Suplemento Cultural Argentino coordinado por Antonio Tello

1. Suplemento Cultural del Centro
Río Cuarto . Río Tercero . San Francisco . Villa María Miércoles 18 de septiembre de 2019 . Año 19 N° 871
El Corredor Mediterráneo
humorsolini
POR HERALDO MUSSOLINI
PÁG. 8
Pocoapocolosusuariosdelasnuevastecnologíasvanenterándosedequehaymilojosyoídosviendo
yescuchandotodoloquediceyhace;quehaydispositivosalserviciosdelosgruposdepoderquepene-
tran y vulneran la privacidad de cada individuo sin que puedan evitarlo por lo que necesitan tomar
muchas precauciones
PÁG. 2-3
Ciberseguridad:
Troyanos, el arma
oculta del siglo XXI
LA COLUMNA
Las puertas
verdes
POR DAILA PRADO
PÁG. 8
Regreso a Hedonia.
La tormenta del amor
ABELARDO BARRA RUATTA
POR MARCELO FAGIANO
PÁG. 7
Se viene la gran fiesta
de los libros
en El Andino
PÁG. 6
Mario Benedetti:
El año hacia
su centenario
POR ISABEL REZMO
PÁG. 4-5
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2. Un poco de historia…
A estas alturas del cibercombate ya todos
sabemos que la mayoría de la tecnología que
usamos procede de la industria militar. Este es
el origen, por ejemplo, del primer vehículo
aéreonotripulado(VANT),construidoen1916
por el capitán A.H. Low. Se le denominó
“Aerial Target” y se utilizó como defensa ante
los zepelines. Desde entonces, los vehículos
aéreos han evolucionado y han llegado a
nuestros días convertidos en algo que nos
suena mucho más: drones. Estoy seguro de
que ya has visto a alguien jugar con un VANT.
¿Y qué me dices del GPS que usas en tu móvil?
La Armada estadounidense fue la primera en
aplicar la tecnología de navegación por satéli-
te para proporcionar a los sistemas de nave-
gación de sus flotas información de posicio-
nes actualizadas y precisas. Hoy todos lleva-
mos uno en el coche o en el móvil, y la verdad
es que cada vez nos cuesta más orientarnos
sin él.
El tema de este artículo nos lleva mucho más
atrás en la historia, hasta un conflicto bélico a
medio camino entre la realidad y el mito. ¿Te
suena la guerra de Troya? Seguro que sí, aun-
quesoloseaporciertocaballo.¿Peroquéocu-
rrió en verdad? Esta guerra viene al caso por
suepisodiomásfamoso:elcaballodeTroya.El
origen del conflicto, cuenta la leyenda, prove-
nía del odio de los griegos o aqueos, hacia los
troyanos, generado por el rapto de Helena,
esposa del rey espartano Menelao y la mujer
más bella del mundo. La ciudad de Troya fue
asediada durante diez largos años, hasta que
los atacantes aqueos, hábiles estrategas, fin-
gieronunaretiradadejandounregaloparalos
troyanos: un enorme caballo de madera, el
famoso Caballo de Troya, como ofrenda a
Atenea. En realidad, era un regalo envenena-
do: el caballo era hueco y en él se ocultaban
los soldados aqueos. Una vez los troyanos
hubieron celebrado su victoria y se hallaban
descansando, los aqueos salieron del caballo,
abrieronlaspuertasdelaciudadypermitieron
al resto de las fuerzas del ejército aqueo
hacerse con ella.
Estaestrategiadeataque,caracterizadaporla
ocultación del ejército en un aparente obse-
quio,fuelaquedionombrealoquehoycono-
cemos en el mundo informático como troya-
nos, virus ocultos en lugares insospechados.
El troyano tecnológico
Lostroyanosinformáticosnosonprecisamen-
te una novedad, te voy a explicar por qué. En
su libro “At the Abyss: an insider's history of
the Cold War" (“En el abismo: la historia de la
Guerra Fría contada por un infiltrado”,
Thomas Reed, que fue secretario de la Fuerza
Aérea y miembro del Consejo de Seguridad
Nacional bajo la presidencia de Reagan a prin-
cipios de los 80, narra el origen de este méto-
do de ataque. Con Gorbachov y Reagan
enfrentados en plena Guerra Fría, los soviéti-
cos no solo estaban interesados en recompo-
ner su maltrecha economía con la producción
y transporte de petróleo y gas, también dedi-
caron mucho esfuerzo a espiar la tecnología
del enemigo. Tal era su interés que el KGB
soviético tenía un departamento llamado
División T, cuyo objetivo era robar y evaluar la
tecnologíaoccidental.EstadosUnidosyaesta-
ba al corriente de ello, gracias a Francia: en
una historia digna de la mejor película de espí-
as (que de hecho existe: “El caso Farewell”),
losfrancesesreclutaronaunagenterusodela
sección de investigación tecnológica, agente
que espiaba para los Estados Unidos.
Ese agente de la KGB avisó a Estados Unidos
de que los soviéticos iban a comprar un soft-
ware canadiense para automatizar los siste-
mas de control de un nuevo gasoducto sibe-
riano. Y ahí entró en juego otra vez el ‘Caballo
de Troya’, esta vez convertido en un progra-
ma informático oculto. El llamado ‘Dossier
Farewell’, como se denominó toda la opera-
ción de espionaje, revela que los Estados
Unidos, amparados por la CIA, manipularon el
software antes de que los soviéticos lo com-
prasen a los canadienses. Esta manipulación
provocóque,despuésdeunintervalodetiem-
po, el sistema enloqueciera de tal modo que
resetearía la velocidad de las bombas y la con-
figuración de las válvulas, produciendo una
presiónmuyporencimadelaquelasjuntasde
la tubería podrían soportar. Así pues, en el
verano de 1982 los satélites infrarrojos advir-
tieron de una extraña y potente señal de calor
en territorio soviético. El gasoducto había
explotado. El Caballo de Troya tecnológico
había cumplido su misión.
