga más”.
• Subsistema profesorado/alumnado se
podría considerar el más desigual de los
tres sistemas, ya que ambas partes se re-
lacionan en un cima donde el poder es
prácticamente dominado por los profeso-
res, y eso crea una situación más tensa o
áspera, por denominarlo de algún modo,
sobre la que difícilmente podrá crearse
una sensación de bienestar grupal, nece-
saria para poder prevenir y atacar el pro-
blema del acoso escolar. Si bien hay ex-
cepciones, el rol de autoridad delegado al
profesor es una herramienta satisfactoria
o inútil para luchar contra este problema,
todo depende de cómo lo manejen tanto
los profesores como los alumnos.
CRIMINOLOGÍA
• Subsistema entre iguales es en este sis-
tema creado por las interacciones de los
propios alumnos donde se manifiesta el
Bullying, se trata del ambiente interrela-
cional que los propios alumnos crean en-
tre ellos, donde se ejercen los diversos
roles de sumisión/dominación, jerarqu-
ías, conductas proactivas o agresivas…
No debemos olvidar que estos tres sub-
sistemas se relacionan entre sí siguiendo
las teorías ecológicas (Bronfrenbrenner, U.,
Morris, P., 1997), se modifican dependien-
do de la situación de los factores coexisten-
tes, de nuevas variables añadidas (un profe-
sor nuevo, un alumno recién llegado…) o de
factores externos tan importantes como la
realidad socioeconómica de cada alumno y
de las enseñanzas del entorno familiar
haciendo que el abuso de poder entre igua-
les sea el resultado de la interacción com-
pleja entre ellos y otros factores que surge
de los distintos contextos.
El siguiente esquema refleja la relación
de los diversos subsistemas, englobados en
12. 12 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
la situación cultural y social concreta, donde
incardinaríamos, además, a cada sujeto con
sus factores endógenos y exógenos corres-
pondientes, moduladores de su forma de
pensar y de su conducta.
Conclusión
Cabe indicar que la lucha contra el acoso
escolar comienza en la prevención del mis-
mo, mediante la detección y el análisis de
los diversos factores concurrentes. Para ello
cada uno de los integrantes del entorno so-
cial del menor (familia, profesores, ami-
gos…) debe actuar proactivamente, y sa-
ber reconocer cuales pueden ser las seña-
les de riesgo, si bien esto último resulta una
labor muy compleja.
Para ello, según el Report For An Action
Plan To Combat Violence In Schools:
- el abordaje de la prevención ha de ser
multidisciplinar, es decir, todas y cada una
de las posibles facetas de este fenómeno
han de ser investigadas desde distintas
ciencias, para poder conseguir mejores re-
sultados
- todo plan de acción que se realice ha de
ser global y coordinado, mediante estrate-
gias específicas, pero de actuación multisec-
torial ordenada.
- la formación es fundamental; como par-
te del ámbito más cercano del menor, no es
difícil entender que la reacción inmediata
ha de ser realizada por padres o profesores,
pero para ello es imprescindible que conoz-
can acerca del acoso, dominando herra-
mientas eficaces de apoyo y ayuda. Median-
te este último punto se evita la tan nefasta
victimización secundaria, que podría deno-
minarse como la mala atención que recibe
la víctima al entrar en contacto con los en-
tes de ayuda, lo cual crea una situación de
desesperación o incluso la precipitación de
una nueva agresión (pensemos, por ejem-
plo, en el padre/madre que llama blando/a
a su hijo/a por “dejarse pegar en el cole”)
Por lo tanto la idea con la que me gustar-
ía concluir este artículo es que el acoso es-
colar es una situación muy compleja con
muchos factores intervinientes, pero no por
ello imposible de prevenir o disminuir, de
ahí la importancia de la labor de los profe-
sionales en los centros educativos diaria-
mente (inculcando conductas prosociales
en contra de la violencia), de los padres,
(educando individualmente a cada niño o
niña para relacionarse de forma satisfacto-
ria, reducir su agresividad y frustración), de
TEMA’S
13. 13www.watsonconsutores.com
los investigadores (analizando y extra-
yendo factores relevantes, herramientas
de actuación eficaces, reevaluando herra-
mientas utilizadas…) los medios de comuni-
cación… un sinfín de influencias que se
complementan en post de erradicar esa la-
cra que resulta el acoso escolar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bisquerra, R. Colau, C., Colau, P. Collel, J.,
Escudé, C., Pérez N., Ortega, R., Avilés,
J. M. (2014)Prevención del acoso
escolar con educación emocional Edito-
rial Desclée de Brouwer, Bilbao, España, p.
19
Bjorkqvist, K., Ekman, K. y Lagerspetz, K. M.
J., (1982) Bullies and victims: their ego pic-
ture, ideal ego picture and normative
ego picture. Escandinavian Journal of Psy-
chology, 23, pp 307-313
Bronfrenbrenner, U., Y Morris, P. (1997) the
ecology of developmental process
Olweus, D (1983) low school achievement
and agressive behavior in adolescent
boys, En D. Magnusson y V. Allens
(eds.) Human development. An interac-
tional perspective. Nueva york: Academic
CRIMINOLOGÍA
Press, pp. 353-365)
Ortega, R. (2010) agresividad injustificada,
bullying y violencia escolar, Madrid, Edi-
torial Alianza
Ortega, R. Y Mora-Mercham, A. (1996), El
aula como escenario de la vida afectiva y
moral, Revista Cultura y Educacion, volu-
men 8 tomo 3 editor Routledge, pp. 5-18
Ortega, R., Del Rey, R., (2003) La violen-
cia escolar, estrategias de prevención,
Editorial GRAÓ, Barcelona, España
Report For An Action Plan To Combat Violen-
ce In Schools (Report Finland Finish
Centre For Heatlh Promotions (connect 006-
Fi)
Thornton, S (2007) Bullying: a flexble pro-
blema en Child care (Londres Step For-
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16. 16 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
R E V I S T A D I G I T A L D E
SISTEMAS SOCIALES DESDE
LA TEORÍA DE PARSONS
PARA EL ENTENDIMIENTO DE
LA CRIMINALIDAD Y BASES DE UNA
POLÍTICA CRIMINAL
Wael S. Hikal Carreón
(México)
Es Licenciado en Criminología con acentuación en
prevención del delito e investigación criminológica
de la Facultad de Derecho y Criminología de la
Universidad Autónoma de Nuevo León, México.
Maestría en Trabajo Social con orientación en pro-
yectos sociales con la tesis Proyecto reforma a las
escuelas de Criminología y Criminalística en Méxi-
co.
Becario Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
por la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo
Humano de la misma Universidad.
Ha dictado innumerables conferencias y es docente universitario en temas afines.
Su interés en la investigación se centró hacia la vertiente científica, filosófica, psicológica,
etiológica y preventiva.
Director de la Revista Científica Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada
Director de Wikipedia Criminológica. La enciclopedia de Criminología y Criminalística.
Miembro del Comité Académico de Revista Digital de Criminología y Seguridad TEMA’S.
También es autor de destacados libros especializados.
17. 17http://revista-temas.blogspot.com.ar
C R I M I N O L O G Í A Y S E G U R I D A D
Parsons, afirma que las sociedades tienden a la
autorregulación, así como la integración de los elementos
de esta, a través de sus valores, metas, ideologías, ten-
dencias, funciones, modas, etcétera. Como Política Crimi-
nal, una sociedad integrada se distingue por llevar la di-
rección de preservar el orden y estabilidad a través de
diversos movimientos; por ejemplo: Educación, religión,
familia, costumbres, formas de gobierno, etcétera. En el
presente se revisan los postulados parsonianos para el
entendimiento de la criminalidad y la prevención del cri-
men.
Acción social
Controles de la criminalidad
Política Criminal
Psicoanálisis
Sociedad
18. 18 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
que cuando este fue alumno, ya hab-
ía fallecido, pero su esencia en la es-
cuela, permanecía) y Freud, se dedi-
ca a la docencia de la Economía y So-
ciología en la Universidad de Har-
vard, posteriormente en la Universi-
dad de Pensilvania. Sus obras: La es-
tructura de la acción social (1937),
Ensayos sobre teoría sociológica pu-
ra y aplicada (1949), El sistema so-
cial (1951) y Hacía una teoría gene-
ral de la acción (1951). Junto con
Merton, Parsons es de los más influ-
yentes representantes del estructu-
ral-funcionalismo. Fundador del de-
DESARROLLO E
INFLUENCIAS
Sociólogo estadounidense, nació el
13 de diciembre de 1902 en Colorado
Springs, EUA, fallece el 08 de mayo
de 1979. Tras licenciarse en el Am-
herst College de Massachusetts, rea-
lizó sus estudios en Inglaterra y Ale-
mania, donde estuvo en la Escuela
Inglesa de Economía y en la Universi-
dad de Heidelberg de Alemania, don-
de se doctoró. De retorno a EUA, in-
fluenciado por Max Weber (a pesar
TEMA’S
19. 19http://revista-temas.blogspot.com.ar
obra de Parsons.
El tercer periodo, que corre de me-
diados de la década de los cincuen-
ta hasta su muerte, está marcado
por la publicación de Economy and
Society, con Neil Smelser; los artí-
culos sobre los universales evoluti-
vos y el papel de la religión en la
configuración de Occidente; así co-
mo dos textos explícitamente sisté-
mico–evolutivos: La sociedad y El
sistema de las sociedades moder-
nas (2010).
Desarrollo de su teoría
sobre la sociedad
Acción social
Partiendo de su teoría general de
la acción, implica los siguientes ele-
mentos:
a. Un actor;
b. Una situación, y
c. La orientación del actor hacía la
situación
Tal orientación, surge de:
1. Motivos o necesidades diversas,
y
2. Valores basados en normas o
principios sociales.
Se refiere a “acción social” por lo
inherente que está en tal “acción” la
conciencia y un proceso mental, vo-
luntad, mientras que conducta seña-
la él es un movimiento provocado
por estimulos, mecánico.
