2. CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO
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CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO
OBJETIVOS BÁSICOS DE LA
CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN
LOS PAÍSES EN DESARROLLO
Tanto la ciencia como la tecnología
utilizan el método científico ya que todo
conocimiento científico debe ser
verificable, las demostraciones se hacen
sobre la base de un experimento o
experiencia, el resultado invalida o
confirma la hipótesis
La ciencia es el fundamento de la tecnología. Cuando un ser humano se propone alcanzar
un nuevo objetivo que implique un desarrollo tecnológico busca en los conocimientos de
la física, de la química, de la biología. Muchas veces ese desarrollo tecnológico significa
poner en práctica los conocimientos científicos y al hacerlo generan nuevos
conocimientos, en ese punto la ciencia y la tecnología parecen mezclarse y funcionar muy
juntas una de la otra.
La ciencia construye el conocimiento...
la tecnología, lo aplica...
Cinco factores de vinculación entre la ciencia, tecnología y el desarrollo
1. Apropiación social de la ciencia y la tecnología: Debe fomentarse el estudio de la
ciencia en todos los niveles de aprendizaje
2. Generación de conocimiento y educación: Si se quiere que la educación forme
ciudadanos con capacidad de comprender, la única vía posible es la de asegurar
una estrecha relación entre la educación como proceso de aprendizaje y la
investigación como proceso de generación y adaptación de conocimiento.
Sagan, Carl: "Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología, y
en la que nadie sabe nada de estos temas."
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3. Ciencia, tecnología y producción: el conocimiento en sus múltiples formas es el
componente más importante de lo que los economistas han llamado el factor residual
para explicar el crecimiento económico, más allá del papel que desempeñan los factores
clásicos de producción como el capital, la tierra y el trabajo.
4. Conocimiento, cambio social y desarrollo del ciudadano: La generación de
conocimiento no se refiere solamente al mundo natural sino al humano.
5. Ciencia, desarrollo sostenible y diversidad biológica y cultural: Creación de un nuevo
paradigma, el desarrollo sostenible, a través del cual se busca hacer compatibles las
necesidades del desarrollo socioeconómico con la conservación del medio ambiente para
garantizar a largo plazo la calidad de la vida a futuras generaciones.
Apropiación social de la ciencia y la tecnología
Desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días el camino del ser humano ha recorrido un
trayecto marcado por el descubrimiento de parcelas en la realidad. Ya en su
Metafísica decía Aristóteles que "el ser humano tiende por Naturaleza al saber". Pues
bien, es innegable que hoy en día la ciencia y la tecnología ocupan un lugar primordial en
ese "desvelamiento" del mundo y todo ello marcado por el afán que siente el ser humano
hacia el conocimiento. Esta afirmación no está exenta de matices, ya que en la sociedad
actual, caracterizada por la transmisión de información, puede llegar a confundirse la
acumulación de datos con la posesión de conocimiento. Por ello, en la introducción
de Apropiación social de la ciencia, los editores López Cerezo y Gómez González subrayan
la necesidad de "más y mejor conocimiento": se trata de mejorar la calidad del
conocimiento, ya que más información no nos hace más sabios (la noción de sabio, sofós,
lleva implícitos unos presupuestos éticos y morales que no viene al caso analizar aquí).
La afirmación aristotélica establece una relación muy estrecha entre ser humano y
conocimiento. Dicha relación se da como constante en el libro: es primordial en él el papel
que ocupa el sujeto cognoscente. Y es que, en las tres partes en las que se divide la obra (a
saber, la cultura científica, la comunicación social de la ciencia y la tecnología y la
participación ciudadana), el ser humano aparece como actor principal del escenario que
aquí se dibujará.
Dicho ser humano puesto en colación no será un sujeto individualista y aislado, sino que
se tratará de un ser social, definido por las interrelaciones con otros sujetos y con el
Huxley, Thomas Henry : "Es un hecho que el hombre tiene que controlar la ciencia y chequear
ocasionalmente el avance de la tecnología."