Como en otros episodios de la Guerra Fría, el
conflicto se detuvo antes de llegar a la con-
frontación abierta. Para evitar que el coman-
do de defensa aeroespacial estadounidenses
confundiese la explosión con un lanzamiento
de misiles, Gus Weiss, asesor político de la
Casa Blanca en materia de tecnología, inteli-
genciayasuntoseconómicos,aparecióporun
pasillo para decirles a sus colegas del Consejo
de Seguridad Nacional que no se preocupa-
ran, según cuenta Thomas Reed en su libro.
El troyano en tu dispositivo
Los troyanos, a los que nos referimos en este
artículo, son la evolución de esa estrategia, de
esa arma oculta utilizada en estas historias
que he contado. Se puede definir como un
programa informático de tipo malware (soft-
ware malicioso) que intenta colarse en nues-
tros dispositivos bajo la apariencia de un pro-
grama normal, o bien una película, un fichero
de audio o un documento. Si consigue colarse
ennuestroordenadoroennuestromóvil,per-
mitirá a los malos controlar y espiar esos dis-
positivos para robarnos datos, encriptarlos y
pedirnos un rescate, o simplemente para aña-
dir nuestro ordenador a una red de ordenado-
res con fines maliciosos.
¿Cómo se crea un troyano?
Lostroyanosbásicossonrelativamentefáciles
de crear y distribuir. En YouTube podemos
encontrar muchos tutoriales, pero el proceso
consiste básicamente en crear un programita
llamado ‘servidor’ capaz de comunicarse con
otro programita llamado ‘cliente’, que es
manejado por un hacker. El programa servi-
dor, que seguramente tendrá un envoltorio
en forma de programa inofensivo (el caballo)
como una linterna para el móvil, un simple
juego o similar, avisa al hacker cuando ha
infectado a un dispositivo. En ese momento,
el hacker dispone de un ‘menú’ de acciones
para realizar, desde acceder remotamente al
escritorio (pantalla principal) del dispositivo
para ver lo que hace, borrar o insertar fiche-
ros, activar su micrófono, la cámara de video,
o incluso infectar el dispositivo con otro virus.
¿Cómo se distribuye un troyano?
El Corredor Mediterráneo / Página 2
Ciberseguridad:
Troyanos,
el arma oculta
del siglo XXI
Por Marcelo Tello Helbling*
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3. Un troyano se distribuye de muchas formas
diferentes según quién sea el objetivo y la
seguridad que este emplee. Por eso, los hac-
kers que quieren atacar un blanco específico
usan casi siempre la ingeniería social, median-
te la cual recopilan previamente todos los
datos necesarios para conocer a la víctima y
averiguar dónde es vulnerable. Por ejemplo,
una estrategia de ingeniería social clásica es
“dejar caer” un pendrive dentro de una
empresa. El hacker lo deja en los lavabos, olvi-
dado en una sala de reuniones… ¡incluso
puede colocarle el logotipo de la empresa!
Seguramente, algún empleado curioso inser-
tará el pendrive en un equipo y “despertará”
al troyano. De este modo, el hacker se hace
con el control del ordenador, y probablemen-
te accederá a la red de la empresa.
Pero los hackers también actúan de modo
pasivo, es decir, ocultan el troyano en una app
paraelmóvilyesperanaquealguienladescar-
gue. Otra vía de d distribución clásica, sobre
todo para los troyanos bancarios, es el correo
electrónico. Por ejemplo, el sofisticado troya-
no bancario Dridex se distribuía en dos fases.
En la primera, mediante un documento Word
enformade facturaque llegabacomoarchivo
adjunto a un correo electrónico. Al abrir el
documento, en una segunda fase, se conecta-
baaunservidordesdeelcualsedescargabael
código maligno. Después, el hacker solo tiene
que esperar a que el usuario teclee la direc-
ción de su banco para así mostrarle una simu-
laciónde lawebbancariaycapturarsusclaves
cuando las teclee para acceder. Lo demás, ya
te lo puedes imaginar…
¿Tenemos claro quiénes son los malos?
Llegados a este punto podríamos decir que
los hackers son malos por robarnos los datos
confidenciales con un fin ilícito, ¿no es así?
Pero en realidad, en la era del big data, es
cuando la frase de moda “los datos son el
petróleo del siglo XXI” va cobrando cada vez
más sentido. Y es que tanto ciberdelincuentes
anónimos(losmalos)comoempresasaparen-
temente confiables (los buenos) nos pueden
estar robando los datos.
Para muestra un botón: este mismo año se ha
descubierto que la aplicación para Android
‘CamScanner’, una aplicación aparentemente
inofensiva para crear documentos PDF, con
más de 100 millones de descargas, estaba
infectadaconuntroyanoquepermitíadescar-
gar e instalar cualquier tipo de contenido en el
dispositivo de la víctima.
Pero aquí no acaba la cosa: un estudio recien-
te realizado por Investigadores del Instituto
Internacional de Ciencias Computacionales
(ICSI) de Berkeley, el IMDEA Networks
Institute de Madrid, la Universidad de Calgary
y AppCensus revisaron el comportamiento y
el tráfico de red para más de 82.000 aplicacio-
nes de la Play Store de Google que vienen
preinstaladas en más de 1.700 dispositivos
fabricados por 214 marcas. Dicho estudio con-
cluye que existe un complejo ecosistema de
fabricantes, operadores móviles, desarrolla-
dores y proveedores de servicios, además de
empresas especializadas en la monitorización
y rastreo de usuarios y en segmentar publici-
dad en Internet, confabulados para que esas
apps preinstaladas (que tú no has elegido y
quenopuedesdesinstalardetumóvil)lesfaci-
liten el acceso a datos y recursos del sistema
sinposibilidaddequeunusuariomediopueda
desinstalarlas. Así que ya lo ves: los malos
están por todas partes.
