La relevancia de la calidad educativa es una de las cuestiones
históricas de la agenda de la política educativa en distintos países del mundo. En los últimos años, la calidad educativa ha cobrado gran relevancia, lo que ha motivado que algunos especialistas la consideren el nuevo nombre de la educación.
1. CALIDAD EDUCATIVA UNIVERSITARIA: GENERALIDADES
Fuentes
Cambours de Donini, A. (1998). ¿Nuevo siglo, nueva escuela?. Buenos Aires: Santillana.
Cantón Mayo, I. (2000). Herramientas para implantar la calidad en la educación. En Cantón
Mayo (Coord.), Evaluación, cambio y calidad en las organizaciones educativas. Buenos Aires,
FUNDEC.
Carlson, B. (2000). ¿Cómo Lograr una educación de calidad?. Santiago de Chile: CEPAL.
Ishikawa, K. (1996). ¿Qué es el control total de calidad?. La modalidad japonesa. Bogotá:
Norma.
Zabalza, M. A. (2003). Competencias docentes del profesorado. Calidad y desarrollo
profesional. Madrid: Narcea. .
Zabalza, M. A. (2002). Enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas. Madrid:
Narcea.
Zabalza, M. (1995). Dinámica institucional de las escuelas y calidad de la educación.
Cuadernos de Sección, p. 53-72.
Desarrollo
1. Introducción
La relevancia de la calidad educativa es una de las cuestiones históricas de la agenda de la
política educativa en distintos países del mundo. En los últimos años, la calidad educativa ha
cobrado gran relevancia, lo que ha motivado que algunos especialistas la consideren el nuevo
nombre de la educación.
En la actualidad se observa un proceso de transformación de las universidades bajo la
consigna de la calidad educativa (Zabalza, 2002). La universidad desarrolla una tarea
formativa de alto nivel que requiere, para resultar efectiva, tanto de condiciones
institucionales como de la capacitación del personal de la misma. Al respecto, la calidad de
formación universitaria depende de la actuación de diversos dispositivos puestos en marcha a
tal efecto, pero especialmente de la actuación del profesorado (Zabalza, 2003). Entonces, el
análisis de la calidad de la docencia universitaria es un punto fundamental que debe ser
abordado en profundidad.
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2. La calidad de la enseñanza no puede entenderse meramente como una cualidad vinculada
exclusivamente a la acción y responsabilidad del profesorado. La enseñanza está enmarcada
en un conjunto de condiciones tanto estructurales como materiales y organizativas que afectan
fuertemente su desarrollo y calidad. Es decir, analizar la calidad de la docencia universitaria
no es simplemente considerar los aspectos estrictamente docentes. Lo que los docentes hacen
o pueden hacer está condicionado por la institución a la que pertenecen, sus propósitos y
programas, su organización, su cultura institucional, sus recursos, su estilo, sus normas, etc.
(Zabalza, 2003). También podemos considerar que lo que las universidades ofrecen está
condicionado por el marco de condiciones en que se desempeñan: legislación y política
universitaria, financiación, normativa propia, tradiciones, relaciones con su entorno; etc. Por
otra parte, la calidad de la enseñanza universitaria también depende fuertemente de las
competencias cognitivas de los estudiantes desarrolladas en los niveles anteriores del sistema
educativo.
2. Visiones de la calidad educativa
La definición de calidad aplicada a la formación universitaria contempla diversas visiones
(Zabalza, 2002):
La visión ordinaria: Se refiere a lo que la gente común, las familias de los estudiantes, los
medios de comunicación, los empresarios, los políticos, etc. piensan al respecto. Esta
visión es insuficiente porque, por ejemplo, los padres de los estudiantes pueden escoger
una universidad influenciados por la buena atención, la disponibilidad de recursos
materiales, la buena organización, la amplitud de horarios, etc. Si bien estos aspectos son
importantes, no constituyen una base suficiente para poder hablar de calidad de la
formación universitaria.
La visión burocrática: Lo que las instituciones educativas consideran indicios de calidad.
Esta visión está orientada a los aspectos formales (cumplimiento de los plazos, los
horarios, las obligaciones laborales y todas las normativas correspondientes) o
materiales. A veces se otorga también una gran importancia a los resultados,
normalmente medidos a través de pruebas de diverso tipo. Además, otro aspecto que se
considera en esta visión es el económico (costo global, costo por estudiante y la
rentabilidad de las inversiones). También en este caso los aspectos señalados son
importantes, incluso no pueden estar ausentes de la visión completa de la calidad
educativa, pero también resultan insuficientes para ofrecer una perspectiva completa.
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3. La visión profesional: Se refiere a los docentes y a los directivos de las universidades, los
cuales constituyen componentes básicos de la calidad educativa. Esta visión incorpora
algunos otros elementos importantes: la acción formativa de los profesores, los valores,
la cultura institucional, el nivel de satisfacción de los profesores, etc.
3. Dimensiones de análisis de la calidad educativa
La calidad educativa, de acuerdo a Zabalza (1995), tiene dos dimensiones de análisis que no
siempre coinciden:
Dimensión objetiva real: Se puede constatar y presenta desafíos técnicos y
metodológicos.
Dimensión simbólica: Referida a la calidad como mito, como marketing, como seña de
identidad. Lamentablemente, en algunos casos, la calidad se convierte en un slogan, en
una realidad virtual y se intenta convencer, persuadir a las audiencias de que existe
calidad educativa.
Cuanto más claramente se definan los conceptos, más fácilmente se podrá identificar a las
universidades que brindan calidad educativa.
