1. Universidad Católica Cecilio Acosta
Facultad de Ciencias de la Comunicación Social
Maestría en Comunicación y Desarrollo - Mención Tecnologías
de la Información y Comunicación para el Desarrollo
El paradigma de lo sostenible como horizonte ante
la crisis de un desarrollo interminable
Maestrante: Yeledith Pérez
C.I.: 17.905.035
Julio, 2014
2. Introducción
Sin duda alguna, el siglo XX con sus invenciones a cuestas, ha facilitado aún más el
desarrollo humano, y por consiguiente el desarrollo de las sociedades de la Información y
del conocimiento. Dichos avances han sido posible palpar mediante invenciones que bien
han sabido representarla desde su inicios como los libros, la imprenta, el teléfono, la
radio, la televisión, el ordenador, el internet, lista que ha incentivado y llevado a un plano
casi utópico a la educación, tanto en las escuelas como en las universidades, y sobre todo
a los medios de comunicación. Todos estos aspectos desde su espacio, contribuyen a la
permanencia y prolongación de la herencia de conocimientos.
Esbozando, con respecto al tema del desarrollo humano, nos encontramos con una
amplia gama de reflexiones, por tomar un ejemplo entre tantas, me permito citar a Phra
Dhammapidhok, reconocido filósofo y monje budista que argumenta a favor de la
sostenibilidad definiéndola como un “…sistema de relaciones del hombre desarrollado es
la aceptación del hecho de que el ser humano forma parte de la naturaleza y se relaciona
con su ecología” (payuto, 1998: 189)
Sin embargo, no debemos olvidar que la dramática evolución que el mundo ha vivido
en el último siglo, ha contribuido a la edificación del conocimiento al permitir una inédita
accesibilidad y valor a las capacidades de todos y cada uno, favoreciendo como causa
final el desarrollo humano el cual “abre camino a la humanización del proceso de
mundialización” (UNESCO, 2005: 29).
“No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio”.
Konrad Adenauer
3. A finales de los años 80, se inicia un proceso económico liderado por grandes
organizaciones económicas - Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), y
el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos - quienes deben establecer las
reglas para conceder préstamos a países que se consideraban para la época “en vías de
desarrollo”, y además se encontraban azotados por la crisis económica. Es así, como
nace el Washington Consensus o Consenso de Washington, un listado de 10
recomendaciones económicas que fungían como políticas que debía seguir el posible
deudor, ellas se encontraban principalmente enfocadas en la apertura a los mercados
mundiales. En vista de las polémicas alrededor de este consenso, se establece el
Southern consensus latente, el cual según Charles Gore fue ideado a fin contraponerse al
modelo anterior, y así promocionar el crecimiento económico conjuntamente con el
incremento del bienestar personal.
Amartya Sen expone, que el desarrollo genera libertad en la sociedad,
principalmente libertad económica de las Instituciones Financieras que para el momento
eran el dolor de cabeza de aquellos países con dificultades mercantiles “...el desarrollo
puede concebirse (...) como un proceso de expansión de las libertades reales de las que
disfrutan los individuos.” Sen, A. (2000), p. 19.
El desarrollo humano, ha sido etiquetado o identificado durante años como aquel
cuyo enfoque se encuentra en lo económico, es así como es determinado si un país es
más o menos desarrollado. En la búsqueda del bienestar social, del auge, o para muchos
la moda del cambio climático y la ecología, nace la necesidad de crear un nuevo
paradigma, dirigido por primacía, a satisfacer las “necesidades básicas” de la humanidad.
Ante tal situación, la UNICEF publicó un informe en 1987 titulado “Ajusment With
Human Face” cuyo significado en español es “Ajustes con Rostro Humano”, en el cual
se defendía la necesidad de crear un equilibrio económico, como alternativa a las
recomendaciones del FMI y el BM desde los años setenta. Dicho informe buscaba,
además, garantizar la protección de grupos vulnerables, en el que se - viese cubiertas sus
necesidades básicas de nutrición, salud y educación - (Cornia et al., 1987, vol. 1, pp.