Sí, el Internet de las Cosas también
Otro tema de moda es la popularización del
“Internet de las Cosas”, o sea, que cualquier
objeto, e incluso nuestra casa al completo, se
podrán conectar a internet, interactuar con
nosotros y, en un futuro no muy lejano, hasta
tomar decisiones por nosotros. Visto lo visto,
¿qué puede salir mal? Vamos a imaginarlo,
vamos a suponer que el robot aspirador nos
espía para conocer el plano de nuestra casa y
compartirlo con empresas de decoración;
imaginemos que el cepillo de dientes electró-
nico se conecta a tu móvil para registrar tus
datos de salud dental y tal vez enviarlos a una
aseguradora de salud sin tu consentimiento.
Incluso podríamos pensar que la muñeca
conectada que compraste a tu hijo o hija no
puede ser hackeada, pero resulta que la
muñeca inteligente se pasa de lista y puede
grabar todas las conversaciones con los
pequeños y venderlas al mejor postor. En
efecto, el Internet de las Cosas (IoT por sus
siglas en inglés) supone una nueva amenaza
para la privacidad y la seguridad de las perso-
nas. La hiperconectividad de todo nuestro
hogar, nuestra ropa y demás dispositivos
conectados hacen de nosotros el blanco per-
fecto para regalos que podrían ocultar mucho
más de lo que se aprecia a simple vista. Sí,
estás en lo cierto: la protección total es impo-
sible, pero mantener cierto control sobre
nuestros dispositivos y aprender a proteger-
nos es posible. Aquí van algunos consejos:
asegúrate de que las aplicaciones que descar-
gas procedan de un desarrollador fiable (mira
los comentarios, el tiempoque llevaenlatien-
da…); revisa bien los permisos de las aplica-
ciones que descargas y no los aceptes por
defecto; desconfía de los correos electrónicos
que no esperabas, con remitente desconoci-
do, que te piden que hagas algo con urgencia
o que incluyen archivos adjuntos, enlaces o
promesas de regalos (si parece demasiado
bueno para ser cierto, es una trampa), y por
último, pero no menos importante, haz lo que
debieron haber hecho los troyanos:
¡Desconfianza siempre activada! Como advir-
tió un prudente troyano hace mucho tiempo,
cuando vio un sospechoso caballo apareció
antelasmurallasdesuciudad,“TimeoDanaos
etdonaferentes”:“Temoalosgriegosincluso
cuando traen regalos”.
*MarceloTelloHelblingesIngenieroinformático,
consultortecnológicoyformadordeciberseguri-
dad.
El Corredor Mediterráneo / Página 3
Las nuevas tecnologías al mismo tiempo que facilitan las comunicacio-
nesyelflujodeinformaciónentrelosindividuosylospaíses,tambiénson
utilizadasporgruposdepoderparaentrarenlaprivacidadydeterminar
las conductas personales para ejercer una completa hegemonía social.
Lostroyanossonunodelosmediosdeataquemáscomunesdeinternet.
Fácilesdeprepararymuypopularesentreloshackers,sontodoundesa-
fíoparaelusuario.Bajounaaparienciainofensiva,comouncorreoelec-
trónico o una aplicación de móvil, se oculta el enemigo. Si infectan tu
móvil o tu ordenador puede arder Troya. No sería la primera vez…
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4. El Corredor Mediterráneo / Página 4
Junto a Sabines, Mario Benedetti ha
supuesto para mí una revolución interna
por su forma de escribir y su forma de
convertir la prosa en un hilo lírico y poéti-
co total. Leyendo varios artículos, se
observa cómo se ha convertido en un
referente importante dentro de los poe-
tas más jóvenes, aunque tengo que decir,
ya con 44 años casi, dentro de una madu-
rez serena y aun considerándome joven,
el referente que supone para mí.
Lo más importante de su producción,
destacaría la cercanía y la sencillez. Es un
poeta que trasmite la serenidad, y al oír su
poética te invade una cierta nostalgia,
una cierta calma aun en la llaga o en el
amor más dulce.
Mario Benedetti se sigue leyendo y tradu-
ciendo en Uruguay. Lo último ha sido al
serbio y al croata. Su universalidad es un
hecho, y creo que cambió la forma de con-
cebir lo poético y que también podemos
apreciarlo en otros autores como ya he
mencionado Jaime Sabines. Cada uno de
ellos enfoca la relación de pareja de una
manera diferente pero coincidente en la
fidelidad que expresan, y más que la fide-
lidad, la lealtad. Son poetas monógamos,
gente común y corriente pero con la vir-
tud de convertir una relación cotidiana de
pareja en un himno de lealtad eterna.
Benedetti murió a los 88 años el 5 de
mayo de 2009, mientras que la desapari-
ción física de Sabines fue a los 72 años, el
19 de marzo de 1999.
Volviendo a este autor, me gustaría cen-
trarme en un fragmento de su discurso,
en la recepción del VII Premio Reina Sofía
de Poesía Iberoamericana (1999): poesía,
alma del mundo:
“En la poesía puede haber invención, no
autoengaño; puede haber influencia, no
contagio. Es el género de la sinceridad
última, irreversible. En los géneros narra-
tivos, la simulación, la ambigüedad, el
artificio y hasta las trampas, pueden lle-
gar a ser virtudes literarias, porque allí es
todo un mundo el que se corporiza y
canaliza, y en consecuencia la diversidad
es poco menos que una ley de su entra-
mado artístico. En cambio, tales rasgos no
siempre se corresponden con la poesía.
No hay veredicto en profundidad sin con-
currencia de la poesía. La marginalidad a
que se la somete le otorga una libertad
incanjeable. La poesía no acepta esa
exclusión y se introduce, con permiso o
sin él, en la trama social. Quizá no sepa
pormenorizar los odios descomunales,
como hace inmejorablemente la novela,
pero en cambio construye con pericia los
arabescos y las filigranas del amor. Ni la
novela ni la poesía morirán, pero sus rum-
bos son diversos. Si a la novela la llevan
en andas, la poesía, en cambio, ha apren-
dido a valerse por sí misma: a preguntar,
aunque nadie le responda; a responder,
aunque nadie le pregunte.”
