1. PERSONA Y SOCIEDAD, 1
El hombre es un ser individual y, al mismo tiempo, social.
Aristóteles (PPoollííttiiccaa,, lliibb II,, ccaapp.. 22): “quien es incapaz de
vivir en sociedad o no tiene necesidad de ella porque se
basta a sí mismo, tiene que ser un animal o un dios”.
El hombre recibe de la sociedad medios materiales y técnicos, cien-cia,
organización social, cultura. A su vez, la vida en sociedad hace
posible la entrega a los demás, necesaria para un pleno desarrollo
humano.
La vida social engrandece al hombre en todas sus cualidades y le
capacita, con ayuda de la gracia, para responder a su vocación
cristiana.
La necesidad de la vida social no es un sobreañadido, sino
algo inherente a la naturaleza humana.
2. PERSONA Y SOCIEDAD, 2
SAGRADA ESCRITURA
GGeenn 22,, 1188: “No es bueno que el hombre
esté solo” => creación de la mujer: pri-mera
sociedad.
AAcc 1177,, 2266: Dios “hizo de uno todo el li-naje
humano” => comunidad de origen.
11 CCoorr 1155,, 2222: “así como en Adán mueren
todos, así también en Cristo serán todos
vivificados” => solidaridad sobrenatural.
Salmos y libros sapienciales: consejos para la vida en sociedad.
Moisés y los profetas: exhortan con frecuencia a vivir la justicia.
NNuueevvoo TTeessttaammeennttoo: mandamiento del amor y abundantes enseñanzas
sobre aspectos morales de la vida social, comunidad política, etc.
3. PERSONA Y SOCIEDAD, 3
Sagrada Escritura y Tradición => el valor intrínseco e incondicional
de cada persona. Christifideles llaaiiccii ((11998899)) 3377: “A causa de su di-gnidad
personal, el ser humano es siempre un valor en sí mismo y
por sí mismo y como tal exige ser considerado y tratado. Y al con-trario,
jamás puede ser tratado y considerado como un objeto utili-zable,
un instrumento, una cosa”.
Valores fundamentales necesarios para un recto orden social:
- verdad: la convivencia civil es ordenada, fructífera y según la
dignidad humana sólo si se funda en la verdad; - libertad: si no se
respeta la libertad, tampoco se respeta la dignidad humana; - justi-cia:
un orden social justo ha de respetar, en primer lugar, los dere-chos
de la persona; - paz (“tranquilidad del orden”): exigida por
respeto a la vida humana y su desarrollo; - fraternidad: adquiere
una fundamentación radical desde la fe (Dios nuestro Padre; caridad).
4. PERSONA Y SOCIEDAD, 4
Dos concepciones del hombre no aceptan plenamente la doble
condición individual y social del ser humano:
Individualismo:
- aboga por el individuo. La
vida social y la sociedad tienen por
fin únicamente superar conflictos
de intereses.
- origen de la sociedad = “contrato
social” para evitar la guerra de
todos contra todos (Hobbes) o para
impedir que la misma sociedad
sofoque la libertad individual
(Rousseau).
- Falla al ignorar la dimensión
social del hombre.
Colectivismo:
- la sociedad evoluciona siguien-do
unas fuerzas naturales.
- sociedad = organismo “natural”
en el que cada individuo está
completamente subordinado al
colectivo social.
- lo determinante de la sociedad
son los medios y procesos de
producción y la lucha de clases
que los acompaña.
- las personas no son más que
un producto de la sociedad.
5. PERSONA Y SOCIEDAD, 5
Para la Iglesia, la sociedad no es ni una
mera agregación de individuos (indivi-dualismo),
ni un colectivo en el que se
diluya la singularidad de cada persona
(colectivismo).
GGaauuddiiuumm eett ssppeess 2266: “el orden social y su desarrollo deben, en
todo momento, dar como resultado el bien de las personas, puesto
que el orden de las cosas ha de subordinarse al orden de las per-sonas,
y no al revés”.
IIddeemm 2255,, 11;; CCCCEE 11888811: “el principio, el sujeto y el fin de todas las
instituciones sociales es y debe ser la persona humana”.