163-166).
4. Es inevitable lo que se avecina, por lo que la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), se suma a la ola de organizaciones pronunciadas ante los
acontecimientos con la publicación de su famoso Informe Brundtland (1987), donde se
presenta la contraposición del modelo económico y la sustentabilidad ambiental. En el
mismo año, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (CMMAD) exponen que el desarrollo sustentable es aquel "desarrollo que
satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las
futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades".
A partir de este momento de la historia, se comienzan a utilizar dos palabras que
pueden ser considerados por algunos como adjetivos, y que son aplicados en el ámbito
de la ecología vista desde cómo ésta se ve impactada por el desarrollo humano. Los
términos son, Sustentable y sostenible, ambos se tropiezan en una línea muy fina
donde se diferencian. El primero, se refiere al proceso en el que participan de forma
integral distintos actores de la sociedad en mecanismos sociales, económicos,
ambientales y políticos. Y en última instancia en los diversos modelos de consumo que
determinar la calidad de vida. El segundo, hace referencia al equilibrio que existe entre el
manejo del planeta y los ámbitos sociales, ambientales y económicos.
La participación social o la “ciudadanía en acción”, deben ir en sintonía con las
políticas públicas y las necesidades de los habitantes, es decir, la contribución directa y
activa por parte de los ciudadanos ya sea en iniciativas o en proyectos para bien común.
Los deberes y derechos son conocidos además de asumidos por todos. Si ahondamos un
poco más en el tema nos encontramos que cuando se habla de Capital social se hace
referencia a las relaciones sociales, ya sean de carácter formal o informal, lo que conlleva
a generar confianza que contribuyen a la solución en conjunto de problemas. En otras
palabras, las capacidades individuales, definidas como capital humano, sirven como
material para la expansión del capital social.
Durante la Conferencia Regional sobre Capital Social y Pobreza del 2001 la
CEPAL puntualizó que el Capital Social es "el conjunto de normas, instituciones y
organizaciones que promueven la confianza y la cooperación entre las personas, las
comunidades y la sociedad en su conjunto."
5. “La verdadera riqueza de una nación está en su gente”, es con esta frase que se ha
identificado el primer Informe sobre Desarrollo Humano publicado por Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1990, del cual ya hace más de veinte
años y vale la pena reflexionar acerca de cuánta apropiación de su contenido se ha
logrado al respecto, aunque no se debe negar el avance que ha conseguido en muchos
aspectos como salud, educación, economía, políticas públicas, entre otras, que se han ido
adaptando de forma vertiginosa al contante cambio del mundo. Un paradigma que al final
de cuentas le atañe tanto a ricos y como a pobres, y cuyo objetivo principal “es crear un
ambiente propicio para que la gente disfrute de una vida larga, saludable y creativa”.
Nos encontramos habitando una infosfera que ha dejado de ser intangible para
permitir, en nuestro medio vital, el tráfico de un sinfín de símbolos, signos y códigos que
han cambiado, indiscutiblemente, tanto la forma de relacionamos como la percepción del
mundo, principalmente porque su desenfrenado desarrollo ha impulsado la transformación
de ciencias naturales y sociales. Con respecto a lo planteado, Alvin Toffler en su libro La
tercera ola de 1980 afirma, "Lo que es inevitablemente claro, lo que sea que elijamos
creer, es que estamos alterando nuestra infoesfera fundamentalmente... estamos
añadiendo un nuevo estrato de comunicación al sistema social. La emergente infoesfera
de la Tercera Ola hace que la de la era de la Segunda Ola - dominada por sus medios de
comunicación masivos, la oficina de correos, y el teléfono - parezca totalmente primitiva
en contraste".
