Las comunidades de práctica son importantes porque permiten el desarrollo de conocimiento de manera social y colectiva más que individual, fomentan la búsqueda compartida de un interés común entre sus miembros, y sirven como un currículo vivo para el aprendizaje. Sus principales aportes al ámbito educativo incluyen la interacción entre profesionales con diferentes niveles de experiencia, el desarrollo del aprendizaje autónomo guiado por un interés compartido, y la oferta de un aprendizaje formal y colabor