Explica Gomezjarra:
Los actores dentro de la sociedad
actúan impulsados por motivos o
partamento de relaciones sociales en
la Universidad de Harvard, con la in-
tención de agrupar diversas discipli-
nas sociales, como la Psicología Clíni-
ca, Psicología Conductista, Antropo-
logía y Sociología. En 1949 fue nom-
brado presidente de la Sociedad
Americana de Sociología.
Lidia Girola, en su artículo:
“Talcott Parsons: a propósito de la
evolución social”, publicado en la re-
vista Sociológica, aporta más datos
sobre su formación:
La vida intelectual de Parsons pue-
de, para efectos prácticos, dividirse
en tres grandes periodos. El prime-
ro, marcado por sus lecturas de au-
tores relevantes del pensamiento
social, principalmente Durkheim,
Sombart y Weber, tiene como mo-
mentos clave la redacción de su te-
sis doctoral, su libro La estructura
de la acción social y los artículos
sobre la situación de Alemania an-
tes y después del nazismo.
El segundo inicia con la publica-
ción de El sistema social; la mono-
grafía “Motives, Values and Sys-
tems of Action”, junto con Edward
Shils, en los Working Papers, de
1953; y el texto Hacia una teoría
general de la acción, todos a inicios
de la década de los cincuenta, que
constituyen una aportación funda-
mental a la constitución del acervo
conceptual de la sociología; y si
bien pueden ser consideradas obras
de transición, entre una perspecti-
va centrada en la acción y una te-
oría de los sistemas sociales, tam-
bién son, desde el punto de vista de
muchos estudiosos, la parte medu-
lar y peculiarmente creativa de la
CRIMINOLOGÍA
20. 20 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
Un sistema social será funcional cuando
la internalización de las normas o patro-
nes de conducta que se adquieren en una
sociedad determinada y en un momento
histórico concreto, sirven para conservar
el propio sistema (2008, pp. 51 y 52).
Su propuesta de teoría general de la so-
ciedad pretende una solución propuesta por
Parsons a las polarizaciones anteriores a su
tiempo fue una teoría general de la socie-
dad, que piensa la vida social como una to-
talidad y que pueda constituirse como un
gran relato, con capacidad explicativa y pre-
dictiva sobre la vida social.
Señala que dentro del sistema social,
existen cinco pares de opciones de normas
para que los actores sociales decidan cuál
emplear, a saber:
Afectividad contra afectividad neutral. La
norma es afectiva si permite la satisfac-
ción inmediata del interés del actor, pero
afectivamente neutral si impone disciplina
y pide el renunciamiento en favor de otros
intereses.
Egoísmo contra interés colectivo. Las nor-
mas sociales pueden definir como legítima
la persecución de los intereses privados del
actor, u obligarlo a actuar en interes del
valores y tejen una red de relaciones in-
teractivas llamada sistema. Para Parsons
existen tres sistemas fundamentales:
El sistema cultural objeto de la antropo-
logía social, está formado por las ideas y
creencias, por los símbolos y formas artís-
ticas y por los patrones o normas de con-
ducta.
El sistema de la personalidad que no es
otra cosa que la internalización de las
normas sociales vigentes en el grupo al
que pertenece el individuo.
El sistema social cuyo estudio correspon-
de a la sociología y parte del análisis de
las estructuras sociales determinantes: la
Estratificación Social y la División Social
del Trabajo.
Los actores o individuos forzosamente
existen en relación con la estratificación
social y por lo tanto, ocupan cierto status
social. Pero este actor desarrolla una se-
rie de relaciones con otros actores, es de-
cir, dentro de la división social del traba-
jo, juega varios papeles en su vida: dentro
de la familia es padre, sobrino, esposo,
etc., dentro del trabajo es jefe, líder, se-
cretario, etcétera. Estos diversos papeles
sociales se llaman roles.
TEMA’S
21. 21
Funcionalismo”, es la siguiente:
Para cualquier conocimiento de la reali-
dad social se debe partir de ciertos princi-
pios teóricos. Entre más científicos sean, la
realidad se conocerá mejor. Utilizando un
símil, explicaremos esto como si el obser-
vador de la realidad se encontrase en un
cuarto y deseara conocer la realidad exte-
rior. Este conocimiento está en relación al
tamaño, forma y posición de la ventana a
través de la cual observa el exterior. Así la
teoría para conocer la sociedad (la venta-
na en nuestro ejemplo) es lo que Parsons
llama el sistema de referencia (2008, p.
53).
Para él, su postulado del funcionalismo
estructural, afirma que las sociedades tien-
den a la autorregulación, así como la integra-
ción de los elementos de esta, a través de sus
valores, metas, ideologías, tendencias, fun-
ciones, modas, etcétera. Una sociedad inte-
grada se distingue por llevar la dirección de
preservar el orden y estabilidad a través de
grupo.
Universalismo contra particularismo.
Aquél se refiere a las normas de valor que
están altamente generalizadas, éste a las
que tienen valor para un actor particular
en relaciones particulares con objetos par-
ticulares.
Realización contra cualidad. Puede atri-
buirse importancia ya que la consecución
de ciertos fines (realización) o a los atri-
butos de la otra persona, por el hecho de
que es esto o lo otro, por ejemplo, padre
del actor, médico, etc.
Especificad contra difusión. Puede definir-
se específicamente un interés, de suerte
que no se suponga que existe ninguna obli-
gación fuera de los límites así señalados; o
de modo difuso, de suerte que puede supo-
nerse que las obligaciones van más allá de
la definición expresa (2008, p. 53).
De lo anterior, Parsons señala cuál es la
labor del sociólogo, a saber, explicado por
Gomezjarra:
De esta manera, la tarea del sociólogo
consiste en determinar las normas de con-
ducta con vigencia social, es decir, el gra-
do de aceptación social. En otras palabras,
la misión del sociólogo está orientada a la
comprobación de la funcionalidad de las
normas, ideas y patrones culturales a
través de los roles y el status. O si por el
contrario, esas normas institucionaliza-
das, adjuntan o mantienen los roles o sta-
tus dentro del sistema social dado (2008,
p. 53).
Estructural-funcionalismo
Basado en Gomezjarra:
La teoría sociológica de Parsons expues-
ta con el nombre de “Estructural-
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22. 22 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
que considero 4 elementos inherentes para
el desarrollo de estos sistemas, por las si-
glas: AGIL, a saber:
1. Adaptación;
2. Goal (Metas);
3. Integración, y
4. Latencia.
En el primer supuesto (adaptación), los
sistemas dependen de una adaptación recí-
proca, donde todos queden satisfechos o al-
cancen la satisfacción de sus necesidades.
En el segundo (metas), todo sistema tendrá
metas claras por alcanzar o aspiraciones
esenciales y complejas. Para el tercer ele-
mento (integración), aquella integración de
sus partes que constituyen el sistema, y fi-
nalmente, el cuarto (latencia), los sistemas
proporcionan, mantienen y renuevan las
motivaciones y las culturas que son impulso
constante.
A su vez, parte el sistema en cuatro:
• Sistema de acción;
• Sistema de la personalidad;
• Sistema social, y
• Sistema cultural.
El primero es el organismo biológico que
cumple con la adaptación al autoajustarse o
transformar el mundo externo. El segundo,
define metas y logros, así como la moviliza-
ción de medios para lograrlos. El tercero: Se
ocupa de la integración, controlando las
partes elementales, y el cuarto: Proporciona
a los actores las normas y valores que serán
el motivo de su acción.
Sistema social
Definitivamente, contempló el sistema
social como un sistema de interacción e in-
diversos movimientos; por ejemplo: Educa-
ción, religión, familia, costumbres, formas
de gobierno, etcétera.
Da la autonomía a los sujetos, de elegir
los medios por los cuales pueden alcanzar
un fin, donde están involucradas las institu-
ciones sociales en estos. Así, si el fin de una
sociedad es conservar su estabilidad, todas
las instituciones se homologan junto con los
grupos importantes para llegar a tal fin; por
ejemplo: El crimen es un acto que lastima a
sociedades enteras, más allá de ser víctima
directa de algún delito, los efectos colatera-
les, dañan, por lo cual, se homologan las ins-
tituciones con otros actores sociales.
Se crean programas en los tres órdenes
de gobierno, en el caso de México, donde se
recurre a la interinstitucionalización, invo-
lucrando dependencias de diversos temas
en un mismo objetivo; por ejemplo: Las de-
pendencias de salud, a lo propio en preven-
ción de embarazos, violencia, consumo de
drogas, las de educación, en temas similares,
más lo propio, las de Derechos Humanos, en
la concientización de estos y de las depen-
dencias a dónde acudir, las de desarrollo so-
cial, con acciones de intervención para dia-
gnóstico, atención, concientización, etcétera,
seguridad pública, administración de justi-
cia, entre tantas más, persiguiendo un mis-
mo fin: Prevenir, atender, reducir el crimen.
Por otro lado, de tal impacto es el crimen,
que incluso las dependencias internaciona-
les institucionalizadas y los organismos no
gubernamentales, se crean y unen a la mis-
ma labor, aportando estudios, diagnósticos,
recomendaciones, mejores prácticas, reu-
niones con expertos, entre tantos más.
Desde su funcionalismo, aportó que una
función es un conjunto de actividades direc-
cionadas para la satisfacción de una o varias
necesidades dentro del sistema. Él señaló lo
TEMA’S
24. 24 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
con funciones, y el resultado final social, es
el beneficio que lleva a la sociedad, pense-
mos en una farmacia ¿Qué requiere para
funcionar? La iniciativa de los dueños para
emprenderla, el capital, un proceso legal
que lleva a vincularse con profesionales
jurídicos y contables, para la creación de tal,
su construcción, que implica un arquitecto,
diseñador, albañiles, posteriormente equi-
parla, que lleva a contactarse con más per-
sonas para los estantes, espejos, sistemas
eléctricos, entre otros, administrativos,
computacionales, emplear despachadores,
cajeros, médicos, y el producto final: Servir
con atención médica y farmacéutica a la so-
ciedad, y estos fomentan la salud para quié-
nes la necesitan.