La poesía no es un autoengaño; la actua-
lidad poética se observa que más de uno
camina en esa dirección, ya sea por la
autocomplacencia o por el halo comercial
que rodea la creación poética. Es cierto. Y
sobre todo se vale de sí misma, porque en
sí misma vive y perdura, a pesar de todas
las guerras y batallas y de todos los obstá-
culos.
Es bueno leer y releer a Benedetti, nos
enseña. Fue un escritor polémico. Sus
posiciones políticas le provocarían una
vida de exilio y permanente movilización.
Aun así, o quizás por eso, su obra literaria,
especialmente su poesía, como decía es
referencia fundamental. Sus temas, como
en todo poeta, pasan por el amor, la natu-
raleza de la existencia humana y la políti-
ca, entre muchos otros.
Los diez libros imprescindibles sobre
Mario Benedetti que se consideran (aun-
que cada cual puede realizar su propio lis-
tado) podría ser:
La tregua. (1960); Quién de nosotros
(1953); Antología Poética (Alianza,
Editorial-2011); El amor, las mujeres y la
vida (1995); Variaciones sobre el olvido (
2005); Vivir adrede (2007); Buzón de tiem-
po (1999); El porvenir de mi pasado
(2003); Gracias por el fuego. (1965);
Pedro y el Capitán (1979); El Olvido Está
Lleno de Memoria (1995)
Cuentos
Esta mañana y otros cuentos (1949); El
último viaje y otros cuentos (1951);
Montevideanos (Booket, 1959); Datos
para el viudo (1967); La muerte y otras
sorpresas (1968); Con y sin nostalgia
(1977); La casa y el ladrillo (compilación
de versos y cuentos, 1977); La vecina orilla
(1977); Geografías (compilación de cuen-
tos y poemas, 1984); Recuerdos olvidados
(1988); Despistes y franquezas (compila-
ción de cuentos y poemas, 1989); Buzón
de tiempo (1999); El porvenir de mi pasa-
do (2003); El otro yo y Los pocillos (1959);
Almuerzo y dudas; Esa boca; El parque
esta desierto; Historias de París (2007);
Triángulo isósceles; Tan Amigos.
Drama
El reportaje (1958); Ida y vuelta (1963);
Pedro y el Capitán (1979); El viaje de salida
(2008).
Novelas
Quién de nosotros (1953); La tregua (
1960); Gracias por el fuego (1965); El cum-
pleaños de Juan Ángel (Novela escrita en
verso, 1971); Primavera con una esquina
rota (1982); La borra del café (1992);
Andamios (1996)
Poesías
La víspera indeleble (1945); Sólo mientras
tanto (1950); Te quiero (1956); Poemas de
la oficina (1956); Poemas del hoyporhoy
(1961); Inventario uno (1963); Noción de
patria (1963); Cuando éramos niños
(1964); Próximo prójimo (1965); Contra
los puentes levadizos (1966); A ras de
sueño (1967); Quemar las naves (1969);
Letras de emergencia (1973); Poemas de
otros (1974); La casa y el ladrillo (1977);
Cotidianas (1979); Ex presos (1980);
Viento del exilio (1981); La noche de los
feos (1983); Táctica y estrategia (1984);
Preguntas al azar (1986); Yesterday y
mañana (1987); Canciones del más acá
(1988); Las soledades de Babel (1991);
Por Isabel Rezmo
Mario Benedetti:
El año hacia su centenario
LECTURA
El 14 de septiembre se cumplen 99 años del nacimiento del
poeta del exilio y el desexilio, del amor y el desamor –al que
consideraba otra forma de destierro.
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5. El Corredor Mediterráneo / Página 5
Inventario dos (1994); El amor, las muje-
res y la vida (1995); El olvido está lleno
de memoria (1995); La vida ese parénte-
sis (1998); Rincón de Haikus (1999); El
mundo que respiro (2001); Insomnios y
duermevelas (2002); Inventario tres
(2003); Existir todavía (2003); Defensa
propia (2004); Memoria y esperanza
(2004); Adioses y bienvenidas (2005);
Canciones del que no canta (2006);
Testigo de uno mismo (2008).
Ensayos
Peripecia y novela (1946); Marcel Proust
y otros ensayos (1951); El país de la cola
de paja (1960); Literatura uruguaya del
siglo XX (1963); Letras del continente
mestizo (1967); El escritor latinoamerica-
no y la revolución posible (1974); Notas
sobre algunas formas subsidiarias de la
penetración cultural (1979); El desexilio
y otras conjeturas (1984); Cultura entre
dos fuegos (1986); Subdesarrollo y
letras de osadía (1987); La cultura, ese
blanco móvil (1989); La realidad y la
palabra (1991); Perplejidades de fin de
siglo (1993); El ejercicio del criterio
(1995); Vivir adrede (2007); Daniel
Viglietti, desalambrando (2007).
Biografía
Fue hijo de Brenno Benedetti y Matilde
Farrugia. Residió en Paso de los Toros
junto a su familia durante los primeros
dos años de su vida. La familia luego se
trasladó a Tacuarembó por asuntos de
negocios, y más tarde se trasladaron a
Montevideo. Alternó su estudio prima-
rio entre el Colegio Alemán de
Montevideo y el Liceo Miranda. Por pro-
blemas económicos deja inconcluso su
estudio secundario para continuar de
manera libre. Desde los catorce años tra-
bajó en una empresa de repuestos para
automóviles.
Su larga trayectoria comenzó en 1945,
fundando el semanario “Marcha” y cola-
borando a lo largo de esos años en mul-
titud de publicaciones. Desde 1971 se
integró activamente en la coalición de
izquierdas de su país “Frente Amplio”.
Tras el golpe de Estado de 1973 abando-
nó su cargo en la universidad y ese com-
promiso político en su tierra natal lo
llevó al exilio, primero a Buenos Aires y
posteriormente a España durante diez
años. En 1983 vuelve a Uruguay y se
reencuentra con su esposa, que se vio
obligada a permanecer todos esos años
cuidando a las madres de ambos.