4. Sentidos de la calidad educativa
Cantón Mayo (2000) considera que la calidad educativa tiene tres sentidos:
Primer sentido: La calidad entendida como eficacia, priorizando los resultados del
aprendizaje alcanzados por la acción educativa.
Segundo sentido: Se refiere a todo aquello que se aprende en el sistema y a su relevancia.
Esto significa que los contenidos responden a lo que cada estudiante necesita para
desarrollarse como persona (intelectual, afectiva, moral y físicamente) y para
desempeñarse adecuadamente en los diversos ámbitos de la sociedad.
Tercer sentido: Hace referencia a los procesos y medios que el sistema brinda a los
estudiantes para el desarrollo de la experiencia educativa. Un contexto físico adecuado
para el aprendizaje, un cuerpo docente correctamente capacitado para la tarea de
enseñanza, buenos materiales de estudio, estrategias didácticas adecuadas, etc., son
requisitos básicos para lograr una educación de calidad.
5. Indicadores de la calidad educativa
La calidad educativa es la posibilidad de desarrollar la mejor educación posible en todos los
estudiantes consiguiendo que afloren sus potencialidades. Es por ello que los indicadores
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matrícula, cobertura, repetición, deserción) se tornan insuficientes. La preocupación central ya
no es únicamente cuántos y en qué proporción asisten, sino quiénes aprenden en las escuelas,
qué aprenden y en qué condiciones.
En un sentido general, podemos indicar los siguientes indicadores que permiten reconocer la
calidad educativa en las universidades (Carlson, 2000):
Identificación con valores formativos claves: El compromiso fundamental de la
educación universitaria es aportar al desarrollo integral de los estudiantes y de la
sociedad en su conjunto. Esa misión tiene que ver con conocimientos de alto nivel, pero
también con las competencias personales, sociales y profesionales que trascienden los
contenidos científicos y se proyectan sobre el desarrollo personal. En este sentido, es
importante resaltar la función formativa de los docentes.
Proceso de formación universitaria: Hay ideas compartidas en relación a las
características básicas de un buen proyecto formativo para la universidad. Es decir, existe
un consenso básico sobre ciertas características de lo que significa y contiene un
programa de calidad.
Resultados de alto nivel: Es importante el proceso y, también, los resultados obtenidos.
La universidad brinda un acreditación profesional, por lo tanto, los resultados son
esenciales en el proceso de formación. Las universidades certifican que sus egresados son
competentes para el ejercicio profesional. Cabe señalar que la calidad no está reñida con
la eficacia, no sólo económica sino principalmente formativa.
6. Factores que inciden en la calidad educativa
Los factores que inciden en la calidad educativa pueden agruparse en tres grandes categorías
(Cambours de Donini, 1998):
La demanda educativa: Se refiere a necesidades y expectativas de los estudiantes y de sus
familias.
La oferta educativa: Tiene que ver con la relevancia del aprendizaje, las prácticas
pedagógicas en el aula, la calidad docente, las características de la institución educativa y
del equipo directivo, y el sistema de supervisión.
La interacción entre la demanda y la oferta educativa: Los factores anteriores interactúan
de manera que generan efectos sinérgicos.
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5. Las características de la institución educativa que se asocian con buenos resultados de
aprendizaje y que son independientes de las características de la demanda se relacionan con el
equipamiento de la institución educativa, los docentes y la gestión educativa.
7. Expresión de la calidad educativa
A partir de la consideración de algunos principios desarrollado por Ishikawa (1995), la
calidad educativa puede ser expresada teniendo en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:
Determinar la unidad de garantía: En el sistema educativo la unidad de garantía la debe
aportar fundamentalmente el logro cierto de la igualdad de oportunidades según el pleno
desarrollo de cada estudiante, con prescindencia de sus condicionamientos accidentales.
En una institución educativa, la unidad de garantía debe estar dada anticipativamente por
el perfil del egresado y posteriormente por la calidad de la inserción y desempeño social
del sujeto. Por lo tanto, el aprendizaje debe ser efectivo y holístico lo cual presupone,
necesariamente, considerar a los estudiantes como personas en un sentido integral. El
aprendizaje de los estudiantes será continuo, lo que exige una superación permanente por
medio de nuevos aprendizajes. Entonces, podemos preguntarnos ¿qué papel le tocará
asumir a la universidad ante estos requerimientos?. Uno de los aspectos clave es la
formación de recursos humanos eficientes para llevar a cabo la tarea educativa.
Determinar el método de medición: Una medición cierta de la calidad educativa no se
agota en medir contenidos. Habría que incorporar un sistema de medición más integral,
que incluya metodologías cualitativas que pueden enriquecer los informes cuantitativos.
Se debería incorporar además la evaluación de los actores clave del sistema,
fundamentalmente, docentes y directivos y, en la medida de lo posible, a los padres.
Determinar la importancia relativa de las características de calidad: La educación tiene
ciertos defectos propios como la imprevisibilidad y la indeterminabilidad. En cuanto a
los defectos, si un estudiante egresado del nivel medio no tiene aptitud para ingresar en la
universidad ni para la inserción en el mundo laboral, nos encontramos ante un defecto
que en tanto se circunscriba a determinadas instituciones educativas reviste la categoría
de “grande”, y en tanto sea un rasgo del sistema educativo se ubica en un rango “crítico”.
8. Conclusiones
Los conceptos de calidad educativa desarrollados anteriormente implican una reconsideración
del rol de los cuadros directivos y de los docentes dentro del sistema y de las instituciones
educativas. Además, es necesario reflexionar sobre las condiciones de trabajo para que, con
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calidad y, por tanto, más acordes con sus finalidades específicas en orden a la promoción,
realización y perfección de los estudiantes en un sentido integral.
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