3. Introducción
En la actualidad existe una gran preocupación por la conservación y sustentabilidad del
medio en el que desempeñan los seres vivos. Millones de personas alrededor del mundo
presencian como los recursos y biomas quedan destruidos al paso del hombre, y surgen las
interrogantes relacionadas con las posibilidades que tiene el hombre. Pero para ello, se
necesita conocer el entorno, y es ahí cuando todos miran hacia la ecología.
Dentro del desarrollo del trabajo se intenta aclarar la creación y objetivo de esta rama de las
ciencias naturales. Con el propósito de apuntar, no solo a la profundización de la
investigación de los ecosistemas venezolanos, sino también para utilizar los conocimientos
básicos plasmado en beneficio de la nación. Para así tomar conciencia y acción en la
situación de deterioro en Venezuela, ya que a pesar de sus leyes y legislaciones ambientales,
está siendo abusada en materia ecológica.
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4. Reseña de Autores
Aura Azócar
Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Doctora en Ecología Terrestre de la
Universidad de Montpellier, en Francia. Jubilada de la docencia y adscrita al Instituto de
Ciencias Ambientales y Ecológicas (ICAE) de la facultad de Ciencias de la ULA (sede en
Mérida). Se desempeña como una reconocida investigadora en el Sistema de Promoción del
Investigador desde 1990. Se especializa en ecofisiología de plantas. Ha publicado artículos en
revistas y es autora del libro Ecofisiología de plantas de páramo.
Luis A. Sandia
Egresado de la ULA. Con una Maestría en ecología. Actualmente se encuentra en el
puesto de vicerrectorado académico en su alma matter. Se desempeña como investigador en
estudios ambientales, control ambiental, asociaciones entre agricultura, salud y ambiente. Es
uno de los integrantes de Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y
Territorial.
Thomas M. Smith
Thomas Smith es un investigador norteamericano, egresado de la universidad de
Tenessee, con un Doctorado en ecología. Interesado en la teoría del desarrollo individual de
la dinámica vegetal. Enfocado en el área investigativa de la fisiología y morfología
operacional al nivel de la influencia individual de los patrones organizacionales de las plantas
(poblaciones, comunidades, ecosistemas). Este interés lo llevó a realizar una cantidad de
estudios relacionados a los patrones de las plantas a escalas mayores.
Robert Leo Smith
Smith recivió su Doctorado en ingeniería en ciencias de la Universidad de California.
Realizó sus primeros estudios en física en el Harvey Mudd College. El profesor Smith dio
cursos en dinámicas de programas y procesos. Ha supervisado la investigación de 28
estudiantes de doctorado desde 1984.
Fue el director del Laboratorio de optimización de sistemas dinámicos en la Universidad de
Míchigan. Participó en numerosas investigaciones en Cambridge. El Doctor Smith dejó
recientemente la Universidad de Michigan, para servir como el lídel del Sistema de Ingeniería
y Diseño (división civil), y otros proyectos que incluyen organismos públicos orientados a la
investigación.
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5. La ecología
La evolución afiló al ser humano por eones, otorgándole herramientas útiles para la
supervivencia de la especie. Pero, no hubo instrumento más útil que la inteligencia y la
habilidad de reconocer patrones. Las estrellas, las estaciones, tipos de plantas, animales, muy
pronto formaron parte de una pauta singular ante los ojos humanos. La curiosidad y
necesidad llevaron al hombre a conocer lo que les rodea; tratar de entender aquellos ciclos
que ocurrían a su alrededor. Para así entender el efecto que tenía en aquellas primeras
sociedades y crear herramientas con el fin de reformar el entorno y facilitar la estancia de la
especie.
Segun, Odum E., & Warrett G. (2005) no fue sino hasta luego del oscurantismo y
finales del renacimiento, cuando la biología comenzó a ser aceptada por los regímenes
religiosos, que se le dio nombre a este campo. Odum E., & Warrett G. (2005) afirman que la
palabra fue dada por Ernst Hackel en 1869, quien tomó “oikos” y “logos” (significa casa y
estudio, respectivamente) y logró “ecología”, la cual significa “estudio de la casa”. Vocablo
ideal para referirse a los estudios de la tierra (hogar de la vida en el sistema solar), el entorno
y los seres vivos.
