1. PRINCIPIOS DE LA EDUCACION INCLUSIVA
Lo fundamental del proceso de inclusión es la serie de principios que formula y los
valores que defiende, con la finalidad de asegurar que el alumno con deficiencias
sea visto como un miembro valorado y necesitado en la comunidad escolar.
CÓMO SON Y FUNCIONAN LAS AULAS INCLUSIVAS
Tradicionalmente, las aulas regulares se han caracterizado por impartir una
enseñanza bastante homogénea, inspirada en la supuesta homogeneidad del
alumnado presente en ellas. Por este motivo, cuando el proceso de la integración
escolar se pone en marcha, a los profesores regulares les resulta muy difícil
planificar propuestas a partir de las que todos y cada uno de los miembros del aula
encuentren su referente. En la mayoría de los casos, los alumnos con
necesidades educativas especiales han visto limitadas sus posibilidades de
participar junto al resto de sus compañeros, ya que la respuesta educativa
requerida por sus necesidades no estaba presente en la programación del aula.
Las observaciones realizadas en las aulas regulares han evidenciado dos
casuísticas a este respecto: la existencia de flujos de enseñanza diferentes sin
ningún punto en común, uno referido al grupo mayoritario, y uno, o más
coincidentes con la presencia de alumnos con necesidades educativas
especiales en el aula, o el abandono del aula regular por parte de los alumnos con
dificultades, sobre todas las asociadas a discapacidad, para dirigirse al aula de
poyo , especialmente cuando se imparten las materias instrumental( Matemáticas,
Lengua, etc.)
El planeamiento de las aulas inclusivas está en desacuerdo con este enfoque, al
reconocer que las aulas son cada vez más multiculturales y diversas, lo que
supone un reto importante a abordar por los sistemas educativos (Arnaiz, 1999).
Así que tanto alumnos como profesores se enfrentan a esta nueva situación que
les obliga a aprender, valorar las características diversas del alumnado, y a
trabajar desde nuevos parámetros educativos. Meta que, en la medida que se
alcance, hará a las aulas y a los centros más inclusivos, lo que redundará en
beneficio de toda la sociedad.
2. 1. LOS INICIOS DE LA EDUCACION ESPECIAL. ASPECTOS HISTORICOS
MÁS RELEVANTES.
A lo largo de la historia de la Educación Especial ha ido configurándose a
tener de condicionantes políticos, sociales, económicos e ideológicos más
amplios. De este modo, la preocupación por la conducta de las personas
con alguna discapacidad ha evolucionado a lo largo del tiempo y no
siempre ha sido abordada su comprensión, a nivel conceptual y terapéutico,
con acierto y rigor. Sin ser exhaustivos en el recorrido histórico que
presentamos sobre la Educación Especial, ya que ello sería bastante
extenso y no es el objeto de este trabajo, resaltaremos aquellos hitos
históricos más relevantes para su constitución disciplinar, auxiliados por
trabajos que específicamente han estudiado este tema y por algunos
propios en los que hemos tenido en cuenta estas consideraciones.
Desde los primeros tiempos de la humanidad las personas retrasadas o con
alguna alteración manifiesta han sido excluidas, rechazadas y marginadas
por parte de los miembros de su propio grupo social. En cualquier sociedad,
comprendidas las tribus más primitivas, han existido individuos
normalmente capaces, miembros más capaces y otros menos capaces,
variando la consideración de la debilidad individual y generándose distintas
expectativas y conciencia social al respecto. Estas circunstancias exigen
que la evolución histórica de la Educación, en general, y de la Educación
Especial, en particular, haya que abordarla desde el análisis de los
acontecimientos y las concepciones científicas que han influido en el marco
educativo.
Desde la antigüedad los modelos demonológicos dificultaron, en gran
medida, la explicación científica de la conducta humana en cuanto a todo
aquello que se desviaba de la norma. El desconocimiento de la Autonomía,
la Fisiología y la Psicología determinó que se dieran explicaciones de tipo
mítico y misterioso con respecto a estos fenómenos. No obstante,
encontramos alguna excepción en estos planteamientos. Tal es el caso de
Hipócrates, Asclepiades y Galeno, iniciadores de lo que más tarde sería el
naturalismo psiquiátrico, al situar las génesis de la conducta anormal en los
mismos procesos físicos del cuerpo y no fuera de él.
Más tarde, durante la Edad Media comienza a gestarse una comprensión
mas amplia pero aún limitada, del retraso mental. Las obras de médicos
como Paracelso (1495-1541) ilustran como el retraso mental era
correctamente identificado por los facultativos de la época, pero se
3. consideraba intratable por toda una serie de razones físicas y astrales. A
las personas con algún déficit se las consideraba poseídas del demonio o
como espíritus infernales, sometiéndolas a exorcismos y en algún caso a la
hoguera. Durante este largo período, la influencia de la iglesia fue muy
importante y se generó desde ella una actitud bastante negativa hacia la
personas con alguna deficiencia. Se les deja de considerar inocentes del
Señor para pasar a ser vistos como productos del demonio y del pecado.