Ha sido galardonado en multitud de oca-
siones y en diversos países, entre los
que se destacan el Premio Reina Sofía
de Poesía en 1999 y en 2005 el Premio
Internacional Menéndez Pelayo. En el
año 1997 fue nombrado Doctor Honoris
causa por la Universidad de Alicante.
Fue esencialmente poeta, novelista, dra-
maturgo, cuentista y crítico, y, junto con
Juan Carlos Onetti, la figura más tras-
cendental de la literatura uruguaya de la
segunda mitad del siglo XX.
En sus últimos diez años, debido al asma
y por recomendación médica, el escritor
alternaba su residencia en España y en
Uruguay, tratando de evitar el frío, pero
al agravarse su estado de salud perma-
neció en Montevideo.
El día 17 de mayo de 2009, Benedetti
muere en su casa de Montevideo, a los
88 años de edad.
Y eso quizás resuma todo.
¿Cómo compaginar
la aniquiladora
idea de la muerte
con ese incontenible
afán de vida?
¿cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?
¿cómo desactivar la lápida
con el sembradío?
¿la guadaña
con el clavel?
¿será que el hombre es eso?
¿esa batalla?
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Se viene la gran
fiesta de los libros
en El Andino
Por Redacción ECM
FERIA DEL LIBRO
Tras el éxito del año pasado de la Feria
del Libro Juan Filloy vuelve la fiesta
cultural más grande del sur de
Córdoba en torno a los libros y la lec-
tura. Se trata de la décima quinta edi-
ción de manera consecutiva; una evi-
dente política de Estado que ya tras-
ciende a tres gestiones municipales.
Decenas de miles de personas de la
ciudad y la región disfrutaron el año
pasado de la fiesta más grande de la
cultura del centro del país, publico
que es convocado este año desde el
martes 8 al lunes 14 de octubre en el
predio ferial emplazado en el Centro
Cultural El Andino, consolidando una
verdadera política de descentraliza-
ción del Gobierno municipal.
La Comisión de la Feria del Libro Juan
Filloy conformada con el objetivo de
promover el libro y la lectura entre los
habitantes de la Ciudad y la Región
está conformada por la Municipalidad
de Río Cuarto, la Universidad
Nacional, la Municipalidad de Las
Higueras, el Concejo Deliberante de
Río Cuarto, la Asociación de Libreros
agrupados en la Cámara Mercantil, la
Sociedad Argentina de Escritores, la
Sociedad de Escritores Ríocuartenses,
la Asociación de Bibliotecas Populares
de Río Cuarto y la Agencia Córdoba
Cultura. Los integrantes de la
Comisión trabajan durante meses en
los aspectos medulares de este even-
to que se ha transformado en un clási-
co de la ciudad.
Exposición
En la Exposición Estática nos visitan
cada año más de 100 sellos editoriales
procedentes de distintas partes del
país que estarán ofreciendo sus libros
en 50 stands instalados en el andén
vidriado de la vieja estación de tren,
un espacio de alto contenido cultural
e histórico de la ciudad. En este senti-
do, es importante destacar que en el
marco de la Feria, los visitantes
podrán disfrutar de los distintos espa-
cios que conforman el Centro Cultural
del Andino y sus parques; el Museo
del Riel, la Junta de Historia, el
Archivo Histórico de la ciudad, la Casa
de la Memoria, el Paseo de los
Vagones y su Biblioteca Vagón, entre
otros, espacios en los que se desarro-
lla la programación.
Actividades culturales y educativas
“Libros para habitar la Diversidad
Cultural” es el lema que acompaña
esta nueva edición de la Feria. En el
marco de la misma se organizan más
de 100 actividades con entrada libre y
gratuita. Talleres literarios, de dibujo e
historieta, charlas, presentaciones de
libro, narración oral, disertaciones
sobre difusión científica, espectáculos
de música y danza vinculados a la pala-
bra, obras de teatro, entre otras pro-
puestas. En su aspecto educativo, la
feria se prepara para recibir a 6 mil
alumnos de nivel primario y secunda-
rio de la ciudad y la región, quienes
concurrirán a la exposición y participa-
rán de las propuestas culturales.
Mempo Giardinelli
Uno de los visitantes destacados con-
firmados para este año es el escritor y
periodista Mempo Giardinelli, quien el
jueves 10 de octubre presentará su lar-
gometaje sobre Juan Filloy titulado
“Don Juan”, recientemente estrena-
do en Capital Federal. “Documental
en el que trabajé los últimos 30 años,
puesto que empecé en 1986, cuando
visité a Juan Filloy en Río Cuarto y lo
entrevisté para mi revista Puro
Cuento. Allí grabamos las primeras
imágenes, un poco casualmente, y sin
saber que con los años él me distingui-
ría con su amistad y magisterio y yo
haría esta película” (fragmento de la
entrevista realizada por Nicolás
Cheetham, publicada en Puntal el 17
de julio del 2019).
Asimismo, plato fuerte de la progra-
mación será la presentación de las
obras completas de José Hernández,
recientemente publicada por EDU-
VIM, la editorial de la Universidad
Nacional de Villa María. Será el miérco-
les 9, estará especialmente dirigida a
los bibliotecarios de Río Cuarto y su
zona de influencia, y contará con la
presencia de su editora, la profesora
Celina Ortolano, y Carlos Gazzera,
director de la editorial universitaria.
En la ocasión también se proyectará
un vídeo que testimonia el proceso de
elaboración del libro con todos los
escritos del autor del Martín Fierro, el
último gran autor argentino del siglo
XIX.
Aguante Poesía,
el encuentro nacional en la Feria
En el marco de la Feria del Libro se lle-
vará a cabo una nueva edición del
Aguante Poesía, encuentro nacional
de escritores, lectores y editores de
poesía. Tanto la feria del libro como el
encuentro de poetas son espacios
consolidados que con el paso del
tiempo evidencian la apropiación
social de estas propuestas que pro-
mueven El Libro y La Lectura entre los
pobladores del sur cordobés.