De esta manera Ernst es considerado el fundador de la ecología. Rama que se
estableció como campo de investigación en el siglo XX. La ecología es muy amplia, y en
general puede conceptualizarse como: “El estudio del entorno natural, incluyendo las
relaciones mutuas entre los organismos y su entorno” (Odum E., & Warrett G. p1)
Puede entenderse como el estudio de los procesos que hay entre los organismos y el
entorno. Es decir, como los organismos viven en un ambiente específico, estos están
obligados a relacionarse entre sí, hallándose sujetos a los cambios (temperatura,
precipitación, erosión) que este posee. Lo que los obliga a adaptarse e interaccionar con el
medio para poder subsistir. Esta serie de relaciones son el campo de investigación de la
ecología, ya que estudia los procesos que se dan en la “casa”; la Tierra.
Este campo alberga dos corrientes de pensamiento: la autoecología y la sinecología.
Dentro de un ensayo proporcionado por Galiana A. (2001), se basó en McIntosh y su libro de
“The Background of ecology. Concept and Theory”, para decir que:
“El botánico Carl Schöter creó hacia 1910 dos términos gemelos que nos
han acompañado hasta ahora, autoecología y sinecología, que se refieren al
estudio de las reacciones al ambiente de los organismos individuales y de
los grandes conjuntos de individuos de muchas especies, respectivamente.”
(Galiana A., p. 126)
Lo que deja o sintetiza a la autoecología como la investigación de un organismo y la
interacción que tiene en su medio. Es decir, tomar una muestra de una especie con el objeto
de estudiar su morfología, genética y función del organismo, y cómo este se vincula con su
entorno. Mientras que la sinecología puede considerarse como lo contrario, es decir, el
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6. estudio de diferentes especies en un mismo espacio; comunidades que relacionan entre sí en
un mismo espacio.
Historia de la ecología en Venezuela
Desde el momento de la conceptualización del área, se realizaron múltiples estudios
dirigidos hacia esta. Según Odum E., & Warrett G. (2005) Antoni Van Leeuwenhock, con sus
trabajos en sobre las cadenas alimenticias y la regulación de las poblaciones, fue uno de los
primeros en realizar aportes significativos a la ecología. Al igual el inglés Richard Bradley,
botánico que buscaba la comprensión de la productividad biológica.
Venezuela, no estuvo privada de estas las investigaciones. Con su atractivo natural, es
destino de exploradores y estudiosos en el área, que están dispuestos a hacer del territorio su
objeto de estudio.
Medina E., & Lindorf H. (2011) narran que el primer explorador que trabajó en
Venezuela fue Pehr Löfling, un botánico suizo contratado como miembro de la excursión
“Expedición de Límites al Orinoco” (1754), con el propósito de establecer una limitación
entre el territorio español y el portugués al sur del país, lo que se conoce hoy como la frontera
con Brasil. Sin embargo, no fue sino 45 años después, con Alexander Von Humboldt y Aimé
Bonpland, que se recibió la mayor cantidad de aportes sobre los ecosistemas venezolanos.
Los resultados de las investigaciones arrojaron numerosas descripciones de nuevas especies
naturales, atrayendo naturalistas durante el siglo XIX.
Por su parte, entre las figuras internacionales, tanto Medina E., como Lindorf H.
(2011) afirman que José María Vargas tiene una de los mayores contribuciones y
descubrimientos científicos con respecto a las variedades de plantas existentes en país, varias
con funciones medicinales.
Desde 1861 se inicia una intensa actividad en el área de las ciencias. Actividad
caracterizada por la creación de la cátedra de Historia Natural en la Universidad de
Venezuela por parte de Adolfo Ernst, quien también fue el Fundador del Museo Natural de
Ciencias (llamado en la época Museo Nacional) y la primera sociedad científica venezolana.
Por ello, Ernst se consideró el científico más importante de Venezuela durante la segunda
mitad del siglo XIX.
Con la llegada del siglo XX, los estudios se centran en la biodiversidad presente en el
país. En 1920 llega el naturalista y botánico Henri Pittier. El cual fue contratado por Juan
Vicente Gómez para evaluar los cultivos de café del país, para realizar un inventario de
especies forestales y la búsqueda de nuevos productos ideales para la exportación. Pittier
logró recolectar abundante información con la que estableció el Herbario Nacional de
Venezuela.
En palabras de Medina E., & Lindorf H. (2011): “La historia exitosa del Herbario
Nacional de Venezuela se fundamenta en la tenacidad de este hombre que se entregó durante
las últimas décadas de su vida al estudio de la flora terrestre de Venezuela”. (p.125)
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7. La dedicación de Pittier se puede apreciar en sus cartografías. Según los mismo
autores, Pittier no solo inició la labor cartográfica en Venezuela, sino que por medio de sus
explicaciones y detalladas memorias, dio suficientes fundamentos ecológicos para la
clasificación de sistemas y formaciones vegetales. En la actualidad, aquellas descripciones
son las bases para la comprensión de la realidad ecológica venezolana.
