Es necesario educar con firmeza contra la discriminación y el racismo en todos los ámbitos, pues el Perú no será un país igualitario ni democrático si es que no elimina estos flagelos.
1. LA DISCRIMINACIÓN: UN MAL ENDÉMICO
Lima ha alcanzado un acelerado crecimiento demográfico, debido a las constantes
migraciones del campo a la ciudad especialmente del poblador andino seguido del
poblador selvático, haciendo posible una sociedad limeña plural con una serie de
procesos socioculturales diversos; entre ellos, el de la discriminación etnolingüística,
que se caracteriza por no estar difundida sólo entre el común de la gente, sino también
entre nuestra población de intelectuales y tener aceptación por parte de muchos
docentes que aún no consideramos la gravedad de esta problemática y que debe ser
atacada desde la escuela como centro de formación de personas.
Como es de conocimiento que, para muchos limeños tradicionales, el poblador
migrante es todavía un campesino de castellano mal hablado, que vive en una casa de
esteras y cuida sus carneros en el corral de la vivienda. No se han dado cuenta que este
migrante llegó hace muchos años y hoy tiene hijos y nietos que nacieron, crecieron y se
educaron en Lima y que son completamente diferentes a cómo fueron sus ancestros,
que crecieron entre la aceptación y la discriminación bajo la influencia provinciana de
sus padres, pero también bajo la influencia de los patrones culturales de la ciudad que
los acogió. Este grupo humano, de rasgos culturales mixtos, sufrió el rechazo de la
sociedad de limeños llamados “tradicionales”, generando en algunos de sus integrantes
a que traten de negar su propia identidad, buscando parecerse a los limeños, una
tendencia de ello son sus nombres anglófonos, el uso de música electrónica, su
consumo en modernos restaurantes de pollo a la brasa, siempre es preferido al fastfood
de hamburguesa “gringa” (ARELLANO Y BURGOS 2004).
Según MANRIQUE (2006) citando a Julio Cotler, manifiesta que la migración hacia
las ciudades agudizó los sentimientos ambivalentes de desprecio y temor de los
tradicionales sectores medios urbanos y de la clase dominante hacia los sectores
populares campesinos. En la medida que la “indiada” bajaba de las serranías rodeando
tumultuosamente las ciudades costeñas, inundando con sus hábitos campesinos y su
extraño hablar las ciudades blancas y criollas, abriéndose paso y destruyendo el puente,
el río y la alameda colonial, desdibujaban rápidamente esa Lima que se va. Temor y
desprecio conjugaban los sentimientos de esas clases, que veían en esta marea un
peligro contra la propiedad y las buenas costumbres de la gente decente. A los intereses
clasistas se sumaban los sentimientos étnicos de los que consideraban tener limpieza
de sangre… (Tomo 8, p. 53).
Todavía no nos damos cuenta que desde 1821, año en que el generalísimo don
José de San Martín proclamó la independencia del Perú, Lima ¡ya! era una ciudad de
mixtura donde blancos, negros, mestizos, indios que conformaban una sociedad plural,
2. interracial, socialmente heterogénea y, definitivamente, fiel representante del Perú
desde ya multicultural (ARELLANO Y BURGOS 2004).
Vivimos en un país que se caracteriza por su diversidad lingüística donde
coexisten una variedad de lenguas, una de ellas es el castellano, las demás son idiomas
nativos, indígenas o autóctonos. En términos cuantitativos los de habla castellana son
más numerosos que los hablantes de las otras lenguas. De más de 28 millones de
peruanos que actualmente somos, la familia lingüística quechua cubre alrededor de tres
millones de hablantes, seguido del aimara que constituye cerca de medio millón de
personas y, más o menos unas trescientas setenta mil hablan las lenguas amazónicas.
Con seguridad, alrededor del 9% de peruanos hablamos una lengua indígena o nativa.
