La Reforma Protestante comenzó en el siglo XVI en Europa. Martín Lutero fue su máximo representante. El movimiento buscaba purificar a la Iglesia de Cristo debido a la corrupción del clero, la ignorancia religiosa y el aumento de los estudios bíblicos. Se desarrolló en Alemania, Suiza e Inglaterra e instauró iglesias nacionales, cambiando el pensamiento, la organización y la política eclesiástica.