En las década de los 30 y 40, ya existían varios núcleos de investigación de la
naturaleza, como el Instituto Experimental de Agricultura y Zootecnia, la Sociedad
Venezolana de Ciencias Naturales, el Herbario Nacional de Venezuela, entre otros. Todos
ellos interesados por el reconocimiento de la biodiversidad, y con una tendencia
conservacionista de los sistemas terrestres y acuáticos a largo plazo.
El ecólogo austriaco Volkmar Vareschi fue el primero en dictar cursos de ecología
vegetal (1951), en la escuela de ciencias de la UCV. Estos cursos de pregrado iban orientados
a dos áreas: la fitosociología y geobotánica, y ecología fisiológica. Vareschi también se
desempeñó en la taxonomía de helechos y líquenes, y contribuyó con sus trabajos sobre los
sistemas tropicales.
En el área de ecología animal, el zoólogo Giorgio Marcuzzi publicó varios estudios
sobre esa área en los medios xerófilos venezolanos. Gracias a ello, se comienzan a dictar
clases al respecto en la facultad de ciencias de la UCV (1958). Medina E., & Lindorf H.
(2011), alegan que en 1963 se establece el primer departamento de ecología en la escuela de
biología de la UCV. Posteriormente, en la ULA se abren cátedras sobre ecología para la
administración y cuidados de los bosques tropicales.
En el IVIC, Gilberto Rodríguez se encarga de crear el departamento de ecología
(1964). Al principio solo funcionaba con laboratorios de investigación. Después pudo
consolidarse como un programa de formación de postgrado en ecología. En la actualidad esas
oportunidades se expandieron, dándole oportunidad a nuevas generaciones de realizar
maestrías y doctorados en este campo investigativo.
Ecosistemas Venezolanos
Székely A. (sin año), afirma que Venezuela forma parte de uno de los 6 países con
más biodiversidad en el mundo. Información que asegura García M., & Gimeno D.,(2004),
cuando reseña que Venezuela está formada por siete regiones geográficas, con climas
diferentes, permitiéndole poseer diversos biomas y especies.
Mientras tanto, Rodríguez J.P., Suárez F., & Hernández D.G. (2010) anualmente
sacan un libro con sobre los ecosistemas en Venezuela, y de las amenazas que les acecha. El
país presenta los siguientes:
1) Bosques siempreverdes: caracterizados por los elementos arbóreos de gran altura. Los
cuales nunca se encuentran desprovistos de hojas. Son hogares de plantas epífitas,
mamíferos, aves, reptiles, anfibios, insectos. Están distribuidos desde tierras bajas,
principalmente al sur del territorio nacional, hasta zonas montañosas, donde puede
6
8. alcanzar 2000 metros de altitud (en la cordillera de los Andes y la Guayana
venezolana). La temperaturas varían desde 12°C a 24°C, están asociados con climas
húmedos, al presentar grandes precipitaciones. Están en los estados Amazonas,
Bolívar, Delta Amacuro, Sucre, Monagas, Miranda Dtto Capital, Carabobo, Aragua,
Yaracuy, Lara, Zulia, Apure, Mérida, Trujillo, Anzoátegui, Táchira, Vargas,
Portuguesa y Guárico.
● Bosques siempreverdes nublados:La característica principal es la constante presencia
de niebla o nubes durante más de la mitad del año. Son comunes los bosques y selvas
nubladas andinas y costeras. Distribuidos por la cordillera de los Andes, Zulia, Cerro
de Santa Ana de Falcón, Miranda, Vargas, Dtto. Capital, Monagas, Sucre y
Anzoátegui.
● Bosques siempreverdes de palmas y bosques de pantano: caracterizadas por
individuos de gran porte y altura, de variada composición florística. Los suelos son
ácidos y ricos en materia orgánica. Adaptados a inundaciones temporales o
permanentes. Presentes en: Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Sucre, Monagas,
Zulia, Miranda y Yaracuy.
● Bosques siempreverdes de manglares: Formaciones intermareales marinas y estuarias,
que se desarrollan a orillas del mar, a orillas fluviales o a kilómetros de los ríos.
Reciben su nombre de los manglares, plantas capaces de vivir en ambientes salobres y
salinos con poca oxigenación. Entre los tipos de manglar, el más abundante es el
mangle rojo, ya que se adapta muy bien a los diferentes suelos de las orillas y costas
venezolanas. En ellos se alojan especies de aves de diferentes colores como los
flamencos, garzas blancas, azules, alcatraces. Presentes en las zonas de: Delta
Amacuro, Sucre, Anzoátegui, Margarita, Isla La tortuga, Miranda, Falcón, Aragua y
Zulia.