Figúrense ejemplos en otras áreas, un
tegración, claro es, por tratarse de colectivi-
dades y generalidades. Utiliza el concepto
de rol-estatus, este último hace referencia a
una posición en el sistema estructural y el
rol a lo que hace el actor en tal posición, así
este es el integrado de estatus y roles. Par-
sons realizó una serie de elementos de los
sistemas:
1. Los sistemas sociales deben estar estruc-
turados de manera que sean compatibles
con otros sistemas;
2. El sistema social debe contar con el apoyo
de otros sistemas;
3. Debe satisfacer una parte significativa de
las necesidades de los actores;
4. Debe fomentar en sus miembros una par-
ticipación suficiente;
5. Debe ejercer control sobre las conductas
potencialmente desintegradoras;
6. Si surge un conflicto lo debe controlar, y
7. Requiere un lenguaje para poder sobrevi-
vir.
Señala un elemento ausente en el antiso-
cial: La integración, explica que durante la
satisfacción de las necesidades de un indivi-
duo, a su vez cumple con una satisfacción
social o colectiva, aunque parezcamos seres
aislados unos de otros, que así no lo han ido
imponiendo en el pensamiento y ejercicio
de la vida, por ejemplo sencillo, la capital del
país, donde las personas en ciertos momen-
tos y lugares, no mantienen contacto visual,
todos son unos desconocidos, todos persi-
guiendo sus propias metas, sin existir los
demás, sino uno solo.
Pero tal condición de interacción e inte-
gración, da más: Una empresa por ejemplo,
no funciona solo con el capital de los due-
ños, requiere equipos externos que cumplen
TEMA’S
25. 25
nas incapaces de establecer adhesiones a
objetos institucionalmente aceptados, así
como con el sexo femenino o que falla en
reconciliar las expectativas de sí mismos
con los que otros tienen respecto de ellos).
(...). Define a la desviación como una per-
turbación del equilibrio del sistema inter-
activo (2004, p. 73).
De nuevo Gomezjarra explica al respecto:
Frente a esta estabilidad de comporta-
miento, se pueden presentar “rupturas” y
desviaciones o seas apartamientos de los
patrones vigentes, comúnmente aceptados
y socialmente definidos. Son éstos los com-
portamientos debilitados o “patológicos”
de las normas institucionalizadas, Merton
llama a esto disfunciones porque disminu-
yen el grado de adaptación o ajuste al sis-
tema (2008, p. 52).
Pero, por el contrario:
Las personas que ocupan diferentes po-
siciones en la estructura social propen-
den a tener intereses y valores distintos
(aunque también comparten algunos in-
tereses y valores con otros). Como resul-
tado de ello, no todas las normas sociales
están distribuidas por igual entre las dis-
tintas posiciones sociales. Consecuencia
lógica de ello es el siguiente hecho, que
también se observa empíricamente: en la
medida en que esas normas no son las
mismas para todas las posiciones y gru-
pos sociales de una sociedad, las mismas
circunstancias se evaluarán de diferente
manera, por no estar de acuerdo con las
normas de los demás. Así, lo que para un
grupo es un problema, para otro grupo
será una ventaja (Taylor, Walton, y
Young, 2001, p. 166).
Sobre lo anterior, se tiene el infortunio de
que sobre los grupos vulnerables, pobres,
banco, una cárcel, un sistema de adminis-
tración de justicia, un Oxxo o un 7-eleven,
un restaurante, un museo, parque, escuela,
aeropuertos, centrales de autobuses, etcé-
tera.
Por otro lado, divide el sistema en 4 sub-
sistemas basados en el AGIL:
• La Economía;
• La Política;
• La comunidad societal, y
• El sistema fiduciario.
El primero, sirve de unión a través del
trabajo, producción y distribución de bie-
nes y servicios, así como la generación de
economía propia para el empleado y em-
pleador. El segundo, buscando el logro de
metas mediante objetivos comunes de la
sociedad y gestionando los recursos, así co-
mo dirigiéndolos para las actividades a rea-
lizar. El tercero, funcionando como integra-
dor, coordinando a las partes de la socie-
dad, y el cuarto: Las instituciones socializa-
doras, que trasmiten las costumbres, nor-
mas, valores.
Desarrollo de su teoría sobre
la criminalidad
Taylor, Walton y Young señalan:
“Parsons es un ejemplo claro de un teórico
que trata de explicar la desviación basándo-
se fundamentalmente en una socialización
deficiente, es decir, en la incapacidad de in-
teriorizar medios para satisfacer necesida-
des” (2001, p. 310).
Marchiori indica:
La mayor parte de su teoría general de la
acción está referida a la relación entre
desvío y conformidad (...). Parsons desa-
rrolla varias otras formas (por ej. Perso-
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26. 26 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
doble objetivo: Obtener gratificaciones, Evi-
tar sanciones” (2007, p. 213).
Sobre la anomia, apunta Víctor Reyes Mo-
rris de Colombia, en su artículo: Anomia y
criminalidad: Un recorrido a través del de-
sarrollo conceptual del término Anomia”, en
la revista Criminalidad, que:
Talcott Parsons redirige la teoría de la
anomia de Durkheim dentro de sus propia
teoría de la acción social. La interpreta-
ción que Parsons ofrece es que la anomia
es explicada, por Durkheim, en dos argu-
mentos: Por falta de equilibrio entre me-
dios y fines de acción, y por la vaga defini-
ción de los mismos fines (2008, p. 324).
La influencia del Psicoanálisis
Hopkins Burke, en su libro hace una
síntesis sobre las explicaciones históricas
sobre la subcultura de la desviación, en lo
que él señala, la tercera corresponde a la
desarrollada por Parsons, influida por el pa-
dre del Psicoanálisis: Freud, y apunta:
Third, there was the ‘masculine identify
crisis theory’ outlined by the then highly
influential functionalist sociologist Talcott
Parsons (1937) during a period when his
work was highly influenced by Freud. Par-
sons argued that the primary social role of
the adult male is job-centred while that of
the adult female is home-centred. Conse-
quently the father is absent from the fami-
ly home for much of the time and is unable
therefore to function as a masculine role
model for his children. The outcome is that
children of both sexes identify with their
mother to the exclusion of their father and
this is particularly problematic for the ma-
le child who encounters strong cultural ex-
pectations that he adopt a masculine role
but has no real concept of what this invol-
minorías, desiguales, criminales, abandona-
dos, excluidos, entre otros, hay grupos de
poder que toman ventaja sobre esto, así, te-
nemos partidos políticos, fundaciones, orga-
nismos no gubernamentales, particulares,
entre otros, que toman ventaja de la trage-
dia, existen programas, por ejemplo: El Te-
letón, Juguetón, programas que solicitan
estímulos, donativos, etcétera, ya sea en el
Oxxo con la donación de centavos para ayu-
dar a X grupos, o en los cines, para apoyar la
cirugía de ojos o a capacitar para el trabajo
a determinadas personas, de cuyos testimo-
nios tenemos poca claridad, así como caren-
te involucramiento.
Reflexiona Girola:
En cuanto a los lazos que ligan a los
miembros de la sociedad, principalmente
en términos adscriptivos, éstos van per-
diendo peso en la medida en que la socie-
dad se desarrolla; esta pérdida de injeren-
cia en la vida de cada quien es, también,
un síntoma evolutivo.
Las sociedades tradicionales se definen,
residualmente, como lo opuesto a la socie-
dad moderna. Su cultura es fundamental-
mente expresiva, artísticamente orienta-
da; sus miembros son individualistas por-
que no aceptan la autoridad; son irres-
ponsables cívicamente, con propensión a
los gobiernos dictatoriales; las familias
son extensas; y se aprecia el respeto a las
convenciones, más por considerarlas un
resguardo de la estabilidad que por su as-
pecto moral. Las solidaridades son rela-
cionalmente adscriptivas, lo que implica
falta de vinculación con entidades abs-
tractas que rebasen los límites de la comu-
nidad local (2010).
Señala Reyes Calderón: “Sin embargo, las
metas del hombre son encaminadas con un
TEMA’S
27. 27
La tensión
La tensión surge cuando no se logran
cumplir las expectativas, lo que lleva a la
frustración. Esta puede resolverse de otras
formas, mediante algunos mecanismos de
defensa, la inhibición, represión de tales ne-
cesidades, transferencia o desplazamiento,
pero cuando la tensión no puede ser resuelta
del modo anterior o no se puede sustituir, se
reacciona con algún resentimiento o hostili-
dad.
El sujeto no solo se halla sometido a una
tensión en relación con sus necesidades, sino
también a un conflicto interno en su propio
sistema de disposiciones de necesidad. Por
razón de que presenta un sentimiento nega-
tivo hacia sí y el entorno, pero al mismo
tiempo una poderosa necesidad de retener
su relación consigo mismo y la pauta norma-
tiva, tiene que defenderse contra su necesi-
dad de expresar sus sentimientos negativos,
con el riesgo subsiguiente de perturbar aún
más su interior y frustrarse más o de provo-
car en él una acción de represalia, en el caso
más extremo.
Esto genera dos direcciones básicas:
1) La conformidad consiste en acentuar lo
positivo, procurar de modo compulsivo aco-
ves. But he has, during his childhood, dis-
covered that stealing, violence and des-
truction provoke the disapproval of his
mother and hence identifies these as non
-feminine and therefore masculine cha-
racteristics. Offending behavior satisfies
these criteria of masculinity (2009, p.
126).1
Y agrega:
(...) explained different levels of offending
behavior between males and females as
the outcome of the social and family struc-
ture prevailing in the USA at the time. The
father worked outside the home to provide
economically for the family, while the mot-
her outside the home to provide the care
and upbringing of the children and loo-
king after the home. Boys were expected to
grow up like their fathers and consequen-
tly assumed that passivity, conformity and
being good are behavioral traits that
should be avoided. The outcome is an ag-
gressive attitude which can lead to anti-
social, rebellious and criminal activities.