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propio mundo en el que vive. Tampoco se trata de una sociedad cualquiera sino que, para
que se dé un mundo en el que los individuos puedan tomar parte de las decisiones de los
proyectos científicos y tecnológicos, surge la necesidad de un mundo elástico, por
sociedades abiertas, que acoja en su seno la diversidad que va implícita en los diferentes
actores que interactúan en él. Este es el ideal por el que aboga Mario Toboso en su
artículo "Cultura científica y participación de las personas con discapacidad en materia de
ciencia y tecnología", incluido en la sección del libro dedicada a la participación en ciencia
y tecnología.
En el mundo que dibujan los diversos autores de los trabajos incluidos en Apropiación
social de la ciencia se hace necesaria la interactuación de diversos actores. Así, por caso,
los medios de comunicación ocupan un papel muy importante en la comunicación de la
ciencia, tal como lo manifiesta Bruce V. Lewenstein en su artículo "Del fax a los hechos: la
comunicación en la saga de la fusión fría". En este trabajo se demuestra que, en muchos
casos, el exceso de comunicación puede dar lugar a inestabilidad en los procesos
científicos; la comunicación no siempre es lineal, sino que se establecen entrelazamientos
de relaciones entre los diversos medios de comunicación y los distintos actores que toman
parte de la práctica científica. Con las nuevas tecnologías de los medios de comunicación,
en palabras del propio autor, "se gana velocidad a coste de la estabilidad".
Tampoco el tema de la alfabetización de los ciudadanos queda fuera de este entramado.
En el trabajo "Percepciones, imaginario y apropiación social de la ciencia y la tecnología:
comparaciones entre España, la Unión Europea y Estados Unidos", los autores José Mª
García Blanco y María Eugenia Fazio, con la ayuda de las encuestas de FECYT (2005),
Eurobarómetro (2005) y National Science Foundation (2006), ofrecen un panorama del
papel que el conocimiento científico y tecnológico ocupa en dichas sociedades. Según los
autores el escenario no es muy alentador, ya que el interés de la sociedad (en especial la
española) en temas de ciencia y tecnología es muy bajo. La principal causa de este
desinterés reside en que los propios ciudadanos se consideran como incompetentes en la
materia y les despreocupa la temática. El desinterés no es incompatible con la percepción
positiva que la mayoría de la sociedad española tiene de la ciencia y la tecnología. Se cree,
en general, que el progreso científico y tecnológico ayudará a fomentar el bienestar en la
sociedad y hará más cómoda la vida; esta percepción positiva se matiza con un
"componente crítico" asociado a los riesgos que se perciben en los usos militares de la
ciencia y la tecnología, así como sus posibles efectos perniciosos sobre el medio ambiente.
El modelo del déficit cognitivo sufre un giro en el artículo de Marta I. González García y
Bradley, Omar : "Si continuamos desarrollando nuestra tecnología sin sabiduría o prudencia,
nuestro sirviente podría convertirse en nuestro verdugo"
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Rebeca Ibáñez Martín, titulado "Conocer, creer y comprar: el papel del conocimiento
científico en las actitudes hacia los alimentos funcionales y el medio ambiente".
En palabras de las propias autoras, "el déficit ya no está en el conocimiento del público,
sino en los propios expertos o en la confianza que los ciudadanos tienen en ellos y en las
instituciones, organizaciones o compañías que distribuyen la información científica". En
este artículo se tratan aspectos tan interesantes como la biomedicalización que se está
dando actualmente en la vida cotidiana y la responsabilidad moral que está tomando la
salud individual -la cual se transforma en prácticas de consumo que marcan un estilo de
vida-. El auge del consumo de alimentos funcionales y productos ecológicos viene dado,
en muchos casos, por la crisis ecológica y medioambiental, lo cual es aprovechado por las
empresas para transformarlo en beneficios económicos. Las autoras concluyen que este
interés por los alimentos funcionales o los productos ecológicos no siempre es precedido
por un aumento del conocimiento sobre los problemas que se pueden dar en la salud o el
medioambiente, sino que un factor muy importante son las fuentes que transmiten la
información, las cuales tienen que ser receptoras de la confianza del público.
