La leyenda del Monte Perdido cuenta que en su cima se encuentra un palacio mágico construido por el encantador de las cumbres Atland. El palacio está protegido por murallas y torreones de materiales pulidos y alberga jardines y prados que evocan el paraíso. Sólo es posible entrar al palacio montado en un caballo volador, aunque la leyenda no refleja la realidad de la montaña.