Estas circunstancias nos permiten constatar un retroceso respecto de
momentos anteriores, como pone de manifiesto el siguiente ejemplo
narrado por Schhreenberger (1984,40), en el que Hipócrates (400 a.C)
afirmaba sobre la epilepsia: “no me parece que sea ni más divina ni más
sagrada que las otras enfermedades sino que, como cualquier otra
afección, no tiene causa natural que la origina, y así se verá que no es un
dios el que daña o castiga al cuerpo, sino la enfermedad”. En cambio, en
1472, dieciocho siglos más tarde, B.Metliper afirmada que la epilepsia era:
“una conducta inmoral en la vida de la madre mientras lleva en su seno al
hijo, lo cual da aposento ala imbecilidad que se genera en la cabeza del
feto por influencia de los astros”. Otro autor de la época, Ambroise Paré
(1573), consideraba que las causas más importantes en el origen de las
malformaciones del recién nacido eran la gloria y la ira de Dios.
El período comprendido entre los siglos XVIII se caracterizó por el llamado
naturalismo psiquiátrico. En este momento empieza a desaparecer la idea
de trascendencia presente en años anteriores, para dar paso a una idea de
naturaleza que se basta a sí misma y se rige por sus propias leyes. A partir
de esta nueva concepción, los desórdenes del comportamiento humano
empiezan a buscarse en la naturaleza misma y no en hechos externos a
ella y de déficit credibilidad. Este cambio también está relacionado con los
avances habidos en el pensamiento humano a través de las aportaciones
de filósofos anteriores a este período como Bacon(1214-1292), y las
propias Descartes (1588-1610) quienes avanzaron cuatro conceptos
fundamentales: no es válida la autoridad absoluta de ningún dogma o
doctrina, nadie nace con ideas innatas, el hombre aprende a través de sus
sentidos y del pensamiento reflexivo, y del método experimental,
acompañado del razonamiento deductivo o inductivo, es crítico para dar
validez a cualquier opinión o especulación. Se produce por tanto, una
evolución importante en las concepciones medicas que inician una
modificación de actitud con respecto a las personas “enfermas
mentalmente”.
4. A la vista de estos acontecimientos, se inician las primeras experiencias y
respuestas a los problemas de la educación manifestados por las personas
con discapacidad. Los mismos se llevaran a cabo desde iniciativas
privadas, vinculados a instituciones de carácter religioso o filantrópico y
bajo un enfoque asistencial. La naciente evolución de la revolución
industrial creó cada vez mayor número de zonas de marginación
conformadas por aquellas personas que no eran útiles para el sistema
productivo. Por ello, influenciados por una visión caritativa, y por proteger a
la sociedad de estas personas anormales, se las recluye en instituciones
(asilos y hospitales) donde la atención y el cuidado eran muy escasos. En
ellas ante la falta de categorías, convivía toda una gama de indiscriminada
de problemas (enfermos mentales, miserables, indigentes, delincuentes,
criminales, dementes, etc.).
Sin embargo, aparecen algunos cambios concretados en diferentes
trabajos llevados a cabo con personas con deficiencia sensoriales debidas
a problemas auditivos y visuales, siendo estas deficiencias las primeras que
fueron tratadas en el contexto educativo. Fue el español Ponce del León
(1510-1584) quién desafió la opinión de Aristóteles de que los sordos no
podían hablar y consiguió con éxito enseñar a hablar, leer y escribir a un
pequeño grupo de sordos.
Será a finales del siglo XVIII cuando, como consecuencia de la Revolución
Francesa, se aborde la reforma de las instituciones. Las misma traerá
consigo que se empiece a prestar asistencia a las personas recluidas en
ellas y se tengan en cuenta sus anomalías, dándoles un trato mas
humanitario. Dentro de esta nueva corriente también cabe destacar la
influencia de la filosofía de Rousseau (1712-1778) que con su obra, el
Emilio, va a producir un gran impacto en toda la pedagogía.
Sin embargo, será en el siglo XIX cuando se produzca cambios
importantes. El movimiento científico que se inicio a finales del siglo XVIII
va a culminar con el movimiento de la ILUSTRACIÓN que dará lugar a
insignes avances científicos. Podemos identificar en este momento los
primeros atisbos de lo que sería la Educación Especial, ya que empiezan a
crearse instituciones dedicas a la atención y enseñanza de personas
ciegas, sordomudas y con retraso mental, como respuesta al problema que
suponía su escolarización en los centros públicos ordinarios. Dada la
importancia y características puntuales d este momento histórico, será
objeto de estudio en un apartado diferente.
5. 2.- EL NACIMIENTOD E LA EDUCACIÓN ESPECIAL.