La décima tercera edición se desarro-
llará del viernes 11 al domingo 13 de
octubre con una programación distin-
tiva que reúne a poetas locales y de
todo el país. Es importante destacar a
las pequeñas editoriales que apuestan
de manera denodada a la poesía y que
participarán con stands en la exposi-
ción estática, como lo son Ediciones
Del Dock, Ediciones en Danza, Revista
de poesía la Guacha, Griselda García,
La Yunta, la local Cartografías, entre
otras. En este contexto, el día inaugu-
ral se proyectarán los documentales
que la Videoteca de autores cordobe-
ses, perteneciente al Área de
Literatura y Pensamiento de la
Agencia Córdoba Cultura, dedica a
Daila Prado y José Di Marco. Tras las
proyecciones se dará un coloquio
sobre la obra literaria de ambos poe-
tas en el que participarán, además de
Prado y Di Marco, los poetas y profe-
sores Pablo Dema y Leandro Calle
coordinado por Antonio Tello, direc-
tor del Archivo Audiovisual de Poetas
y Escritores de Córdoba.
Entre los objetivos principales del
encuentro es el de generar un espacio
de dialogo entre la poesía local con la
poesía que se escribe, se piensa, se
edita en otras partes del país.
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7. El Corredor Mediterráneo / Página 7
reseña Regreso a
Hedonia.
La tormenta
del amor
Abelardo Barra Ruatta
Ediciones Gráficas. Río Cuarto, 2019
La reseña de una obra es siempre un aconte-
cimiento particular, la importancia del
encuentro con el libro, como objeto mate-
rial, que irrumpe en el escenario cultural,
inventa futuros lectores y le da sentido a la
escritura.
Abelardo, pensador, profesor, poeta.
Abelardo, sujeto contemporáneo de esta
vida, rótulos sociales que nos llevan a imagi-
nar que él siente un gran amor por el conoci-
miento o, lo que tal vez, pueda ser lo mismo,
una desmesurada debilidad frente a ellos.
Abelardo, buscador incansable de tesoros.
Recorro un fragmento del Poema 1 de
“Regreso a Hedonia”:
“…Estoy sucio de tu piel / cuando despierto
exhausto en las mañanas, / pues tu ardiente
pasión / ha transitado por el bermejo arroyo
de mi sangre / y siento que aun me moja, /
sublevado, / el salino sudor de mi cuerpo /
prisionero de tus artes de hechicera…”
La pasión atraviesa la escritura y el decir de
Abelardo Barra Ruatta, ella lo domina y exal-
ta, lo arrastra en su torrente impredecible
para exclamar, balbucear y preguntarse, en
medio de esa tempestad, sobre el encuentro
y desencuentro de los cuerpos, la presencia
y ausencia de las mujeres amadas, el deseo
incontenible y su saciedad. Esa pasión gene-
ra incontables “Tormentas del amor”, subtí-
tulo de “Regreso a Hedonia”, materializa-
das, esas agitaciones en 50 poemas de amor
que arden como una mecha voraz para sub-
vertir las costumbres y mandatos que el coti-
diano devenir nos ordena. Abelardo, agita-
dor de neuronas, sacude la materia gris y
traspasa los mustios pasillos del pensamien-
to para recorrer las catacumbas de la moral
con la antorcha de su palabra. Empresa difí-
cil, pero no imposible de alcanzar: represen-
tar en la escritura la fuerza magnética que
ejercen los cuerpos para amarse junto al pla-
cer que su comunión les confiere. “Regreso
a Hedonia”, es volver a la naturaleza huma-
na, reinventarnos, liberados de los cerrojos
con que nos sofocan las estructuras conser-
vadoras y dogmáticas. Visto de esta manera,
este libro, es un acto revolucionario con que
lucha el autor y nos invita a batallar para des-
pojarse y despojarnos de ese lastre: el ancla
moralizante que hunde nuestros cerebros
en el fango del miedo, del pecado, del casti-
go. Es una gran pena que a esta altura de la
historia humana la moral cristiana y todos
sus parientes cercanos nos mantengan con
sus expresiones y prácticas siempre Más acá
del bien y del mal. No pudo Nietzsche ni
otros tantos pensadores…los poderes
hegemónicos espirituales manejan de mane-
ra exquisita los mecanismos de dominación,
y nosotros, obedientes ovejitas, conforma-
mos el rebaño que los sostienen. Esas orga-
nizaciones operan con el claro objetivo de
usurpar nuestras libertades colonizando una
vasta extensión de nuestro territorio neuro-
nal, siembran allí ciertas semillas selecciona-
das en los surcos cerebrales para que naz-
can y florezcan ideas a la medida de nuestra
ignorancia.
Desviaré por un momento la atención del
libro de poemas hacia otro escenario del
pensamiento del autor. Parecerá al principio
una digresión, pero rápidamente volvere-
mos a situarnos en el universo de la poesía.
En una breve obra de Barra Ruatta, y no por
breve menos importante, “Desocupar el
poder” (UNIRIO-Editora-2017), el autor pre-
senta argumentos sobre esta región pampe-
ana para pensar el territorio que habitamos:
Villa de la Concepción del Río Cuarto, un for-
tín en la frontera sur frente a los pueblos ori-
ginarios. Leo un fragmento para contextua-
lizarlo: “El poder inventó el vacío, el desierto
y la frontera para ocupar una tierra que esta-
ba milenariamente ocupada por sus legíti-
mos dueños”. Ahora un pequeño viaje ima-
ginario en el tiempo, les suena esta letra:
“...Río Cuarto, Río Cuarto/Cuatro ranchos y
un convento/y una virgen que te cuida/Villa
Heroica del desierto.../...Sola frente al indio
pampa,/
Desafiando su fiereza/Con la cruz y con la
espada...” Fragmento de Villa Heroica de
Jorge Torres Vélez. Su comunidad, hija de
esa invención lo festeja invocando en calles
y plazas los nombres de los que llevaron exi-
tosamente esa cruzada de exterminio: Roca,
Racedo y sus salvajes hermanos. Dice Barra
Ruatta: “Por eso se les recuerda en el papel
moneda, en las calles mercantiles y en las
plazas principales”. ¿Qué contraste no? “El
poder inventó el vacío, el desierto y la fron-
tera...”.