Girls, however, have a close adult model –
their mother- which allows them to matu-
re emotionally and become feminine
(Hopkins Burke, 2009, p. 155).2
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1.- En tercer lugar, se produjo “la teoría de la crisis de la identidad masculina” esbozado por el entonces muy influyente soció-
logo funcionalista Talcott Parsons (1937), durante un período en que su trabajo fue muy influenciado por Freud. Parsons sos-
tenía que la función social primaria del macho adulto es centrada en el empleo, mientras que el de la hembra adulta es centra-
da en el hogar. En consecuencia, el padre está ausente de la casa de la familia durante la mayor parte del tiempo y, por tanto,
no está en condiciones de funcionar como un modelo masculino para sus hijos. El resultado es que los niños de ambos sexos
se identifican con su madre a la exclusión de su padre y esto es particularmente problemático para el niño varón que se en-
cuentra con fuertes expectativas culturales que adoptan un rol masculino, pero no tiene un concepto real de lo que esto impli-
ca. Pero ha, durante su infancia, descubrió que el robo, la violencia y la destrucción provocan la desaprobación de su madre y
por lo tanto identifica estas características no tan femenino y por lo tanto masculinos. comportamiento ofensivo satisface estos
criterios de masculinidad (2009, p. 126).
2.- (...) Explica los diferentes niveles de las conductas delictivas entre machos y hembras como el resultado de la estructura
social y familiar que prevalece en los EE.UU. en el momento. El padre trabajaba fuera del hogar para proporcionar económi-
camente para la familia, mientras que la madre fuera del hogar para proporcionar el cuidado y la crianza de los hijos y el cui-
dado de la casa. Se espera que los niños crezcan como sus padres y por lo tanto asume que la pasividad, la conformidad y ser
bueno son los rasgos de comportamiento que deben ser evitados. El resultado es una actitud agresiva que puede conducir a
actividades antisociales, rebeldes y criminales. Las niñas, sin embargo, tienen un modelo cercano -su madre adultas que les
permite madurar emocionalmente y se convierten en femeninas (Hopkins Burke, 2009, p. 155).
28. 28 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
gativa a adecuarse a las expectativas del ego
se hace compulsiva, y se produce un círculo
vicioso en la interacción de los dos actores.
Esta dimensión desviación-conformidad
es central a toda su concepción de la acción
social y de los sistemas sociales. El sistema
interactivo actúa organizando los sistemas
motivacionales de los actores en orden a
crear una motivación hacia la conformidad
con las expectativas de un sistema compar-
tido de pautas normativas. El equilibrio es
el punto de referencia, pero no obstante,
existen tendencias hacia la desviación, es
decir, a apartarse de la conformidad con los
criterios normativos que han llegado a esta-
blecerse como parte de la cultura común.
La tendencia a la desviación es también
un proceso de acción motivado, por parte
de un actor que ha tenido toda clase de
oportunidades de aprender las orientacio-
nes requeridas y que tiende a desviarse de
las expectativas de conformidad. Las ten-
dencias a la desviación obligan al sistema
social a enfrentarse con problemas de con-
trol, puesto que si se tolera la desviación
tenderá a cambiar o desintegrar el sistema.
Interpretación a los sistemas de
control de la criminalidad
Cuando un individuo quebranta la norma
social y legal, se despliega un abanico de pu-
niciones a modo de controlar esa conducta,
la inicial y más antigua se basa en el castigo
o llamamiento de atención por parte de los
superiores jerárquicos de la familia o socie-
dad, ya sea el padre o madre de familia, los
hermanos, u otros familiares, también por
el mayor del microgrupo social, o por figu-
ras de autoridad como sacerdotes (“la reli-
gión tiene como función social el contribuir
al mantenimiento de pautas, manejo de ten-
modarse a lo que su interior interpreta co-
mo expectativas sociales (que en virtud de
la institucionalización son también las suyas
propias), así como minimizar el riesgo de
perturbar aún más su interacción e integra-
ción, y
2) La alienación compulsiva implica tam-
bién que la vinculación como persona y a la
pauta normativa constituye aún una necesi-
dad fundamental, pero el ego debe defen-
derse contra la tendencia a expresar esta
disposición de necesidad, y por ello, no sólo
debe expresar su reacción negativa, sino
asegurarse doblemente que el elemento
conformativo no adquiera superioridad y
ponga en peligro la suya, teniendo que in-
hibir el negativo de nuevo. Por tanto, su ne-
TEMA’S
29. 29
tigar, castigar la conducta criminal, no sien-
do ya suficiente el llamamiento de atención
dado la severidad de muchos actos que se
alejan del bien común o de lo funcional de la
sociedad. Se emplea la persecución y encie-
rro a las personas que trasgreden la norma,
suponiendo así una protección al colectivo y
una reeducación del infractor.
Se han creado documentos
(herramientas) con escritos que son regla-
mento de las actividades que los gobiernos
deben hacer para procurar el bien a todos,
aunque haya que lastimar a otros, se crean
las leyes cuyo marco doctrinal es el Derecho
y la Sociología Jurídica, a través de actores
profesionales que estudian a la sociedad y
cuyas decisiones es mediante otros repre-
sentantes de la sociedad, los legisladores,
que dictan las medidas y estrategias a ejer-
cer.
Apunta Virgolini:
Es en esta estructura conceptual que la
pena debe ser considerada menos un me-
dio coercitivo con propósitos inmediata-
mente instrumentales de control de la cri-
minalidad, que como la forma social por-
tadora de un mensaje simbólico destinado
a reforzar la conciencia colectiva afectada
por el delito, exhibiendo su fortaleza o
siones e integración’”) (Restrepo Fontalvo,
2002, p. 282), educadores de las escuelas u
otros actores sociales que cumplen con fun-
ción de vigilar.
Gomezjarra explica:
En estos casos el sistema hace uso de me-
canismo de control o sanción, según la
gravedad de la desviación y de su impor-
tancia para el sistema. Pueden provenir
del sistema de la personalidad a través de
sentimiento de culpa o vergüenza y se
trata de controles internos. También pue-
den provenir del sistema social como san-
ciones fuertes_ el derecho, o débiles como
la opinión pública, y entonces se trata de
controles externos (2008, p. 282).
Por otro lado, conforme avanza la socie-
dad y ya no ser del todo útil esos medios
punitivos de control, se ha requerido crear
otros, así como de administración de los
pueblos, recursos, vías de tránsito, distribu-
ción de bienes y servicios, etcétera. Con el
incremento de la población, y a la vez de los
medios de comunicación y contenidos, así
como la trasnacionalidad, etcétera, a su vez
repercute en las cantidades y formas de cri-
minalidad.
Por lo tanto, se han creado dependencias
de gobierno para controlar, prevenir, inves-
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30. 30 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
miento definitivo de éstos en instituciones
(...). No responde por qué delinque el
hombre, habla de una sociedad perfecta
(2007, p. 214).
Política criminal
basada en Parsons
Apuntan Taylor, Walton y Young al res-
pecto de una integración deficiente como
causante de la criminalidad como desvia-
ción:
En una sociedad bien regulada, los obje-
tivos y los medios se integran armónica-
mente: unos y otros son aceptados por to-
da la población y están al alcance de esta.
La integración deficiente surge cuando se
asigna una importancia desproporciona-
da o a los objetivos o a los medios (2001,
p. 108).
Explica Girola:
El eje de la integración social se desplie-
ga claramente en el tratamiento parso-
niano de las instituciones (familia, estra-
tificación, poder y religión) que, si bien
con distintas formas, están presentes en
todas las sociedades conocidas, y en su
abordaje de los grupos y colectividades
donde se gesta primariamente la solidari-
dad social (focos de solidaridad relacio-
nal: familia, comunidad, grupo étnico y
clase social).
El supuesto, en ambos casos, consiste en
que el cambio social hacia formas más
complejas de organización de la solidari-
dad se debe a que en los sistemas e insti-
tuciones implicados los roles, de manera
progresiva, se diferencian funcionalmen-
te. En el caso de los roles ocupacionales,
sobre todo, la diferenciación requiere or-
ganización, concertación y cooperación;
exige que los actores se hagan responsa-
persistencia. La penalidad se convierte así
en la expresión pasional y espontánea de
la venganza por la ofensa criminal inferi-
da a los valores compartidos, y su función
social se derrama sobre la sociedad como
un mensaje moral, un signo de reproba-
ción destinado a asegurar la conserva-
ción del cuerpo de creencias de cuya inco-
lumidad y fortaleza dependen la cohesión
y la identidad de la sociedad (2005, p.
57).
De nuevo Reyes Calderón, señala:
Parsons se enfrenta a la desviación y al
delito no pudiendo explicar la desviación,
ya que dice que la desviación es un error
de personalidad del individuo quien no se
encuentra socializado correctamente, “es
un enfermo social”, llegando a hablar de
sujetos incorregibles, sugiriendo el aisla-
TEMA’S
31. 31
sistema social y del individuo; es decir: Re-
cordarle o enseñarle qué es lo que tiene qué
hacer ante la conducta de desviación. Esto
sería un modo suave de restaurar la estabili-
dad, pero cuando ya se ha optado por la im-
posición y la no conformación, llevando a ca-
bo la acción negativa para la sociedad, deben
intervenir otros controladores sociales.
El aislamiento a través de la cárcel, perse-
cución, castigo, etcétera, limitando del resto
del grupo al sujeto infractor desviado, así, se
impide que el elemento en conflicto conta-
bles del desempeño eficaz de sus funcio-
nes y, a la vez, se asignan las personas
más competentes a las ocupaciones de
mayor responsabilidad. Parsons señala
que por razones tanto instrumentales co-
mo culturales existe una tendencia in-
herente en las organizaciones a asignar
mayores recursos a aquellos que son más
competentes y responsables. Otro aspecto
relevante, en cuanto a los procesos y me-
canismos de la integración social, es la
tendencia creciente a la igualación, que
se percibe más claramente en las llama-
das sociedades industriales de masas. Si
bien la estratificación es un fenómeno
universal, los logros en cuanto a equidad
y movilidad social son un claro compo-
nente evolutivo. El predominio de los sis-
temas universalistas y el pluralismo valo-
rativo, que también puede aplicarse a los
sistemas religiosos y de poder, tienen que
ver no sólo con el incremento en la racio-
nalización social sino con la existencia de
reglas que prescriben cómo deben darse
las relaciones entre las personas y con la
consecución progresiva de derechos, lo
cual afecta también a la integración so-
cial.