El libro de López Cerezo y Gómez González describe un mundo en el que nociones como
las de ciudadanía, gobernanza, expertos, legos, conocimiento, participación, ciencia y
tecnología se encuentran íntimamente relacionadas, aunque no sin problemas. La
presente reseña ha intentado realizar un breve recorrido a través de la obra, procurando,
de paso, incitar al lector a aproximarse a la variedad y actualidad de la temática que se
despliega a lo largo de sus páginas. La lectura de Apropiación social de la ciencia y la
reflexión sobre los temas que aborda resultan altamente recomendables para quienes
deseen comprender la actualidad y el papel que nos corresponde, como ciudadanos, en
ella.
Generación de conocimiento y educación
En la llamada sociedad del conocimiento existe una profunda contradicción entre
conocimiento y sabiduría, entre desarrollo científico-tecnológico y bienestar social. se
presenta incapacidad para resolver la pobreza, la marginación y la desnutrición, las
muertes infantiles y la degradación ambiental. La educación juega un papel
preponderante para la orientación de la sociedad hacia un desarrollo humano sostenible.
Para que una sociedad pueda tener un rol protagónico dominado por el conocimiento y
resolver sus contradicciones debe considerar el sistema educativo como el motor y factor
de dinamismo.
Osho: "La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el
caminar por una cuerda floja"
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Las instituciones académicas deben estar preparadas para tener sensibilidad, adelantarse
a su tiempo y tener capacidad para gestionar los cambios necesarios para construir una
sociedad cada vez más justa y sensible a sus problemas.
En la actual sociedad del conocimiento, investigar y educar se convierten en profesiones
de alta valoración social. En la sociedad del conocimiento se requiere de personas más y
mejor capacitadas para la apropiación y la generación del conocimiento.
Para Amaya el conocimiento es fundamento para edificar un país con capacidad para
enfrentar los problemas y los retos del futuro.
La construcción de ciudadanía y por lo tanto de sociedad civil tiene en la formación y en
conocimiento sus insumos básicos.las exigencias que deben afrontar las instituciones
educativas que de respuesta a las demandas para desarrollar y potenciar las capacidades
individuales y colectivas. Estimular el conocimiento.
Políticas de ciencia y tecnología
En primer término, se asume que la ciencia y la tecnología poseen claras funciones
económicas asociadas a la generación de externalidades positivas para la sociedad. Es
decir, el conocimiento generado mediante la investigación científica y tecnológica posee
atributos de bien público que tienen el potencial de mejorar la calidad de vida de la
sociedad, o simplemente ofrecer respuestas y soluciones de naturaleza tecnológica a
problemas productivos, de salud, educacionales, del medio ambiente o de conocimiento
sobre algún campo o ámbito de la naturaleza.
En todo caso, se trata de valores de uso y de no-uso del conocimiento científico y
tecnológico. Por tanto, dado el potencial de generación de bienes públicos en la forma de
externalidades positivas, la sociedad opta por incentivar la actividad científica y
tecnológica, creando las condiciones básicas para su desarrollo, en términos de
infraestructura, programas de investigación y formación de investigadores.
En el caso de la investigación y desarrollo (I+D), la misma se encuentra directamente
asociada al nivel de productividad y competitividad de las firmas en la forma en que
utilizan el conocimiento para producir innovaciones que se traducen en nuevos y/o
mejores productos, bienes y servicios. Por tanto, las firmas tienden a jugar un rol
predominante en el financiamiento de las actividades de I+D, por cuanto constituyen la
base de la mejora continua, y sobre todo, de la competitividad de los sectores productivos
Cervantes, Miguel de : "Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia, engaña; el engaño está en quien no
sabe."
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con niveles medianos e intensivos en el uso del conocimiento.
