En la actualidad, en un mundo en el que las redes sociales adquieren cada vez más relevancia para los más jóvenes, como padres debemos prestar una rigurosa atención al uso que nuestros hijos hacen de ellas.
‘Ciberacoso o cyberbullying’: un problema cada vez más frecuente entre los niños y adolescentes.
1. ‘Ciberacoso o cyberbullying’: un problema
cada vez más frecuente entre los niños y
adolescentes.
26 de mayodel 2020
AméricaCorreaM.
En la actualidad, en un mundo en el que las redes sociales adquieren cada vez más
relevancia para los más jóvenes, como padres debemos prestar una rigurosa atención al
uso que nuestros hijos hacen de ellas. Y es que detectar el ciberacoso en la etapa infantil
y en la adolescencia se ha vuelto una responsabilidad cada vez más necesaria tanto para
padres como los docentes.
Ahora bien, el ciberacoso consiste en el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y
la Comunicación) para llevar a cabo las agresiones y el acoso entre iguales. Y si hablamos
de ciberacoso infantil, nos referimos a un problema frecuente, mucho más de lo que los
padres piensan. De hecho, las estadísticas indican que en Ecuador el 5,4% de los niños de
entre 11 y 14 años han sido víctimas de acoso a través del móvil y que el 9% de los niños
de esa misma edad han recibido imágenes de contenido sexual.
No obstante, lo más preocupante es que el 73% de las víctimas del ciberacoso prefieren
guardar silencio y cuando deciden hablar, lo hacen con sus hermanos o amigos, en vez de
conversar con sus padres.
2. Cuidado con las identidades anónimas o falsas
Desgraciadamente, el fenómeno del ciberacoso infantil adopta nuevas formas, cada vez
más sutiles, de manipulación, extorsión y abuso, las cuales tienen enormes repercusiones
para el desarrollo psicológico de los niños. De hecho, se conoce que la mayoría de los
ciberacosadores tienen una identidad anónima ofalsa, una posibilidad que ofrece internet
y que les permite acercarse a los niños como si fueran sus amigos, con la intención de
socavar su autoestima y humillarlos o con fines sexuales.
De esta manera, resulta muy difícil identificar un caso de ciberacoso en sus primeras
etapas, sobre todo si el niño no lo confiesa. Por eso, los padres deben estar al tanto de
cualquier cambio en el comportamiento de su hijo.
A diferencia del bullying, en el ciberbullying el acosador no necesita dar la cara por lo que
no debe ser más fuerte o más hábil que su víctima, y ni siquiera debe conocerla
personalmente. A esta persona le motiva provocar sufrimiento, humillar, avergonzar,
ridiculizar o difundir rumores sobre su víctima.
Obviamente, el efectopsicológico para el niño y los adolescentes es devastador porque no
solo sufre daños en su autoestima, sino que también puede padecer depresión,
aislamiento social e incluso pueden aparecer ideas suicidas.