Los primeros pasos de la Educación Especial tiene lugar a los avances
significativos acontecido en el campo de la Medicina de la mano de las
enfermedades mentales a través de las aportaciones de figuras tales como Pinel
(1745-1826), Esquirol (1772-1838), Ségüin (1812-1880), en Francia; Arnold (1742-
1816) en Inglaterra; y Chiaruggi(1759-1820) en Italia, quienes dieron un auge en la
educación e los niños “Normales y Anormales”, principalmente dentro estos
últimos a los sordos y ciegos. Ambos enfatizaron el método de la educación
intuitiva, natural y activa con la infancia abandona. Esta situación trajo consigo un
mayor conocimiento y comprensión del retraso mental y la aparición de
tratamientos caracterizados por una atención Medico-Pedagógica a la infancia
normal.
Esquirol (1772-1840) Medico formado con Pinel nos a llegado importantes
estudios sobre las alineaciones mentales. Pero quizá su principal aportación fue la
definición de “Idiota” que dio a conocer en 1918 diferenciándola de la demencia y
la confusión mental. Con ella planteo que el retraso mental debía ser definido
como un déficit intelectual constatable de origen orgánico e incurable. Desde esta
perspectiva, abrió todo un campo de estudio que iría consolidándose en los años
posteriores y concretándose en el terreno educativo.
Jean Marc Gaspard Itard (1774-1838), también discípulo de Pinel a sido
considerado como el padre de la Educación Especial. De formación médica, llevo
a cabo un trabajo educativo con un niño, Víctor, encontrando en los bosques de
Aveyron que, fundamentado en el desarrollo de las funciones sensitivas,
intelectuales y afectivas, contribuyo decisivamente en la evolución de la educación
especial. Sus aportaciones quedaron establecidas en torno a tres planos: La
herencia social se superpone a la herencia biológica, reconociendo así al panel de
la educación en el proceso de hominización; la motivación es necesaria para que
se instaure el proceso mental; y la naturaleza del lenguaje conlleva el aprendizaje
del significado y la elaboración de un condicionante.
Su discípulo Édward Ségüin (1812-1880) deformación Medico Neurológica-
Educativa, diseñó un “Método Fisiológico” basado en al actividad sensorial, que
abarca la educación del niño Idiota de sus primeros momentos de la vida hasta la
formación vocacional de empleo. Basado en la actividad, a partir de un amplio
espectro de material didáctico, influyo extraordinariamente en las concepciones
desarrolladas en la educación especial durante el siglo XX. Sus aportaciones son
muy importantes porque desmosto con toda claridad que los deficientes mentales
podían mejorar y evolucionar con una educación adecuada. Otra de sus
6. aportaciones fue la elaboración e métodos de diagnostico y tratamiento educativo
basados en la observación del niño e interacción activa con el medio.
Otras contribuciones importantes fueron las de Binet y Simon. Sus aportaciones
dieron lugar a la psicometría introduciendo con ella un modelo psicopedagógico en
el estudio de los deficientes. La definición que hacen de la inteligencia, concebida
como una capacidad compleja o global del individuo, se introduce en el naciente
ámbito de la educación especial. Para medir esta capacidad aparición la primera
prueba de inteligencia diseñada en 1905 por Binet (1973), con la finalidad de
descubrir desde los primeros años de vida a aquellos sujetos demasiados
limitados para seguir la educación ordinaria. En 1908 binet y simon (1978),
publicaron una versión revisada de la prueba anterior. Los presupuestos de la
misma eran que los niños progresaban en capacidad intelectual conforme iban
creciendo por la que se podía establecer su edad mental como sinónimo de
rendimiento concreto obtenido en esta prueba.
Esta forma de medir la inteligencia favoreció la clasificación ya la etiquetación de
las personas sea cual fuere la dimensión de su inteligencia. También reforzó la ya
establecida separación médica entre lo normal y lo patológico y se dio carta
blanca, en aras de la cientificidad, para establecer una total separación entre las
personas normales y anormales.
No debemos olvidad, asimismo, la repercusión que estas asunciones tuvieron en
la creencias del profesorado y en la educación e los niños con deficiencia.
El conocimiento de C.I por parte del profesorado tuvo un efecto negativo en lugar
de positivo, ya que se pensaba que era inamovible y que por tanto las personas y
por tanto solo las personas deficientes solo podían aprender con arreglo a las
posibilidades que el mismo les atribuía. Más tarde, estudios como el de Rosendal
y Jacobson (1968) pusieron de manifiesto que al profesorado, influenciado proe
estas creencias, dedicaba menos tiempo a los niños con C.I bajo. Y no solamente
esto, sino que este cuando este era muy bajo llegaban a considerar que estos
alumnos solo podían beneficiarse de un tratamiento asistencial. A pesar de estas
críticas, trabajos recientes, como el de García Pastor (2001) han destacado las
importantes contribuciones que a principios del siglo pasaron supusieron los
trabajos de Binet y Simon y el reduccionismo al que han sido relegados.
“La Educación Especial ya no puede entenderse como la educación e un tipo
ordenado de personas sino como un conjunto e recursos educativos puestos a
disposición de todos los alumnos que, en todos de los casos podrán necesitarlos
de forma temporal y, en otros, de una formas más continua y permanente. En las
7. respuesta de tratamientos de las necesidades especiales de un niño con el fin d e
aproximarlo a los objetivos propuestos” (Garando, 1993, 11)