El castellano si bien es predominante, no es la única lengua nacional; pero, ¿Cuál es la
situación que genera esta diversidad lingüística de la cual debemos sentirnos
privilegiados de contar con una variedad de lenguas que constituyen uno de los
elementos de nuestra peruanidad? Pues la discriminación para quienes hablan alguna
lengua nativa, indígena o autóctona siendo objeto de burla por aquellos que hablan el
castellano que creen es un idioma de mejor calidad y por ende culto. Por tal motivo los
migrantes que viven en Lima no inculcan a sus hijos su lengua materna para evitar que
ellos no sufran la vergüenza, la humillación y el rechazo. DEGREGORI (2006) nos dice
que en Lima y otras ciudades el quechua es una lengua importante, pero en gran medida
clandestina debido a la persistencia del racismo y la estigmatización contra los llamados
“Serranos” (Tomo 14, p. 13). Me pregunto ¿Por qué no genera burla un estadounidense
cuando no habla bien, el castellano, pero sí cuando un quechua hablante no lo
pronuncia bien si ambos están en proceso de castellanización? Pues repito debido a la
persistencia del racismo.
En el Perú las naciones indígenas peruanas hoy pueblos originarios se encuentran
principalmente en la selva y en la zona andina, donde junto al de los pueblos indígenas,
los demás habitantes del país tienden más a identificarse en términos de clases
sociales. La identidad cultural de estos pasa por autoincluirse en lo que vendría a ser la
mestiza o más bien criolla de los peruanos; o en otros casos, apelando al factor de color
de la piel como rasgo físico de identificación. Esta ambigüedad con la marca de
identidad es el producto del racismo, las exclusiones, discriminaciones y conflictos que
afectan al Perú y que atentan contra un propósito colectivo de nación como comunidad
imaginada, de vida armónica y con proyectos compartidos como colectividad.
Sin embargo, en qué momento se ahondaron estas marcadas diferencias raciales
basadas en el color de la piel y rasgos físicos que generan discriminación, exclusión y
conflictos entre los miembros de una misma sociedad; tengo que retroceder en el
tiempo al racismo del cura Sepúlveda que fue intolerante, pues afirmaba, para justificar
3. el exterminio, que los indígenas no tenían un alma inmortal como los demás seres
humanos; así también la diferencia de clases sociales y un evidente racismo
manifestado en la organización social colonial, que tenía como primera característica la
vertical división jerárquica de los grupos sociales agrupados en peninsulares, criollos,
indígenas y negros esclavos traídos del África, un segundo rasgo característico es el
racismo, a partir del cual se construyó un patrón de organización social, así como un
conjunto de valoraciones y complejos, subjetivamente arraigados en la conciencia de
los sectores dominantes y dominados . Estrictamente no se trata de un racismo
exclusivamente en la raza (rasgos biológicos), sino en las tradiciones culturales, idioma
y el lugar de nacimiento, etc. Estas absurdas diferencias y otros lastres de la colonia a
la república, donde lejos de erradicarse tales concepciones, se han reivindicado,
frenando con ello la formación de nuestra nacionalidad, fomentando la falta de unidad y
solidaridad entre peruanos creando en nuestra actual sociedad complejos de
inferioridad en nuestra población, como se puede apreciar en las preferencias por toda
creación o producto extranjero, o cuando se subestima o desprecia nuestra cultura y,
nuestro origen tan común en muchas personas (HISTORIA DEL PERÚ 2001).
Es cierto, que desde el punto de vista del marco legal, el Estado reconoce y
protege la pluralidad étnica y cultural de la nación (artículo 2, inciso 19 de la Constitución
Política de 1993), además de ser un derecho que garantiza la plena manifestación de
nuestra identidad y, que a pesar de nuestras diferencias de origen, raza, sexo, idioma,
etc., somos iguales ante la ley (artículo 2 de la Constitución Política de 1993); entonces,
que nos impide mirar y aceptar al otro tal cual es y tener conciencia de su individualidad;
será cuestión de persona que como individuo ético – valorativo no desarrolló, menos
interiorizó el respeto a las diferencias del otro, quizá el hecho de convivir dentro de una
sociedad cargada de prejuicios y complejos heredados de la sociedad colonial que como
sello marcó las mentes de cada uno de sus pobladores que por largos años domina y
continua dominando a la población peruana, o como educadores no contribuimos en
la formación de personas capaces de vivir en una sociedad inclusiva, próspera, tolerante
y forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en su
diversidad cultural, étnica y lingüística, que supere la discriminación e impulse la
interculturalidad como proceso de integración; entonces voy a permitirme sostener las
siguientes afirmaciones:
Si la ley reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la nación, pero como
personas no aceptamos esa pluralidad, no reconocemos el derecho a esas
diferencias y el respeto que se deben los diferentes colectivos culturales que
existen en una sociedad, entonces esto ya es cuestión de persona que luego se
vuelve en colectivo social.