2) Bosques Semideciduos: Ciertas especies arbóreas pierden el follaje durante la época
de sequía. Pueden ser estacionales o húmedos, dependiendo de la disponibilidad de
agua.
3) Bosques Deciduos: La mayoría de las plantas pierden sus hojas en la época de
sequía, lo que los limita a las tierras bajas y colinosas al notes del país.
4) Bosques Submontanos
5) Bosques Montanos
6) Bosques Ribereños: Se extienden a lo largo de las orillas de los ríos. Pueden ser
estacionales o secos.
7) Arbustales: Formaciones vegetales de baja estatura, con buena adaptación a las zonas
áridas o semiáridas. Son plantas con tallos y hojas gruesas para retener el agua durante
las largas temporadas de sequía. Se observan en: Falcón, Zulia, Lara, Nueva Esparta y
Anzoátegui. En ellos predominan animales pequeños, adaptados a las temperaturas,
como los conejos, iguanas, geckos, serpientes, escorpiones, etc. Las temperaturas varían
entre 18 y 24°C
7
9.
● Arbustales siempreverdes: Solo pierden hojas en épocas de sequía extrema.
● Arbustales espinosos: llegan hasta los 5m de alto, provistas con espinas y de
característica cáctea.
● Arbustales ribereños
● Arbustales Tepuyanos y Herbazales latifoliados tepuyanos: sobre la cumbre de los
tepuyes, habitan herbazales y arbustales que parecen sobrevivir en factores ecológicos
limitantes, por el tipo de suelo y nutrientes que este provee. Pueden tener hojas
anchas, tubiformes, arrosetadas, fruticosos, entre otros. La fauna se limita a aves e
insectos.
8) Herbazales:
● Sabanas abiertas: Áreas de vegetación dominada por plantas herbáceas, en las cuales
pueden crecer largos árboles. Generalmente este estrato es denso, Existen diferentes
tipos de sabana, por el tipo de clima, pluviosidad y nivel de inundación. Varios de los
animales presentes en las sabanas están adaptados a las inundaciones como los
chigüires, garzas, cachicamos, dantas, osos hormigueros, gavilanes, entre otros. Su
temperatura anual es mayor a los 24°C
● Sabanas arbustivas: Estas sabanas forman parte de los estados llaneros, y sus árboles
pueden llegar a los 8m. Sin embargo, la vegetación predominante es intermedia.
● Herbazales de pantano: comunidades que presentan inundación temporal o
permanente. Ubicados en el delta del Orinoco.
● Herbazales arbustivos sobre arena blanca: son comunidades vegetales herbáceas,
particulares de Amazonas. Crecen en suelos ricos en cuarzo, por lo tanto son muy
ácidos, pobres en nutrientes y de color blanco. Son hierbas bajas que llegan a medir
1m. Forman los llamados "drenajes laberínticos", ya que la drástica variación en los
tamaños de la cobertura vegetal y los penachos aislados, crean un aspecto esponjoso
de "drenaje".
● Herbazales litorales: Están asociados a las costas marinas, cerca de las depresiones
salinas de la costa. En estas zonas pueden generarse las salinas, como las
Cumaraguas. Se encuentran en Falcón, Miranda, Sucre, La Asunción y Zulia.
9) Vegetación de páramo: Ecosistemas andinos que se sitúan a 2900 metros sobre el
nivel del mar. Específicamente la cordillera de los Andes. La característica principal
en ellos son herbazales y los frailejones, los cuales tienen hojas gruesas para retener el
agua en el clima seco, y una estructura de piña bajo tierra, que los ayuda a retener los
nutrientes. Habitan animales como el Oso frontino, cóndor de los andes, gavilanes,
águilas, escorpiones, entre otros.
10) Vegetación saxícola: vegetación de crece en los sustratos rocosos de Venezuela.
Se encuentran únicamente en el Edo. Bolívar y Amazonas. Se encuentran adheridos a
las paredes de los tepuyes y superficies rocosas. Abundan las Bromelias y colibríes.