Parsons resalta los mecanismos compen-
satorios adaptativos que las sociedades
encuentran para contrarrestar las ten-
siones y los conflictos, el hecho de que la
internalización y la institucionalización
de los valores y normas, convencional-
mente aceptados por cada sociedad, son
la principal condición para mantener el
orden social –y la búsqueda de estabili-
dad y equilibrio como un imperativo para
todos los sistemas sociales (2010).
Al respecto de las tensiones, aquí entran
los mecanismos de control social, que cum-
plen con la función de recuperar al indivi-
duo al sistema y mantener el equilibrio del
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32. 32 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
nante (2005, p. 65).
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ca, Argentina: Del Puerto.
mine al resto de la sociedad, para evitar la
confrontación reiterada con el sistema so-
cial. De otro modo, son incomunicadores,
que impiden que se arraigue la desviación y
su empoderamiento. Para Parsons no es
óptimo el tratamiento o resocialización, sino
que considera la eliminación del sujeto me-
diante el aislamiento, yendo a los extremos,
por un lado, propone una sociedad regula-
dora, protectora y rehabilitadora, y por otro,
las estructuras castigadoras.
Concluye Virgolini:
En base a esta concepción, la sociedad
está estructurada como un sistema auto-
suficiente y autorregulado en torno a un
conjunto normativo institucionalizado y
dominante, que integra absolutamente a
todas las partes que componen el sistema;
la conducta de cada individuo está regida
por las normas que regulan el rol o los ro-
les que desempeña, según su posición en la
estructura social, y la acción social sólo se
entiende racional en la medida en que se
encuentre normativamente orientada
(2005, p. 65).
Y agrega:
La interiorización de las expectativas
normativas vinculadas al rol es lo que
mantiene la conformidad, y ello se asegu-
ra mediante los procesos de educación y
socialización, (...). En la introyección de las
normas en la conciencia individual la que
asegura el obrar conforme, que no es otra
cosa que la actuación de rol, esto es la ac-
ción orientada normativamente, en la me-
dida en que ella se adecua a las expectati-
vas compartidas por los otros miembros
del sistema. La ausencia del defecto en la
socialización son los que provocan desvia-
ción, entendida ésta como conducta dis-
funcional a la actuación del sistema domi-
TEMA’S
34. 34 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
MEJOR INFORMADO…
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TEMA’S trabajan de manera constante por la
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disciplinas forenses.
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TEMA’S Pretende fomentar el debate científico,
y el intercambio de ideas mediante la difusión
de resultados de investigaciones, por lo tanto
está abierta a las aportaciones de sus lecto-
res para la publicación de artículos que re-
cojan informes de investigación, ensayos
teóricos o experiencias profesionales.
Cada edición de TEMA’S contiene entre-
vistas, información, noticias universitarias,
artículos académicos, resúmenes y conclu-
siones de investigaciones y tesinas, mono-
grafías, extractos y capítulos de libros y mu-
cho más, elaborados y escritos por especialis-
tas de las Ciencias Forenses, y por eso brinda
una perspectiva ideal para dar a conocer sus
trabajos y promocionarse entre un público más
amplio que el de las revistas científicas.
PUBLIQUE SUS ARTÍCULOS EN TEMA’S
36. 36 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
R E V I S T A D I G I T A L D E
Clarissa Danira Velázquez Romero
(México)
Licenciada en Psicología por el Instituto de Estu-
dios Tecnológicos y Superiores
“Matatipac” (Tepic, Nayarit), titulación con Men-
ción Honorífica por su tesis “Factores de la Per-
sonalidad Relacionados con los Aspirantes al Sis-
tema de Seguridad Pública del Estado De Naya-
rit”
Es adscrita a la Dirección de Prevención y Re-
adaptación Social del Estado de Nayarit. Jefa del
Departamento Trabajo Social y Educación del
Centro de Rehabilitación y Readaptación Social.
Encargada del Departamento de Psicología de la
Academia Estatal de Seguridad Pública del Estado de Nayarit. Docente Certificado por la
Secretaría Técnica de la Coordinación para la implementación del Sistema de Justicia Penal
(SETEC) en la rama de Peritos.
Presidente y socio fundador de la Academia de Peritos en Ciencias Forenses y Consultoría
Técnica Legal A.C. y Perito del Tribunal Superior de Justicia del estado de Nayarit en el
área de Psicología.
Miembro de la Barra de Profesionistas en Derecho y Peritos en Ciencias Forenses A.C.
Miembro honorario del Instituto Mexicano de Victimología A.C.
“Medalla al Mérito Profesional 2013” en reconocimiento a su trayectoria profesional en el
campo de la docencia, investigación y práctica profesional, otorgado por el Instituto Mexi-
cano de Victimología A.C.
37. 37Una publicación de WATSON CONSULTORES
C R I M I N O L O G Í A Y S E G U R I D A D
PRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DE
PERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICA
El presente escrito pretende dar a
conocer las generalidades de la técnica de
la perfilación criminológica como herra-
mienta pericial en la investigación policial.
Se hace una breve reseña de los conceptos
básicos con respecto a la técnica del perfil
criminológico.
38. 38 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
Real Academia Española (tercera
acepción, edición del Tricentenario)
define perfil como “conjunto de ras-
gos que caracterizan a alguien o al-
go”. El perfil se realiza generalmente
sobre una persona desconocida que
ha cometido un hecho delictuoso, con
la intención de aportar probable in-
formación acerca de características
físicas, psicopatológicas (en caso de
padecer algún trastorno psicológico),
de personalidad, geográficas y so-
cioeconómicas.
DESARROLLO
El perfil criminológico es una
herramienta pericial, una técnica fo-
rense que tiene como objetivo el pro-
porcionar información relevante so-
bre características físicas y conduc-
INTRODUCCIÓN
El perfil criminológico es una
herramienta auxiliar en la investiga-
ción de los delitos, de utilidad para
los cuerpos policiales y de investiga-
ción con la finalidad de delimitar áre-
as o grupos demográficos que pueden
ser de importancia primordial para el
esclarecimiento de hechos presunta-
mente delictivos; se debe realizar por
personal especializado y calificado,
con conocimiento en las ciencias fo-
renses que pudieran intervenir en el
análisis de los indicios que se relacio-
nan con el caso. El Diccionario de la
TEMA’S
PRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DEPRINCIPIOS BÁSICOS DE
PERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICAPERFILACIÓN CRIMINOLÓGICA
39. 39
sis y la experimentación se pueden
llegar a conclusiones realmente
científicas, ya que mediante la valida-
ción de la hipótesis se obtiene la cer-
teza científica que se requiere para
realizar inferencias con validez para
la realización del perfil criminológico.
Todos los datos que se incluyen en el
perfil tienen que ser verificables, con-
firmados y probados en cualquier
momento.
Existen varios tipos de perfiles cri-
minales, cuatro formas de perfilación
correspondientes a las cuatro escue-
las contemporáneas: Criminal Investi-
gation Analysis (FBI), Behavoiral Evi-
dence Analysis (Brent Turvey), Crimen
Action Profiling (R. Kocsis), Psicología
investigadora. Cada uno de ellos tiene
una metodología diferente, con con-
ceptos distintos aunque con la misma
finalidad antes mencionada.
Atendiendo a la importancia del
principio de Locard se obtendrá in-
formación de la escena de los hechos
o lugar de intervención siendo éste
una escena clave ya que agresor y
víctima actúan directamente por ma-
yor lapso de tiempo y según el princi-
pio mencionado transferirán material
sensible uno al otro, permitiendo
analizar cada huella para obtener in-
formación útil para la elaboración del
perfil criminológico, éste análisis solo
puede ser realizado correctamente si
el procesamiento de los indicios ha
sido hecho de la manera apropiada
por el personal capacitado, ya sean
los peritos en criminalística y/o cuer-
pos policiales.
Es por esta razón que es impres-
cindible que el perfilador tenga cono-
cimientos en Criminalística, princi-
tuales del responsable de la comisión
de un delito, que permitan facilitar su
búsqueda y reconocimiento, predecir
si volverá a actuar, los probables si-
tios de acción futura, delimitar sus
zonas de confort para la comisión de
delitos o para su vida cotidiana e in-
cluso definir el probable lugar de re-
sidencia del mismo.
La información para la realización
del perfil se obtiene analizando la es-
cena de intervención mediante los
indicios encontrados, el estudio del
modus operandi y la firma, ya que
como nos dice Hilda Marchiori
(2014) “una conducta agresiva, es la
expresión de la psicopatología parti-
cular del delincuente, de su alteración
psicológica”, se estudian también las
características de la geografía del de-
lincuente y la victimología, que en
ocasiones ésta última puede propor-
cionar la pauta para perfilar al delin-
cuente a partir de sus características.
Para que el perfil criminológico se
mantenga con carácter científico y
profesional debe estar basado en la
evidencia y en el razonamiento, para
ello debe estar construido por infe-
rencias y debe evitarse la especula-
ción, las conjeturas y conclusiones
que no tengan bases científicas. El
perfilador debe ser consciente de sus
limitaciones y prejuicios con el fin de
eliminarlos para evitar la contamina-
ción de los resultados, de la misma
manera debe actuar con los prejui-
cios y deseos internos con respecto a
la resolución del caso.
El método científico es primordial
para la elaboración de esta herra-
mienta forense, solo mediante la ob-
servación, la formulación de hipóte-
CRIMINOLOGÍA
www.watsonconsutores.com
40. 40 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
palmente en análisis de indicios biológicos,
balística, lesionología, necropsia y temas
relacionados con la entrevista a testigos y
víctimas, ésta última de suma importancia
para la realización de técnicas complemen-
tarias al perfil como lo es la autopsia psi-
cológica.