4. Referente a los casi tres siglos de dominación española caracterizada por una
vertical división de los grupos sociales basadas en el racismo que permitió
enraizar a lo largo del tiempo en la conciencia del poblador peruano una absurda
marginación en nuestra sociedad, considero pues que es un legado de la
sociedad colonial traspasado a la sociedad actual.
Si bien el estado a nivel macro impulsa la Interculturalidad como Proyecto; a
través del MINEDU promueve la Educación Bilingüe Intercultural (EBI) y en el
Diseño Curricular Nacional (DCN) lo plantea como Fines, principios y propósitos
de la Educación Básica Regular, es decir abre un abanico de posibles soluciones
de aplicar en la escuela, entonces creo que los docentes todavía no hemos
tomado conciencia del problema que aqueja a nuestra sociedad y de la
importancia de promover la interculturalidad en nuestras Instituciones
Educativas con nuestros estudiantes.
Frente a este cúmulo de situaciones que impiden la convivencia armónica en una
sociedad plural y para lograr la unidad en la diversidad. (Nosotros diverso), se plantean
las siguientes propuestas partiendo de la escuela como principal centro de formación
integral de personas:
1. Sensibilizar a los docentes a través de charlas dadas por profesionales en
antropología sobre temas de discriminación que les permita reflexionar e
interiorizar el trabajo que debemos realizar desde el aula, asumiéndolo con
responsabilidad y compromiso porque de ello dependerá atacar y disminuir el
trato desigual entre personas, partiendo de nuestros estudiantes,
así contribuiremos en la construcción de una “ciudadanía intercultural”.
2. Promover la interculturalidad en la escuela, pero como Proyecto Educativo que
involucre a toda la comunidad educativa y que sea enfocada por las diferentes
áreas como tema transversal; así como también desarrollando actividades que
fortalezcan y fomenten la identidad cultural, como:
3. Ferias gastronómicas de los diferentes departamentos del Perú.
4. Festival de canto en quechua.
5. Festival de danzas folklóricas del país y pasacalles.
6. Celebración del Día de la Canción Criolla.
7. Entre otras.
En conclusión, el Perú siempre ha sido un territorio en el que han convivido múltiples
naciones y hoy mismo somos un Estado de varias de ellas, que aspira a lograr la unidad
nacional o por lo menos el respeto a las del otro con responsabilidad.
5. Antes de concluir me permito decir, que mientras escribía este breve ensayo me
ha permitido darme cuenta de que el estado nos da las herramientas necesarias para
trabajar desde las aulas esta problemática que es común ver día a día en nuestra
sociedad y como docente no solo quedarme en la reflexión, sino asumir mi rol a través
de la acción en la formación de ciudadanos que acepten, reconozcan y respeten las
diferencias del otro a través de la Formación Ciudadana y Cívica.
6. BIBLIOGRAFÍA
ARELLANO CUEVA, Rolando y David BURGOS ABUGATTAS
2004 Ciudad de los Reyes, de los Chávez, los Quispe. Perú, Editorial EPENSA. 2004.
DEGREGORI, Carlos Iván
2006 “Enciclopedia Temática del Perú - Diversidad Cultural”, Tomo 14, Editora el
Comercio S.A. Lima.
ALVAREZ RODRICH, Augusto
2006 “Enciclopedia Temática del Perú - Economía”, Tomo 7. Editora el Comercio S.A.
Lima.
MANRIQUE, Nelson.
2006. “Enciclopedia Temática del Perú - Sociedad”, Tomo 8, Editora el Comercio S.A.
Lima.
HISTORIA DEL PERÚ
2001 “Proceso Económico, Social y Cultural”. Colección de Letras y Humanidades.
Lumbreras Editores S.R.L. lima. 2da. Edición.
PRONAFCAP
2011 Texto Instructivo de Antropología Socio Cultural.
Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular, 2008.
Constitución Política del Perú de 1993.