Como parte de las Ciencias Sociales, definir la comunicación ha sido un reto que
muchos investigadores, filósofos, sociólogos y comunicólogos han desafiado en el
proceso. Aristóteles, por ejemplo, describía la comunicación como "la búsqueda de todos
los medios posibles para la persuasión". Para Edgar Morín “…es o no es una cultura
verdadera si no un opio para el pueblo”. En contraposición, David Berlo, simplifica este
fenómeno describiéndolo como “un proceso mediante el cual el emisor transmite un
mensaje a través de un canal hacia un receptor”. En última instancia, la comunicación se
encuentra intrínseca en la vida, ya que todo ser vivo procesa e intercambia información.
Elaborando un relato cronológico de la historia de la comunicación se percibe que su
evolución tiene mucho que contar, comenzando desde el uso de lenguajes arcáicos en la
prehistoria, la escritura cuneiforme de los sumerios, los egipcios y sus jeroglifos en
6. papiro, y así poco a poco evolucionó el idioma, los iconos fueron asociados a sonidos
vocálicos hasta lograr conforman los antiguos alfabetos. Estos últimos evolucionaron en
gran medida durante la cultura clásica, en 1450 Guttemberg idea la imprenta un sistema
de reproducción de textos e imágenes, surgiendo con ello nuevos formatos de
comunicación. No es sino hasta el XX, que los medios de comunicación logran un auge
radical con la aparición de la radio, la televisión y más tarde los computadores.
Los avances que la comunicación ha concretado durante siglos, hoy en día se
encuentran al servicio, no sólo de la difusión de información y de la publicidad de bienes y
servicios, sino también de la formación de la sociedad. La mercadotécnica tiene como fin
el uso de técnicas y estrategias para aumentar el consumo de un producto. Ahora bien, la
Mercadotecnia Social se encuentra dirigida a promover campañas sociales que
incentiven el rescate de los valores, modificar alguna conducta o fomentar un estilo de
vida. Philip Kotler y Gerald Zaltman, fueron los primeros en usar el término orientado a
solucionar problemas sociales al precisar que “el diseño, implementación y control de
programas que tratan de incrementar la aceptación de una idea, una causa o una práctica
social entre un grupo meta”. Por lo tanto, se sirve de la psicología, la sociología, la
antropología y la comunicación para inferir la intervención del comportamiento de
determinado grupo o de la sociedad en general.
El hombre como ser social, desde que nace se encuentra inmerso en una sociedad,
en todo caso ella se encuentra definida por el comportamiento de los individuos que
integran el colectivo estructurado por sus costumbres, lenguaje, leyes en común y su
cultura. No obstante, ésta última, ha ganado presencia en la cotidianidad de las prácticas
sociales y su desarrollo, por lo que funda las bases de la divulgación, creación y
producción de las tradiciones.
De ahí que, el término Animación Sociocultural (ASC) sea adoptado para precisar
de qué manera la cultura se orienta a promover la práctica sociocultural y educativa que
contribuye al desarrollo individual y social de la tradición. Cabe destacar que, la expresión
animación, es empleada por primera vez en 1950, durante una reunión de la UNESCO en
Mondsee – Austria. Treinta y dos años más tarde la definen como “el conjunto de
prácticas sociales que tienen como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las
comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida
socio-política en que están integrados” (UNESCO 1982).
7. Asimismo, la expresión –comunitario- es empleada con un sentido sociológico y
geográfico para referirse a la organización social. En consecuencia, los medios
comunitarios buscan fomentar la participación representativa de la comunidad en
espacios políticos, socioeconómicos y culturales. En pocas palabras, el medio comunitario
“…es un instrumento de la lucha popular contra el poder, de ahí que una de
las diferencias fundamentales entre la teoría de la comunicación alternativa y la teoría de
la comunicación dominante deba encontrarse en el área de la teoría del emisor y en las
condiciones de producción del significado” (Moragas Spà, en Vidal
Beneyto,1979, p. 78).