En materia de Psicología también se re-
quiere el análisis de la conducta del perpe-
trador, se podría considerar que el análisis
conductual se realiza generalmente a través
del Modus Operandi y la Firma que reflejan
las características de personalidad y moti-
vacionales del sujeto que comete la conduc-
ta delictiva. La evidencia conductual se de-
riva de la evidencia física, por ello la impor-
tancia de que el procesamiento de los indi-
cios se realice de manera profesional y ade-
cuada, apegada a los protocolos de actua-
ción vigentes en la entidad en donde se rea-
liza la investigación.
MODUS OPERANDI
Gross (1924) define el modus operandi
como la manera en la que un crimen se ha
cometido. Son las acciones y conductas en-
caminadas a cometer el crimen. El Modus
Operandi (en adelante MO) puede propor-
cionar información sobre el perpetrador
con respecto a su habilidad, profesión, ofi-
cio, la posible relación entre la víctima y
victimario y la familiaridad del perpetrador
con la escena de los hechos. Además el MO
se utiliza para vincular casos, debido a que
la repetición del mismo en diferentes
hechos delictuosos denota que probable-
mente fueron cometidos por la misma per-
sona.
El MO consiste en las acciones que son
necesarias para obtener éxito en la consu-
mación del hecho delictuoso, se trata de ac-
ciones con la finalidad de proteger la identi-
dad del delincuente, de la forma en la que
aborda a la víctima, del arma o armas a em-
plear y el transporte a utilizar. Se debe de-
terminar si el MO es inicial o evolucionado
ya que es dinámico y evoluciona según la
experiencia y la necesidad de aprendizaje
para garantizar la comisión del delito.
Cuando el MO se deteriora se puede sospe-
char de una lesión física o deterioro mental
o uso de drogas que pueden modificar su
conducta.
El MO de bajo riesgo denota que el per-
petrador ha tenido mucha planificación,
habilidad y actos de precaución optimiza-
dos antes, durante y después del hecho de-
lictuoso. La escena de los hechos, la víctima
y el momento son elegidos cuidadosa y
hábilmente por el delincuente. EL MO de
alto riesgo demuestra lo contrario al MO de
bajo riesgo, es decir, es improvisado, inex-
TEMA’S
Robert Ressler. Trabajó en la Unidad de Cien-
cias del Comportamiento del FBI, donde desa-
rrolló las primeras técnicas de elaboración de
perfiles criminales.
41. 41
perto en la elección de tiempo, lugar y vícti-
ma por lo cual se encuentran mayor canti-
dad de evidencias que le vinculan con los
hechos.
FIRMAY MOTIVACIÓN
Jorge Jiménez Serrano (2012) dice “La
firma puede definirse como aquellas conduc-
tas que nos hablan de la motivación final pa-
ra cometer el crimen, que dejan ver las nece-
sidades psicológicas o emocionales que el cri-
minal pretende cubrir con la realización de
sus crímenes”. Debido a que la firma surge a
partir de la motivación emocional del delin-
cuente y ésta es reflejada en conductas es-
pecíficas, es más estática que el MO. Las
conductas de la firma tienen características
como el hecho de que requieren un tiempo
extra para ser realizadas, no son necesarias
para la comisión del delito, están relaciona-
das con necesidad, emoción y fantasía, son
mas viscerales que racionales, suponen ac-
tos de comunicación entre criminal-víctima
o entre criminal y otra persona.
La firma obedece a necesidades, impul-
sos y motivación humana por lo que a con-
tinuación definimos éstos conceptos. En ge-
neral la motivación es el impulso que lleva a
una persona a actuar de una manera deter-
minada, éste impulso puede ser por un estí-
mulo externo, proveniente del ambiente, o
internamente por procesos mentales del
individuo.
La clasificación de los asesinos en serie
se deriva de los criterios con respecto al
MO, las interacciones que el delincuente es-
tablece con la víctima, la motivación y com-
portamiento geográfico por ejemplo.
VICTIMOLOGÍA
La víctima es la fuente principal de infor-
mación cuando es sobreviviente, ya que
puede proporcionar datos relevantes para
construir el perfil criminológico, sin embar-
go hay algunos elementos a tomar en cuen-
ta, para evitar errores que puedan contami-
nar la estructura del perfil, estos factores
son los falsos recuerdos, el rellenar lagunas
de memoria o falta de datos con anteceden-
tes imaginarios, prejuicios, simulaciones
para obtención de beneficios, sentimientos
de venganza y miedos. Se recomienda la en-
trevista cognitiva, que es un procedimiento
especial para interrogar a víctimas, testigos
y sospechosos, con preguntas que permiten
obtener información de los recuerdos con
CRIMINOLOGÍA
42. 42 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
de los factores mencionados se procede a la
estructuración del perfil, el cual también
cuenta con una estructura específica, procu-
rando siempre la objetividad y carácter
científico de la técnica del perfil criminoló-
gico.
CONCLUSIONES
La técnica del perfil criminológico requie-
re preparación profesional y especializada
con respecto a las ciencias forenses que se
relacionan con ella, la capacidad del perfila-
dor debe estar complementada con la au-
sencia de criterios personales que puedan
contaminar los resultados de los análisis.
Definitivamente resalta la importancia del
conocimiento a profundidad de la técnica y
las materias en las que se sustenta, en Méxi-
co es una herramienta novedosa pero que
puede ser muy efectiva si se emplea de ma-
nera adecuada.
La utilización de herramientas adecua-
das al proceso de investigación que requie-
re el Sistema Penal Acusatorio Adversarial y
Oral ofrece la posibilidad de que en México
se pueda mejorar el acceso a la justicia, la
procuración de la misma y el esclarecimien-
to de los hechos para que las víctimas ob-
tengan la reparación del daño y el culpable
no quede impune, tal como es el objetivo
del Código Nacional de Procedimientos Pe-
nales.
BIBLIOGRAFIA
Marchiori, H. (2014), Psicología Criminal. México.
Editorial Porrúa.
Jiménez Serrano, J. (2012) Manual Práctico del
perfil criminológico. España. Lex Nova.
mayor exactitud.
La victimología es el estudio científico de
la víctima, algunos de los puntos que intere-
san al perfilador es saber por qué el perpe-
trador eligió precisamente a ésta víctima y
porqué se comportó de determinada mane-
ra con ella. El conocimiento de las causas
que llevaron a un individuo a convertirse en
víctima es de suma relevancia en cuanto a la
prevención del delito.
El análisis victimológico utilizado con ma-
yor frecuencia en la elaboración del perfil
criminológico valora principalmente los si-
guientes elementos: riesgo y exposición de
la víctima, criterios de selección y recons-
trucción de las últimas 24 horas. El riesgo y
exposición de la víctima es evaluado a
través del análisis del estilo de vida, con ello
se intenta estudiar los elementos potencial-
mente dañinos que existen cotidianamente
como consecuencias de factores biológicos o
ambientales. “El estudio de la exposición del
estilo de vida se realiza mediante la investi-
gación y el análisis de la personalidad de la
víctima, su ambiente personal, profesional y
social” (Turvey,2008)
La selección de la víctima es influida por
6 factores según Turvey, la posibilidad, loca-
lización, vulnerabilidad, relaciones, simbo-
lismo y fantasía. Estos factores no son exclu-
yentes ni exclusivos, sin embargo conocer el
criterio de selección del delincuente puede
brindar información de suma relevancia. La
reconstrucción de las últimas 24 horas pre-
tende conocer lo que hizo esa persona horas
antes de convertirse en víctima, se toman en
cuenta detalles como los lugares visitados,
horarios, interacciones con otras personas,
actividades realizadas, estado emocional,
psicológico y físico, trayectos realizados y
medios de transporte utilizados.
Una vez realizado el análisis meticuloso
TEMA’S
43. 43
Gross, H. (1891)(1924), Criminal investigation.
Traducción de System Kriminalistik. Nueva
York: Sweet & Maxwell.
Turvey, B. (2008), Criminal Profiling. An introduc-
tion to behavioral evidence analysis. California:
Elsevier.
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camino seria difícil. De nuestra parte pusimos mucha dedi-
cación y un buen servicio para lograr nuestras metas, pero
sabemos reconocer que nuestros lectores tienen el poder
de hacernos exitosos, gracias por preferirnos.
44. 44 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
Eventos y Novedades
45. 45
REVISTA DIGITAL DE CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
ARGENTINA
“MANUAL DE NEGOCIACIÓN CON REHENES”
Osvaldo A. Cuello Videla
La Primera Parte del manual trata sobre el
“Gerenciamiento y Administración de Crisis de
Alto Riesgo” y contiene toda la información que
irá definiendo paso por paso cómo es la mecáni-
ca de un evento crítico, cuáles son las conse-
cuencias de las crisis, cómo actúa la tensión ini-
cial, cómo controlarla efectivamente para co-
menzar a negociar, cómo organizar (y formar)
un equipo de elite para la administración de cri-
sis y las acciones básicas para resolver un even-
to de alto y altísimo riesgo.
La Segunda Parte aborda directamente los te-
mas vinculados a la negociación con rehenes y
negociación en crisis. Cómo se organiza el equi-
po y qué funciones cumplen sus integrantes.
Principalmente desarrolla cómo debe ser la co-
municación y cómo comenzar a negociar el ma-
nejo de las demandas y la liberación de rehenes. Conocerás cómo llevar a cabo la negocia-
ción propiamente dicha en función de los tipos de sospechosos y aprenderás cómo perciben
ellos la realidad y cuál es el proceder táctico del negociador de rehenes.
Esta segunda parte contiene todos los secretos acerca de la negociación para la liberación
de rehenes y en situaciones críticas, y las tácticas eficaces para negociar cara a cara, por
teléfono, por altavoz, a través de un tercero, como manejar los deseos y la conducta de los
sospechosos; aplicando técnicas probadas y eficaces en hechos reales; todo ello avalado por
las vivencias de un negociador con experiencia en la intervención de eventos críticos y to-
mas de rehenes.
Próxima Edición
Novedades
LIBROS
46. 46 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
R E V I S T A D I G I T A L D E
47. 47
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48. 48 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
R E V I S T A D I G I T A L D E
Agustín Salgado García
(México)
Licenciado en Derecho,Psicólogo
Educativo,Diplomado en Seguridad
Nacional,Diplomado en Seguridad
Pública.
