La hidrocefalia se debe a un problema con el flujo del líquido que rodea el cerebro, el cual se denomina líquido cefalorraquídeo o LCR. Este rodea al cerebro y la médula espinal, y ayuda a amortiguar al primero. El líquido cefalorraquídeo normalmente circula a través del cerebro y la médula espinal y se absorbe en el torrente sanguíneo. Los niveles de LCR en el cerebro pueden elevarse si: Se bloquea el flujo de LCR. Este no logra absorberse apropiadamente en la sangre. El cerebro produce demasiada cantidad de dicho líquido. En los niños pequeños, la hidrocefalia puede deberse a: Infecciones que afectan el sistema nervioso central (como meningitis o encefalitis), especialmente en bebés Sangrado intracerebral durante o poco después del parto (especialmente en bebés prematuros) Lesión antes, durante o después del parto, que incluye hemorragia subaracnoidea Tumores del sistema nervioso central, que incluye el cerebro o la médula espinal Lesión o traumatismo