El documento describe el proceso de delegación de autoridad, el cual implica definir objetivos y tareas, seleccionar subordinados competentes, asignar responsabilidades y exigir resultados. Aunque la autoridad se puede delegar, la responsabilidad final sigue recayendo en el delegador. La delegación efectiva trae ventajas como permitir que los gerentes se enfoquen en tareas más importantes, tomar mejores decisiones, acelerar procesos y motivar a los trabajadores.
1. Proceso de Delegacion de Autoridad.
El proceso completo de la delegación de autoridad implica los siguientes pasos:
1. Definir los objetivos y las tareas. A partir de tener los objetivos que se quieren alcanzar
se deben definir las tareas que se van a delegar, tratando no sólo de delegar los asuntos
rutinarios sino también las tareas que exigen reflexión e iniciativas, tareas importantes,
atrayentes y agradables.
2. Selección del subordinado. Debe seleccionarse al subordinado que posea capacidades
y cualidades para desarrollar la tarea, cuidando no delegar siempre en los más
competentes.
3. Asignación de la tarea y transmisión de la capacidad de mando. Debe transmitirse todo
el poder necesario para la realización de la tarea, procurando ser claro, preciso y
transmitiendo toda la información necesaria.
4. Exigencia de la responsabilidad por el logro de la tarea. Debe establecerse un sistema
de control que garantice el cumplimiento de la tarea, lo que implica que debe delegarse
pero no abdicar, es decir, no abandonar la tarea.
El proceso de delegación es el mecanismo a través del cual se estructuran todas las
organizaciones. A medida que las organizaciones van creciendo se necesitan más
personas para que desempeñen un grupo mayor de funciones y éstas deben ir
acompañadas de la autoridad necesaria para poderla desarrollar.
Sin embargo a pesar de ser un concepto tan importante, encierra una gran paradoja, que
quedará clara cuando veamos el concepto de responsabilidad.
Responsabilidad: Es el deber que tiene toda persona de hacer un uso óptimo de los
recursos sobre los que tiene autoridad ,de modo que se utilicen para cumplir los objetivos
deseados.
La paradoja consiste en que la autoridad es imprescindible que se delegue para que la
organización pueda cumplir eficazmente sus objetivos, sin embargo la responsabilidad no
se puede delegar. Esto significa que cuando se delega autoridad, se está dando la
posibilidad a otra persona para que decida sobre algo, sin embargo la responsabilidad
ante el jefe superior de que las cosas se hagan bien siguen siendo de la persona
delegante, lo que lleva a muchos gerentes a que traten de delegar la menor cantidad de
autoridad posible.
Ejemplo:
Supongamos que el Director General de una gran Agencia de Viajes delega al gerente de
una División toda la autoridad para dirigir su división, excepto el plan de lo que debe
vender cada año y el presupuesto con que lo debe hacer.
El gerente de la división a su vez delega parte de la autoridad que se le ha concedido. Le
da al director de personal la autoridad para que reclute y seleccione al personal que debe
trabajar en la división para todos los cargos hasta los jefes de sección, que constituyen el
93% de la plantilla.
El director de personal a su vez delega en el especialista en reclutamiento la autoridad
para decidir, sobre la base de un test y una entrevista inicial las personas que cumplen los
requisitos para pasar a la segunda etapa del proceso de selección de personal.
En este ejemplo la autoridad se ha compartido, o sea se ha delegado, mientras que con la
responsabilidad ocurre algo diferente.
Aunque el gerente de la división delegue la contratación en el director de personal, el
sigue siendo el responsable ante su jefe superior del buen funcionamiento de esta
actividad.
Digamos que la división no cumple sus objetivos ya que no se ha contratado al personal
idóneo. Para el director general de la empresa ¿ de quién es la responsabilidad, del
gerente de la división, o del director de personal de la división?
2. La responsabilidad ante el Director General es del gerente de la división, ya que aunque
la autoridad se delegue, la responsabilidad es indelegable.
Otra cosa es que el director de personal asume una nueva responsabilidad ante el
gerente de la división por la autoridad que le han delegado.
Ventajas de una Delegación Efectiva.
A). La primera y más evidente consiste en que cuantas más tareas pueda delegar un
gerente mayor oportunidad tendrá de buscar y aceptar más responsabilidades de los
gerentes de nivel superior, permitiéndole dedicarse a tareas más importantes.
B). Otra ventaja se funda en que da origen a mejores decisiones puesto que los
colaboradores, por estar más cerca "de la línea de fuego", tienden a tener una idea más
completa y clara de los hechos. Por ejemplo, el gerente de ventas de una agencia de
viajes regional estará en mejores condiciones de tomar decisiones sobre ese área que su
homólogo de la división general.
C). Adicionalmente puede señalarse que una delegación eficaz acelera la toma de
decisiones pues se pierde menos tiempo en consultas a los superiores. Por otra parte, la
delegación de autoridad proporciona a los gerentes normas para valorar el desempeño de
sus subordinados.
D). La delegación de autoridad compromete a los miembros de la organización a ser
más responsables con su trabajo, pues al tener que decidir sobre sus funciones, tiene que
responder por sus resultados.
E). La delegación de autoridad presupone que las personas resuelvan gradualmente
los problemas que se le van presentando, lo que significa un aprendizaje del más alto
valor para él y para su organización.
Hay una máxima empresarial que dice "si quieres que tus subordinados crezcan, no les
robes sus problemas". Las mayores posibilidades que tienen los empleados de
desarrollarse es que se enfrenten y resuelvan los problemas que se le van presentando
en su trabajo. Si su jefe es quien se lo resuelve le está quitando una oportunidad para
aprovecharla en su beneficio.
F). Otra de las ventajas innegables de la delegación de autoridad es que logra una
alta motivación de los trabajadores , pues les permite desarrollar todas sus
potencialidades.