Del mismo modo, la comunicación alternativa viene a ser un suplemento del modelo
tradicional que busca satisfacer las necesidades de información, entretenimiento y
educación de ciertos grupos sociales. Puesto que, comunicación para el cambio social se
erige en un marco donde se pierde el sentido de la comunicación unilineal para dar paso
al proceso bidireccional, el receptor, por lo tanto deja de ser pasivo en tanto que la
emisión del mensaje adquiere otro nivel. El proceso comunicacional comienza a construir
lazos con la sociedad a la que se dirige quien además, ve garantizada la pluralidad,
solidaridad y participación, la responsabilidad social va a más allá de lo cotidiano.
“La comunicación alternativa no es una actividad en sí, dotada de
una finalidad que se agota en sí misma, sino que está al servicio de una
tarea global, entendida como un proceso de toma de conciencia, de
organización y acción de las clases subalternas…Las alternativas de
comunicación han de ir orientadas a la generación de fuentes, mensajes
y líneas de trabajo informativo comunicacional a través de la creación de
centros alternativos de comunicación popular (Aguirre, citado en
Simpson, 1986, p.61).
Para finalizar, la génesis de los denominados medios alternativos, comunitarios y/o
populares, consiste en cumplir responsablemente con el ejercicio de la democracia
comunicacional, es decir, que sea un espacio de participación social, donde la comunidad
se vea integrada en los procesos de organización, debate y toma de decisión, tal como lo
describe la UNESCO (1988) “La participación existe en casi todas las formas de medios
comunitarios, en la comunicación alternativa y, por definición, en el acceso a los medios
tradicionales” (págs. 197-198).
8. Conclusiones
El acelerado desarrollo entre finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI, de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) ha repercutido en la realidad
social al transformar de manera profundamente la educación, la cultura, el impacto
ambiental, la economía y la comunicación. Y es que la multiplicación del conocimiento es
más vertiginosa y su divulgación instantánea. Lo que ha facilitado no solo la rapidez de la
información en el aspecto noticioso, sino también en los hallazgos científicos, al igual que
en las crisis económicas, políticas y sociales que padece el mundo.
La relevancia y el desafío, que caracteriza actualmente la socialización de las TIC, a
través de los programas del estado, donde se busca contribuir a la democratización de los
saberes y la articulación con una sociedad que logre apropiarse ellas, para caminar en
una “aldea global” donde las informaciones, los conocimientos, los saberes y las
experiencias son compartidas y procesadas según las experiencias, en función de la
acción y transformación, tanto individuales como colectivas.
Por lo que, los cambios sustanciales que las TICs han desembocado, constituyen
un elemento de eficacia en la educación, ya que facilitan el proceso de aprendizaje y
autoaprendizaje en el área de la alfabetización en espacios como las telecomunicaciones,
la electrónica, la informática y los multimedia.
9. Referencias Bibliográficas
http://www.elcorreo.eu.org/El-concepto-de-capital-social-en?lang=fr
http://www.eumed.net/rev/oidles/02/Diaz.htm
http://catedu.unizar.es/documenta
Alejandro Barranquero, Chiara Sáez Baeza (2003) - El concepto de capital social en los
proyectos de alivio de la pobreza.
Congreso Internacional AE-IC Málaga (2010) - Comunicación y desarrollo en la era digital.
UNESCO / CINDOC, (2000) - Informe mundial sobre la Comunicación y la Información.
Programa de Responsabilidad Social Empresarial Anáhuac-IDEA-BID Jorge Reyes Iturbide
(2007) - Mercadotecnia con Beneficio Social.
UNESCO (1993) Peter Lewis - Medios de comunicación alternativos: La conexión de lo
mundial con lo local.
Informe PNUD (2010) - La verdadera riqueza de las naciones: Caminos al desarrollo humano
Informe sobre Desarrollo Humano.
Revista de Educación, núm. 336 José Antonio Caride Gómez (2005) - La animación
sociocultural y el desarrollo comunitario como educación social.
Revista UNED, Nº 1.ª (2002) - Programas de Animación Sociocultural.
Revista Digital Innovación y Experiencias Educativas N° 29 (2010) - Concepto, Objetivos y
Funciones de la Animación Sociocultural.
Revista de la CEPAL N° 78 (2002) - Crecimiento económico y desarrollo humano en América
Latina