Fundador y Presidente del Consejo
de Directores de la Academia Mexi-
cana de Psicopedagogía Jurídica.
Ex director de Centros Preventivos
(Prisiones) en el Estado de Micho-
acán,México.
Miembro de la Sociedad Mexicana de Criminología Capítulo
Nuevo León.
Ex director de Investigación del Instituto de Ingeniería Política,
Puebla,México.
49. 49http://revista-temas.blogspot.com.ar
C R I M I N O L O G Í A Y S E G U R I D A D
FUNDAMENTO CIENTÍFICO
PARA LA GESTACIÓN DE
LA PSICAGOGÍA CRIMINOLÓGICA
El fenómeno delictivo ha evolucionado y proliferado fuertemente en
nuestra sociedad, por la deficiencia del aparato ideológico y del aparato repre-
sivo del Estado, el primero representado principalmente por la familia y la es-
cuela, el represivo en manos de la policía y las cárceles, es bien sabido que en
este sentido el sistema esta diagnosticado en exceso, por eso con investigacio-
nes como ésta, se debe empezar a trabajar con rigor y voluntad política en la
estabilidad del estado de derecho. Pero que además éste sea percibido por la
sociedad como parte del bien común, para una adecuada convivencia social.
La delincuencia es un fenómeno que cada vez ocupa más espacios en la vida
social a nivel nacional, es importante lograr la prevención de conductas antiso-
ciales a edades tempranas, el contexto escolar es campo fértil para la aplica-
ción de políticas tendientes a tal prevención, lo que consecuentemente requie-
re de una intervención multidisciplinaria con una perspectiva desde el pensa-
miento complejo, en la que el educador es de gran importancia al participar en
el desarrollo favorable de la estructura psíquica de los educandos.
50. 50 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
TEMA’S
los “tratamientos” tienen carácter de
“interdisciplinarios”, en los cuales
participan profesionales del Derecho,
Medicina, Trabajo Social, Psicología,
Criminología, Seguridad y Educación.
Aquí es donde radica la inclusión del
psicopedagogo en estos espacios,
pues su aportación será un comple-
mento necesario en la reinserción del
delincuente a la sociedad como aliado
de ésta.
De aquí la necesidad de construir
el cuerpo teórico de la Psicagogía Cri-
minológica, pero primero es menes-
ter resaltar, que Foucault ha definido
a la psicagogía como “la transmisión
de una verdad que no tiene por fun-
ción dotar a un sujeto de actitudes, de
capacidades y de saberes, sino más
El fenómeno delincuencial, obede-
ce en su génesis a diversas aristas
factoriales, por lo que su prevención
requiere tener un carácter multidisci-
plinario (económico, social, crimi-
nológico y psicológico entre otros), y
es aquí donde el papel del psicopeda-
gogo se reviste de importancia, en la
necesidad que se tiene para lograr la
prevención del delito en el entorno
educativo, la escuela y la familia co-
mo aparatos ideológicos del Estado
deberán lograr este cometido.
Por otro lado, el sistema peniten-
ciario también debe propiciar la pre-
vención del delito, mediante los trata-
mientos de resocialización del delin-
cuente, en el que la reeducación juega
un papel predominante. En la prisión
51. 51
CRIMINOLOGÍA
http://revista-temas.blogspot.com.ar
bien de modificar el modo de ser de
ese sujeto.” En este sentido cabe con-
siderar que dicha modificación es
consecuente de la dotación de actitu-
des, capacidades y saberes, que serán
los pilares de soporte de la modifica-
ción conductual aceptable y benigna.
Así se tiene, que la Psicagogía Cri-
minológica justifica su génesis por la
constante evolución en diversos
ámbitos del desarrollo humano, con
amplias alternativas de aplicación in-
terdisciplinaria, que es de ingente
aporte a la política criminológica en
la prevención de conductas delictivas.
Es innegable la necesidad de inclu-
sión del educador, en el proceso de
prevención del delito desde las raíces
de la genealogía del delincuente, es
decir, desde los primeros entornos
sociales del individuo: familia y es-
cuela. Empero, cuando el sujeto se
encuentra en circunstancias que le
ubican en la comisión de un delito y
la consecuente sanción, ésta también
compete al psicopedagogo, ya que
mediante la reeducación se refor-
zarán las posibilidades de resocializa-
ción, reintegración familiar y reinser-
ción a la vida en libertad.
El psicopedagogo tiene injerencia
predominante en la pedagogía, en la
educación especial, terapias educati-
vas, diseño de programas educativos,
y política educativa, siendo esta últi-
ma el nexo de anclaje con la política
criminológica, que conjuntamente
está en posibilidades epistémicas de
producir las actividades que el Esta-
do aplicará para la prevención del de-
lito.
La política criminológica compren-
de todas las medidas y criterios de
carácter jurídico, social, educativo y
económico, establecidas por el poder
político dirigidas a prevenir y reac-
cionar frente al fenómeno criminal,
con el propósito de lograr el control
social del delito, dicho de otra mane-
ra, la política criminológica es la apli-
cación de los conocimientos de la cri-
minología académica y científica, pa-
ra prevenir y controlar las conductas
antisociales. En tal sentido el ejercicio
de construcción que ocupa esta pro-
puesta, comprende el cuerpo de la
Psicagogía Criminológica, robusteci-
da con la atinada versatilidad del psi-
copedagogo.
La educación en los establecimien-
tos penitenciarios es casi nula, los
factores son diversos; como la co-
rrupción, el temor, la irresponsabili-
dad, el desinterés y la falta de profe-
TEMA’S LA REVISTA MÁS LEÍDA DE CIENCIAS FORENSES
52. 52 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
TEMA’S
siones violenta) de su primer entorno (la
familia) y a la falta de atención de los pa-
dres (o los que ocupen su lugar a la falta de
estos), los niños en este periodo de su vida
presentan rasgos de violencia importantes,
de falta de respeto a la autoridad, desafián-
dola a cada momento, su comportamiento
pone de relieve la falta de empatía hacia sus
compañeros de escuela; es a esta edad en la
que empiezan a realizar pequeños hurtos a
sus compañeros de clases, amenazan y so-
meten a los niños que muestran debilidad
de carácter. De aquí la importancia y justifi-
cación del surgimiento de la familiagogía
criminológica, que deberá enfocar sus es-
fuerzos en el proceso de enseñanza-
aprendizaje en la procuración de familias
funcionales, con una enérgica intervención
educacional para la prevención de la violen-
cia al interior de ésta. Interviniendo de ma-
nera integral a todos los miembros que
constituyen la familia, no únicamente a los
padres.
Las escuelas han dejado de formar perso-
nas aliadas de la sociedad, pues el sistema
educativo ha demostrado ser carente de un
auténtico interés de formación de los indivi-
duos que cursan por sus aulas, se han limi-
tado a “tratar” de impartir meros
sionalismo de los educadores; pero además
de estos últimos, la carencia de herramien-
tas para aplicar la puberagogía y andragogía
en vez de la pedagogía, como se hace la gran
mayoría de veces, brindando enseñanza que
es para niños, a adultos con “graves proble-
mas de conducta”, que requieren ser reinte-
grados y reeducados; no basta con alfabeti-
zarlos, el proceso de enseñanza-aprendizaje
en estos tópicos, es más complejo que la me-
ra alfabetización y la continuidad escolar.
Éste es un ámbito de acción fructífero para
el psicopedagogo, su intervención será en
un ambiente escolarizado, que requiere de
conocimiento especializado en los procesos
cognitivos de la dualidad en la enseñanza-
aprendizaje, mediante la puberagogía y an-
dragogía penitenciaria.
Por otro lado la familiagogía criminológi-
ca, la pedagogía criminológica y la pubera-
gogía criminológica en sus respectivos cam-
pos de acción, deberán permitir la preven-
ción de conductas antisociales desde edades
tempranas. La experiencia nos ha permitido
conocer que los niños en edad escolar, que
tienen problemas de aprendizaje, en gran
número de los casos se debe primeramente
a problemas de conducta, lo que de primera
impresión nos refleja la imitación (en oca-
53. 53
CRIMINOLOGÍA
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54. 54 Revista TEMA’S Año V - Número 38 — Agosto de 2016
TEMA’S
Una adecuada comunicación como víncu-
lo de interacción entre el educador y el edu-
cando, deberá contener como base funda-
mental la praxis de la parresia, entendida
ésta como la aplicación concreta de actos
congruentes entre lo que el educador pien-
sa, dice y hace, con tintes de evidente fran-
queza, que conduzca a impregnar en la psi-
que formativa del sujeto, los elementos in-
telectuales que le lleven a un discernimien-
to moral, para su proceder en el ejercicio
del libre albedrío ante circunstancias adver-
sas.
La parresia vista como un acto formador
en el proceso de la enseñanza, crea un nexo
de compromiso del educador hacia el edu-
cando y viceversa. Generalmente cuando la
norma adquiere sentido para el sujeto, es
porque el transmisor de éstas, se encuentra
comprometido con el acatamiento de tales
normas, anclando su conocimiento en el su-
jeto, mediane la aplicación práctica y con-
gruente en la triada de pensar, decir y
hacer.
El educando le resta valor a la norma que
sólo se dice pero que no se acata, ni se ejer-
ce. Si el transmisor de dicha norma se limita
a describirla, no impacta significativamente
en el educando. La comunicación basada en
la parresia no se limita al lenguaje oral o es-
crito, sino que adquiere mayor relevancia
cuando se refuerza por la comunicación me-
diante el lenguaje corporal.
La adquisición de un nuevo paradigma se
fundamenta en la práctica habitual vivida
por el educando. El rompimiento de para-
digmas obsoletos arraigados en el sujeto,
representa mayor dificultad en virtud de la
asimilación e integración de éstos. Así es
como la implementación de un nuevo para-
digma encuentra resistencia en su adquisi-
ción intangible, llevando al sujeto a una di-
“conocimientos científicos”, pero han dejado
de lado el aspecto moral y axiológico, que se
requiere con tanta urgencia.