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10. Estabilidad, estrés y perturbaciones en los ecosistemas
Así como se observan a simple vista, tanto las plantas y animales se encuentran en
una eterna batalla para subsistir. Buscan de cualquier manera formas para adaptarse y
garantizar la nueva generación de su grupo. Sin embargo, un grupo puede llegar a
desarrollarse en ambientes de estrés. Azócar A., & Roda F. (2006): “Se considera como estrés
a cualquier factor potencialmente desfavorable a los organismos vivientes” (p. 17)
El estrés es un factor que produce daño, puede ser de origen natural o humano. Es
difícil encontrar una condición ambiental en la cual todos los factores climáticos (y el
contenido mineral del suelo) presentan características perfectas para el desarrollo de la vida.
El estrés produce una desestabilización de las funciones, por lo tanto, el organismo debe
normalizarse, aumentando su resistencia hacia ese fenómeno de estrés. De lo contrario, el
espécimen muere. Los autores Azócar A., & Roda F. (2006), lo ven de la siguiente manera:
1. Fase de alarma: Cuando se inicia el estrés y se produce una reacción.
2. Fase de resistencia: Etapa en la que se crean procesos de adaptación y reparación.
3. Fase de agotamiento: Si el estrés es muy intenso y no es posible llevar a cabo la
adaptación. El espécimen puede enfermar y morir.
4. Fase de regeneración: Cuando el estrés lo suficientemente potente y se produce una
regeneración parcial o total.
El estrés puede considerarse como una fuerza que obliga a los elementos a
evolucionar, al responder las demandas ambientales impuestas, ya que es posible que ese
factor no desaparezca. Un ejemplo perfecto ejemplo son los árboles en los bosques
siempreverdes. Esas plantas están expuestas a un ácido suelo de sílice, provocando escasos
minerales y retención de agua. Sin embargo, este ecosistema se defiende con la gruesa capa
de hojarascas, las cuales atrapan la humedad, y al descomponerse generan los nutrientes
necesarios para la vida vegetal.
Los ecosistemas deben mantener un margen de estabilidad. Y con esto se refiere a que
la estabilidad es la capacidad del sistema de permanecer próximo al punto de equilibrio o de
retorno. Las comunidades de animales y plantas que se ven en los paisajes están a merced e
influidos por las perturbaciones.
“Una perturbación es un hecho relativamente discreto, como un incendio,
una tormenta de viento, una inundación, unas temperaturas extremadamente
frías, sequías y epidemias que interrumpen la función y la estructura de la
comunidad” (Smith T., & Smith R. p. 432)
Puede decirse que es la alteración del medio gracias a un evento de origen natural o humano,
de la cual el entorno se ve forzado a tener una resiliencia para recuperar su estabilidad. Las
9
11. perturbaciones tienen la función de crear e influenciar los patrones del paisaje. Por ejemplo:
La pesca de arrastre destruye los sistemas coralinos de las costas de Sucre y Miranda,
perturbando ese ecosistema. Una vez sufrido y destruido el entorno, este tiene un porcentaje
de recuperación que depende de las condiciones dadas por el clima.
Smith T., & Smith R., dejan en claro que el tiempo de recuperación o resiliencia, tiene
características espaciales y temporales, que se miden con una escala de intensidad que posee
las mismas medidas de tiempo y frecuencia Funciona de la siguiente manera: La intensidad se
medirá gracias a la proporción de la biomasa de una especie, que la perturbación destruye. La
escala es el territorio alcanzado por la perturbación. Por último la frecuencia, que se encarga
de llevar el promedio de veces que ocurre la misma perturbación en un área.
Esto se lleva a cabo para medir los cambios dentro del ambiente. Por ejemplo: Un
árbol cae en un bosque, ocasionando un claro dentro de la penumbra del follaje. Dándole así
la oportunidad a unas pocas semillas que solo necesitaban de la luz del sol para crecer. La
intensidad será calculada por la cantidad de especies que vivían en ese árbol y murieron. La
escala, el tamaño del claro dejado por la planta. Y por último, registrar la frecuencia con los
que los árboles caen. Así, y de acuerdo al lapso de crecimiento del nuevo organismo que
tomará su lugar, se puede calcular el nivel de resiliencia.
Por otro lado las perturbaciones a mayor escala, pueden ser más difíciles de recuperar.
Ya que no puede compararse el impacto de un incendio al de un árbol caído. El número de
miembros de especies perdidas en el incendio es mayor, y por lo tanto el tiempo de
recuperación es mucho más lento.
Si el entorno no llega a recuperarse, entonces hubo un cambio total del ecosistema.
Pueden llegar nuevos organismos a colonizar el territorio que ahora les es favorable para la
proliferación de su especie. O en un caso extremo, puede perderse el entorno, como las tierras
gastadas por la agricultura, las cuales quedan secas y sin nutrientes necesarios para el
asentamiento de nuevos vegetales y animales.
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