En esa importante obra para pensarnos
como sujetos inmersos en esta región se
propone la “Descolonización de los espacios
públicos”, en “Regreso a Hedonia”, por otro
lado se propone, me atrevo decir, la
“Descolonización de los espacios íntimos”.
¿Con qué recursos entonces combatir a esas
tropas represoras que colonizan, venden y
trafican en ese territorio de la intimidad
humana? En el Fragmento del poema 9 una
respuesta:
“No han de diezmar las tropas represoras /
este conato de subversión amorosa, / no hay
batallón que pueda / con la potencia de las
caricias desatadas, / ni nadie opondrá efecti-
va resistencia / a este fusil de sensuales mari-
posas. Tenaces partisanos de una pasión /
que ni siquiera el sueño ha doblegado, por-
que soñando, persisten nuestras bocas, / en
el combate de los besos alocados”.
“Habremos de tomar por asalto los polvori-
nes / donde las rosas se almacenan y por
todos los caminos esparciremos versos, /
como quien va sembrando amapolas; /
habrán de rendirse, por doquier, / los tortu-
radores de los tréboles, porque esta rebe-
lión de piel / ya tiene destinado un porvenir
de éxito: / abolir el poder e inaugurar en su
lugar / una asamblea de pasiones amoro-
sas”.
“Desocupar el poder” en el título del ensa-
yo, “Abolir el poder” en el poema de amor.
Para conquistar al desierto hubo que abatir
al salvaje para despojarlo de su territorio y,
para colonizar “los territorios de la carne”,
“la patria gutural de los gemidos”, “las ciu-
dades de los cuerpos donde habita la
pasión”, “los tiempos de la vida”, el exquisi-
to infierno de sexos”, “la urgencia instintiva
del orgasmo”, hubo que fraguar manda-
mientos condenando al inmoral, al blasfe-
mo, al pecador, al lascivo, al impío, al lujurio-
so, al impúdico y a todos aquellos que infec-
taran la hipócrita higiene de nuestros santos
espacios celestiales, sostenido, todo esto,
en nombre de otra diabólica invención: un
dios que bendice, castiga y coarta liberta-
des. Salvajes que hay que exterminar, sim-
bólicamente hablando “Con la cruz y con la
espada”. Pienso en los crucifijos sobre las
camas matrimoniales, como un periscopio,
espiando la lujuria, profanando ese territo-
rio sagrado...
El autor, tanto desde el ensayo como desde
su poética sostiene una coherencia ideológi-
ca en este puente imaginario trazado entre
las dos obras mencionadas. Dice en
“Desocupar el poder”: “la ficcionalidad del
homenaje a los héroes falsificados en el már-
mol es suplida por el beso impúdico de los
que se aman sin más reglas que la urgencia
del deseo…”
La descolonización de ambos espacios, el
público y el individual, es una acción política,
una posición frente al mundo estructurado
como tal.
En Narrativas, Relatos y Experiencias de
Resistencias, 2018 (revista de la UNSJ), dice
barra Ruatta: “Placer, rebelión y libertad
configuran tres módulos imprescindibles de
la transformación revolucionaria de la socie-
dad”. Expresión con la que coincido, sin pla-
cer y libertad no hay vida plena posible y, si
tiene que haber rebelión, hay que recono-
cer, de manera cristalina, quien o quienes
ejercen esa autoridad opresiva, sublevarse,
derrocarla y condenarlos por la grave priva-
ción de la libertad espiritual, por ese adoctri-
namiento sistemático y generalizado contra
la sociedad, con multiplicidad de víctimas.
Acciones que suponen un agravio para la
humanidad en su conjunto.
Hedonia da cuenta con sus imágenes poéti-
cas de las barreras que hay que cruzar para
que el verdadero erotismo nos invada con
su libertad. Un ejemplo en un fragmento del
Poema 16:
“Amor huyamos lejos del papel / que sella-
ron aburridos burócratas, / vayamos hacia la
libertad de esos besos / que transforman en
caos al universo. / Lejos del puntilloso extre-
mo del deber ser, / ¡vamos amor!, al paraíso
prohibido donde los dioses son pájaros y
arroyos, / migremos a las doradas playas del
Trópico / donde la desnudez sea todo nues-
tro atavío. / Desoigamos los mandamientos
perspicaces, /ignoremos la sensatez del reloj
y el almanaque / y probemos saltar sin redes
cautelares / para caer, confundidos, en un
lascivo abrazo. / ¡Vamos amor!, faltan tantos
países tórridos que transitar tomados de la
risa, / falta tanta vida prohibida por vivir /
que no habrá de amedrentar nuestra sed
exploratoria / el ostracismo feroz con que
castiga la sociedad severa. / ¡Vamos amor!,
que no haya sombra / que se atreva a invisi-
bilizarnos”.
Un estilo enérgico recorre este libro, por
momentos tumultuoso, a veces reflexivo,
habitado por líneas de depurada belleza
expresiva. Los poemas aquí reunidos no
pasarán desapercibidos por nuestra mente,
las “Tormentas del amor” son impredecibles
y arrasan, con sus vientos poéticos, el paisa-
je de los cuerpos.
Abelardo, pensador, profesor, poeta.
Abelardo, sujeto contemporáneo de esta
vida. Abelardo, buscador incansable de teso-
ros. Abelardo, agitador de neuronas, sacude
la materia gris y traspasa los mustios pasillos
del pensamiento para recorrer las catacum-
bas de la moral con la antorcha de su pala-
bra.