Es lacerante conocer “maestros”, que aún
aplican la violencia contra niños que tienen
un bajo nivel de comprensión e interpreta-
ción de los temas que deben aprender en
clases. Con esa actitud, están contribuyendo
a la formación de individuos con sentimien-
tos de rechazo y rencor, que terminan por
odiar todo lo relacionado con la convivencia
armónica social; además por el bajo rendi-
miento académico que se presenta en este
tipo de niños, tienen que enfrentar un am-
biente escolar y familiar en el que son mal-
tratados física y psicológicamente.
Retomando el origen multifactorial de la
delincuencia, es menester una compilación
de análisis de este fenómeno desde diversos
enfoques, tales como la psicología, la peda-
gogía, la criminología, la filosofía, etcétera.
Partiendo de las conexiones entre éstas,
será posible la sistematización conceptual y
funcional concerniente al aspecto conduc-
tual y educativo.
La compleja conformación psíquica en el
desarrollo del ser humano, puede llegar a
ser influenciado por microacciones que pa-
recen imperceptibles, pero que pueden lle-
gar a generar incongruencia en el sujeto en-
tre lo que se piensa, se dice y se hace. Du-
rante dicho desarrollo el educador debe cre-
ar un circuito de comunicación efectiva, en
el que no sólo se capte lo que se piensa me-
diante lo que se dice, sino también lo que se
hace. Desde la óptica general del educador
el “destilamiento” de meros conocimientos
científicos en el educando, “cumple” con su
función en el proceso de enseñanza, la
transmisión hecha de esta manera, por sí
sola no produce dinamismo intelectual en-
tre el educador y el educando.
55. 55
interpretar el conocimiento que dará origen
a un sistema integral de intervención edu-
cativa especializada en la prevención del
delito: la familiagogía criminológica, la pe-
dagogía criminológica anticipativa, la pube-
ragogía criminológica anticipativa, la pube-
ragogía penitenciaria reintegracionista y la
andragogía penitenciaria reeducacional, son
la base de injerencia del educador en el
campo de acción de la política criminológi-
ca.
En la prevención de conductas delictivas,
la Psicagogía Criminológica surge como una
herramienta vital, que se erige como una
concepción educativa especializada, acorde
con un contexto cultural corroído por el fra-
caso en la formación de aliados de la socie-
dad. Así la Psicagogía Criminológica consti-
tuye un sistema de prevención del delito
por medio de la educación especializada,
con una estructura cimentada en seis mode-
los metodológicos de aplicación:
1. Familiagogía Criminológica Funcional, en-
focada a la intervención educativa para la
procuración de una familia funcional;
2. Familiagogía para la Prevención de la Vio-
lencia, enfocada no sólo en la enseñanza
de los padres sino de la institución fami-
liar de manera integral;
cotomía asimilativa de elección entre el
“antes” y el “ahora”. Cuando el sujeto logra
romper dicha barrera cognitiva, mediante la
asimilación, aceptación y adaptación, se pro-
duce un cambio estructural en la psique, que
conlleva a la modificación de la base orgáni-
ca y tangible de la conducta.
Así tenemos que la Psicagogía como ense-
ñanza dirigida a la parte intangible de la
conducta, requiere de una base sustentada
en la parresia, que impacte en la transmi-
sión cognitiva de lo novedoso, pero que
además adquiera ingente importancia en la
modificación del sistema de creencias del
sujeto.
La Psicagogía Criminológica con funda-
mento en la parresia permitiría, la preven-
ción del surgimiento de conductas delicti-
vas, además de la posibilidad de la ortocon-
ducta del sujeto, que cognitivamente sea
rescatable por medio del reciclamiento con-
ductual, y de la categorización criminógena
que su proceder le ha situado en el imperio
de la norma.
Es importante puntualizar que esta pro-
puesta se encamina hacia el esfuerzo de
consolidación, en la construcción teórica de
una educación especializada que permita
completar, integrar, unificar, sistematizar e
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los que se conoce la transmisión de la ma-
dre a los hijos de determinados aspectos
que influyen en la conducta, “un estudio de
niños adoptados con trastorno de conducta
agresiva encontró tasas elevadas de psico-
patología en sus madres biológicas.” (Jary y
Stewart citado por Plomin, 2009, p. 249).
Es de vital importancia estar en condicio-
nes de conocer, intervenir y canalizar los
casos de hiperactividad que se presenten,
ya que “los efectos genéticos son probable-
mente mayores con respecto al comporta-
miento antisocial de aparición temprana
que se acompaña de hiperactividad y mues-
tra una fuerte tendencia a persistir en la
edad adulta como un trastorno de persona-
lidad antisocial.” (Dilalla y otros citados por
Plomin, 2009, p. 249). Cuando la conducta
hiperactiva es tratada adecuadamente en
edades tempranas, es posible canalizar la
energía del individuo, permitiéndole una
convivencia social adecuada alejada de con-
ductas antisociales. “Hay evidencias proce-
dentes de bastantes estudios de gemelos de
que el comportamiento agresivo antisocial
es más heredable que el comportamiento
antisocial no agresivo.” (Eley y otros citados
por Plomin, 2009, p. 249). Sin embargo, el
ambiente es determinante para que estos
aspectos heredados persistan o sean modi-
ficables, durante el desarrollo del individuo
desde la niñez y en la adolescencia. “Los
riesgos procedentes del ambiente son pro-
bablemente mayores con respecto a la de-
lincuencia juvenil que se instaura en los
años de la adolescencia y que no persiste en
la edad adulta.” (Plomin, 2009, p. 249). In-
fluyendo de manera importante el entorno
y el ejercicio del libre albedrío en su con-
ducta.
B) Endocrinológicas
Existen en el cuerpo humano algunos
neurotransmisores como la serotonina, la
3. Pedagogía Criminológica Anticipativa, di-
rigida a los niños;
4. Puberagogía Criminológica Anticipativa,
enfocada a los adolescentes;
5. Puberagogía Penitenciaría Reintegracio-
nista, para adolescentes infractores de la
ley penal; y
6. Andragogía Penitenciaria Reeducacional,
con tendencia hacia los adultos sanciona-
dos por la comisión de delitos.
Todo lo anterior es dable, para definir a la
Psicagogía Criminológica como el sistema de
educación especializada en la prevención del
delito, atendiendo las características del suje-
to, mediante los modelos metodológicos de
aplicación y los contextos particulares de in-
tervención.
1. BASES BIOLÓGICAS
La compleja composición tangible e in-
tangible del ser humano, obliga de manera
determinante, a abordar las bases biológicas
necesarias para propiciar la génesis de la
pedagogía criminológica y la andragogía pe-
nitenciaria, los aspectos biológicos que se
abordan en seguida, son los que deberán
permitir la comprensión de ciertas conduc-
tas y la intervención que se requiera según
cada caso particular.
A) Genéticas
Es sabido que ciertas predisposiciones de
comportamiento se heredan, sin que tengan
injerencia las condiciones sociales del entor-
no, en las cuales se desarrolla el individuo.
“Algunos estudios de gemelos sobre actos
de delincuencia y síntomas de trastornos de
la conducta en muestras normales de ado-
lescentes han mostrado influencia genéti-
ca.” (McGuffin y otros citados por Plomin,
2009, p. 249). Se han documentado casos en
59. 59
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dopamina, neuromoduladores y hormonas
como la testosterona, pueden estar involu-
crados en procesos que dan lugar a desor-
denes antisociales en la conducta, que gene-
ralmente son agresivos o violentos, pero no
son los únicos elementos químicos del cuer-
po que intervienen de esta manera.
a) Testosterona
El comportamiento antisocial en muchos
adolescentes está asociado con un aumento
de los andrógenos como la testosterona, au-
nado también al incremento en los niveles
de las hormonas sexuales, lo que propicia
que los trastornos emocionales aparezcan
con mayor frecuencia. “Esta coincidencia
explica las dificultades de muchos adoles-
centes varones que, a medida que se acer-
can al nivel adulto de testosterona, partici-
pan cada vez con mayor frecuencia en alter-
cados…” (Ramírez J.M., 2006, p. 48). Preva-
leciendo situaciones en que las conductas
agresivas predominan, al igual que las con-
ductas sexuales.
b) Serotonina
La serotonina es una sustancia química
que segrega el cerebro que calma la irritabi-
lidad, funcionando como un sistema de re-
freno de conductas agresivas y
violentas; cuando los niveles de
serotonina bajan, incrementa
considerablemente la violencia,
“hay una correlación entre la
alteración del funcionamiento
de los sistemas serotonérgicos
y varias formas de agresividad,
traducida en comportamiento
impulsivo, conducta antisocial,
búsqueda de sensaciones fuer-
tes y paso al acto hos-
til.” (Ramírez J.M., 2006, p. 55).
Cuando existen niveles altos de
testosterona, con una baja en la segregación
de la serotonina, se produce un desequili-
brio que desemboca en conductas agresivas
y violentas; “el sistema serotonérgico parti-
ciparía en la inhibición de la agresión impul-
siva: a mayor nivel serotonérgico, menor
comportamiento impulsivo. Y, por el contra-
rio, su déficit, produciría una impulsividad
motora, caracterizada por una respuesta
rápida e imprecisa.” (Ramírez J.M., 2006, p.
56). La serotonina, no aumenta la agresión
por sus bajos niveles, sino que esta disminu-
ción, lo que genera es un menor control de
los impulsos que produce la testosterona.
c) Otras hormonas y neurotransmiso-
res relacionados con la agresividad
Diversos estudios han demostrado que
existen otras sustancias químicas que man-
tienen relación importante, ante la presen-
cia de conductas agresivas y violentas, tales
como: la adrenalina, la noradrenalina, la
prolactina, la vasopresina y la melatonina.
C) Neurológicas
El cerebro es el contenedor material de la
parte intangible del ser humano, y su fun-
cionalidad interviene de manera determi-
nante en las conductas, de ahí que la impor-
tancia de conocer aunque sea someramente