Actualmente, la distinción entre inversión en ciencia y tecnología e I+D, se hace difusa en
algunos ámbitos en los que la investigación básica está profundamente asociada a la
generación de nuevos productos, bienes y servicios, como lo son los sectores de la
biotecnología, la nano-tecnología, la genómica y proteómica, entre otros.
Por supuesto, el desarrollo dinámico de sectores productivos intensivos en el uso del
conocimiento requiere de cierto nivel de desarrollo de los mercados de capitales, que en
la forma de inversión de riesgo, muestran las preferencias reveladas del sistema
económico por la investigación y desarrollo que conduce a la innovación tecnológica-
productiva y a la competitividad.
En el caso de Iberoamérica, y particularmente América Latina, la baja inversión relativa en
I+D puede ser un indicador interesante de varios aspectos de la brecha general de
desarrollo de la región: la baja competitividad relativa de la región, comparada con otras
regiones emergentes; los niveles de volatilidad del crecimiento económico y el limitado
avance en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Lo anterior implica que el potencial innovador de la inversión en I+D, así como su impacto
económico y social se ve seriamente limitado por una sobre participación pública, que si
bien puede ser conveniente en el corto plazo, requiere de una paulatina y sistemática
reorientación hacia el incremento de la participación privada, promoviendo de esta
manera más confianza entre los agentes económicos, una cultura de inversión de riesgo,
más innovaciones en los sectores económicos estratégicos y un mejor posicionamiento
general de las economías regionales.
También pone de manifiesto fallas de mercado en las economías latinoamericanas que
limitan tanto la participación como el impacto de las actividades de I+D en la estructura
social y económica de la región, como son: (i) las bajas condiciones de apropiación y
difusión del conocimiento y (ii) los niveles de riesgo asociados a la inversión en I+D. Es
decir, debido a las bajas condiciones de apropiación del conocimiento especializado
requerido para actividades de I+D, el retorno de la inversión privada en actividades de I+D
es más bajo que su retorno social, por lo que la inversión de las firmas tenderá a ser
menor que el nivel social óptimo que se requiere.
En consecuencia, dependiendo de las circunstancias nacionales, los incentivos fiscales y
Aristóteles: "El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción
"
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otros instrumentos de estímulos pueden ser una herramienta eficiente para incrementar
la participación privada en actividades estratégicas de I+D en la región.
En el caso de la República Dominicana, se carece de mediciones apropiadas, que permitan
estimar el grado de inversión en I+D como parte del PIB. De acuerdo a estimaciones
realizadas por el equipo de la Universidad de la Coruña, en el marco del Proyecto de
Políticas Tecnológicas (INPOLTEC II), en el caso dominicano se llegó a la conclusión de que
la inversión en I+D para 2003 era inferior al 0.06% del PIB, apreciación que tiene que ser
asumida con reservas, debido a la limitada cobertura metodológica del estudio. No
obstante, tomando en cuenta la inversión pública realizada en los últimos años en
iniciativas como los Centros Tecnológicos Comunitarios realizados por el INDOTEL, el
Despacho de la Primera Dama e inversiones como el Parque Cibernético de Santo
Domingo, la estimación puede arrojar resultados modestos con respecto al PIB.
La inversión sistemática en áreas especificas de I+D ha dado un paso significativo con las
convocatorias anuales de proyectos realizadas por el Fondo Nacional de Innovación y
Desarrollo Tecnológico (FONDOCYT), el cual se puso en vigencia por primera vez en 2009,
con la aprobación de treinta y cuatro (34) proyectos, con una inversión de 213 millones de
pesos en las áreas de Biotecnología, Ciencias Básicas, Energía, Medio Ambiente-Recursos
Naturales (MESCYT, 2009).
No obstante estos limitados esfuerzos, persiste una seria desarticulación entre la política
de investigación y desarrollo con la política económica orientada a un mayor nivel de
crecimiento económico y competitividad, así como con las políticas sociales encaminadas
a promover el bienestar y desarrollo humano, lo que pone de manifiesto el tamaño de la
brecha en ciencia y tecnología en la República Dominicana, así como la magnitud del
desafío que supone la implantación de este tipo de política.