6. PERSONA Y SOCIEDAD, 6
1
La sociedad es para el
hombre, pero esto no se opone a que el hom-bre
esté ordenado a ella como la parte al todo, aun-que
la persona no está completamente subordinada a la
sociedad, sino que la trasciende.
2
Las personas han de colaborar al bien de la sociedad de la
cual forman parte, pero ésta no puede despojar a las per-sonas
de los derechos personales que han recibido del
Creador. La organización social debe favorecer
el ejercicio de las virtudes, y no ser
obstáculo para ellas.
7. PERSONA Y SOCIEDAD, 7
El bien común
algo conveniente para el desarrollo
humano de cada persona en la so-ciedad.
Se define “en referencia a
la persona humana” (CCCCEE 11990055).
de él pueden participar todos.
Está relacionado con el desa-rollo
humano integral y afec-ta
a todos los miembros de
una sociedad.
= la “suma de las condiciones de la vida social, que permitan, tanto
a las colectividades como a los individuos, conseguir más plena y
fácilmente la propia perfección” (GGaauuddiiuumm eett ssppeess 2266).
8. PERSONA Y SOCIEDAD, 8
El bien común tiene, ante todo,
una dimensión teologal porque
la plenitud humana no es posi-ble
sin Dios, que es el Bien co-mún
trascendente y supremo
de todos los hombres.
La aconfesionalidad del Estado, vigente en muchos países, y la liber-tad
religiosa no equivalen a ignorar el hecho religioso ni a encerrar
la religión en la intimidad de las conciencias.
=> falso humanismo, sin los valores del espíritu y de Dios (en las
personas, las familias, la educación y en toda la vida social).
9. PERSONA Y SOCIEDAD, 9
Junto al Bien común trascendente hay un bien común temporal.
Comporta tres elementos esenciales (cfr. CCCCEE 11990077--11990099):
1 El respeto a la persona y sus derechos inalienables.
En particular el derecho a “actuar de acuerdo con la
recta norma de su conciencia, a la protección de la
vida privada y a la justa libertad, también en materia
religiosa” (GGaauuddiiuumm eett ssppeess 2266,, 22).
2 El bienestar social y el desarrollo del grupo mismo. La
autoridad debe facilitar a cada uno lo que necesita para
llevar una vida verdaderamente humana (alimento, ves-tido,
salud, trabajo, educación y cultura, derecho de fun-dar
una familia, etc.).
3 La paz: la estabilidad y la seguridad de un orden justo.
10. PERSONA Y SOCIEDAD, 10
GGaauuddiiuumm eett ssppeess 2255: “De los vínculos sociales que son necesarios
para el cultivo del hombre, unos, como la familia y la comunidad
política, responden más inmediatamente a su naturaleza profunda;
otros proceden más bien de su libre voluntad”.
La familia, por correspon-der
inmediatamente a la na-turaleza
del hombre, crea
vinculaciones muy fuertes
y supone un motivo impor-tante
para la entrega gene-rosa
a los demás.
La comunidad polí-tica
agrupa un con-junto
de familias y
grupos sociales, y
contribuye al bien
común en lo que
supera a la familia.
La contribución al bien común realizado por la Iglesia y, en otros
aspectos, por la familia, es menos amplia que la de la comunidad
política, pero más valiosa.
11. PERSONA Y SOCIEDAD, 11
A Hay una tendencia natural que impulsa a los seres humanos
a asociarse con el fin de alcanzar objetivos que exceden las
capacidades individuales.
B Las sociedades o asociaciones intermedias, al tiempo que
estructuran la sociedad, facilitan la participación de grupos
en defensa de legítimos intereses o derechos sociales y ha-cen
posibles muchas acciones que los individuos aislada-mente
no podrían realizar con eficacia.
C La Iglesia impulsa su creación. Ejemplos: asociaciones en
defensa de la vida, padres de alumnos, telespectadores, a
favor de disminuidos, en apoyo de las familias numerosas,
servicio a emigrantes, centros asistenciales, promociones
empresariales en el tercer mundo, etc..