Dice el poeta:
“…soy un improvisador de los ritmos / que
escondieron a mis ganas reprimidas,
las escuelas, las iglesias y las familias patriar-
cales / que custodian la santidad.
Bailo. Un baile nuevo. Un baile que se burla
del esqueleto social…”.
Futuros y queridos lectores. ¡Bienvenidos a
Hedonia!
Marcelo Fagiano
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8. El Corredor Mediterráneo / Página 8
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(2400) San Francisco
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La Columna
humorsolini
Por Heraldo Mussolini
Las puertas verdes
Por Daila Prado
El español y la esclava
Carmen suele llevar un turbante de tonos vistosos, que resaltan el
color chocolate de la piel del pómulo, el cuello, la ancha frente
curva. El día en que apenas amanecida la mañana en la Villa se pre-
sentó frente al Defensor de Pobres, el turbante caía de cualquier
modo sobre su rostro moreteado, y ella temblaba de miedo. Felipe
Guerra -el defensor- se apantalló con palmeta de madera; el calor
era insoportable. Miró a la negra Carmen y la vio perlada de sudor;
vio el pánico hacer señas en su cuerpo macizo, ajado por el agua
helada del río y de la piedra donde fregaba la ropa del señor, día por
medio. No era vieja: lo parecía. Apretaba los labios bajo el peso de
una situación desconocida: ella, una pobre mujer sin derechos,
pisando por vez primera el suelo de ladrillos desparejos del cabildo
de La Concepción del Río Cuarto para solicitar amparo, protección,
algo que le permitiese la esperanza de vivir sin ser dañada. Le habí-
an dicho que el Defensor de Pobres de la villa podía ayudarla; y allí
estaba, en el cabildo, frente a la plaza del pueblo. Él la dejó hablar y
se enteró de que el amo de Carmen, un español llamado Benito del
Real, le había sajado las carnes y había echado sal sobre las heridas.
Pensó, el defensor de pobres, que “la acción del amo era un hecho
propio de un Nerón, de un hombre sin cristiandad ni religión propia,
el que había de ser castigado por la justicia”. Inició un expediente y
se lo mandó al alcalde, con la comparación de Nerón y todo lo que
había pensado…
El alcalde, ese mismo día 16 de enero de 1809, ordenó el reconoci-
miento de las sajaduras de la negra Carmen. Médico no, no había en
la villa fronteriza del Río Cuarto; se llamó a un ‘Inteligente en heri-
das’ que revisó a la esclava y dictaminó que tenía, en efecto “en el
lado derecho de la nalga dos sajaduras de un jeme de largo, y una
chiquita, y tres abolladuras de lazo, y una cruz en el lado de la nalga
izquierda como de quatro dedos de largo y que esta es la verdad de
lo que ha presenciado bajo juramento que fecho tiene”.
Al día siguiente, mientras el calor rebotaba en las paredes de adobe
y afuera el cielo prometía lluvia a baldes, el Defensor escribe al
Alcalde: “Me presento pidiendo a este Juzgado por mi protejida,
respecto a que su señor así la maltratara, y no queriendo ella servir
a su servicio, temiendo una muerte o un continuo martirio, pueda
venderse a hombres cristianos, pues es el único asilo que tienen
estos infelices. Solicito que se haga depósito de dicha criada en la
persona o familia que sea de su agrado hasta inter se verifique su
venta según tasación”.
Transcurrió un día más hasta que un alguacil ayudante -hombre de
sombrero y pañuelo blanco- desmontó frente a la casa de don
Benito, ató el caballo a un algarrobo y llamó a voces a la negra
Carmen, que apareció al fin, asustada. No había bebido ni comido
cosa alguna durante una jornada completa; solo se quedó transpi-
rando de miedo, echada sobre la tierra mojada de la huerta, rezan-
do a la virgen María y a San Benito… El alguacil volvió a montar y la
negra, a caminar, caminar hasta la casa donde la depositaron; entró
despacio y con la vista baja, como correspondía a seres que eran
comprados, vendidos, canjeados, alquilados, maltratados, en fin:
casi objetos.
Giraba ya el breve mes de febrero cuando el tasador llegó a prestar
servicio: la miró del derecho y del revés y le atizó un precio de 160
pesos, libres de impuesto de alcabala y de escritura. Carmen consi-
deró la cifra, sin entenderla, como el pase a una nueva vida, sin cas-
tigos ni humillaciones; ella quería vivir ¡quería vivir! porque en
Rodeo Viejo le había nacido un nietito, mestizo de cabello enrulado
y ojos como de noche de luna llena, según le contaron; ella quería
verlo, acunarlo una vez aunque fuera, bendecirlo tal como le había
enseñado su madre, la nacida en Somalia, en la tierra de chozas
donde abundaba el misterio, la alegría, el eco verde de tamboriles.
Otro vecino considerado ‘gente decente’ de la villa, don Marcelino
Soria, compró a la negra Carmen, algo vieja y algo achacosa, pero
con ganas de vivir y de trabajar, en 140 pesos.
Esa noche de marzo de 1809 llovió otra vez, mucho, y ella, después
de esperar que sus amos apagaran las velas de candelabros y faro-
les de la calle, se arrebujó en el turbante de colores y salió al segun-
do patio de la casa. Extendió los brazos y dejó que el diluvio la empa-
para; por primera vez veía, en su vida esclava, un futuro diferente.
Pensó que el agua, copiosa y tibia, buscaba curarle las heridas;
pensó que quizá dentro de un tiempo los amos le permitirían llegar
a Rodeo Viejo, para acunar al nieto de ojos lunares.
(Esta historia no es cuento; figura, con más detalles aún, en un docu-
mento clasificado como Expediente emanado del Cabildo de la Villa de
La Concepción del Río Cuarto. Se encuentra en el Archivo Histórico
Municipal de Río Cuarto, Caja 14, expediente 2).
SUPLEMENTO CULTURAL DEL CENTRO
DECLARADO DE INTERÉS CULTURAL POR EL
CONCEJO DELIBERANTE DE RÍO CUARTO
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